Vitín dio la mejor entrevista de esta edición hasta el momento. Con sus equivocaciones y sus sinsentidos, este concursante demostró un dominio escénico admirable. Supo estar en su lugar, responder educadamente a la mujer de Fran e incluso protagonizó la despedida que llevamos toda la edición esperando. Nada de medias tintas interpretables, como el “que sigas siendo así de legal” de Alfredo. Vitín sacó de su chistera de humorista trasnochado todo un clásico de Gran Hermano, ese inconmensurable “pásame a otro” que me hizo recordar a Mirentxu y su proverbial inquina hacia Iván Madrazo.
Muy grande el “Fran, sin comentarios… siguiente” de Vitín en su despedida de la casa. Ya no caben interpretaciones ni medias tintas, aunque muchos nos temimos que Fran pudiera argumentar que no quiso hacer comentarios por no recordarle que no debe desvelar un secreto inconfesable de Vitín, que se llevará hasta la tumba. O algo por el estilo. También es posible que decida dejar de tomar el pelo a sus compañeros y considerando que tiene por delante dos semanas más ahí dentro, como mínimo, aprovechar la circunstancia para hacerse la víctima. Si lo hiciera bien aún nos podría terminar cayendo hasta bien.
Fran y sus engaños han sido desactivados por el programa y sus circunstancias. Si me alegro de que no fuese expulsado anoche es por demostrar a los listos que quieren condicionar a los concursantes con mensajes en pelotas de tenis, megáfonos y otras gaitas, que la voluntad de esa parte de la audiencia que vota está por encima de todo. Con ese tipo de actos lo único que han conseguido es convertir en papel mojado la estrategia de un concursante basada en el engaño a todos sus compañeros. Una estrategia tan discutible como divertida.
Algo se hizo la víctima Vitín anoche, lo cual me extraña dado su demostrado sentido común. Es cierto que la losa de Omar es difícil de levantar, pero las cosas podrían haber sido distintas si Vitín no hubiera sido visto por una parte importante de la audiencia como un pagafantas bastante patán. Digo más, su postura equidistante y crítica con Omar tras su ruptura con Paula le dejaba en muy buen lugar en la lucha por el maletín. Pero no pudo ser por su exigencia de suplementos y lo caduco de su humor, que nos hizo gracia la primera semana y nunca más.
Juzgar como injusta una expulsión es un impulso visceral que todos hemos tenido, pero al hacerlo se suele olvidar que hay muchas circunstancias determinantes. La terna es una de ellas, mucho más importante de lo que a veces se considera. No es lo mismo quedar nominado junto a unos concursantes que junto a otros. Media hora antes de quedar nominada Xamy pedí que no la echáramos nunca, pero al quedar expuesta junto a Alejandra y Paula tuve que decantarme por ella, con gran pesar. No podíamos prescindir todavía de las dos grandes antagonistas de esta historia, que no están de nuevo enfrentadas esta semana en el banquillo de los nominados porque Alejandra no ha reconocido a su rival tal condición.
Vitín está en la calle por ser el colega de Omar, porque es pagafantas hasta el extremo de producir sonrojo con demasiada frecuencia y, además, por haber quedado expuesto junto a Fran y Paula en un momento estratégicamente bueno para preservar a los otros dos nominados y comprobar reacciones en la casa. Las tuvimos de inmediato anoche mismo: Omar tragaba saliva, lo cual no es un recurso narrativo sino que lo digo en toda su literalidad.
Vi moverse la nuez del de Carabanchel, tragando y mirando hacia arriba buscando árnica en un Juanma acostumbrado a dorar la píldora a todo bicho viviente. Hago un punto y aparte para decir que infinitamente más patético que Vitín me está pareciendo este primo taimado y ladino, que anoche pasaba de pelotear con descaro a Fran a hacerlo con Paula, y así sucesivamente. Es parte de su juego y en su derecho está, solo que queda estéticamente más feo que un frigorífico por su parte trasera.
Mientras Omar pensaba “tierra trágame” y visualizaba su destino de próximo expulsado, Alejandra estallaba en lágrimas y se marchaba con premura al cuarto de baño. El disgusto fue tan sincero como rápida su recuperación, puesto que acabada la gala la vimos muy entretenida con la trama del engaño y la invitada supuestamente relacionada con alguno de los habitantes.
Uno de los ejercicios más inútiles al tiempo que divertidos que solemos realizar los seguidores de este programa es adivinar las intenciones de los concursantes. En este caso sería más bien el origen y razón de unas lágrimas. La semana pasada fue Luis quien lloraba desconsoladamente delante de Loli al conocer que era ella la expulsada y no él. Entonces pensé que estaba soltando la presión del tenso momento en que se resuelve el enigma del expulsado, y en el fondo estaba llorando de alegría al haberse salvado. Anoche pensé que Alejandra lloraba por la pena de haber perdido a un cómplice en la casa, pero también como un lamento de su equivocada estrategia al haberse unido al grupo equivocado.
No es la primera vez que sucede algo parecido: los integrantes de un grupo van desfilando uno a uno hacia fuera de la casa. Pasó en GH 3 con los afines a Raquel, y al final se fue ella misma. En aquella ocasión aguantó Carolina solamente. También fue la historia de GH 11 y el grupo de Nagore. Otras veces es un concursante el que determina que quienes se acerquen irán saliendo uno a uno. Esto pasó con Ari, en GH 12+1, y cuando más sola estaba fue ella la obligada a abandonar la casa. Alejandra debió pensar anoche, recién adquirido el papel de viudina, que arrimarse a Vitín y Omar no había sido lo más inteligente del mundo.
Lucía, Alfredo y Vitín son un buen palmarés para adivinar el destino de Omar, último superviviente del clan de Carabanchel. Es un último mohicano de pacotilla, al que le hemos perdonado todo y hasta nos produce ternura cuando muestra su lado romántico, como ha hecho esta semana gracias a las preguntas de Azahara. Tengo dicho que es un cordero con piel de lobo, solo que sus últimos zarpazos todavía son demasiado recientes como para hablar de su enorme evolución para mejor. No olvidemos que desde la tarjeta amarilla que le mostró el programa no han pasado ni dos semanas.
Con todo, he de decir que he lamentado la expulsión de Vitín porque ha sido un concursante generoso, que ha vivido la experiencia intensamente y se había convertido en una figura imprescindible. Anoche, avanzada la madrugada, creí escuchar su voz en la casa, probablemente confundiéndome fugazmente con la de Jonathan. Al darme cuenta de que era imposible me sentí mal, y eso solo pasa con los grandes. Creo que pocos como él han disfrutado de su paso por la casa más famosa de Guadalix, aunque no me pareció que demostrara ser un gran amante escuchando su respuesta a Mercedes Milá sobre qué había sido lo mejor de su paso por el programa. Dijo Vitín que lo mejor está por llegar, referido al apoyo y adhesiones que reciba de la gente en la calle. No es la respuesta esperada, porque para un amante del programa nada de fuera es comparable con lo que viven allí dentro. Estoy seguro de que rectificaría lo dicho en cuanto tuviera un rato para pensárselo bien.
También ha puesto fuera de la casa la casi nula capacidad de todos, sin excepción, para plantear una mínima estrategia. Creo que es Luis quien mejor está leyendo el concurso, aunque se pierda en tonterías nada prácticas. Omar y Vitín celebrando una semana antes la inmunidad de las primas estaban cavando su propia tumba puesto que posiblemente no hubieran estado nominados de haber sido agraciados los primos, o Hugo y Azahara, por poner un par de ejemplos.
Sobre lo que les dijeron a los ya expulsados de que el domingo vuelven a entrar todos en la casa, espero que esté incluido el propio Vitín, no se me ocurre comentario que hacer hasta no conocer más el detalle de lo planeado. En principio, les dijeron que prepararan la maleta y luego que de eso nada. Pocas cosas me ponen más de mal humor que preparar la maleta, una de ellas es pensar que debo hacerlo y que después sea mentira. Si se trata de una visita relacionada con la prueba o similar diría que les están poniendo la miel en los labios y ni siquiera van a catarla. Excuso decir lo enormemente mal que me sienta que me pongan la miel en los labios para dejarme luego con las ganas. Mucho peor que hacer una maleta, que sería mi nivel estándar de malhumoramiento.
Si se trata del comienzo del proceso de una repesca entonces se me quitan todos los males. En este caso hay varias opciones. Consideremos que solamente vuelve a la casa un exconcursante, aunque en varias ediciones fueron más los repescados. En este caso, y por los comentarios que muchos hacían anoche, elogiosos sobre Vitín, imagino que sería el elegido, ¿no? Pues no, creo que no. Yo apuesto por Xamy porque ella con la información del exterior que atesora podría ser una auténtica bomba dentro de esa casa. Y si fuera Lucía quien volviera creo que quienes apoyan ciegamente a Paula, incluso a la del chute de helio que periódicamente aparece y es fija los jueves por la noche, podrían aplaudir hasta hartarse porque nada podría beneficiar más a la hawaiana.
Anoche entró en la casa Lidia Torrent Anca, la hija de la presentadora Elsa Anka que renunció a evitar que le hicieran broma sobre las extremidades de las ranas, conservando la consonante que figura en su documento de identidad en lugar de sustituirlo por otra más molona. Su misión acaba el domingo y consiste en engañar como chinos a los concursantes haciéndoles creer que tendrán un pase directo a la final si adivinan con cuál de ellos está relacionada y el tipo de vínculo que les une. Hasta ahí pinta divertido.
No solo pinta divertido sino que anoche mismo asistimos a grandes momentos, con todos mosqueados haciendo sus conjeturas, a cual más insólita. Hay dos teorías que ganan: Lidia es Claudia, la hermana de Lucía; o bien la exnovia de Luis. A lo primero contribuye una estética algo semejante a la de la novia de Omar, solo sea por el estilismo de sus gafas. A lo segundo que Luis ha contado sus viajes frecuentes a Barcelona y Lidia repite “merci”, lo cual la hace catalana de pro según los primos, porque por el acento no debe ser.
Eso sí, Yoli dio con una clave que puede dar al traste con todo. En el almacén (su principal hábitat) le dijo a su prima las palabras mágicas: “Elsa Anka”. No entendí nada más, pero viniendo del sabueso Yoli no me extrañó lo más mínimo. Lástima que anoche no diera con el micrófono que dejó el gran Jesús Vázquez, porque hubiera cimentado aún más su leyenda sabuesa.
Lidia, muda en el debate y desatada en la casa (parece la descripción de un culebrón venezolano), entró a saco dando consejos a mansalva. Lo hizo antes de escuchar de primera mano lo que le podrían contar Yoli u Omar, sus dos primeros objetivos. Si eso no es llevar información del exterior que baje Dios y lo vea. Supongo que como ya no está Loli para gestionar el departamento de carpetas han tenido que mandar a esta muchacha. No sé si va aleccionada o es de su propia cosecha lo de decirle a Yoli primero que se contenga para apelar luego al carpe diem. Dado que en su primera hora en la casa dio dos consejos contradictorios igual su auténtica misión es volverles aún más majaras de lo que están ya.
No se puede negar que esta semana tenemos un duelo en la cumbre. Satisfacción absoluta por este panorama, solo ensombrecido porque le tocase a Yoli por turno exponerse, aunque creo que Alejandra habría ganado unos enteros en la cotización bursátil de Gran Hermano si decide sumarse al plantel de primeras figuras que pueblan esta semana ese banquillo. Ella eligió quedarse fuera, y eso la aparta de la foto de grandes rivales más importante que hemos tenido hasta el momento.
Omar, Paula y Luis nominados es algo absolutamente impagable. Si le añadimos a Yoli en representación de las primas, están ya casi todos. Que a Vitín le expulsase un 66 % de los votos de la audiencia, dejando a Fran en un escasísimo 25 % y a Paula con el 8 % (redondeando todos los porcentajes puesto que desconozco los definitivos), me lleva a pensar que será Omar el expulsado. No veo razones por las que en esta ocasión vayan a votar más los defensores de las primas o detractores de Paula. ¿Por qué no lo hicieron esta semana? En todo caso, vamos a vivir una semana para ponerse a cubierto. Es la gran batalla de esta edición, sin ninguna duda, y van a volar los cuchillos en todas direcciones. De nada vale levantar la bandera blanca ni declararse no alineado. Aquí te alinean a mamporrazos sin preguntar siquiera.
Las votaciones fueron como sigue:
Omar: Paula (2), Fran/Luis (1)
Fran/Luis: Omar (2), Alejandra/Yoli (1)
Paula: Alejandra/Yoli (2), Omar (1)
Alejandra/Yoli: Paula (2), Fran/Luis (1)
Hugo/Azahara: Alejandra/Yoli (2), Fran/Luis (1)
Jonathan/Juanma: Fran/Luis (2), Omar (1)
Ninguna sorpresa. Prácticamente votaron todos igual que la semana pasada, con pequeñas variaciones entre los dos puntos y el punto. Me hizo gracia que Paula presentase sus votos como un intento de estrategia para salvarse, no tanto porque resultase baldío sino porque hizo la misma elección que siete días antes. Muy elaborada no era la estrategia. Hizo posible el que quedasen cuatro nominados el que nadie consiguiera la inmunidad, además de la nula capacidad de todos para plantear una estrategia válida, como dije antes.
Lo único ligeramente inesperado, aunque repite la nominación del jueves anterior, es que los primos nominasen a Omar de nuevo. Este está convencido de que salió a la palestra por 2 y 2, los puntos de Paula y la pareja de Luis y Fran. Pero no fue así, sino un 2-1-1, que convierte definitivamente a los primos en falsos de calibre semejante al de Fran. Solo que más aburridos.
El moleskine del gato
Hubo respuesta en el programa a lo de las acusaciones en medios sociales, con lo cual ya me doy por satisfecho. En realidad, lo que me hace feliz es ver esa sonrisa de Mercedes Milá durante su entrevista a Vitín, que he usado para hacer una broma relacionada con este tema. Solo me faltó que Mercedes dijera eso a lo que nos tiene tan acostumbrados, que tantas veces le he oído cuando un concursante hacía acusaciones más suaves y menos ofensivas. Me refiero al ya clásico: “Pues vas a un juzgado de guardia y lo denuncias”. Me gustaba ver defender así mi programa querido, soy así de imbécil.
Un poco tonto me siento al defender a Gran Hermano de un ataque que lo acusa de ser un timo. Según el María Moliner que tengo como libro de cabecera, timar es robar con engaño, estafar o engañar a alguien en una venta u otro trato. No puedo estar de acuerdo en que la respuesta a esto sea hacer loas a las críticas, vengan de donde vengan y digan lo que digan.
Eso sí, yo no soy de los que se enfada. Simplemente digo lo que pienso, y me río hasta descoyuntarme pensando que figurará como anécdota graciosa en los libros que hablen del programa que tal día como ayer muchos publicaron tuits con capturas de sus votos por SMS incluyendo el hashtag del timo, como decía anoche @Maitesitka (Ravenous). Si soy generoso llamándolos lerdos. Es que son tardos, obtusos, zotes, zopencos, ineptos y nulos. Es mi opinión, claro está, que en nada representa al programa. Pero es todo muy gracioso y anoche el impacto social de la gala fue superior al de las anteriores. Mira tú por donde.
Dejo mis nominaciones desde la guarida, en las que pedía duelo entre Omar y Luis. ¡Lo tenemos!