Pocas cosas son menos toleradas por la audiencia que los cambios de rumbo durante el concurso por parte de un concursante. Verdeliss le hizo el feo a Miriam el pasado viernes en la fiesta, mientras confraternizaba con Mónica y el resto del grupo mayoritario. Es una reacción entendible desde el punto de vista de la supervivencia. Ella debe pensar que Miriam sale de la casa este jueves y su perspectiva es convivir con un grupo que, salvo el Koala, ha sido más bien hostil con ella. Es así porque la han estado nominando desde el principio, entre otras cosas. Humanamente no es extraño que Verdeliss ponga algo de distancia con Miriam y se acerque al resto. Ahora bien, es una estrategia muy torpe.
La maniobra de Verdeliss es parecida a la de Mónica, que se acerca y confraterniza más con el Koala cuando está nominado junto a Miriam. En este caso la estrategia tiene el objetivo de poner en valor a los rivales de Miriam en el banquillo de los nominados, y así intentar que sea ella expulsada. Si tratamos bien a Verdeliss y al Koala la audiencia creerá que son los buenos y votará por la mala malísima Miriam, debe pensar Mónica, sin considerar que igual es al revés y su apoyo resulta ser un regalo envenenado.
Se equivoca Verdeliss al pasar de Miriam durante toda una fiesta para acercarse al grupo mayoritario a partir de ese momento. Y no será un error solo si Miriam se salva de la expulsión. En ese caso puede ser expulsado el Koala o ella misma. Si es ella da igual que haya equivocado o no la estrategia. ¿O no da igual? Puede que esta maniobra de última hora influya a la audiencia votante justo cuando tiene que tomar la decisión de decidir prescindir obligatoriamente de uno de los componentes del grupo minoritario deshaciendo el trío. Es el peor momento para dar un volantazo.
Los concursantes veletas son castigados antes o después. Su actitud en la fiesta no ha sido el único detalle que denota un cambio en Verdeliss. Anoche mismo el Koala sacaba el tema del robo de la leche que esta concursante recibe del programa por su embarazo. Por la mañana ella misma se había quejado en petit comité argumentando que lo sucedido era un ataque a su hija (se refiere al feto), porque se están formando sus tejidos y necesita aportes alimenticios como la leche. Decida el lector si exagera o no, cualquier opinión es respetable. Lo que no me lo parece es ese detalle tan feo con el Koala al comentar después en el ‘confe’ que se había formado “un espectáculo bochornoso” por haber sacado el tema cuando ella “no pensaba hacer una caza de brujas” y no lo pensaba sacar porque le da igual quién haya sido.
Si no le importó se me escapa la razón por la cual esa misma mañana lo compartía con un reducido grupo de compañeros considerando un ataque a su futuro bebé el robo de una parte de la leche que el programa le proporciona como un extra. Afirmó, además, que no le gusta pedir muchas cosas, pero como le había desaparecido leche tendría que pedir más. Ángel opinó sobre el caso del robo de leche por la mañana y volvió a ello por la noche, cuando el Koala sacaba el tema. La primera vez estaba todavía sereno. Lo digo porque este concursante se va embriagando de su propio ego durante el día y a cierta hora desbarra de lo lindo. Es un yonqui de su propia personalidad, estrella del espectáculo que llena teatros, hombre español de bien. Luego explico un poco mejor esto.
El análisis sereno de Ángel por la mañana concluía que si a Verdeliss un compañero le quita un poco de leche lo que debería hacer, siendo buena compañera, es callar y pedir en el ‘confe’ más, porque no se la van a negar. Por la noche venía a decir lo mismo, pero con el histrionismo al que nos tiene acostumbrados y a punto de patinar. Lo hacía definitivamente cuando Miriam sacaba la cara por Verdeliss. Ángel desbarraba con MiriamMiriam diciendo “vete a Perú”, mandándola a la “porra” (aunque sobre esto hay dudas de si no dijo algo más grueso) o llamándola “mamarracha”, y no sería la última vez que empleaba ese mismo término despectivo ayer noche.
Tampoco es la primera vez (ni será la última) que Ángel hace referencia al origen de otro concursante, particularmente de la “indígena” Miriam y el “árabe” Asraf. La casa enmudeció cuando Ángel patinaba de esta forma, lo cual solo sucede si los insultos y las palabras despectivas vienen de un lado. Si lo hace Miriam o el Koala se hubieran abalanzado sobre ellos en masa. El Ángel de anoche me lo esperaba desde el principio y ha tardado 45 días en salir. Lo celebro porque es más él cuando está borracho de sí mismo, aunque lamento que las palabras gruesas dejen sepultada una reflexión que me parece interesante.
La reflexión de Ángel sobre el caso de la leche robada fue acompañada de comentarios muy desafortunados. Cuando el ‘súper’ le decía a Verdeliss que guardase su comida en el frigorífico usaba su sarcasmo para decir que no fuera a posarse una mosca y el niño (será niña) salga malo. “La próxima vez entro yo embarazado”, remataba. Lo cierto es que Verdeliss podría haber hecho eso que sugiere Ángel y nadie se habría enterado de que faltaba parte de su leche. Dado que le dan lo que pida, habría sido un buen detalle hacia sus compañeros. Sin embargo, prefirió dramatizar el caso hablando de la salud de su futuro bebé, y luego le dio la espalda al Koala cuando sacó el tema. También a Miriam, increpada por un Ángel que no tolera ninguna discrepancia a nadie, mucho menos a la “indígena”.
Lo de “indígena” viene de un comentario suyo en el Olimpo de los dioses de la prueba semanal. “Has visto que en la tele a Miriam se le ve la cara de indígena”, comentó. Y Makoke respondió: “Es que lo es”. Decir que alguien es indígena me parece tan intrascendente como decir que es homosexual. Lo importante es el tono con el que se dice, lo cual denota si es o no despectivo. Cualquier cosa puede ser interpretada como un insulto si es dicho en según qué tono. Pongo siempre dos ejemplos sobre esto. Un día discutían dos hombres adultos en un autobús y uno le dijo al otro: “¡Chirimoya!”. El tono era de insulto y el otro así lo interpretó, a lo que respondió: “A mí no me llames chirimoya, eh”. Una fruta utilizada como ofensa. Visto como espectador es cómico, pero entendible.
El otro caso de insulto que podría no haber sido es el de un joven cerca de la estación de Atocha, en Madrid, bajando la ventanilla del coche para espetar al conductor de un taxi: “¡Taxista!”. El taxista respondía diciendo: “Oiga, a mí no me insulte”. Naturalmente, un mecánico dentista (por poner un ejemplo) no habría considerado nunca un insulto que le llamasen “mecánico dentista”. En este caso no solo cuenta el tono, también que se refiera a una profesión de fama diversa, cuestionada muchas veces. En todo caso, el lector decide si Ángel y Makoke demuestran tener intención ofensiva (y si denota o no cierto supremacismo) que comenten el supuesto origen indígena de otra concursante.
Contaba antes que Ángel además de llamar “mamarracha” a Miriam había repetido el mismo término despectivo dirigido a Asraf. Lo de repetir insulto debería estar tan mal visto como repetir traje en las fiestas entre la gente de alto copete, como el señor Garó. Este ha sido su gran fin de semana. La fantástica prueba de esta semana nos ha regalado un Ángel impagable, criticón con todos mientras analizaba desde su posición de “Dios” a los concursantes “humanos”, viendo el directo en el plasma. Me cuesta elegir un comentario, aunque tal vez me quede con uno por culto y polémico a la vez. Dice que no deberían haber llamado “matrimonio” al formado entre personas del mismo sexo porque la palabra viene de madre. “Y ¿dónde está la madre ahí?”, se preguntaba Ángel. Tony le mandó a tomar uvas.
Debo aclarar que los dioses de la prueba tenían uvas, nueces y queso, a pesar de que anoche Ángel dijo ayer que había comido solamente pan con aceite. Pero doy fe que se puso morado a uvas. Tony también aprovechó bien el visionado del directo. Ayer comentó que visto como espectador entiende el apoyo que parece tener Miriam porque algunos compañeros la están aupando al hablar continuamente de ella. En ese momento estaban en ello Aurah (ocasional, aunque bastante frecuente) y Mónica (full time desde el primer día). El propio Tony participa en ello, en este caso junto a Ángel y Makoke. Interesante que los dioses no hayan asignado apenas pruebas a Miriam para no darle protagonismo. Ayer Suso se enfadaba porque la eligieron para la prueba final. También curioso que critiquen a Miriam por ser otra en directo y apliquen criterios distintos al asignar pruebas si están en directo o no.
Superaron la prueba a pesar de que los dioses no fueron capaces de mantener su secreto y en la casa se sabía que les estaban viendo por el plasma, según contó el ‘súper’. Intentaron negarlo, pero desistieron cuando fue señalada Aurah por haber entrado en el pabellón del Olimpo viendo el plasma desde el que los dioses podían observar todo. Deben dar gracias al programa por ser generosos y, a pesar de todo, haberles dado la prueba por superada. Pensé que no la iban a pasar solo viendo a Asraf con la telaraña. Tenía que pasar el hilo de un par de madejas de un lado a otro del salón con la condición de que el hilo no tocase el suelo. Pues bien, en los dos primeros minutos ya se le había caído la madeja al suelo tres veces.
Si desean pasar las pruebas deberían ser más discretos y no dedicarse a señalar los fallos, poniéndose ellos mismos palos en las ruedas. Entre los humanos ha pasado, pero mucho más entre los dioses. Continuamente se les ha visto ejerciendo de jueces, destacando los fallos que veían. Para no dar la prueba por superada habría bastado con poner un vídeo de ellos sacando fallos todo el rato. Justo lo contrario de lo que deben hacer. Makoke criticaba un día por la mañana que algunos llevasen un abrigo encima del uniforme de la prueba y decía que eso podía ser fallo de prueba. Adivine el lector lo que pasaba por la tarde. Sí, Makoke llevaba un abrigo encima de la ropa de la prueba.
No sé si jugó bien Makoke con su pregunta a la audiencia después de haber encontrado la pelotita que dejó Laura Matamoros. Por cierto, en este caso Laura estuvo acertada en su visita siendo amable con Makoke todo el rato para en la despedida meter un poco el puñalito en el intercostal diciendo que no le habían gustado algunas de las cosas que dijo sobre Kiko. Es la táctica de dejar confiarse al contrario para pillarlo a traición. Bien jugado.
Makoke decidía, con gran esfuerzo, preguntar: “¿Os está gustando mi juego?”. Tal vez debió preguntar si está gustando el juego de algún compañero de la mayoría. De esa forma no sufriría la humillación y el desgaste correspondiente si la audiencia responde “no” en un porcentaje muy alto. Demasiado riesgo cuando lo podía evitar preguntando eso mismo de Mónica, por ejemplo, o de Ángel. Le serviría de pista sobre si va por buen camino, sin exponerse a humillación ninguna. Veremos esta noche cuál es la respuesta de la audiencia, pero preveo un masivo “no”. Y porque es una opinión real, sin troleo ninguno.
Todos tuvieron mensaje de audio de su entorno, amigos o familiares. El de Verdeliss le dio una buena pista al decirle que formaba un buen equipo con Miriam y el Koala. No descarto que vuelva a dar otro bandazo tras lo escuchado y hoy esté de nuevo más con el trío que con los demás. La gran incógnita es cómo actuará en la fiesta del miércoles si Miriam es salvada el martes. Lo mismo si fuera el Koala. Cuanto más veleta sea peor para sus intereses. En cada volantazo, Verdeliss corre el riesgo de salirse de la pista y terminar volcando.
El gato responde
Me dicen un par de amables lectores que Moleskine es femenino, por lo cual en la sección que cierra habitualmente este escrito debería decir “la moleskine” en lugar de “el moleskine”. Parece ser que en el diario El Español ha firmado Pedro J., su director, una columna titulada “La moleskine de Pedro J.”. Hablo de oídas porque no lo he visto. Lo doy por bueno, aunque supongo que en ese caso se refiere a ese artículo como una agenda o una libreta, mientras que si se nombra en masculino debe ser por considerarlo un cuaderno. Sea como sea, igual no han reparado los lectores que me hacen llegar esta observación en el detalle de que evito siempre ponerle género a mi moleskine, por lo cual hablo única y exclusivamente de “mi moleskine”.
Moleskine del gato
Todos se posicionaron en contra de Miriam, salvo Tony que se ponía detrás del Koala y Asraf contra Verdeliss. Aunque lo importante fue ver a los tres nominados negándose a decir cuál de sus otros dos compañeros debía ser expulsado. Bonito gesto.
Los porcentajes ciegos estaban así anoche: 51,7 %, 39,5 % y 8,8 %. Imaginaba la distancia entre el primero y el segundo, pero no pensé que el menos votado iba a tener un porcentaje tan bajo. Mañana saldremos de dudas sobre el nombre que está detrás de tan exigua votación.