Había acusado José Antonio a Hugo de haberle proporcionado unos audios de Adara en los que quedaba claro que la expareja había tomado la decisión de volver juntos, lo cual no llegó a pasar finalmente. El contenido de esas supuestas conversaciones beneficia a Hugo, pero en absoluto que fuera difundiendo entre periodistas conversaciones de carácter privado. Esto se lo había contado José Antonio a Elena, quien aprovechó el intercambio de Ferre y Hugo durante un par de días para preguntárselo a su exyerno. Este lo negó escandalizado e hizo ver a Elena que su antiguo amigo en el concurso la estaba haciendo sufrir con historias falsas como esa. Naturalmente, el programa puso anoche el tema sobre la mesa, y entonces es cuando José Antonio entró en barrena bailando la yenka (un pasito para adelante y dos para atrás), visiblemente nervioso durante lo que quedaba de gala.
Se decía del régimen anterior en España, denominado “movimiento” por sus próceres, que el dictador había descubierto un nuevo fenómeno de la física: el movimiento inmóvil. Pues bien, José Antonio inventó ayer la conversación entre dos personas de la que no es interlocutor uno de los dos. Todo un fenómeno a estudiar. Primero fue extremadamente reticente a la hora de responder si el audio en cuestión se lo había facilitado directamente Hugo. Antes contó que lo tenían otros periodistas y, tras mucho insistir Jorge Javier, terminó revelando que le había llegado directamente en un mensaje por la red social Instagram. He visto varias veces esa parte de la gala para comprobar que José Antonio camina con equilibrio inestable por la fina línea entre decir si se lo había enviado Hugo o no, lo cual quiere decir que en ningún caso afirmó tal cosa de manera rotunda.
Hugo siguió negándolo, llegando incluso a autorizar que se hiciera público ese audio o audios, dado que no existen. Dejó un resquicio de duda sobre que le hubiera podido facilitar a José Antonio el audio la otra parte, aunque al final del programa, justo sobre los créditos, descubrimos que no hay otra parte, tal y como sugerí antes. Tanto Hugo como Elena amenazaron con llevar a José Antonio ante los jueces por este presunto libelo. Supongo que por eso estuvo el periodista todo el rato inquieto pidiendo la palabra para decir algo importante. No fue posible hasta que ya se estaba despidiendo el programa, justo a punto de aparecer el copyright del final. Pero tuvo tiempo suficiente para soltar una bomba que, a su vez, desactivaba la anterior.
Dijo José Antonio: “Jorge, quería aclararte una cosa porque si no caigo malo y me voy mal a la playa. […] A ver, que cuando hablo de la conversación de Adara y Hugo (fundido en negro aquí y aparecía ya el logo del programa) no es que Adara sea una interlocutora de la conversación…” Y hasta aquí llegó la octava gala. Menudo papo tiene el tío. Así que estuvieron perdiendo el tiempo hablando de una conversación entre Hugo y Adara en la que Adara no era interlocutora. Creo que a José Antonio le venció el miedo a las demandas. No sé si existirá ese audio, pero en todo caso tengo claro que ni se lo facilitó Hugo ni se trata exactamente de lo anunciado. Las dudas permanentes del concursante que hizo saltar esta liebre y su rectificación in extremis (e interruptus) demuestran su intención de desinformar y transformar la realidad a su antojo, creando una realidad paralela que no se puede calificar de otra manera sino de enorme falsedad. Su fin es enfrentar a los demás, lo cual sería lícito en el juego si no fuera porque lo hace removiendo la mierda y revolcándose en ella como un gorrino.
Tal vez no debería haber utilizado el símil animal del gorrino respecto a José Antonio. Menos si tenemos en cuenta que Yiya fue nominada disciplinariamente por el programa anoche por repetir su símil entre Rocío y una morsa. Llueve sobre mojado porque no es la primera vez que lo dice, y la vez anterior se salvó de la sanción. Una sanción que no es posible desaprobar porque cualquier descalificación hiriente que utilice el físico de una persona es deleznable. “Te pido que no me tomes por gilipollas y no tomes tampoco a la audiencia”, le dijo con contundencia Jorge Javier a Yiya después de comunicarle la decisión de la organización. No hay excusa, aunque Yiya intentase otra vez enmascarar su ofensa diciendo que hacía referencia a los sonidos que hace Rocío y no a su físico.
El comentario de Yiya es doblemente ofensivo porque Rocío está guapísima y se le está quedando un tipín envidiable. También he de decir que demostró tener la piel demasiado fina con su reacción de salirse de la palapa. Creo que ya estaba tocada por su polémica con Ana María, lo cual le debió afectar bastante más que esto. El problema de imponer sanciones es que no resulta fácil hacer justicia. En la misma gala vimos como Ana María le había dicho a José Antonio en medio de una discusión el pasado martes: “So vago, ni adelgazas de lo gordo que estás”. Utilizando el mismo rasero tal vez debería estar nominada Ana María por querer ofender utilizando el físico de otro concursante.
La polémica entre Ana María y Rocío fue por lo mismo de siempre. La vieja reivindicación y queja sobre si debía haberla defendido en algunas ocasiones por ser familia suya, o por llevarse bien con Yiya siendo esta su enemiga número uno en el concurso. Anoche incluso cuantificó Rocío la ofensa detallando que fueron cuatro las ocasiones que esperó en la palapa ver a Ana María defenderla y las cuatro se había quedado con las ganas. Ana María zanjó esta vez el tema con una frase definitiva: “Yo vengo aquí a concursar”. Y remató con otra todavía más lapidaria: “La familia la tengo en España”.
Si después de anoche no le ha quedado claro el tema a Rocío no va a servir ni siquiera hacerle un croquis. “Ana María me ha defraudado”, afirmó. Pues venga, a otra cosa, ya pasó, ya pasó. Una vez resuelta su duda sobre Ana María pudo resolver Rocío la otra que la tenía inquieta: si Gloria Camila dijo que Ana María estaba haciendo el mejor concurso. El origen de semejante duda fue un comentario de José Antonio, por supuesto. La cosa quedó en suspenso hasta que tras su salida de la palapa por la ofensa de Yiya dejaron que decidiera si hablar con Antonio David (su padre) o Gloria (su tía). Se decantó por su padre, pero da lo mismo, porque este se encargó de contárselo igualmente. “Gloria está contigo”, dijo Antonio David. “No se puede dar información del exterior”, le aclaró Jorge Javier. Tarde, ya era tarde.
Después de todo lo que he contado sobre José Antonio sorprenderá más saber que fue el primero en salvarse de la expulsión. Luego se salvó Hugo, por lo cual no hace falta decir que el expulsado fue Ferre. Todo ha sido sorprendente esta semana. Empezando por el contraste respecto a la anterior, donde solo estuvieron nominados Ferre y Fani, perdiendo esta última la batalla con su compañero. Sin embargo, una semana más tarde Fani era salvada en martes y Ferre expulsado. Lo siento por Ferre, un concursante entregado y alegre que merecía llegar más lejos. “Esto debería vivirlo todo el mundo una vez en la vida”, afirmó. Que vaya preparando Mediaset unos cuantos canales más de TDT para hacer emisión continua de Supervivientes durante los próximos 200 años, más o menos.
Observatorio de nominaciones
Se jugaron la localización en una prueba que ganó el equipo entonces liderado por Nyno, antiguos siervos. Se convertían, por tanto, en mortales y el programa les permitió elegir si querían vivir en cayo Paloma o playa Cabeza de león. A pesar de los comentarios que hicieron sobre que era mejor esta última ubicación prefirieron probar suerte en la mítica cayo Paloma.
La prueba de líder daba vértigo verla y fue ganada con la gorrilla por José Antonio (entre los mortales) y por Nyno (entre los siervos). Así nominaron anoche los nuevos siervos:
Elena > Barranco
Barranco > Elena
Rocío > Elena
Jorge > Rocío
Elena fue la nominada del grupo y el líder José Antonio nominaba a Jorge.
Los nuevos mortales nominaban así:
Hugo > Fani
Ana María > Fani
Fani > Ivana
Yiya > Hugo
Ivana > Fani
De nuevo fue Fani la nominada del grupo y Nyno, también de nuevo, nominó como líder a Hugo. Yiya es la quinta nominada de esta semana por decisión de la organización.
Elena y Barranco pactaron nominarse mutuamente, según propia confesión. Justo lo que no podrían hacer si respetasen las reglas del programa. Curiosa la maniobra de Rocío, que nominó a Elena, pero al enterarse de que Jorge la nominaba a ella quiso cambiar su nominación y poner a ese otro compañero. Si la organización hubiera dejado que hiciese el cambio hubieran quedado los cuatro siervos empatados a un punto, aunque lo previsible es que el resultado final no cambiase al deshacer el desempate el líder José Antonio contra Elena.
Moleskine del gato
El hermano de Hugo quiso hacer crítica de moda y estilismo antes de defender al concursante. “Te queda muy bien el blanco”, le dijo a Jorge. Pues vale. Aunque estrictamente no iba de blanco. Diría que más bien era tecla de piano. O lo que fuera.
La prueba de localización también era de recompensa. Se jugaban un pollo asado para cada pareja que ganase su ronda. Como solo jugaron dos rondas sobró un pollo y el programa abrió consulta vinculante sobre a cuál de los dos equipos iría el pollo sobrante. Adivina, adivinanza, ¿quién tiene el pollo en la panza? Los siervos. O sea, el equipo en el que está Rocío. Ella siempre pilla.
El grado de desquicie que comparten Elena y Rocío llega hasta el extremo de chinarse porque Fani felicite a Ana María e Ivana por ganar su ronda de la prueba diciendo: “Enhorabuena, máquina”. Peor hubiera sido que dijera “crack”. O “figura”. O “fiera”. O “tifón”. O “mastodonte”…
Para Ana María los problemas de José Antonio se resumen en que quiere entrevistas con todos. Quiere entrevistar a Rocío y la quiere entrevistar a ella. Me voy a partir la caja como me entere de que también quiere entrevistar a Jorge.
Dice Yiya que ella hace “arroz epiléptico”. Casi que prefiero el arroz alucinógeno que hacía Cuca García de Vinuesa.
Y eso es todo por hoy. Buen confinamiento, amigos.