Dice Suso, hablando con Aurah: “Vas como diciendo ‘mira qué pibón soy’ delante de ellos”. Aurah, sorprendida, responde: “¿Yo? Que no me pongo escote en esta casa, que voy… tal”. Suso le pide que no grite para que no se entere nadie alrededor de ellos y sigue con su comentario de australopiteco con un retraso de 2 millones de años: “Amor, amor, amor. Amor, si es que yo te quiero ver con escote. Póntelo todos los días”. “¡Ya, pero dices que soy vulgar!”, exclama ella.
“No, no. A mí no me gusta que te hayas puesto así antes… con las tetas…”, dice Suso mientras hace el gesto de juntar sus propios pechos. Ante la negación de Aurah, continúa: “Escote, amor, yo por mí… Yo... te prohibiría llevar cuello alto. Yo quiero que vayas con escote, claro. Yo prefiero ver eso”. Y atención al remate de la conversación, muy propio de un homínido desactualizado: “Lo que sí prefiero es que lo lleves con elegancia. Me gustaría que lo llevaras con elegancia. Porque eres mi novia, y me gustaría que fueras… ese toque elegante. ¿Me estás entendiendo o no? ¿A que sí? Muy bien”.
Dejando a un lado la condescencía con la que habla Suso, ese “¿me estás entendiendo?” tan significativo, así como las cinco o seis veces que dice “yo” en apenas un minuto, lo más importante es que ha llegado a la fase de imposición en el modo de vestir. Algo feo, independientemente de si es de verdad la relación que tienen estos dos. Tenga razón o no este gato en que todo es un teatrillo, el comentario de Suso es igualmente desafortunado. Y demuestra hasta qué punto es irrelevante que familiares o amigos de los concursantes vayan a la casa de visita a darles pistas para intentar encarrilar su concurso. Porque al final son ellos los que marcan su ruta, incapaces de sujetar sus propios impulsos y, en algunos casos, de sobreponerse a su propia desgracia.
Suso parecía haber sido favorecido por la visita de su madre, de la “segunda madre” de Aurah y las pistas que el programa le había ido ofreciendo. Así se las ponían a Fernando VII (para Suso aclaro que es Fernando séptimo), llegamos a pensar muchos. La expresión viene porque este rey (que derogó la Constitución de Cádiz, primera en España) era un malísimo jugador de billar, a pesar de lo cual le encantaba jugar. El temor que infundía el monarca, absolutista y perseguidor de liberales, hacía que se dejasen ganar todos en el tapete de la mesa de billar. Pues bien, a Suso aunque le diesen todas las facilidades sería incapaz de ganar esta partida.
Ni dándole un gráfico sería capaz Suso de entender que algunas cosas no se pueden tolerar. En las últimas semanas ha podido moderar algunas expresiones, intentando llevarlo todo al terreno de la broma, donde se siente a gusto. Pero al final sale el auténtico Suso, aquel que ya conocimos en sus realities anteriores y a algunos nos sigue extrañando que le sigan dando oportunidades.
Suso juega sucio cuando sugiere a Asraf el domingo que no le hubiera gustado nada si llega a nominar a Aurah directamente en lugar de a Tony. También se equivoca cuando acusa a su supuesto amigo de haberse encarado a su supuesta novia, habiendo sido precisamente al revés la historia. Pero todas estas cosas me parecen minucias al lado del ejemplo que da este concursante intentando imponer a Aurah una manera de vestir, creyendo que tiene derecho a medir el largo de su escote y calificándola de vulgar o poco elegante. Reclama un toque de elegancia y a él le falta un toque de dignidad. Y una renovación, antónimo de anquilosamiento. Si en la prueba de los adjetivos hubieran tenido que ordenar a los concursantes de mayor a menor por su machismo, Suso seguro que sale chutado de la lista por la parte de arriba.
A pesar de lo lamentable que resulta escuchar determinadas cosas a estas alturas, confieso que me alegro porque insisto en que desmitifica la idea de que los consejos de amigos y familiares les ayudan. Para ello hace falta que sepan procesar debidamente lo dicho. Ayer Hugo Castejón visitó a Miriam en la sala de los encuentros. Fue el de estos dos un encuentro frío, pero útil. Como en los otros casos, tendrá que ser Miriam quien demuestre si le han valido de algo los consejos. Hugo fue al grano y certero. Dijo que mucha gente está con ella y la apoya, lo cual no solo puede aportar seguridad a esta concursante, sino que es una verdad. Me niego a pensar que la verdad sea en algún caso inconveniente.
Después del chute de realidad, Hugo le dijo a Miriam que bebiese agua en las fiestas. Consejo importante, visto lo sucedido el jueves pasado. Y, finalmente, advertía a la concursante de que tuviera cuidado con las provocaciones porque ahora mismo solamente ella puede malograr su concurso. No lo aclaró, y aunque es fácil que la mayoría pensase en las provocaciones de los demás a Miriam, valdría el consejo también para las de esta al resto. También me remito a lo del jueves, en concreto la innecesaria referencia al supuesto affaire de Makoke con Carlos Lozano. Creo que no lo pudo hacer mejor Hugo Castejón. Sin florituras. Sin buscar el lucimiento personal. Certero y eficaz.
Con todo, repito lo mismo que dije unos párrafos más arriba, ahora hace falta que Miriam recomponga el puzle y sepa interpretar lo dicho. Y aún en el caso de hacer todo esto correctamente también debe saber reaccionar, no dejándose arrastrar por su propio impulso. En eso le hizo mucho bien a Miriam la compañía de Verdeliss, que nunca frenó su carácter ni quiso hacerla cambiar, pero sí le hizo ver la conveniencia de callar muchas veces y no entrar al trapo como un toro saliendo de corrales. Miriam va siempre con el freno de mano quitado y a demasiadas revoluciones.
Prueba de esto que digo fue su reacción posterior. Salió de su útil encuentro con Hugo con una idea vengativa en la cabeza. En lugar de tranquilizarla la visita había tenido en ella el efecto contrario. Y no por nada de lo que pudo escuchar, sino porque antes de entrar debió escuchar que todos hacían conjeturas, convencidos de que sería Carlos Lozano el visitante. Lo había promovido el programa con las palabras del ‘súper’ sobre que alguien quería decirle algo tras lo ocurrido estos últimos días. Evidentemente, todos pensaron que se refería a la bomba sobre Makoke. Al salir del encuentro, Aurah confirmaba a Miriam en el baño que habían estado hablando Makoke y Mónica sobre el supuesto encuentro con Lozano por el tema Makoke.
Miriam parecía enfadada, incluso contrariada, tras el encuentro. Pero no era nada de eso. Tenía ganas de venganza porque se creyó que había ganado una batalla. Y se equivocaba de medio a medio. No había ido a visitarla Carlos Lozano sino Hugo Castejón, lo cual Miriam interpretó como una confirmación a lo que dijo sobre Makoke y su supuesto affaire. Por eso empezó a soltar indirectas bien directas en el sofá del salón. Makoke hizo bien levantándose y acudiendo a la cocina a hacerse una tortilla francesa. Precisamente eso es lo que debería hacer en muchas ocasiones Miriam. No entrar en provocaciones. Pero también debería pensar en no provocar, por muchas vendettas que desee.
Se equivoca Miriam porque la visita de anoche no significa que Carlos Lozano esté dando carta de naturaleza a su desafortunado comentario del jueves a Makoke. No siempre el que calla otorga. Se ha pensado que ha ganado esa batalla, lo cual no la beneficia nada. Y puede que esto la tenga cegada un tiempo precioso en el que debería estar analizando lo que escuchó en la sala de los encuentros. Si lo hiciera debería olvidar todo aquello que pertenece al pasado y centrarse en llevar su concurso lo mejor posible, dando lo mejor de sí misma.
A nadie importa con quien se ha liado Makoke, igual que nos da igual a lo que se ha podido dedicar Miriam en Perú, que tanto preocupa a Mónica, prima (o sobrina, no recuerdo) del primer ministro peruano. Ahora me he enterado de que por eso advirtió a Miriam de que la iban a echar del país si seguía insultándola. ¡Se refería a Perú, no a España! Y decía eso sobre los insultos después de llamar “sinvergüenza” a su interlocutora. Muy lógico todo, ¿no? No.
Y es que Mónica está más obsesionada con Perú que Ángel Garó. El otro día decía: “Aquí solo hay dos personas buenas (se refería irónicamente a Miriam y el Koala), los demás estamos de relleno. ¡Yo de figurante! En Perú deben estar flipando pero bien”. Claro, claro, figurante la sobrina (o prima) del primer ministro. Qué escandalazo. Por cierto, las repetidas amenazas de contar lo que hace Miriam en Perú fueron analizadas por Aurah de forma seria. Piensa esta concursante que Mónica se ha cargado su concurso. No es para menos.
A Makoke la llamó pelota Asraf una vez y después de haber pedido perdón por ello volvió a repetirlo. Tiene esa espinita clavada y ahora es ella la que va repartiendo carnés de pelota. Dice que Miriam (¿cómo no?) lo es porque con frecuencia saluda a los colaboradores y equipo de ‘Sálvame’, programa en el que estuvo trabajando. Makoke cree que les está haciendo la pelota descaradamente, porque lo suyo es simple educación cuando el sábado saludaba a Toñi Moreno y al equipo de ‘Viva la vida’ “que están en antena ahora”. Si sale el jueves se enterará que “su programa”, como ella dice, lo presenta ahora Emma García.
El día de ayer terminó con una larga conversación entre Tony, Miriam y el Koala, supervivientes del dormitorio maldito junto a Makoke. La conversación se animó, precisamente, cuando desapareció la ‘madrastra’. Sobre ella hablaron y Tony la defendía diciendo que es protectora, no controladora. El Koala acertaba en la diana una vez más. “Siempre ha puesto a Suso y a Aurah de trabajadores. No se puede engañar a España entera y poner lo blanco como negro”, decía el Koala sobre Makoke. Y añadía: “Otra cosa es la afinidad y el cariño. Pero no podemos ser padres ni tutores de nadie. No se puede tapar el sol con un dedo”. Esta del dedo y el sol es una de las expresiones preferidas del Koala, y también de Miriam. Ignoro quién de los dos la dijo antes.
La charla puede ser interpretada como un acercamiento de Tony a Miriam. Puede influir en ello que el Koala y él escuchasen esto desde fuera de la casa: “Tony, ten cuidado con Suso, que se ha posicionado con Asraf y te ha traicionado”. De los autores de la traición de Asraf ahora llega a nuestras pantallas la traición de Suso. Tony le transmitió a Suso lo que había escuchado de fuera y este asegura que no le ha traicionado en ningún momento.
La explicación de Suso sobre por qué se posicionó a favor de Asraf el domingo puede ser interpretada como una maniobra de despiste. Como le dijo Tony, la traición tiene que ser por detrás. De otra forma no haría falta que se la contasen desde fuera. Entre Tony y Suso quedó todo aparentemente bien ayer, pero para mí tengo que no del todo en realidad. Tiene la mosca detrás de la oreja y está enlazando lo que le dijo su madre con lo del megáfono, la nominación de Asraf y su pálpito personal. No sé si llegará a tener algo en claro, cosa que dudo. A Tony le están poniendo la cabeza como un bombo.
Moleskine del gato
No comenté ayer que superaron la prueba. Les pedían 50 aciertos y tuvieron 65. Lo gracioso fue ver que en el examen final suspendía Mónica y aprobaban Miriam y el Koala. Un rato antes presumía Mónica de buena memoria porque ella se aprende los guiones a la primera. Igual se le ha olvidado ya cuando hubo de aprenderse un guion por última vez.
Ayer Asraf convocó la segunda reunión como jefe de la casa, esta vez obligada para repartir tareas y quedar de acuerdo sobre la compra semanal, que tardaron varias horas en hacer con reinicio del ordenador y pérdida de la compra incluidos. Me da la impresión de que Asraf se está pavoneando un poco de ser jefe. Lo disfruta y, de alguna manera, desea vengar a Ángel Garó demostrando que él también puede cocinar. Luego hacían Makoke y Miriam un pollo al horno y les preguntaba si lo habían hervido antes.
Si Asraf no es muy ducho en la cocina tampoco lo son los demás. Makoke tardó ayer un rato en encontrar una sartén para su tortilla. Al menos la supo poner del derecho al fuego, porque el otro día cortaba el pollo con el cuchillo del revés. Igual es tendencia, porque Mónica se pasó el sábado con el jersey también del revés, con las coderas por delante. Explicó que tenía un agujero en el lado delantero y “no quiero que se me vea la tetilla”. Puedo asegurar que era un agujerito minúsculo.
Esta noche se salva uno de los nominados y, por primera vez en esta edición, no estoy seguro de quién puede ser. Aunque sigo apostando que la de mayor porcentaje es Makoke.