Rafa: ¿quién si no?
Termino hoy los daguerrotipos con Rafa, pero antes debo hablar de esas entrevistas de campaña que en alguna ocasión han dado tanto juego. Estando Miriam en la casa no puedo dejar de recordar cuando el Koala la traicionó al ir a degüello contra ella en esas entrevistas después de haber sido su amigo y cómplice durante todo el concurso. Eso le valió al cantante rural quedar tercero. Nadie dio semejante sorpresa ayer por la tarde en las entrevistas de esta edición, aunque hubo alguna cosa fea. Por ejemplo que Adrián y Marta pactaran una estrategia común, cuando les advirtieron que ni siquiera podían compartir las preguntas que llevasen preparadas.
La estrategia de la pareja fue dejar que Marta preguntase primero para que Adrián pudiera cambiar de pregunta si resultaba repetitiva. De alguna manera estaban haciendo un frente común, lo cual les pone en situación de ventaja frente a sus otros dos rivales. A pesar de eso no salieron especialmente bien parados. De nuevo las entrevistas mostraron lo que le cuesta a Carlos mojarse y él sabe enmascarar para que parezca discreción, o la falta de empatía de Marta y lo mucho que confía en su posible triunfo. También el pensamiento plano de un Adrián más preocupado por sublimar forzadamente el concepto del amor y la fijación de Rafa por la falta de compromiso y los merecimientos para convertirse en ganador.
Marta le preguntó a Carlos de nuevo por sus finalistas preferidos y en orden se colocó a sí mismo en cabeza, seguido de Rafa y Marta. Debemos entender que Marta ocupa la plaza dejada vacante por Sara tras su expulsión. Rafa quiso saber por qué Marta no se acercó a la gente que entraba de nuevas en la casa, pero se quedó con las ganas de saberlo porque negó la mayor. Y respondiendo a Adrián dejó caer Marta que apenas la han nominado porque la veían más que fuerte que a Rafa y Álvaro. Son ilusiones. Preguntado por los merecimientos de sus compañeros dijo Rafa de Adrián que por haber superado algunos miedos, de Carlos porque sale más valiente y lo de Marta se lo tiene que pensar.
En definitiva, nada que no pudiéramos imaginar o no hayan hablado ya en los 77 días que llevan encerrados. Las entrevistas fueron rematadas por Tom y Miriam, y he reconocer que no estuvieron nada mal. Me quedo con una pregunta de la princesa peruana que llevaba un misil dentro. Quiso saber de Marta si los sentimientos de odio, comer todo el día chocolate o dormir a todas horas son requisitos para ganar. Una vez descubiertas las premisas de su concurso debió responder que posiblemente sí. A Marta le sobra prepotencia y le falta chulería.
Daguerrotipo de Rafa
Rafa ha arrastrado durante todo el concurso la pesada losa de ser considerado el más que posible ganador de esta edición de la casa de los secretos. Diría que desde la primera semana esto está en el pensamiento de muchos espectadores, por lo que a la hora de plantearse un posible ganador es fácil que nos asaltase a muchos una misma pregunta: ¿quién si no? Esto es un arma de doble filo porque igualmente puede significar que él está a años luz por encima del resto como que ha logrado brillar más debido a la mediocridad de la mayoría. Es posible que haya un poco de cada cosa, aunque personalmente reconocí desde el principio en Rafa a un concursante extraordinario, como pocos he conocido en la historia del reality español.
Sin querer hacer comparaciones, siempre odiosas, Rafa destilaba la distinción que hizo especiales a los dos Pepes. Para mí, Rafa forma un tridente con ellos y no considero casual que se haya inspirado en los dos para construir su personaje de concursante. A nadie se le escapa que asistir a las galas en pijama es un homenaje a Pepe Herrero, aunque en lo estilístico Rafa ha actualizado el outfit. Y es que este es menos conservador y tiene bastante menos caspa intelectual. También se inspiró en el ganador de Gran Hermano 7 a la hora de plantear una estrategia de nominaciones en la que medirse con un rival, al menos.
Lo cierto es que las circunstancias son tan distintas que Rafa no hubiera podido plantear en ningún caso la teoría del balancín. Con cuatro nominados y salvándose varios a mitad de la semana, lo cual convertía siempre la batalla en un duelo no hay nada que hacer. Por otra parte, Pepe Flores debió inspirar a Rafa en su sinceridad irrenunciable y la valentía de no importarle quedar nominado prácticamente todas las veces. Rafa ha sabido combinar de forma mágica la mentalidad de estratega con el imbatible impulso de su corazón. No fueron pocas veces que esperé oír de sus labios llamar a casi todos los demás concursantes “acojonados 12+1”. Con esas palabras no hubiera cuadrado, pero de otras maneras sí lo dijo.
Como espectador, Rafa ha sido un lujo porque casi siempre supo leer el concurso a la perfección. Incluso cuando era superado por los acontecimientos no dejó de darse cuenta de todo, también de sus propios errores. Porque no ha sido en absoluto un concursante perfecto. Personalmente me ha parecido que en ocasiones decía lo que los demás querían oír, algo que contrasta fuertemente con lo que demostraba habitualmente. Aunque su principal error estuvo motivado precisamente por aquello que le marcaba el corazón. Los sentimientos nos convierten a veces en esclavos de nuestros deseos, en contra de nuestras propias convicciones.
Carmen perjudicó a Rafa porque le metió en un bucle de toxicidad cuyos vaivenes resultaban imposibles de entender. Ahora bien, también creo que por ella hemos conocido a un Rafa emocional. Todavía recuerdo los comentarios y opiniones respecto a que Pepe Flores era frío y poco emotivo. Cuando bien podría haberse pensado lo mismo de él, apareció Carmen para hacer decir a Rafa que se nos ha enamorado. Tampoco hacía falta ser muy perspicaz para darse cuenta. De no ser porque estaba hasta las trancas por ella hubiera sido imposible que le prometiera no volver a relacionarse con nadie más en la casa, intentando salvar in extremis su relación.
Aunque supiéramos que no lo haría, semejante concesión sorprendía porque era impropia de Rafa. Él siempre ha demostrado independencia de criterio y no hubiera dejado que nadie decidiera en su nombre cuáles debían ser sus amistades. Que soportara las idas de olla y cambios del estado de ánimo de Carmen confirmaba que algo estaba nublando su mente. De todas formas, Rafa estaba confuso, ma non troppo. Su análisis de la situación nunca se vio afectado por los sentimientos, ni siquiera al haber descubierto el amor dentro de esa casa. El balance final no es tan malo respecto a su relación con Carmen. Esto es así principalmente porque tuvo suerte de que fuera expulsada por sus inadecuados actos. Seamos sinceros: se quitó un peso de encima.
Rafa fue leal a sus amigos, aunque sin dejar de tener nunca una opinión propia. La tuvo y expresó sin eufemismos con Alatzne, lo cual tuvo como consecuencia una ruptura que, en alguna media, él mismo había forzado. Las fisuras de su relación con Álvaro fueron minucias, a pesar de las veleidades de este, sus pequeñas traiciones y rotondazos varios. Y con Carlos en las últimas semanas también ha demostrado que para él la amistad es una cosa seria. Igualmente, nunca mostró odio hacia sus rivales, con quienes se mostró moderadamente hiriente. La habilidad para rodear todo de su humor hace que las mayores ofensas vengan acompañadas de un recurso que, en sus propias palabras “sirve para tumbar miedos y derribar prejuicios”. Así defendía su uso del humor.
Es increíble que muchos en la casa vieran el humor de Rafa como una amenaza. Esto demuestra que les separa todo un mundo, gran diferencia que le hace todavía más grande como concursante. También sus nervios de acero, necesarios para ser capaz de mantener discusiones más bien broncas sin apenas alterarse. Solo en un par de ocasiones le he visto enojado y levantando la voz más de lo que es normal en él. No hay nada más enervante que discutir con alguien capaz de mantener la calma y que recurre al humor en los momentos de mayor tensión. Rafa casi siempre aceptó de buen grado las discusiones, sin sentirse contrariado por la discrepancia. Y esto también le hace grande.
Su tono campechano y algo gritón, especialmente cuando habla con los presentadores, o el brazo extendido que mueve de forma nerviosa para arriba y abajo, le hacen parecer menos espontáneo y natural de lo que seguramente le gustaría. Otro de sus errores ha sido minusvalorar al rival, lo cual no es propio de un campeón. Pero los errores en su conjunto se quedan pequeños al tratarse de un concursante inteligente y divertido, que nos ha permitido volver a vivir este programa como en los mejores tiempos, lo cual ha sido posible también por las propias decisiones de sus responsables, algo que traté ayer. Ya sé que puede pasar cualquier cosa y las carpeteras tienen un poder enorme, más en los votos que en la opinión. En cualquier caso, si pienso en quién puede/debe ganar este concurso no tengo duda de que ese es Rafa. Y no puedo evitar preguntarme ¿quién si no?
Moleskine del gato
Hablando de madrugada, Adrián le suelta a Marta por sorpresa: “He decidido que nos pongan dos habitaciones distintas (en el hotel)”. “O sea, no quieres estar conmigo”, responde Marta tras esconder su pasmo con una sonrisa. Dice Adrián que “por si acaso”. ¿Por si acaso qué? Ni idea. “Me apetece estar con mi padre, con mi madre y con Cristo redentor”, afirma el profesor. Y aclara: “Ya me pasaré a la tuya o tú a la mía, pero cada uno en su habitación. Yo me conozco y sé que cuando salga voy a querer estar solo. Voy a querer estar con el teléfono solo, llamando a mis padres y tal. Si comparto habitación no puedo. No digo que igual a la hora me rayo, pero de momento quiero estar solo”. Marta no lo entiende. Ni ella ni nadie.
Los gadgeto helicópteros con los que se supone que se desplazan de una provincia a otra para dar los mítines de campaña son muy “cuquis”.
Dice Marta que no le haría mucha ilusión que la estuviera apoyando Miriam, como hace con Rafa. De nuevo sale la envidia a relucir. Parece que estuviera hablando de un personaje proscrito, pero se refiere a Miriam Saavedra, ganadora de Gran Hermano VIP 6 con más del 70 % de los votos. Solo la supera por la mínima diferencia de tan solo un punto Marlene Morreau, ganadora de la primera edición hace la friolera de 18 años.
Esta noche tenemos una fiesta con aires de semifinal. No hace falta aclarar que con Carlos Sobera, que se ha hecho con los mandos de toda la recta final. Uno de los cuatro finalistas saldrá de la casa de los secretos dejando a los tres últimos candidatos al triunfo. No será el único en abandonar esta noche porque también regresan Miriam y Tom, los invitados VIP. Su salida estaba prevista para cuando quedasen los tres finalistas definitivos, no al proclamarse los cinco finalistas como entendí equivocadamente. Estas tres bajas serán compensadas con la entrada de los jefes de campaña. Me imagino que serán también tres. Entre Cora, Colchero, Carmen y Brenda, uno de ellos no va a convivir de nuevo en la casa.
Por si fuera poco, se anunciará en esta gala semifinal el ganador de los 50.000 euros que esconde una de las esferas en poder de Marta, Cora o Adrián. Se dará así por cerrado lo relativo a los secretos. Ya solo queda conocer el ganador del concurso, aunque antes hay que estar pendiente de los que regresan. Como Colchero y Cora se han marchado muy recientemente, el interés está en Brenda y Carmen. Por no decir que en Carmen. Mucho ha tenido que cambiar esta exconcursante para que no vaya a amargarle un poco los últimos días a Rafa.