Recupero hoy la sana costumbre de desgranar mis segundas impresiones sobre los concursantes. Es algo que solamente hago en realities de desconocidos porque de los famosos tenemos una opinión previa en la mayoría de los casos. Antes de eso alguna cosa del día de ayer en que vivieron la resaca de las nominaciones. Como era de esperar, Héctor no está llevando nada bien lo de estar en la primera terna de nominados. Tanto es así que se ha llegado a plantear si formar parte de esta aventura puede perjudicarle en su trabajo porque sus clientes vean que toma decisiones infantiles o comete ciertos errores. A Rafa le pidió explicaciones a primera hora de la mañana tras enterarse de que le había nominado. Cualquiera diría que en esa casa es complicado mantener un secreto. Veremos hasta qué punto es eso cierto.
Rafa le explicó a Héctor que su opinión sobre él cambió cuando entró Álvaro y vio su comportamiento. El fotógrafo piensa que el último en entrar ha influido en Rafa porque es mucho más fácil imaginar una razón diferente a la que con toda sencillez este le explicó repetidamente. Como decía ayer Rafa, en esa casa se habla de un tema una y otra vez durante un día hasta que aparece otro tema que igualmente será tratado de manera insistente, y así sucesivamente. Ya conté ayer que han empezado algunos concursantes a hablar de que hay un grupo minoritario que se está aislando, pero Rafa lo ha explicado a la perfección. Dice que en una comunidad de vecinos uno no tiene una estrecha relación con todos, sino con tres o cuatro personas a lo sumo. Eso no quiere decir que te aísles, sino que es “estar donde te lo pasas bien”.
Me da la impresión de que vamos a tener que hablar mucho de obviedades en los próximos meses. No es lo que más ilusión me hace, pero lo considero inevitable. Una de ellas es que el grupo formado en torno a Rafa no está dejando de vivir la experiencia porque hayan empezado jugando. No tiene nade de particular jugar en un juego, y lejos de impedir vivir la experiencia la hace más completa. En realidad, creo que son los demás quienes no lo pueden disfrutar igual. Me refiero a aquellos que niegan estar jugando, cuando es lo que se espera que hagan. Los protagonistas del primer pacto de nominaciones ya han empezado a pensar en el siguiente y, como adelanté ayer, han puesto a Elena en su objetivo.
Creo que es una decisión acertada pensar en nominar a Elena porque no es solo objetivo de Rafa, Carmen, Alatzne y Álvaro. Varios concursantes más han empezado a cuestionarla a esa concursante. En este grupo es Alatzne la más reticente porque se lleva bien con ella, pero anoche la vi mas receptiva. Tienen claro todos que, por el momento, deben seguir juntos porque una vez evidenciado que son un grupo esa es la única forma de poder garantizar que sacan junto a ellos un nominado de entre la mayoría. Y, siendo así las cosas, les conviene elegir bien. Eligiendo a Elena se garantizan que no solo tiene los votos de ellos. Ayer Rafa fue a pedirle explicaciones a sobre si había dicho que él la había intoxicado en contra de las mellizas. La vacilante y titubeante respuesta de Elena le fue suficiente para saber que debe ser cierto.
Rafa niega haberle dicho a Elena que Laila y Nissy la debían estar poniendo verde en el cubo, pero es posible que así fuera y no se acuerde. Las cosas no solo tienen un contexto, también un tono. En este caso, como en muchos otros, faltan ambas informaciones. Sin contexto y tono puede parecer que estaba intentando condicionar a esa compañero contra las otra dos, pero si añadimos esa información podemos interpretar que solo era una broma, por ejemplo. Hasta donde conozco ya a Rafa me cuadra que haga bromas de ese tipo, sin ninguna intención maliciosa de fondo. Aunque tampoco descartemos que la pueda haber, lo cual tampoco sería tan grave.
Rafa le contaba ayer a Alatzne los frentes que tiene abiertos con Héctor y Elena y rechazaba la acusación de que no se moja, oída a más de un compañero. Añadía luego Rafa: “Pero si me he ido con la gente que está en la mierda”. No le falta razón. Cuando habla de la gente que está en la mierda se refiere a que sus tres aliados en las nominaciones han salido a la palestra. Además, uno de ellos fue rechazado por casi todos la misma noche de su entrada en la casa, el pasado domingo. Ahora Álvaro se ríe ante la posibilidad de poderle ganar la partida a Héctor. Así lo decía anoche: “Imagínate que Héctor los primeros días se pensó que era el amo y se podía llevar el maletín, pero luego llega un gordo con un huevo y la lía”. Ha sido textualmente así.
Y voy ya con lo prometido. Estas son mis segundas impresiones sobre los dieciséis concursantes (con sus diecisiete soportes orgánicos correspondientes):
Adrián: El sex symbol masculino de la edición se está desinflando como un globo. No ha hecho falta que pasara una semana para ello. Es ‘yoísta’ extremo, de ese tipo de personas que siempre pone su experiencia por encima. Es como el chiste aquel en que un niño llora porque se ha muerto su padre y un compañero de colegio le dice: “Vaya semana más mala llevamos. A ti se te muerte tu padre y yo pierdo el bolígrafo”. Pues eso.
Alatzne: Su claridad la hace parecer en ocasiones algo brusca. Aunque en su grupo el cerebro pueda parecer Rafa, creo que es ella la más calculadora. De momento, es ella quien se ha dado cuenta de que no deben cerrarse e intenta relacionarse más con todos, aunque no despierta mucha confianza en la mayoría. Creo que, a pesar de las apariencias, puede que sea la más leal del grupo.
Alberto: En la casa hay unas mellizas y también unos siameses. Alberto lleva días pegado a Elena y me resulta difícil pensar en él de otra manera a como un parásito de otra concursante. A pesar de todo, le veo con más personalidad e independencia de criterio que muchos otros. De momento no ha cometido errores apenas, lo cual puede indicar que su inteligencia es superior a la media.
Álvaro: Le perdieron las ansias en su entrada. Sabía que no iba tener fácil integrarse en un grupo ya formado, aunque solo hubieran pasado tres días. Pero no supo gestionarlo bien. Quería presentar un perfil de estratega, pero planteó una estrategia equivocada. El tándem que hace con Rafa es perfecto. Esos dos cerebros bien coordinados podrían llevar a cabo un buen concurso.
Brenda: Tiene una mente desordenada y cuando la escucho no puedo dejar de pensar que está improvisando todo el rato. Es como si en lugar de pensar y luego hablar lo hiciera justo al contrario, lo cual es realmente peligroso.
Carlos: Tras su fachada cuidadosamente cuidada creo que hay una buena persona que sabe muy bien lo que quiere. Su naturaleza le impulsa a no estar en ningún sitio y estar en todos a la vez, por lo que haría bien en no aliarse con nadie. Le veo excesivamente influenciable.
Carmen: Es un torbellino de emociones. Su voz de pito taladra el cerebro, por lo que me hago cargo de que a medie casa no le despierte simpatía. Es impulsiva y necesita a alguien que la sujete. Sin esa ayuda puede cometer muchos errores evitables. Rafa se propone como esa persona que la proteja y ambos pueden hacer el concurso juntos. También podrían hacerlo solos. En este caso no serían dos hombres y destino porque son hombre y mujer. No sé si les suena.
Colchero: Confieso que a veces le busco con la mirada porque me da la impresión de que llevo horas sin verle. ¿Qué digo horas? ¡Días!
Cora: Me llama la atención que muestre casi de continuo la ilusión del niño con zapatos nuevos. Su análisis sobre el resto de los concursantes está siendo bastante sensata, aunque demasiado básica.
Elena: Empezó despuntando como una mirada cáustica y rompedora, pero se está diluyendo como un azucarillo en el café (este chiste creo que ya lo he hecho antes). Desde que es siamesa de Alberto ha cesado el interés y tengo el temor de haberla perdido definitivamente.
Héctor: El predicador. Cuando escucho a algunos de sus compañeros explicar lo que tienen en contra de este concursante siempre me falta que digan lo evidente: sus sermones son absolutamente insoportables. Podría querer que siguiera en el concurso porque tiene pinta de poder equivocarse mucho, lo cual a veces es divertido. Pero no es así porque sus sermones son es absolutamente insoportables, como digo.
Kenny: Me pasa con este cubano lo mismo que con Colchero: me olvido con frecuencia de que está por ahí. No he renunciado a descubrir lo que debe tener para merecer formar parte de este casi perfecto casting.
Laila y Nissy: Son liantas, marrulleras y extremadamente peligrosas. Todo lo cual las hace imprescindibles. No podíamos tener mejor garantía de entretenimiento.
Marta: No le falta valentía para defender lo que piensa, pero sí decisión. Por su experiencia podría ser buena mediando en los conflictos, pero me temo que lo evitará por no dejar de ser siempre políticamente correcta.
Rafael: Es el gran muñidor de lo que llevamos de edición. Su gran interés radica tanto en que es un jugón como en que resulta imprevisible. También me llama la atención su sencillez y ausencia de artificio. No se casa con nadie, aunque puede convertir a Carmen en algo más que su padawan.
Virginia: Me pasa algo extraño con esta concursante. Muchas veces la escucho hablar y me hace pensar que va a hacer justo lo contrario de lo que luego hace. La vi próxima al grupo comandado por Rafa y luego sus nominaciones me quitaron la idea. No tengo claro si es tibia o todavía anda situándose.
En el Última hora de anoche conocimos los primeros porcentajes ciegos oficiales de la edición. Así estaban las cosas después de unos 120.000 votos: 59,9 %, 16,2 %, 15,8 % y 8,1 %. Lo de conocer el número de votos es otra novedad que agradezco. Llevar casi dos tercios de los votos entre cuatro nominados es bastante, aunque hubiera podido prever que habría un porcentaje más destacado todavía. Los porcentajes hacen que el grupo minoritario esté más convencido de que se irá Héctor. Piensan que siendo ellos un grupo lo normal es que lleven porcentajes bastante parejos, lo cual cuadraría con los tres porcentajes tras el mayor. No creo que deba ser así necesariamente. Aunque jueguen juntos seguro que no tienen el mismo apoyo. Sí es cierto que, de momento, esa circunstancia puede beneficiar a concursantes como Carmen, que despertó cierto rechazo el primer día y no creo que haya cambiado mucho la cosa una semana después.
Las mellizas Laila y Nessy entraron en la casa contando que llevaban tres años sin verse. Además, se supone que Laila no sabía que su hermana también iba a ser concursante. Sin embargo, el detalle de que las dos lleven el mismo pijama hace pensar que en esto haya gato encerrado, nunca mejor dicho. No sería nada extraño que ambas hayan tenido el mismo gusto y sea una simple coincidencia. Sucede que he dejado de confiar en las coincidencias y, hoy por hoy, no es esa nunca mi primera opción.