Solo le quedaba a José Antonio discutir con Rocío y no ha parado de hacerlo desde el pasado martes. Tanto es así que ahora mismo podríamos decir que la amistad entre ambos, si es que alguna vez la hubo, está resquebrajada y falta poco para que no se haya solución. Puede que intenten echarle un remiendo si es que José Antonio supera la nominación esta semana. Si es expulsado la cosa puede quedarse como está, con toda seguridad el peor momento entre los dos. Me atrevo a decir que es también el peor momento de José Antonio, cada vez más aislado y hasta diría que repudiado por todos sus compañeros.
A Rocío le asiste la razón, en esta ocasión. Además, ha estado muy acertada desmontando a José Antonio con uno de esos argumentos incuestionables, que tanto me gustan. La polémica entre ambos viene por la repentina enemistad de José Antonio con Barranco. Desde que este dudase si darle a él un castigo en la prueba del martes pasado empezó a hacer acusaciones en su contra igual que un mago saca conejos de la chistera. Por arte de magia, Barranco se convertía en un aprovechado que se había acercado a Rocío para fastidiar a Kiko Jiménez. Ya dije el otro día que más rebuscado no se puede ser. El argumento de Rocío, para el que José Antonio no tuvo respuesta, es que si piensa eso desde siempre y se consideraba un buen amigo suyo, se lo tendría que haber contado hace dos meses, no ahora.
Es completamente lógico. Si José Antonio sabía desde antes de empezar la aventura de Supervivientes 2020 que Barranco tenía intenciones torticeras respecto a Rocío y siempre ha mantenido que ella es la persona más importante para él en este concurso, hubiera sido lo más honesto advertirla. No solamente lo más honesto, también lo más natural. Esta es la prueba del nueve que demuestra la pataleta de José Antonio, lo cual le ha llevado a forzar un enfrentamiento con Barranco. Como efecto colateral, también ha terminado rompiendo su amistad con Rocío. Y desde entonces el proceder del periodista ha sido el mismo, que consiste en empezar a sacar lo que él considera trapos sucios de la que era su amiga hasta ayer, como quien dice. Aunque en este caso con más cautela.
La cautela de José Antonio se debe a su temor a una demanda de Rocío. Lo ha dicho él mismo, no es algo que se esté inventando este humilde cronista. Y se notó perfectamente que se contenía a la hora de hablar de la relación que tiene Rocío con su madre, rodeada de polémica antes y después de que volase para Honduras. Si José Antonio llega a saber algunos detalles que se han conocido en lo que llevamos de concurso igual le habríamos visto ir un poco más lejos. Por lo pronto, se atrevió a poco más que a comentar la intención de Rocío al concursar en este reality. Según él, mejorar su imagen. Hombre, lo de ganar una cantidad de dinerito también habrá influido.
En este caso, Rocío solo se equivoca cuando acusa a José Antonio de haber sacado el tema de la supuesta infidelidad cometida por Gloria Camila con Barranco. Si tanto piensa que se trata de un tema fuera de lugar, del cual no viene a cuento hablar, no sé por qué fue precisamente ella la primera en sacarlo. Parece haber olvidado que al principio del concurso, es posible que incluso en los días de preconvivencia, le pidió a Barranco confirmación sobre su fugaz relación con Gloria. Es decir, no solamente sacó el tema sino que lo hizo poniendo en duda lo que el propio Barranco había contado previamente en un programa. No entendí entonces la necesidad de tener tal confirmación, igual que ahora está de más que José Antonio abunde en el tema. Pero no puede ser que las cosas valgan para unos y para otros no.
José Antonio se ha metido en un camino sin retorno que le lleva a estar enfrentado y mal considerado por todos sus compañeros de concurso. Su temor es que también le estén criticando sus compañeros en España. “Te crees que mis compañeros periodistas no estarán diciendo que soy una mierda de periodista por ni siquiera intentar hacerte preguntas”, le dijo a Rocío. Lo único que saca en positivo José Antonio es esto: en la medida que se separe de su examiga dará menos vergüenza ajena verle dorando la píldora al mejor caché del programa. E irá disipando la duda sobre si pretendía sacar de ella una entrevista exclusiva, razón por la cual le hacía tanto la pelota, por no decirlo de otro modo. Al final le beneficiará este enésimo enfrentamiento.
Barranco no tiene nada que perder dando de lado a José Antonio. Si acaso se deja por el camino algún gesto feo, que casa poco con la imagen que teníamos de él. Por ejemplo lo de decir “háblale a mi mano” mientras extiende la palma hacia su interlocutor. Demasiado macarra. Barranco ha demostrado ser un buen pescador, ayer supimos que está el tercero en el ranking de la edición con 41 peces, por debajo de Elena (45) y Ana María (43); y por encima de Hugo (26) e Ivana (22). No está haciendo mal concurso, por lo cual sería un error que se dejase arrastrar ahora por José Antonio. Si este último pretendía enemistarse con todos ya lo ha conseguido. Me parece una mala estrategia. Con un solo aliado se puede perdurar en este concurso, e incluso es posible ganar. Con nadie al lado es prácticamente imposible.
Rocío y Ana María viven ahora una especie de luna de miel, una vez han dejado a un lado los motivos que provocaron su viejo enfrentamiento en el concurso. Da la impresión de que evitan recordarlo, como si no hubiera sucedido. Sabiendo lo mal que llevó Rocío ver a Ana María llevándose bien con Yiya, no sé lo que podrá pensar si conoce la nueva buena relación establecida por esta y Elena. Anoche volvieron a dar a los nominados la oportunidad de hacer su propio alegato o que lo hiciese un compañero. Yiya elegía a Elena y esta se deshacía en elogios. “Es una luchadora y es maravillosa. Empiezo a tenerla en mi corazoncito”, dijo Elena. Escuchándola pienso que algo tendrá el agua cuando la bendicen. Quitando a Nyno, el resto de compañeros se han dejado embriagar por los encantos de Yiya.
Yiya es brusca y extemporánea, pero a menudo resulta complicado no simpatizar con ella por su sinceridad y naturalidad. Caben pocas simulaciones con ella. Si el pirata Morgan le encarga una misión con Nyno no duda en dejar claro que si les dan opción de comer ellos solos o compartir con los demás elegiría lo primero. Nyno parece otorgar con su silencio, pero una vez llegado el momento prefiere compartir. Para Yiya es solo fachada, una manera de quedar bien ante la audiencia. Coincido con ella. La consecuencia es que se llevan a la playa una cebolla y un pimiento canijo, dejando pasar la oportunidad de comerse ellos dos un rico costillar. Yiya no aguanta más a Nyno, y se nota mucho.
El juego de recompensa terminó un poco como el rosario de la aurora. Primero tenían que encestar cocos en una canasta que sujetaba uno del equipo contrario. Los mortales casi llenaron la canasta frente a un coco o ninguno de los siervos. Luego debían tirar cocos con un tirachinas gigante y romper casillas de un panel que contenían mayoritariamente premios, aunque también algún castigo. Uno lo lograron los mortales, que debían dejar a uno de ellos sin recompensa. Los siervos ganaron una tarta de chocolate gracias a la puntería de Rocío. Y los mortales tuvieron que renunciar a uno de sus premios por haber visto el programa “una actitud de poco juego limpio”.
Una vez conseguidos los premios de la lasaña y la barbacoa, los mortales prefirieron no arriesgar y empezaron a tirar los cocos intencionadamente fuera del panel. La organización les castigó quitándoles uno de los premios y ellos mismos eligieron quedarse sin lasaña. En cuanto al miembro del equipo que no podrá disfrutar la barbacoa apuesto a que se trata de Nyno, aunque habrá que esperar a verlo esta noche en el Última hora, con Lara Álvarez. Diría que fue el cantante quien sugirió hacer trampa. “Es lícito”, me pareció escuchar que decía. Pues no. Hugo vive días de tensión con el resto del grupo, pero tratándose de una barbacoa tiene ventaja como experto. Nadie les podría hacer tan bien el asado.
Excuso decir que recibiré más de un comentario diciendo que para no gustarme el concurso de Rocío la he dedicado la mayor parte de mi escrito de hoy. Si alguien tiene la tentación de decir tal cosa le sugiero que vuelva a ver el debate y cronometre tiempos dedicados a la relación de José Antonio con Rocío o Barranco. Luego mire el tiempo total del programa y con una simple regla de tres podrá sacar el porcentaje que ocupó el contenido mencionado. Al final habré hablado poco del tema y todo.
Ana María decide dar en directo una muestra de su reconciliación con Rocío propinándole un beso de tía, apretando mucho el carrillo. Si se interpreta el momento con un poco de mala intención se podría decir que la cara de la besada expresa bien lo que siente ante la nueva situación entre ambas. El rostro denota desagrado, ahí vamos a estar de acuerdo todos.
José Antonio se queja de las imprecaciones de Ana María. “Hace poco me dijo so gordo y so asqueroso, siempre con el so delante”, dijo anoche. En lo del so delante lleva la penitencia.
Jordi González pregunta en plató a Sofía Suescun si es cierto que se va a casar, lo cual ella confirma. “¿Contra quién?”, repregunta. “Tú y tus bromas”, dice Sofía. Creo que no llegó a entenderlo.