“No es lógico que estemos nominados gente que vamos de cara y otros que no van no lo estén”, dijo Fani. Independientemente de la buena o mala redacción de la frase, requeriría una mínima demostración de que al menos una de las dos aseveraciones es cierta. En concreto, la que corresponde con la persona que hace esa afirmación. Quiero decir que no es imprescindible la complicada demostración sobre si los demás van de cara, pero sí sobre ella misma. Entonces le pidió Jorge Javier que aclarase a quién se refería cuando hablaba de gente que no va de cara y Fani tiró balones fuera. “No me refiero a nadie, yo hablo de mí”, contestó. No es cierto, por cuanto la afirmación tiene dos partes: en la primera habla de lo injusto de que estén nominados quienes van de cara, entre quienes se encuentra; y en la segunda se refiere a los que sin ir de cara no salen a la palestra”.
De manera que Fani dice que va de cara sin ir de cara a la hora de justificar su afirmación. Digamos que la parte práctica desmiente la teórica. Por otro lado, está sobrevalorado ir de cara. Es como si en el reino animal le quitase puntos al puma acercarse sigilosamente para no ser visto justo hasta saltar sobre la gacela. Y comérsela. Muy de cara no va, pero es que quiere almorzar. Ir de cara en un reality puede no ser lo más inteligente. Con no engañar al espectador es suficiente. Y ni eso, en realidad lo imprescindible es que no se note. Como cuando un profesor graciosillo te decía al comenzar un examen que no estaba prohibido copiar mientras no te viera.
Fani va poco de cara, lo cual pudimos comprobar el martes en su encuentro con Ivana. En cero coma pasó de alegrarse al verla a detestarla. Sobre su especie de ataque de ansiedad vuelvo a repetir que estoy cansado de que se llame así a cualquier cosa. Muy fina demostró tener la piel Rocío cuando se disgustó tanto por lo que le dijo Yiya en lugar de defenderse con tranquilidad y contundencia, virtudes de las que hace gala en muchas ocasiones. Lo mismo digo de Fani anoche, que requirió de sesión de relajación junto a Lara Álvarez y posterior salida de la palapa para tomar el aire. Lara vale para todo, dicho sea de paso.
Menos sobreactuación que en Rocío o Fani vi en Pavón anoche. Entró en la palapa pensando que se reincorporaba al concurso y salió habiendo perdido su condición de concursante por prescripción facultativa. Es como cuando siendo niño juegan con tus ilusiones prometiéndote un garaje Rima por Papá Noel y luego te echan una máquina de Dymo. Perdón por citar marcas. Aprovecho para invitarles a que se hagan publicidad en este espacio. ¡Su publicidad AQUÍ! Al pobre Pavón le fue cambiando la cara según Jorge Javier iba leyendo el comunicado del equipo médico habitual. “Su lesión no le permite estar en un concurso con condiciones así de extremas”, leyó el presentador, y al ya exconcursante no le ocurrió otra cosa que ofrecer quedarse bajo su propia y única responsabilidad. “Es como los toreros, cuando deciden bajo su responsabilidad quedarse en la plaza”, argumentó Pavón. Pues en este caso la autoridad competente ha dado por terminada la corrida para él.
Siempre es de lamentar cuando un concursante ha de abandonar de manera obligada. En este caso especialmente, por la entrega y las ganas que tenía Pavón. No estaba entre mis preferidos, pero no le puedo negar su compromiso con el concurso, algo muchas veces requerido y no encontrado en otros concursantes. Siempre se van los mejores, como dicen las plañideras velando al difunto. Otra de las virtudes del finado (virtualmente) es que todos sus compañeros lamentaron anoche con sinceridad su baja. Al menos los hasta ayer desvalidos, con quienes lleva semanas conviviendo. Antes de marcharse contó que tenía temas pendientes con Fani, Rocío y José Antonio, pero de los tres se despidió amablemente. Pavón no se volverá a medir con ellos en este concurso, aunque si todo sale bien y sobrevivimos a la pandemia medianamente en pie puede convertirse en concursante de la próxima edición. Y eso es un importante consuelo.
La baja de Pavón obligó al programa a reajustar los planes previstos para anoche. No hubo expulsión entre los antiguos desvalidos, ahora convertidos en nuevos siervos. A ellos se unió Fani al ser la eliminada de la semana. Se confirmó mi previsión de que se salvaría Ferre, aunque Chistopher en plató felicitó a la gente por salvar a su chica. Debía estar despistado mirando la peluca de Carolina Sobe, que le queda igual de bien que a Yiya la suya. La caprichosa realidad pudo haber mandado a los siervos a cayo Paloma, la mejor localización de los cayos Cochinos. Pero perdieron el juego de localización y habrán de quedarse en playa Cabeza de león, mientras los mortales irán a la mítica cayo Paloma.
Volvemos, por tanto, a la doble prueba de localización y de líder, al tiempo que se aplaza la unificación definitiva. Al menos me hubiera gustado que se volvieran a conformar los grupos, como pasaba en las primeras semanas de concurso. Pero, de momento, sigue cada uno en su sitio y las expulsiones ahora serán directas cada semana. La prueba de líder volvió a ser de apnea, aunque ahora se pide que permanezcan sentados en unas cabezas de dragón. Esto es Supervivientes 2020, la sencillez no va con nosotros. En los mortales volvió a ganar Barranco, el rey de la apnea, aunque en este caso le bastó con aguantar 2 minutos 20 segundos. Entre los desvalidos ganó Nyno, con 1 minuto 58 segundos.
Hubo en la gala de anoche dos enfrentamientos importantes que le dieron el picante necesario para cualquier plato. Uno fue entre Elena y José Antonio, como cabía esperar después de la semanita que han tenido. Dice Elena que no ve posibilidad de reconciliación entre ellos y pone especial énfasis en las descalificaciones de su compañero respecto al físico. “Me gustaría tener la fortaleza de un hombre y sentirme como ellos”, confesó Elena. Podría ser que hubiera aquí un problema de disforia de género, pero la cosa es mucho más sencilla: no hay quien aguante a José Antonio. Lo confirmó Rocío, que sigue riéndose mucho con él, pero es complicado de aguantar.
La otra bronca fue entre Yiya y Rocío, aunque ahí lo que me parece interesante es una variante que nos lleva a Ana María. En realidad, de todo lo dicho por Yiya en estos últimos días (incluyendo lo escuchado en la palapa anoche) a Rocío le interesó especialmente una cosa, de la cual quiso obtener confirmación. “Quiero saber si es verdad que Ana María ha dicho que no es familia mía”, inquiría Rocío. Y Ana María se salía un poco por la tangente, aunque negó haber dicho eso estrictamente. “Yo estoy aquí haciendo mi concurso”, sería la frase de Ana María que resume su postura ante esta polémica. O sea, vino a decirle a Rocío que la dejase en paz con familia o no familia porque ella está a otra cosa. Y, en puridad, no son familia, aunque pertenezcan al mismo clan.
Observatorio de nominaciones
Así nominaron los mortales anoche:
Rocío > Ferre
Ferre > José Antonio
Jorge > José Antonio
Elena > José Antonio
José Antonio > Elena
José Antonio fue el nominado del grupo y el líder Barranco nominaba a Ferre.
Los nuevos siervos, antes conocidos como desvalidos y originalmente siervos también, nominaban así:
Ivana > Fani
Hugo > Fani
Yiya > Fani
Fani > Yiya
Ana María > Fani
Fani fue la nominada del grupo y Nyno nominó como líder a Hugo.
Ya se preveía que José Antonio recibiría un zurrón de votos. Solo lo salvó Rocío, saliéndose del rebaño a pesar de todo. Minipunto para la nieta de la más grande. Con Fani, sin embargo, hubo unanimidad. Interesante la venganza ejecutada por Nyno condenando a Hugo con su voto directo de líder. Parece que todavía no se han perdonado lo sucedido entre ellos.
Nominados, por tanto: José Antonio, Ferre, Fani y Hugo. De nuevo en la palestra las dos efes, acompañados en este caso por dos desiguales rivales. Es posible que Hugo sea quien más apoyo tenga entre los cuatro, mientras que veo a José Antonio en el flanco más débil. Lamentaría perder tan pronto al periodista.
Moleskine del gato
En plató se vive en ocasiones otro concurso, especialmente anoche que coincidieron Bea y Adara. Solo faltaron Rodri y Miguel Vilas. Bueno, y la peluca. Curioso que en la palapa utilizara Hugo la siguiente expresión: “Las cosas se dicen por su nombre. Hay que decir Rodrigo y no Rorro”. También advierto que para entender esto hay que estar iniciado en los cotilleos del momento. Lo más fuerte es que, según Hugo, Adara estuvo insistiendo en que volvieran justo hasta antes de marcharse para Honduras. Y fue él quien no quiso porque no ha perdonado lo de la segunda vez en El tiempo del descuento. Todo esto es un crossover tremebundo.
Me pareció que Hugo forzaba un poco a Ferre para que se metiera en la ducha lo primero de todo al llegar a la cabaña VIP donde pasaron la noche y disfrutaron de una opípara cena (no un desayuno, como equivocadamente dije ayer). En la ducha vimos gratuitamente a Ferre moviendo el trasero. Su novia confesó que Ferre tiene muy buen culo. Le faltó decir: “Tope de gama”.
Elena dice que siempre ha estado acomplejada por su físico y cuenta que hace años para disimular su delgadez se ponía cuatro pantalones. Uno encima del otro, me imagino. No haré ninguna broma sobre esto, pero no quiero pensar como debe ser en esas circunstancias una urgencia en el cuarto de baño y tener que esperar a desabrochar los botones de los cuatro pantalones hasta llegar a tocar piel (iba a decir tocar pelo, pero creo que me estoy metiendo en un jardín, quiero decir… bueno, nada).
Nyno le dedicó su triunfo en la apnea a los gitanitos del mercado (entre otros), lo cual remató con un “viva los ajos” que me dejó todo loco. Bonita celebración.
En la prueba de localización, José Antonio le ganó a Nyno, que fue casi el único en mojarse con el barro. Tengo dicho que José Antonio es una bestia y se entrega en las pruebas como nadie. Su víctima fue en este caso Nyno, que al caer pareció querer imitar al miliciano inmortalizado por Robert Capa en una mítica fotografía de la guerra civil española (foto comparativa aquí debajo).
Y eso es todo por hoy. Buen confinamiento, amigos.