Los brotes de Nissy eran habitualmente tan cortos como explosivos, pero ayer su enfado por quedarse sin naranjas para el desayuno solamente cumplió una de esas condiciones. Diez en explosividad, pero corto ni hablar. Le duró horas, durante las cuales fue combinando una explosión con otra. Nissy es capaz de brotar por varias razones casi a la vez. En un suma y sigue agotador, ayer se quejó de que comprasen crema de cacao y chicles de sandía en lugar de poner en la cesta un poco más de pollo. Aunque lo primero que preguntó fue si habían comprado especias. Pimienta y pimentón son básicos que dejan insatisfecho a cualquier aficionado a sacarle el sabor a las comidas. Suerte que descubriera su ropa encogida y maltrecha un día anterior, porque sino es capaz de implosionar ayer.
Y no hay bronca de Nissy que no tenga una víctima. ¿Cuál fue la elección de ayer? Pues Rafita, ¿quién va a ser? No solo porque fue señalado, con razón, como el que se tomó alguna que otra naranja de más. Eso es lo de menos, porque de todos modos le hubiera caído el muerto a él. Toca disparar a Rafa y toda la casa se ha puesto manos a la obra. Bueno, casi toda. Rafa y Carmen viven una nueva luna de miel, principalmente motivada porque los dos fueron igualmente señalados por escribir un mensaje con una cuchara en la mesa del comedor. Carmen solo estaba presente, y ni siquiera fue colaboradora necesaria. Aun así, le reprochan que no frenase a Rafa, a lo que yo hubiera respondido con la pregunta que hace Caín cuando le preguntan por su hermano Abel: “¿Acaso soy yo el guardián de mi hermano?”. Disfruten del nivel que supone citar el Génesis (4, 1ª parte) en un blog dedicado a los realities. ¡Toma ya!
Sobre el acto de vandalismo sobre un mueble de la casa (me refiero a la mesa del comedor, no a Adrián) ayer se destaparon algunas cosas no tan conocidas hasta ahora. Por el momento llevo el recuento de al menos tres grabados anteriores practicados en ese mismo mueble. Terminará siendo un retablo en lugar de una mesa. Ya sabíamos de un grabado que hace referencia al grupo mayoritario (me pregunto si pone Ikea) gracias a que lo contó Nagore Robles en la Noche de los secretos del domingo. Ya se había comentado, también en la casa, el grabado con los nombres de Laila y Nissy, trabajo de esta última, al parecer. Tiene narices que Nissy se ponga a la cabeza de la manifestación de protesta contra Rafa por vandalizar la mesa y resulta que ella fue primero. De lo que no sabíamos nada era de un grabado obra de Álvaro. El que esté libre de culpa que tire la primera piedra (esto es del Nuevo Testamento, solo me queda una cita del Eclesiastés y me corono).
Rafa sigue conservando intacta la intuición y el sentido común, por lo que sabe perfectamente que con lo de la mesa el programa ha aprovechado para mover el avispero. Y con gran acierto, debo decir. La consecuencia ha sido que ayer estuviera toda la casa menos Carmen contra Rafa (y Carmen, de paso). Pero Rafa sabe que, por otro lado, el vídeo quedó gracioso. También se ha dado cuenta de que el principal enfado de sus compañeros no viene de haberse quedado con solo 15 euros para la compra, sino de la rabia porque el vídeo del acto vandálico tuviera gracia. También porque Rafa y Carmen se lo pasaran tan bien haciéndolo como viéndolo, lo cual les valió doble reprimenda por parte de Toñi Moreno. ¿Qué quieren que les diga? a mi cada vez que veo a alguien preguntando a otro por qué se está riendo no puedo evitar la risa floja.
Esto del acto vandálico hablaba inspiraba a @Tito_Soy para relacionarlo en Twitter con la teoría de las ventanas rotas. Se trata de un experimento de psicología social llevado a cabo en 1969 por Philip Zimbardo, profesor de la prestigiosa Universidad de Stanford. Consistió en dejar dos coches abandonados en la calle. Eran dos coches iguales, mismo modelo, color y características. Uno en el Bronx (en aquel entonces una zona pobre, de las más problemáticas de la ciudad de Nueva York) y el otro en Palo Alto (zona rica y tranquila de California). Al coche del Bronx pronto le rompieron las ventanillas, robaron las ruedas y la radio, terminando por dejarlo completamente inservible. Sin embargo, el otro se mantuvo intacto durante la primera semana. Los autores de la investigación decidieron romper la luna de una de las ventanillas del coche y tardó poco en repetirse lo mismo tipo que en el coche del Bronx, robo y vandalismo hasta destrozarlo.
La teoría de las ventanas rotas, elaborada por James Wilson y George Kelling basándose en el experimento anterior, dice que si se deja una ventana rota en un edificio, poco a poco irán apareciendo más. El mensaje es que nadie se ocupa, no hay ley y se van rompiendo las normas de convivencia. Lo mismo pasa con los grafitis, hasta me atrevería a decir que con la suciedad de las ciudades. Una ciudad limpia tiende a mantenerse así, mientras que si está asquerosa tendremos menos cuidado en no tirar cosas al suelo. Inconscientemente, una vez se ha producido el primer grabado que deteriora la mesa es más fácil meter la cuchara y hacer el siguiente. Ciertamente, el de Rafa es considerablemente más grande que los otros. No en vano ayer vi a Carmen limpiando la mesa para encontrar alguno anterior, lo cual dice dos cosas: que muy grandes no eran y que la mesa debe dar asco de lo sucia que está. Otra cosa es la hipocresía de Nissy, una de las que más censuró este acto y que cuando se enteró le dijo a Rafa: “Podrías haberme llamado para hacerlo juntos”. Esto es recoger cable y lo demás son tonterías.
La reacción de la casa contra Rafa es entendible. Sin entrar en la envidia por ver lo bien que lo pasaron él y Carmen en ese momento, tener un presupuesto tan ajustado no hace gracia a nadie. Ni siquiera desacredita ese enfado que comprasen chicles de sandía. Es un fenómeno natural de “fromlostriverismo” (que viene de “From lost to the river”, vieja broma de traducir literalmente al inglés el refrán “De perdidos al río”). Una vez asumido que van a pasar hambre esta semana es fácil dejarse arrastrar por la idea del caos y dedicar buena parte del exiguo presupuesto a caprichos personales, divididos entre crema de cacao y huevos, tipos de capricho que en nada se parecen. Lo que ya no se entiende es que compren chicles. Menos si son de sandía. Ahí estoy a muerte con Nissy.
Una cosa es que entienda el enfado y otra que esto signifique estar de acuerdo con que Nissy llame a Rafa “falso”, “oscuro” y, tras lo de las naranjas, también “ladrón”. Igual que me parece exagerado el llanto de Virginia y Alatzne por la tensión creada durante la mañana de ayer. A ver, lo de Nissy entrando en brote es para llorar, pero de la risa. Igual no todos los concursantes estaban preparados para afrontar esta experiencia. Y sobre los robos es inevitable decir que todos roban. Absolutamente todos. Sin excepción ninguna. Las mellizas tienen leche apartada para ellas que debe estar a punto de caducar, pero no la toman. Ya dice Nissy que solo desayuna naranjas. Sería justo que compartieran su leche a cambio de tener la garantía de que guarden siempre naranjas para ella. También acusaban ayer a Rafa y Carmen de haberse acabado un tercio de una botella de aceite y luego se dieron cuenta de que lo habían usado ellos para la masa del pan (lujo innecesario, por otro lado).
Todo esto ha tenido consecuencias inesperadas. Por lo que sea, ayer algunos conocieron más a Rafa que en los 40 días anteriores. Laila comentaba ayer que le cae bien Rafa. “Está muy loco, pero me río un montón con él”. Virginia estaba de acuerdo con su compañera. “A mí me cae de puta madre. Fuera seríamos amigos. Es muy raro y a mí me encanta la gente rara”, afirmó. Otra consecuencia es la reacción de Carmen, todavía afectada por lo de mesa. Desde que recibió la reprimenda del programa Carmen es una persona obsesionada. Obsesión por salir nominada, obsesión poque la puedan expulsar y obsesión por la que la insulten por la calle después. Diría que Carmen le está empezando a ver las orejas al lobo.
La consecuencia definitiva de lo sucedido desde el domingo es que Rafa ha roto con todos, menos con Carmen. Eligió su compañera de viaje muy al principio y no se apea. Ella ha forzado en parte la ruptura de Rafa con los demás, pero no creo que sea el único motivo. Álvaro le dijo que usara sus patatas el domingo, pero ayer no recordaba haber dicho nada de eso. O decía no recordarlo. Entre esto y su cabreo por las trampas de compañeros (Rafa entre ellos) en la prueba para repartir las esferas de Kenny, ha terminado por cansar a Rafa, que le acusa de “oportunista” y ya no confía nada en Álvaro. Tampoco en Laila.
Carmen disimulaba su alegría por lo que le contaba ayer Rafa. No quiere saber nada de Laila por la reacción que tuvo ayer con lo del zumo de naranja. En momentos tensos se conocen bien las personas. Curioso que Rafa vaya renegando de Laila justo cuando está habla bien de él a sus espaldas. No así de Carmen, a la que Laila llama Guadalupe. Sorprende que Rafa desee ahora la expulsión de Laila antes que las de Marta o Virginia. Quiere que se vayan Laila, Nissy e incluso Álvaro. Aunque con este último tiene en ocasiones mayor consideración. Tan subidito está Rafa que prefiere esas expulsiones primero porque del resto de compañeros (salvo Alatzne) piensa que caerán seguro porque no han hecho nada desde el principio. Razón no le falta, pero estar tan seguro de su destino y el de Carmen en el concurso entraña cierto peligro.
Sonó el teléfono durante Ya son las ocho y Sonsoles Ónega le contó a Nissy (una vez más cerca de la cabina) que debía hacer una prueba consistente en hacer con la boca una torre de diez azucarillos en un minuto. Se le cayó la torre cuando llevaba ocho azucarillos, por lo que se perdió la dulce recompensa. Hubiera sido un puntazo que esta fuera un palé de chicles de sandía.
Y un “pues no dice” suelto hoy. Pues no dice Alatzne que le ha cogido cariño a Nissy. Después de ver su ropa encogida y desteñida igual no es un cariño mutuo.