La salida de Virginia les da una valiosa información ante próximas expulsiones
Marta salvó está vez la expulsión, pero quedó con la agridulce sensación de haber sido objeto de comentarios en la casa sobre los que no tenía noticia alguna. Virginia ha sido la quinta expulsada de esta edición y antes de abandonar la casa tuvo que escuchar un reproche que hubiera sido formulado de otro modo si no fuera porque las dos concursantes pertenecen al grupo mayoritario y han estado defendiendo una causa común hasta anoche mismo. Marta captó enseguida dónde estaba la clave de la cuestión y lo demostró haciendo el siguiente comentario: “Me hubiera gustado que me lo dijeras a mí”. ¡Tocada y hundida!
Hubiera sido lo lógico que Virginia hablase con ella antes de darle las vueltas que le dio a la cuestión. Sin que Marta supiera nada, la anoche expulsada estuvo dando por supuesto que su compañera podría tener una relación sentimental con Adrián. A partir de ahí hizo en la cabeza su película, y en la misma Virginia se sacrificaba para promover que Marta tuviera el terreno despejado, pero resulta que esta no sabía nada. Enorme tontería despejar el acceso de alguien a un sitio sin saber si esa persona desea ir allí. Además de lo presuntuoso de considerar que tiene el poder de limitar la libertad de movimientos a su alrededor.
La salida por un porcentaje tan elevado (en torno al 60) de los votos se explica en clave de castigo por parte de un público que carpetea una posible relación entre Marta y Adrián. El poder de esa parte de la audiencia votante es muy limitado porque no consiguió salvar a Marta el domingo y entre siete nominados iniciales terminó llegando hasta el último día en el banquillo de los nominados. Para la casa esta es la primera expulsión que les facilita una información valiosa sobre cómo están las cosas aquí fuera.
Tras las expulsiones de Héctor, Elena y Alberto era expulsada la semana pasada Brenda. Ahí tuvieron un primer aviso importante, pero cabía suponer que esa compañera había quedado sentenciada al haber recibido una nominación disciplinaria por parte del programa. Con Virginia no hay ya dudas. En el grupo en torno a Adrián saben ya que las expulsiones sucesivas de Brenda y Virginia significan que la audiencia no está dándoles su apoyo de forma mayoritaria. Y les resulta difícil de entender que no se estén castigando actitudes como las de Nissy. Creían que Laila sufriría las consecuencias de ser hermana suya, pero anoche salvó la expulsión.
No solo Laila salvó la expulsión, ahora ella y Marta saben que solo un 40 por ciento de la audiencia votante desean su salida de la casa. Esté Laila más cerca del 15 o del 20, lo cierto es que se trata de un porcentaje muy exiguo en relación con lo que sus compañeros preveían. La mayoría no hacen lecturas muy sofisticadas del concurso, por lo que están empezando a asumir un negro futuro en el que pueden ir saliendo uno a uno mientras Nissy les desea felicidad. Si acaso Adrián piensa que Marta tiene más garantías que el resto de durar en el concurso. Se lo ha expresado así: “No te echarán porque hemos creado expectativas fuera de que puede pasar algo entre nosotros”. Si fuese así, las expectativas deberían caer en picado al momento de escuchar estas palabras.
Marta necesita un tiempo para asimilar aquello que descubrió anoche. No sabe Virginia el favor que le ha hecho, un servicio final previo a su salida de la casa. Por la gracia de ese último servicio, Marta tuvo más protagonismo anoche que en todas las semanas anteriores. También intentaron salir del cascaron polluelos como Adrián (ocupando su vértice en el triángulo amoroso que ha quedado desactivado con la expulsión de Virginia), Carlos, Cora y Colchero. Este último reflexionaba sobre los robos de comida y decía: “Cuando hay broncas, Rafa lleva a una persona al límite y luego se quita de en medio”. Rafa respondía: “Me meto en lo que quiero y ya está. Otra cosa es que todos los que están ahí no se metan en nada o se metan en lo fácil, que es seguir lo que dice uno”.
Llama la atención escuchar a Colchero, uno de los concursantes que más robos de comida ha protagonizado, hablar de llevar a alguien hasta el límite sin que sea una confesión de parte porque se está refiriendo a Rafa. Pero su reconocimiento de haber tirado el caldo de la cocción de los garbanzos (lo que Nissy conoce como “sopa” y “mi comida”) merecía que lo hubieran visto en la casa igual que vieron anoche a Rafa y Carmen usando un par de naranjas que no les correspondían para hacerse un zumo. Comparando ambas actitudes parece que tiene más intención de llevar a alguien al límite Colchero tirando el contenido de un tuper de Nissy que Rafa cogiendo la naranja de otro compañero.
Colchero y Adrián censuraron las actitudes por las que Nissy fue nominada disciplinariamente. Pero ambos merecerían ser sancionados también por sus enérgicos arranques en algunas discusiones, con peineta de Adrián incluida. Pero es que las peinetas de los otros son siempre peores que las propias. Debe ser que los dedos de Adrián tienen vida propia y no es responsable de sus actos. Todas las barbaridades que hemos escuchado en este mes y medio a Nissy se hacen pequeñas al lado de Colchero diciéndole mismamente a ella: “Que no te quiere nadie, ni tu madre, ni tu familia”. Pero nadie pide a Colchero que se calle, tampoco a Adrián, ni a Cora. A Marta y Carlos tampoco se lo piden, pero habrían perdido la cabeza si lo hacen, porque mantienen silencio mejor que los monjes cartujos y los trapenses juntos.
Virginia ha sido víctima de esa parte de la audiencia votante que necesita una carpeta en su reality preferido para ver su vida completada, o algo de eso. No pretendo entrar en mentalidades que me parecen simples y complejas a la vez, pero tengo claro que de no contabilizar esos votos habría salido Marta. También es cierto que con estas dos nominadas me pasaba como a los españoles de la época con los reyes Católicos, según reza la frase popular: “Tanto monta, monta tanto, Isabel como Fernando”. Aplíquese a Virginia y Marta. Me gustó eso que dijo Virginia sobre que se ha dado a conocer solo en un 80 por ciento, que siendo mucho marca la diferencia con el 100 por cien.
Hasta 8 es fácil, lo que solo consiguen unos pocos es llegar a 10. Esto es aplicable en muchos órdenes de la vida, no solo en lo que quería expresar la expulsada anoche. Virginia siente que no ha terminado de encontrarse en mes y medio. Dice que cada uno tiene sus ritmos y posiblemente hubiéramos visto otra Virginia si se llega a quedar. Pero ya es tarde. Y siendo cierto que cada uno tiene un ritmo, la audiencia suele reclamar uno más dinámico que el mostrado por esta concursante. Virginia nos brindó algunos destellos de personalidad que apuntaban bien. Por ejemplo, cuando analizando a Héctor la primera semana fue la única que se pringó bien pringada. También en otras ocasiones posteriores, pero se dejó llevar por la postura fácil de unirse a la borregada. Ojalá hubiera pensado que entre algodones no se llega nunca a nada en este concurso.
Laila llegó a la sala de expulsiones más tarde que sus dos compañeras, que habían estado dejando en claro algunas cosas después de ver lo que Virginia había hablado con algunos compañeros respecto a la relación de ambas con Adrián. No me gustó nada el divismo de Laila queriendo sentarse en el medio. Tampoco su reacción posterior a conocerse el nombre de la expulsada, reclamando más protagonismo que esta. Ese era el momento de Virginia, y Laila no supo respetarlo. No se trata de reprimir la celebración por salvarse, sino de echarse a un lado lo más pronto posible.
Carmen Lomana entró con mal pie en la casa. No me refiero al traspiés por el que dio con sus huesos en el suelo de la cocina, sino a algunas informaciones del exterior y ciertos comentarios que enojaron a Álvaro. Conociendo sus antecedentes al respecto no me puede extrañar. O tiene más cuidado, o logran atarla en corto, o preveo marejadilla en el Cantábrico, y también en Guadalix. Anoche Rafa intermediaba entre Lomana y Álvaro, mientras que solo Nissy sacaba la cara por este compañero. No quisiera yo ver a Nissy en brote contra la invitada VIP de esta semana.
Observatorio de nominaciones
Todas las parejas aceptaron el dilema planteado y decidieron en menos del minuto que tenían para ello quién nominaba normalmente y quién delegaba en su familiar o amigo en plató. Destaca la generosidad de concursantes como Rafa y Álvaro cediendo a sus respectivas parejas el privilegio de ver en pantalla a su representante nominar. Los dos saben bien como va esto y que con gestos como ese se forjan ganadores. La primera pareja fue decidida por el programa y después cada pareja iba decidiendo la composición de la posterior. Así transcurrieron estas nominaciones:
Nissy y Laila > Colchero (1), Cora (2) y Alatzne (3)
Carmen (su hermano Juan Manuel) > Alatzne (1), Laila (2) y Cora (3)
Rafa > Colchero (1), Adrián (2) y Marta (3)
Alatzne (su amiga Aurori) > Rafa (1), Carlos (2) y Cora (3)
Álvaro > Adrián (1), Colchero (2) y Carlos (3)
Cora (su hermano Jonathan) > Rafa (1), Nissy (2) y Carmen (3)
Carlos > Nissy (1), Rafa (2) y Álvaro (3)
Adrián (su amiga Ana) > Carmen (1), Alatzne (2) y Laila (3)
Colchero > Álvaro (1), Rafa (2) y Nissy (3)
Marta (su madre Susi) > Nissy (1), Carlos (2) y Alatzne (3)
Nominados definitivos: Alatzne (9), Cora (8), Carlos (7) y Nissy (7).
Destacable el nivel de despiste de la madre de Marta nominando a Carlos porque no iba a salir nominado, pero metiéndolo en la terna con sus puntos. Lo mismo se puede decir de la amiga de Adrián, pero a la inversa, ya que evitó nominar a Rafa porque iba a salir igual, pero al final se salvó.
Entre los comentarios de los familiares me llamó la atención que el hermano de Carmen le advirtiera que tenga cuidado con Alatzne, a la que Rafa llama infanta de Zumárraga. También esto del hermano de Cora: “De pequeño tenía miedo al tren de la bruja y ahí estaba Carmen”. Menuda guasa tienen algunos familiares.
Muy descolocados quedaron todos los que delegaron, en especial Marta y Adrián, con votos a Alatzne y ninguno a Rafa. Hay cierto divorcio entre las nominaciones de los de dentro y las de los de fuera. De no ser así hubiera sido complicado ver salir a la palestra a Alatzne de nuevo. En su caso, estar entre dos aguas no la estaba perjudicando en lo relativo a las nominaciones, sino todo lo contrario.
No es una decisión fácil la de esta sexta expulsión. Al impulso inicial de poner fuera de juego a esa Alatzne que en los directos pone cara de pena y parece simular que no se entera de nada, le sigue el análisis más templado de que Carlos es un armario de tres puertas y dos maleteros, grande como él solo, pero armario igualmente.
Moleskine del gato
Muy mala elección la del símil del microondas para definir una supuesta relación sentimental latente entre Rafa y Carmen. Vistos sus ritmos le cuadra más una olla de cocción lenta, si acaso.
Increíble que en la compra de la semana gastasen casi 18 euros de 68 en 10 frascos de crema de cacao y chuches. ¡Es de locos!
Álvaro también ha notado que cada vez que discuten Rafa y Carmen esta se acerca a Alatzne. Solo hay un matiz diferente respecto a la lectura que hice en el escrito de ayer. Decía que Alatzne se acercaba a Carmen y este concursante dice que Carmen se acerca a Alatzne. Parece justo al revés, pero no lo es tanto porque cuando digo que se acerca una a la otra lo único que pretendo destacar es que recuperan su buena relación, independientemente de quien da el primer paso para ello.
Por cierto, Lomana debió llevar la cuenta de las nominaciones, pero estaba a por uvas. Lo resume todo que al finalizar la gala decía que el más nominado había sido Rafa, uno de los salvados. Ni se aproximó.
Y bienvenida Sandra Barneda. Todo un placer.