Sofía quiere tener un hijo con Alejandro porque es el hombre de su vida
La excusa de estar confundida por la última fiesta le sirve a Sofía para justificar lo que le dijo en la cama a Alejandro. Ayer era la comidilla en la casa, lo cual hizo enfadar a la dos veces campeona de un reality. Según ella, Alejandro le falta al respeto por contar esto a otros compañeros de encierro. Al parecer, le dijo a Alejandro que era el hombre de su vida, que se había dado cuenta de la necesidad de estar juntos y quería tener un hijo con él. Es fuerte e impactante, tal vez demasiado para no pensar que puede ser una treta para tener su cuota de protagonismo en el programa esta semana.
Del culebrón protagonizado por Sofía y Alejandro me cabe a veces la duda de si en todos los episodios este último conoce el guion o él mismo piensa que está viviendo algo real. Atendiendo a lo afectado que parecía estar ayer y cómo contó a algunos compañeros lo que le habían afectado esas palabras de Sofía diría que está igual de engañado que algunos espectadores. Mi descreimiento me lleva a no creer casi nada de esta historia, pero confieso que este inesperado giro me parece interesante. ¿La fiesta hizo que Sofía dijera la verdad? Hay quien solo dice la verdad por equivocación.
Lo más interesante es ver frotarse las manos figuradamente a algunos pensando que esto es el fin de Sofía. Ella también lo pensó de alguna manera y decía ayer que con esto Alejandro ya ha ganado el concurso. Cada uno interpretó el asunto a su manera, aunque en general a favor de Alejandro. Antonio hacía con él este análisis en clave futbolística: “No puedes estar de suplente todo el día esperando a que te saquen a jugar”. Y con Sofía también era claro Antonio: “Yo cuando estoy confundido no me da por querer tener niños”.
Es normal que Alejandro se sienta engañado. Piensa que Sofía lo ha hecho para tenerle tranquilo y controlar el concurso. Lo peor para ella no es que lo piense él, sino que una vez informada prácticamente toda la casa no faltará quien lo piense también. No tengo duda de que esto será utilizado en contra de Sofía antes o después. Kiko parecía emocionado cuando se enteró. Es munición pesada contra su rival y llegué a pensar que la utilizaría en el esperado encuentro nocturno de la sala dual. Por esta vez se lo guardó, tal vez para sacarlo en una mejor ocasión.
De la Sofía que cuando está con Alejandro parece controlar cada paso que da pasamos anoche a una Sofía bastante perdida en su encuentro con Kiko, que estuvo bastante mejor. Ahora bien, quien esperase ver a Kiko arrasando debió terminar decepcionado. Le costó mucho llevar la conversación a su lado ante una Sofía que sin mucho esfuerzo puso todos los inconvenientes posibles a la conversación. Mientras él intentaba sacar provecho del momento ella construía un muro de incomprensión con frases como esta: “No me estoy acordando de nada de lo que estás diciendo, pero te creo”.
En el encuentro vi a la Sofía pasota e independiente de GH 16. Creo que fue más que otras veces ella misma. Kiko se encontró ante un muro difícil de atravesar y no logró vencer esa dificultad. Aun así, ganó dialécticamente y, sobre todo, demostró tener interés por aclarar las cosas. Todo lo contrario que Sofía, para quien el encuentro era un mero trámite al que le obligó el programa. Me sobró en ella el tono displicente y detalles como que llamase “señorito” a Kiko, lo cual este no consideró correcto. Por eso me sorprende que Sofía le reproche que el otro día empezase a chulear. Pa’ chula tú, debió decirle Kiko.
También hubo cosas que me sobraron de Kiko, como el tono paternalista y los consejos no pedidos. Aprovechó Kiko para aconsejar a Sofía que evitase imitaciones y burlas como la dedicada a Raquel durante la última gala. No sé si lo hizo para llenar tiempo en un encuentro bastante largo, pero una cosa es solucionar el conflicto habido entre ellos dos y otra meter el de terceras personas. Solo le faltó reprochar a Sofía sus impulsos maternales no reprimidos con Alejandro, pero ya digo que eso se lo guardó, por suerte.
Algo tuvo de útil el encuentro. A saber, Kiko pidió a Sofía que la próxima vez encaje mejor la nominación. Hizo bien porque ya sabemos que piensa repetir la misma nominación siempre. Y Sofía pidió a Kiko que controle mejor el motivo para nominarla para que tenga más sentido. Sospecho que ninguno de los dos sabe bien cómo empezó el conflicto. Kiko piensa que todo vino de una confusión, Sofía que se ensañó con ella. Si digo la verdad, creo que ni saben cómo empezó ni tienen gran interés en verlo terminar.
Casi al final del encuentro se dieron la mano para firmar el armisticio y Kiko prometió que a partir de ahora no compartiría con sus compañeros lo que hablase con Sofía. Apenas habían pasado un par de horas y ya estaba faltando a su promesa, compartiendo lo hablado en el baño, su centro de operaciones. Sospecho que la suspensión de hostilidades además de transitoria será breve. A pesar de los errores de los dos, creo que Kiko sale reforzado del encuentro al mostrarse tranquilo y aparentemente bienintencionado ante la abulia y desinterés de Sofía. Pero, claro, los seguidores de uno y otro habrán visto mejor a su favorito, como siempre pasa.
El esfuerzo que les costó intentar arreglar lo suyo da muestras de lo que tiene de forzado este enfrentamiento. A los dos les ha venido bien y han entrado al trapo intentando aprovecharlo. En eso no tienen mucho que reprocharse. Estoy de acuerdo con Sofía en que Kiko la ve como el rival más fuerte. Posiblemente él haya aprovechado para sondear al enemigo y ella para tener una fuente de conflictos más sólida que Raquel. Con esta vieja enemiga no tiene mucho que rascar porque multiplica exponencialmente la abulia y el desinterés de la propia Sofía. Raquel no vale ni de rival.
Exagera Sofía cuando le dice a Carolina que Alejandro ya ha ganado el concurso, aunque si Kiko quiere hacer daño a su rival posiblemente la historia con su pareja es la más rentable. Sofía enfrentada y vacilando a Kiko hará gracia a muchos. Sin embargo, haciendo creer a Alejandro una cosa por la noche que a la mañana niega puede perjudicarle mucho. No tanto para estar dando el maletín a otro, pero sí para despedirse del mismo ella. Insisto en que esto va a ser repetido hasta la saciedad en la casa y, como es lógico, lo van a utilizar en contra de Sofía. Ayer por la tarde Kiko la atacaba sin piedad por ello hablando con Alejandro, Antonio y Julio. Ni sus amigos parecen estar a su lado ante esto. Carolina e Ylenia se lo reprocharon, y no vi a Julio defenderla.
Carolina contó esta madrugada en el cuarto de baño que Alejandro ha pensado en abandonar. Ella piensa nominarlo esta semana si no se va antes. Kiko quiso aclarar: “Nominar a Alejandro es nominar a Sofía”. El concepto de la amistad que tiene Carolina es maleable y muy personal. Dice que no piensa regalar el maletín a nadie, lo cual quiere decir que ella también está ya en guerra con Sofía. Tampoco vi dispuesto a defenderla a ese Antonio a quien Candela acusó de tontear con Sofía y todos pensamos que estaba delirando. Después de lo visto ayer igual no es tanto.
¿Qué es lo visto ayer? Poca cosa, pero igual suficiente para dejar de pensar que Candela es una celosa obsesiva que ve donde no hay. Algo debe haber cuando Antonio se acerca ayer a Sofía, la besa cerca del cuello y ella al tiempo aprieta con fuerza su culo. Es una tontería. O no. Personalmente no le veo gravedad porque cada uno tiene su forma de relacionarse con los demás. No todo el mundo va apretando culos por ahí, y diría que es poco deseable hacerlo sin ton ni son. Pero igual es el caso de Sofía, y por eso no se nota ni rasgo de sorpresa en Antonio.
En todo caso, el gesto de complicidad entre Sofía y Antonio es suficiente para hacer algo más de caso a lo dicho por Candela. Si el programa quiere salseo del bueno, no medianías, esta noche debe poner la imagen del apretón de culo para que lo vean en la casa. Ayer Antonio anunció que iba a romper definitivamente con Candela, para lo cual esperaba la ocasión de tener con ella una conversación importante. Es posible que lo hiciera, aunque da igual. Si esta noche Candela ve esas imágenes puede caer Roma (con todos los romanos, como diría Alba Carrillo).
María Jesús sigue tras la pista de su presunto amarre. Ayer volvía a interrogar a Julio. Hasta llegó a llamarlo por su nombre completo. “Julio Alberto no mientas. En ‘Cámbiame’ pillaste pelo mío”, decía. Julio Alberto lo volvió a negar y no sé si ella quedó convencida, pero yo sí. Escuchando sus argumentos la cosa cae por su propio peso. “¿Para qué te iba a hacer un amarre si te había pedido matrimonio y habías dicho que sí?”, preguntaba Julio. No hay más preguntas, señoría.
Julio Alberto, el osito con nombre de galán de telenovela que ya ha perdido una talla en la casa, se despide por la noche de María Jesús dándole la mano y de Carolina con un pico en la boca. Es un don Juan. Pero si hacemos caso de sus consejos de belleza diría que le está tirando los tejos a la madre de su hija. De la mañana a la noche se pasó ayer aconsejando a María Jesús que se deje el pelo largo y lo tiña de pelirroja. Si alguien se preocupa de tu peinado quiere ligarte o ser tu estilista. Adivina.
Moleskine del gato
Espectacular la cara de pasmo de Kiko cuando se enteró en el cuarto de baño que pueden entrar refuerzos en cualquier momento. “Puede entrar un ex de Sofía”, decía Carolina. “O una ex mía”, decía Kiko. No sé si lo decía con desagrado o envidiando que pueda ocurrir lo primero y lo segundo no. Confieso que me encantan esas charlas nocturnas del cuarto de baño donde no solo se confeccionan trajes a medida, también se analiza bastante el concurso.
Antonio lloraba anoche en la cama a oscuras. A punto estuvo de decir que no podía respirar, si es que no lo hizo. Muy limitado me parece su catálogo de pequeños chantajes emocionales.
Sofía decía por la tarde sobre Alejandro: “Se acabó todo”. No sé si será cierto, pero anoche había entre las camas de ambos algo más de un palmo. Apuesto pincho de tortilla y caña a que dura poco la pequeña (pero evidente) separación.
Hoy en el Límite se salva el menos votado. ¿Irene?