Ha comenzado el proceso de aceptación de Álvaro. Quien más y quien menos empieza a pensar que su broma fue de mal gusto, pero todo el mundo se puede equivocar. Los menos partidarios de esa reinserción son Marta y Héctor. La primera porque se sintió particularmente herida al ser elegida al azar por Álvaro para su falsa expulsión y el segundo porque le hizo perder los nervios y ya no podrá ser visto como el pacificador que rebosa amor y concordia. Pues bien, Héctor terminó firmando también la paz con el nuevo concursante. Lo hizo, por supuesto, a su manera, en medio de frases de manual de autoayuda y mensajes motivadores que igualmente podrían ir serigrafiados en una taza.
Rafa es con quien más parece haber congeniado Álvaro. Ambos descubrieron ayer que tienen muchas cosas en común. La pasión por la lectura o los videojuegos, por ejemplo. Y, sobre todo, coinciden en que ambos leen a Baudelaire. Me hubiera reído si en lugar de al autor de ‘Las flores del mal’ dicen que ambos leen a Kierkegaard. Hubiera sido un bonito homenaje a Faemino y Cansado y esa frase de un famoso sketch que decía: “Que va, que va, que va, yo leo a Kierkegaard”. Por cierto, este padre del existencialismo solía utilizar las parábolas para ilustrar sus opiniones, y hay una que reflejaría lo que ha pasado en la casa de los secretos con Álvaro. Fundamentalmente ha habido falta de comunicación, como en la parábola del circo.
El relato habla de un circo en Dinamarca presa de las llamas. Su director envía a un payaso, que ya estaba preparado para actuar, a un pueblo cercano a pedir auxilio por temor a que las llamas llegasen hasta allí. El payaso pide a sus habitantes que fuesen con urgencia al circo para ayudar a apagar el fuego, pero estos creyeron que se trataba de un truco, una fantástica estratagema publicitaria para que fueran al circo. El payaso insistió ante las risas de la gente que se lo tomaba a broma, pero sus ruegos solo aumentaban sus carcajadas. Al final, llegaron las llamas y tanto el circo como el pueblo terminaron en cenizas, consumidos por el fuego.
La dificultad para comunicarse en este caso ha sido con resultado inverso al de la historia del circo danés. En lugar de tomar a broma algo muy serio le dieron gran importancia a algo que era simplemente una broma. Y, aunque todavía siguen considerando que fue una broma de mal gusto, empiezan a aceptar que tampoco fue algo tan grave. Rafa fue de los que menos se posicionaron contra Álvaro y ayer descubría que puede ser uno de los compañeros con quien más conversación tiene. Sin embargo, su amiga Carmen fue de las que más caña dio al recién incorporado, y todavía ayer comenzó el día burlándose de él, aunque no le ha vuelto a comparar con Mr. Bean.
Las relaciones de Rafa están prendidas con alfileres porque por un lado se revuelve de satisfacción al ver que Álvaro también ha leído ‘El jugador’ de Dostoyevski y por otra tiene que ver a Carmen a su lado choteándose de él (de Álvaro, no de Dostoyevski). Tampoco le va a ser fácil mantener la buena relación que hasta ahora ha tenido con Alatzne sabiendo que esta no soporta a Carmen. Lo de Carmen con Álvaro parece de mejor solución que lo de Alatzne con ella. El hecho cierto es que Carmen, después de las burlas, estuvo criticando que algunos estuvieran muy venidos arriba hablando de Álvaro en el cubo, pero sin atreverse a decirle nada a la cara. En realidad, la preocupación de Rafa y Carmen era que su buena relación con el nuevo compañero entrase en conflicto con la enemistad de este con Héctor, pero esto parece haberse despejado también.
Sigue estando claro que al completarse la nómina de concursantes estamos conociendo a todos mejor. Rafa sigue destacando por su personalidad. A pesar de que Héctor le dijera que se debía alejar de Álvaro, ha seguido haciendo lo que quiere. Algo parecido pasa con Carmen, a la que Héctor le soltó una de sus temidas chapas a primera hora de la mañana, pero hizo oídos sordos completamente. Lo llamativo es que nadie, salvo Álvaro, haya mandado callar al fotógrafo canario que confundió la profesión porque debería dedicarse a dar charlas de motivación personal. Aunque bien mirado igual provocaba depresiones en masa, como mal menor. Rafa cada vez comparte menos tiempo con él. De hecho, dice que ya solo se fía de Carmen y Alatzne. Fuera de su círculo han quedado Héctor y Elena. Carmen coincidía, aunque aclaraba que ella nunca se había fiado de esta Pantoja de Hacendado.
Lo mismo que digo sobre la personalidad de Rafa y, con algunas dudas, de Carmen, lo pienso sobre Alatzne. Por eso no confío en la mediación del falso fontanero que aconsejaba a esta última tener una conversación con Carmen para resolver sus diferencias. A Alatzne le pasa que ha visto cómo la primera nominada de la edición le daba de lado en alguna ocasión. Por eso no quiere hacer cubos con ella. Es más, diría que ayer evitó compartir sofá con Rafa y Álvaro porque en medio estaba también Carmen. A decir verdad, veo más puntos en común entre Rafa y Alatzne que con Carmen. Ayer estaban los dos de acuerdo que Héctor había comenzado “a dar pena” reculando sobre Álvaro.
Rafa y Alatzne están de acuerdo en rechazar las formas que tuvo Héctor quitando el huevo de la inmunidad y les parece una persona egocéntrica que está “encantado de conocerse”. Alatzne confesaba ayer que iba a muerte con Rafa y añadía: “Mi concurso no habría sido igual sin ti”. Eso sí, piensa que deben abrirse un poco más a los demás para no ser nominados con la reiterada excusa de “porque es con quien menos relación tengo”. Por todo esto pronostico que la relación de estos dos será más duradera que la de Carmen con Rafa. No en vano este ha confesado que a veces le pone nervioso su amiga. Por ejemplo, cuando le preguntó a la voz repetidamente si podía participar en el robo del huevo, cuando estando nominada no tiene sentido luchar por la inmunidad.
El huevo tiene nuevo dueño desde la mañana de ayer. Mejor dicho, nuevas dueñas porque fue atrapado por Nissy. La ‘ni siquiera’, como la llama Elena, se lo quitó a Álvaro en un descuido. Al menos esto nos vendieron los dos, pero a falta de ver imágenes del momento, apuesto a que fue un descuido intencionado. Sospecho que Álvaro pudo querer soltar lastre y el huevo rosa había empezado a quemar en sus manos. Después de custodiarlo durante toda la noche, aguantando incluso que Héctor le despertase apartando su edredón para ver si podía volver a arrebatárselo, Álvaro debió preferir cederlo eligiendo a quien mejor le parecía. Para las mellizas es el premio por haber aceptado a Álvaro antes de comenzar su integración. Para algunos lectores fue algo forzado para ganarse su confianza y terminar ganándose la inmunidad. Pues bien, si así fue les ha salido inmejorablemente bien. Por el momento, al menos.
Nissy y Laila tienen alguna ventaja a la hora de custodiar el huevo de la inmunidad. Aunque no lo estén haciendo, ambas pueden turnarse para dormir, por ejemplo. O simplemente para que una lo tenga a buen recaudo y a salvo del resto mientras la otra se ducha, cocina o hace cualquier otra labor. Recordemos que es un huevo real de avestruz y cuando veo a Laila durmiendo con eso enrollado a una tela a su cintura temo que ella y su hermana vayan a sentir en algún momento la fría humedad de la clara y la yema inundando sus camas (duermen con las camas juntas). Todavía hay casi dos días para que alguien pueda quitárselo. Anoche lo buscaban por todo el dormitorio Brenda y Cora, que se están convirtiendo en ‘Pili y Mili’, a pesar de que los primeros días no las vi apenas hablar. De todas formas, no veo mucho interés por hacer que el huevo cambie de manos.
Cora y Brenda dijeron ayer que no van a nominar a Álvaro, aunque en algún momento creí entender que cuando hablan de no nominar se refieren a no darle los tres puntos, pero perfectamente le podría caer uno. Y uno a uno se puede salir a la palestra perfectamente. Brenda también reservó ayer un ratillo para integrar a Álvaro. Si tenemos en cuenta su frase rollo Paulo Coelho de la noche anterior (“Donde la ignorancia habla, la inteligencia calla”), no sé si ayer hablaba con su nuevo compañero desde la ignorancia o la inteligencia. Debo decir que me fío menos que nada de Brenda. Ella dice que los dos primeros días estaba descolocada y aturdida en la casa, pero yo la sigo viendo igual. Creo que puede ser la más veleta y decir hoy blanco a lo que era negro para ella ayer.
No solo Brenda y Cora hablan de nominaciones. Ignoro por qué pensaban que nominarían el domingo, pero al aplazarse no les va a pillar desprevenidos. Si mañana alguno se lo piensa mucho habrá que desconfiar porque tiene pinta de que se lo tienen bien pensado. Ya dije antes que Rafa y Alatzne van a muerte juntos y están dispuestos a pactar sus nominaciones. Si las mellizas conservan la inmunidad sus tres puntos se quedan sin asignar. Por lo hablado estos últimos días entre los dos intuyo que pueden ir a por Brenda (a quien Rafa criticó por pasar la aspiradora la primera mañana, con la casa limpia e impoluta). Carlos y Virginia son otros de sus posibles nominados. Y Rafa tiene un punto reservado para Colchero, mientras que Alatzne se lo quiere dar a Marta. Virginia está convencida de es la típica a la que “van a dar muchos un punto”. Por su parte, Héctor le soltó ayer en el baño a Marta que la piensa nominar. Así, a bocajarro.
Está claro que Álvaro puede ser quien más puntos reciba mañana, pero también Adrián es candidato para varios compañeros, entre ellos Rafa y Alatzne, que el domingo pensaban meterle los dos puntos, aunque igual han cambiado ya de opinión. El drama personal de la muerte de su amigo y compañero de clase a los diecinueve años es emocionante la primera vez que se escucha, pero cuando lo ha contado ya varias veces corre el riesgo de que alguien pueda pensar en la posibilidad de que lo esté utilizando para dar pena. No dudo de sus lágrimas y la sincera emoción con la que habla siempre de ello, pero haría bien en no insistir mucho. Aunque si Adrián despierta algún rechazo no es porque hable del drama de su pasado, sino porque es ‘yoísta’ extremo. Yo, yo, yo y, además, yo. Si será egocéntrico que no desea tener un superpoder, sino poder repartir superpoderes. Quiere ser un dios, vamos.
Anoche les repartieron camisetas blancas, un lienzo vacío sobre el que escribir con rotuladores de colores mensajes reivindicativos sobre aquellas causas por las que consideren adecuado luchar. No faltaron reivindicaciones sobre el maltrato animal (Nissy), el bullying (Brenda), el colectivo LGTBQ (Virginia), la lucha contra el cáncer de mama (Laila) o los sanitarios en pandemia (Alatzne). Pero destaco el discurso de Álvaro sobre la gordofobia y su mención a lo mal considerados que están los concursantes de reality (barriendo para casa). Aunque fue Rafa quien lo petó realmente mencionando la España vaciada y, sobre todo, pidiendo que no se abandone la Formación Profesional de fontanería (no es broma).
Pero la mejor reivindicación del día fue ver a Carlos explicando con normalidad y sin estridencias sus planteamientos respecto a la personalidad no binaria que se adjudica. Está claro que nos hace falta algo más de educación al respecto, y nada mejor que escuchar discursos como los de este concursante. Creo que no se puede explicar mejor.