Suso dijo que se iría si se salvaba Miriam, pero sigue en la casa
Suso señala Argentina cuando tiene que indicar dónde está Australia y dice que sabía localizar ese país gracias al pequeño Nicolás, que si no recuerdo mal lo situó en Groenlandia o por ahí. A la larga lista de damnificados que llevamos en la presente edición igual tenemos que añadir esta semana varias embajadas y consulados, por no hablar del sistema educativo en su conjunto. Algunos VIP también son víctimas de la ESO. Suso anda muy perdido con los idiomas, casi lo mismo que con la geografía, aunque los demás no le van a la zaga.
No sé si me produjo mayor bochorno ver a Miriam inventándose un inglés que sonaba a cualquier cosa menos a la lengua de Shakespeare, o Mónica presumiendo de dominar esa lengua. Al final solo ganó Miriam, que tendrá un punto más en las nominaciones de este jueves. Sofocos de alipori me produce esta prueba, aunque reconozco que también me voy a echar algunas risas. Que Suso no localice Australia era previsible, tanto como que no cumpliría su promesa de abandonar el programa si anoche se salvaba Miriam.
Lo gracioso es que un instante antes de comunicar Jorge Javier que Miriam era la concursante nominada que dejaba de estarlo al ser la menos votada todos daban por supuesto que se salvaría el Koala. “Yo ya lo sé”, decía el presentador, y tanto Mónica como Aurah contestaban ufanas: “Y nosotros también”. “Soy adivina”, decía irónicamente Mónica. Un par de minutos más tarde a las falsas profetas se les había quedado cara de “tierra trágame”. Perdieron una bonita oportunidad de quedarse calladas.
Suso en lugar de pedir la apertura del protocolo de abandono prefirió darle la vuelta al argumento. ¿Cuántas vueltas tiene un costal?, pues todos los que le quieras dar. Ahora resulta que está muy contento porque prefiere que Aurah se enfrente al Koala antes que a Miriam. Supongo que por eso los dos le dieron más puntos a Miriam el jueves pasado. Y también por eso llegó a decir, aunque está visto que con la boca pequeña, que abandonaría si era ella la salvada. No pueden entender que tenga un porcentaje tan bajo de votos (además Suso piensa que era el 0,8 %, no el 8 %) después de haber sacado el tema de Makoke y su supuesto affaire. A pesar de ese error la audiencia ha revalidado su apoyo a esta concursante. Tal vez deberían plantearse por qué y, sobre todo, asumirlo de una vez.
Tras la gala la casa se convirtió en Reventolandia, al menos en el dormitorio de los colorines. Con los ojos empañados en lágrimas, Mónica y Aurah se retroalimentaban en su rabia, dándose mutuamente la razón. No olvidemos que Aurah llama “arpía” a Mónica y esta es responsable directa de la nominación de la concursante con quien anoche compartía sus penas. Me gustaría que les mostrasen vídeos como estos.
Mónica podría haber evitado de varias maneras que Aurah estuviese nominada y pueda ser expulsada mañana. Por ejemplo, dando los 3 puntos al Koala en lugar de a Miriam. Cegada por el odio a su compatriota hizo subir a Aurah en lugar de al Koala, a quien luego metió en la terna, pero salvando a Asraf, no a Aurah. Y si Mónica no hubiera dado un punto a Aurah al menos habría dejado cinco nominados (todos menos Suso y ella misma porque es la jefa de la casa).
Anuncié ayer que Suso optaría por la política de tierra quemada, igual que Aurah prefiere quemar las naves, y no me equivocaba nada. Antes de saber que Miriam se salvaba y sin ni siquiera poderlo suponer, Suso decidía no volver a comer junto a esta concursante ni junto al Koala. También está dispuesto a no dirigirles la palabra nunca más, salvo lo mínimo imprescindible para tener una relación que él llama cordial. No sé lo que entenderá por una relación descortés entonces.
Suso está dispuesto a arrasar quemando sus últimos cartuchos. Si sale Aurah el jueves la tentación incendiaria puede ser auténtica porque entonces tendrá más claro todavía cuál es la decisión mayoritaria de la audiencia votante. Decía Suso a Aurah ayer: “Esta semana he rajado más que nunca, para que esta noche se centren en mis vídeos y así pasen los tuyos desapercibidos. Te estarán viendo millones de espectadores, no insultes”. Ese es el concepto que tiene de quien dice que es su novia. Quiere que sus vídeos pasen inadvertidos y solo la advierte de que no insulte. Ese es el nivel, amigos.
También digo que no me creo a Suso cuando dice que no comerá ni hablará con esos compañeros de concurso. Bueno, no me lo creo en eso ni en nada, realmente. No creo que vaya a mantener el propósito anunciado ayer, contrario a la idea de convivencia del programa. Por el bien del formato es mucho mejor llevarse mal que ni siquiera relacionarse. Sobre lo de no comer juntos es parecido a lo que lleva haciendo todo este tiempo porque él y Aurah se levantan tarde casi siempre, desayunando a la hora de almorzar. Llevan el horario cambiado respecto al resto de la casa y hacen las cosas a horas distintas. El supuesto experto en realities volverá a quedar atrapado por sus palabras una vez más. Le pasó hace un par de días cuando era pillado en una absurda mentira.
Decía Suso que no se puede vivir un reality aislado y enfrentado a casi todos los demás, y Aurah le recordaba que él lo hizo en su edición. Suso respondió que por eso había durado tan poco, lo cual hizo que se disparasen las alarmas de Mónica. “Pero si llegaste a la final, ¿no?”, preguntaba esta concursante. Esto es porque Suso ha contado repetidas veces que en todos sus realities llegó a la final, algo cierto en el caso de Supervivientes, pero no en el de Gran Hermano. Desde su expulsión hasta el final salieron antes otros 6 concursantes, que no es poca cosa. Las mentiras tienen las patitas muy cortas.
Ya sé que todos mentimos y somos contradictorios, pero si renunciamos por eso a pillar a los concursantes en sus mentiras y contradicciones nos queda nada más que comentar cosas como lo del juego de las llamadas y el preocupante desconocimiento que tienen todos en geografía. Por no hablar de lo del idioma. Todavía recuerdo lo del Koala repitiendo a lo Chiquitistán las frases en inglés que le iba diciendo Jorge Javier. Y es que ni por esas. Mónica se engorilaba al descubrir que Miriam había logrado que repitieran su frase porque era corta y la suya larga. O sea, se enfadaba consigo misma y su mala decisión a la hora de elegir la frase. Las dos incluían una palabra foránea en sus frases, que debían ser en castellano. Miriam decía “Princess Inca” y Mónica “Soy muy top y el mundo lo sabe”. Pero la defensora de esta última solo se quejó de lo de “princess” (princesa) y no de lo de “top” (en el sentido de principal), porque todo lo que haga Miriam merece la máxima censura.
Mónica maneja con soltura los estereotipos, y tal vez sea esa una de las razones de su frustración en el concurso porque la decisión de la audiencia choca con sus prejuicios. Pensaba en esto cuando en la última discusión fuerte con Miriam decía que ella también es peruana, y se dirigía al pueblo de Perú ensalzando sus cualidades, según ella contrarias a las que muestra su contrincante en el concurso. Antes de todo quiero decir que eso es justo lo que ella criticó al Koala, interpretando como populista que un día gastase el tiempo que le sobraba en un alegato como nominado saludando a varias comunidades españolas. Aquello fue una broma, que Mónica no supo interpretar como tal.
Pero yendo al meollo de la cuestión, me recordó en ese momento Mónica declarándose muy peruana a otro de semanas atrás en el que dijo justo lo contrario. Durante la prueba de los dioses andaba por el circuito marcado en la casa junto a Aurah y comentaba que los peruanos son muy hipócritas. Ese sería un estereotipo parecido a tantos otros que manejamos como categorización social. Decimos que los madrileños somos acogedores, los catalanes trabajadores (y tacaños), los aragoneses cabezones, los andaluces graciosos, los canarios tranquilos, los riojanos comilones y que los murcianos tienen un idioma propio. Salvo esto último, todo lo demás es cuestionable. No olvidemos que son solo tópicos (y un poco de humor).
El estereotipo simplifica la realidad y con frecuencia tiene connotaciones negativas. Es así cuando se refiere a un grupo estigmatizado. Eres mujer, negra y pobre, luego se te dan mal las tareas intelectuales. En psicología social este sería un estereotipo de competencia, relativo a características asociadas a la inteligencia o la habilidad para hacer algo. La otra categoría sería el estereotipo de sociabilidad, que hace referencia a aspectos como la amistad, simpatía o sensibilidad. Cuento todo esto porque creo que Mónica utiliza el estereotipo para resaltar la diferencia entre su estatus y el de su enemiga.
Por eso dice Mónica que los peruanos son hipócritas y Miriam es ambas cosas. A lo que añade: “Yo no soy hipócrita porque soy muy española”. Choca esto con que luego diga que es muy peruana. Supongo que es peruana para unas cosas y española para otras, lo cual se puede llegar a entender. Española para lo bueno y peruana igual. Más inexplicable me parece que Mónica contraste su trayectoria con la de Miriam como si eso fuera relevante en el concurso. Lo mismo hizo Ángel Garó, aunque igual en su caso con más razón. En definitiva, Mónica tampoco tiene una trayectoria de la que presumir si nos atenemos a la realidad y no a lo que ella acostumbra a poner en sus notas biográficas.
Tuvo que ser una periodista de Antena 3 quien descubriera hace casi 10 años (el vídeo está en YouTube) que Mónica Hoyos en su página web afirmaba haber presentado los programas ‘El precio justo’ y ‘Karaoke’. Pero la realidad es que en ambos fue azafata, trabajo muy honrado, por otra parte. Por muy importante que fuera su labor, como lo es la de todos los que intervienen en un programa de televisión, presentadora, lo que se dice presentadora, no era. El currículo de esta concursante está plagado de medias verdades, o mentiras absolutas, pero ella presume de tener una trayectoria que Miriam no tiene. Porque se supone que eso le da puntos para ganar el maletín, o eso debe pensar ella. Por otra parte, no parece lógico que exija a alguien con la edad de Miriam parecida trayectoria a la suya. A menos edad, menos trayectoria, esto es de cajón.
Sigo dándole vueltas a la prueba de las llamadas. “Tony Spina guay”, “Soy míster universo y me gusta el kebab”, son otras de las frases, no hace falta que diga de quién. No sé si cortarme las venas o dejármelas crecer. Sobre la costumbre que tiene Aurah de utilizar su situación personal y familiar intento hacer la mínima mención porque me conozco y si empiezo no paro. Si explota tanto el drama igual hay quien pensará que lo hace para dar pena. Su frase en la prueba es “Amor de madre”, un tatuaje típico en la Legión. Luego vino lo de la línea de su vida y aunque dibujó altibajos todo era una sucesión de dramas. Me llamó la atención que empezase su vida con ‘Mujeres y hombres y viceversa’. Muy diferente a lo de Asraf, que decidió comenzar con el parto de su madre. Ni calvo ni con tres pelucas, ¿no?
El numerito de Aurah ayer pidiendo revisar el armario de Miriam porque no encontraba algunas prendas suyas fue de lo más alucinante. Si lo que pretendía era pillar a Miriam de malas y que se pudiera ver una reacción destemplada suya le salió el tiro por la culata. Al contrario, Miriam reaccionó con total tranquilidad, la que da no tener nada que ocultar. Su armario tiene poca ropa y nada de comida, todo lo contrario al de Aurah.
Moleskine del gato
Le dice Suso a Aurah: “Tendrías que rezar cada día de tu vida para encontrarte adversarios así en televisión”. Se refiere a Miriam y al Koala. La primera está salvada y con un poco de suerte el segundo vencerá en el duelo de mañana. A ver si va a ser mejor no rezar.
Pide siempre Makoke pruebas, argumentos, casos concretos que ilustren las afirmaciones de quienes la atacan. Anoche lo hacía cuando el amigo del Koala hablaba de que el grupo en general lo había desplazado. “Le hicieron la cobra”, decía. Lo malo es que no sabía responder a la impertinente petición de Makoke. Hubiera bastado con recordar cuando le dejaron sin cama echándole de la habitación. Fueron Miriam y Verdeliss quienes acogieron al Koala. Ahí tienes los argumentos, Makoke.
Los porcentajes anoche fueron aumentando la diferencia entre el más votado y el siguiente. El duelo comienza con una diferencia de casi 25 puntos, algo bien distinto a lo que vimos el domingo, con solo un punto entre los dos porcentajes mayores. Al final de la gala la cosa estaba así: 62,4 % y 37,6 %. Al eliminar el 8,6 % de Miriam la distribución natural de porcentajes habría dado casi 2 puntos menos al superior, que desde el domingo ha sumado 16 puntos mientras el segundo bajó 8. Ahora falta interpretar los datos. Sigo creyendo que Aurah no puede ganar al Koala.