El baile de porcentajes habido anoche es más reseñable que ese de la Rosa que celebran en Mónaco cada año. Mónaco estaba de moda en los ochenta cuando los de la beautiful people todavía no habían pasado por la cárcel. Fue el gran baile, la madre de todos los sorpassos. Nunca antes se había demostrado de forma tan palpable que es residual el voto de los de los retos, las recargas y los fandom de concursantes. Lo que cuenta es el voto de la audiencia mientras ve las galas. Esa audiencia silenciosa y no organizada que vota lo que quiere, sin pretender ser los más estrategas. Ahora mismo da igual lo que acuerden los seguidores de un concursante u otro.
La comunidad de seguidores no es la misma que hace años, tampoco la audiencia. Especialmente en ediciones de famosos, donde sube la edad media y se hace más universal que nunca, con muchos espectadores prestados que siguen Gran Hermano porque les interesa la mal llamada información del corazón, y que el periodista Felipe Navarro, más conocido como Yale, prefería llamar del hígado. Poco consiguen los seguidores de Ylenia u otro concursante acordando ir a por un nominado, porque luego la audiencia en la gala decide, superando con mucho esos votos organizados. Esto vale incluso para Kiko la semana pasada, a quien superó Raquel durante la gala y terminó sacándole casi 10 puntos. Los que hablan de meter dinero para salvar deben ser muy malos en los negocios.
Es hora de dejar las estrategias para los concursantes. Ellos concursan y decide el gran público, que no es el de Twitter ni de los fans. La comunidad de seguidores fracasará si pretende ir de estratega. La semana que salió Sofía muchos decían estar convencidos de que se quedaría porque había muchos más retos completados para salvarla. Esta semana me decían que saldría Alejandro porque así lo habían acordado. De hecho, así era al comenzar la gala, pero durante el programa se dio la vuelta y ninguno de los tres nominados conservó el puesto. Alejandro era el más votado y acabó salvado. Ylenia la menos votada y acabó segunda. María Jesús la de voto medio y acabó siendo quien mayor riesgo de expulsión tenía.
¿Cómo se pasa del 1 al 3 (Alejandro), del 2 al 1 (María Jesús) y del 3 al 2 (Ylenia)? Voy a intentar hacer la radiografía de un sorpasso, para lo cual me valdré de la ayuda de un gráfico que he preparado con cada uno de los pasos de este baile. Así que 5, 6, 7, 8; como dicen los bailarines y coreógrafos. ¡Empieza el baile! El domingo salía Alejandro, según los porcentajes ciegos, anoche descifrados. Alejandro tenía un 61,6 % de los votos, Ylenia un 6,1 % y María Jesús un 31,6 %. En el momento de salvar a un nominado estaban los tres muy igualados, con apenas 3,1 puntos de diferencia entre el que tenía más votos (María Jesús) y el que menos (Alejandro). Una vez salvado Alejandro, las dos nominadas se llevan solo 4 décimos, estando María Jesús por delante.
Nos equivocamos si pensamos que a María Jesús le fue rentable su intento exagerado de rentabilizar la supuesta ofensa a sus hijas por parte de Antonio. Una ofensa que no fue tal. Afirmar eso es tan disparatado como tomar al pie de la letra las palabras de esta concursante cuando anoche le decía “te hubiera asesinado” a Antonio. Eso intentó hacer este y tuvo que pararle los pies Jorge Javier con toda razón. Es una expresión, pero todos sabemos que ni lo estaba amenazando ni lo haría. Del mismo modo que cuando él le dice que vaya al ‘confe’ a decir “mis niñas bonitas” se refiere a que cuando está en un aprieto se acuerda de sus hijas, pero ni las está mencionando ni mucho menos faltando al respeto, como quiso hacer ver ella anoche. Tengo dicho que son tal para cual, exagerados y ventajistas. Pero solo consiguen hacer el ridículo con tales exageraciones. Bueno, eso y en el caso de María Jesús también consiguió pasar de estar salvada con 30 puntos menos que el más votado a ocupar ese puesto de mayor riesgo de expulsión.
El gran baile se produjo entre Ylenia y Alejandro. Ella subiendo 28 puntos y él bajando 30. Mucho más discreto fue el movimiento de los votos para la expulsión de María Jesús, cuyo porcentaje pasó del 31,6 % al 34,4 %. Una subida inferior a 3 puntos fue suficiente para ponerse en cabeza. Si lo supiera sentiría una importante frustración después de convertir la gala en un gran drama. Tanto intento por presentarse como la “apestada” a la que están marginando y faltando a sus hijas, para lograr este triste balance. Es el precio de la mentira. No queda bonito y es una torpeza que Antonio diga “vámonos que apesta” y huya con Alejandro a otra estancia de la casa. Pero otra vez era solo una expresión, bromeando con la palabra “apestada”.
Ylenia no estuvo anoche acertada en las formas, pero dice la verdad. Por eso sería una pena que por proteger el espectáculo se fuera ella y se quedara María Jesús. Lo del espectáculo vale los dos primeros meses, ahora ya es hora de que pase lo que deba pasar y hacer justicia de una maldita vez. He defendido a María Jesús contra carros y carretas, poniendo por encima de todo su derecho a hacer lo que le saliera de ahí sin tener que aguantar el juicio retrógrado de quienes la acusaban de ser microondas y cosas similares o peores. Ahora ya no puedo defenderla porque su juego está siendo muy sucio.
Damos más o menos importancia a las formas según nos interesa. Atacan ahora a Ylenia los mismos que la encumbraron por ser sincera y directa, sin andarse con rodeos a la hora de expresarse ni otro tipo de hipocresías. Era de admirar que pidiera perdón con humildad después de sus arrebatos porque es muy temperamental. Ahora es una choni barriobajera y se arrima al sol que más calienta. Está claro que no es ella la que ha cambiado, sino algunas opiniones. Ni calvo ni con tres pelucas.
Nunca he entendido la afición de Ylenia por recular, ya fuera borrando tuit o pidiendo perdón. Por lo demás, veo la misma persona ahora que hace un mes. Y me creo sus disculpas más que las de María Jesús, que pidió perdón la semana pasada por sus dañinas sugerencias respecto a Antonio porque se lo dijo su madre desde plató. Y a continuación se reiteraba en el ‘confe’, demostrando la falta de sinceridad de su petición de perdón. Ignoro si Ylenia pretende cambiar y mejorar en esta edición de Gran Hermano, pero no sería el mejor camino para intentarlo. Hay terapias mejores y más efectivas. Por otra parte, me da exactamente igual si lo hace. De momento, hasta agradezco que no cambie mucho porque si una cosa tengo clara es que la veo venir.
Acierte o se equivoque sé que Ylenia no me está engañando ni aprovechando de forma torticera lo que sucede para salvar su culo. Lo siento, pero no puedo decir lo mismo de María Jesús. “Ylenia quiere ser como una Belén Esteban. Pero es una imitación barata, porque la otra tiene corazón. Esta se deja llevar por los cuatro frikis malvados”, dice la exmiss en un ‘confe’. Pero la que se equivoca en las formas es Ylenia, ¿no? También dice que Ylenia la ha vendido. “Pero ¿cómo te voy a vender?, si no vales nada”, responde ella. La gran equivocación es creer que la situación es de todos contra María Jesús cuando se trata de justo lo contrario: María Jesús contra todos.
Incluso se atrevía María Jesús a utilizar a la organización malinterpretando algo que dijo el domingo Jordi González. Tuvo que dejar bien claro Jorge Javier que la organización no se ha pronunciado sobre lo de la percha a su favor ni a favor de nadie. Dicen que Ylenia no tendría que meterse al ser un asunto que no va con ella. Es una extraña teoría que mantiene hasta su amigo defensor en plató. Si Ylenia no se metiera pensaríamos lo mismo de ella que pensamos de Juan Miguel. Daría cualquier cosa porque fuera él quien sale esta semana, en lugar de dos de las concursantes más valiosas de esta edición. ¿Desde cuándo queremos concursantes que no se mojen?
Detesto a los tibios y aquellos capaces de permanecer impasibles ante las injusticias. Ylenia no es de esas. Incluso Irene, a la que algunos siguen llamando mueble, ha reaccionado esta vez ante una María Jesús incapaz de hacer ni una sola excepción (aparte de Juan Miguel) cuando dice que nadie habla con ella y todos la marginan. Habla más con ella que con Antonio, pero tiene que aguantar sus ingratos comentarios. Soy el más convencido de que no deberían hacerle el juego porque le regalan en cada gala camiones llenos de munición. Pero tampoco pienso que no deban defenderse en las galas porque entonces costaría más que se conozca la verdad. Si hay una cosa sagrada en un reality es la realidad, por razones obvias.
En el caso de que Ylenia callase anoche me habría defraudado. Si llega a defender su verdad con corrección cortesana no la habría reconocido. Esa subida de 28 puntos me parece producto de una gran hipocresía. Reclamamos a los concursantes que se muestren como son y sean sinceros. Pero luego los castigamos por ello. Ella era igual al comenzar la gala que cuando terminó. Sería triste que para salvarse hubiera que imitar a Juan Miguel y callarse. Alejandro no se calló, pero casi. Al lado de Ylenia parecía un corderito. En realidad, casi siempre tiene actitud de cordero a punto de ser degollado.
Viendo las imágenes en las que Sofía responde “con locura” a la pregunta de Alejandro me di cuenta de que hice bien en creerme a este concursante. Y sigo creyendo que el concurso es un paréntesis en la pareja porque ambos piensan que les beneficia estar separados, aunque le cuesta más asumirlo a él que a ella, mucho más fría en general. Las respuestas que dio Sofía anoche me hacen reafirmar todo lo que dije ayer sobre su relación con Alejandro. No creo que haya culpables. Casi nunca los hay. Ni Sofía es cruel, ni Alejandro un aprovechado. Demasiado simplistas ambas formas de verlo.
Creo que Sofía duda y piensa que puede estar equivocándose, sin darse cuenta de que repite punto por punto lo que hizo antes de ser expulsada. ¿Cabe mayor torpeza? Y Alejandro pensaba hasta ayer que podía ganar este concurso gracias a estar pasando tanto mal de amores. No hay nada como una curva de la vida para ver con mejores ojos a un concursante. Al menos para aquellos que lo saben aprovechar. Ayer le tocó a Sofía, y me pasó lo mismo que con Kiko o Ylenia. Pedacitos de una realidad ajena al concurso, pero que nos sirven para conocerlos un poco mejor.
Moleskine del gato
Pregunta Candela por qué se le permite a Carolina “enseñar un vídeo privado” de María Jesús en la casa. A ver, Candela, sé que has estado ahí dentro, pero voy a explicarte lo que es Gran Hermano, donde no hay nada privado. Bueno, espera, que es tarde. Ya te lo explico otro día.
La prueba semanal parece que va de medir el tiempo y empezaron formando dos grupos, de los que uno madrugará más que el otro. Madrugan más Juan Miguel, María Jesús, Antonio, Ylenia. Menos Irene, Kiko, Carolina, Alejandro y Sofía. Para elegir los líderes de ambos equipos se hizo una prueba de calcular 5 minutos y ganó Irene. Kiko fue de los peores. Curioso que dedicándose a la música calcule tan mal los tempos.
Fue otra gala de lujo. Gran Hermano en estado puro. Como lo está siendo la enorme disparidad de opiniones que suscita ahora mismo el programa. Lástima de tanto insulto. Anoche dejé de contar cuando llevaba 56 insultos a mi persona en Twitter. Esto no está pagado, amigos. Ni reconocido.