Mila y Kiko se acusan mutuamente de ser provocadores. Ambos exageran. Para Mila, que Kiko entre encapuchado de madrugada en el baño del búnker con un portazo y al salir se deje la puerta abierta es una provocación. No sé si es más grave que entre al baño, que lo haga con un portazo o que vaya con capucha. La puerta a la que se refiere es la del búnker, no la del baño, por lo cual no lo cuento. Si hubiera dejado abierta la puerta del baño no sería provocación sino guerra química. Y eso es un cambio cualitativo. Supongo que Mila lo añade a su relato porque cualquier cosa cuenta. También se queja de que volviera a entrar luego al búnker.
Kiko explica que entró al baño la primera vez por una necesidad fisiológica. Sobre la segunda dice esto: “Entré para ver si se os caía la cara de vergüenza por lo que estabais diciendo”. Le molestó que estuvieran hablando de él. Además, cree que por su edad Mila no debe decir “cagar”. Donde esté “necesidad fisiológica” que se quite “cagar”, aunque Kiko alterna las dos expresiones. De la capucha y la puerta no aclaró nada. Kiko es muy susceptible y no le gusta nada que hablen de él. Es más, considera una provocación que Mila le llamase varias veces chungo la madrugada del domingo. Si repites “chungo, chungo, chungo” aparece Kiko descompuesto pidiendo el cese de las hostilidades.
No sé valorar si es más grave lo del baño con capucha o los “chungo” de Mila. Pero vamos, me daría un poquito de vergüenza discutir por semejantes tonterías. La escalada de la provocación ridícula alcanzó ayer su cénit con una presunta agresión de Kiko a Mila. El VAR de Gran Hermano VIP dictaminó a la noche que no había nada punible. Antes de ese bochornoso episodio se quejaba Kiko: “Aquí hay gente que te llama chungo y luego se ríe de ti por una necesidad fisiológica”. Y dale con las cacas. Empiezo a pensar que deberían dejarse analizar si esto les supone un problema.
Antonio David estaba de acuerdo con Mila en que eso de entrar al baño es provocar, aunque un rato después también le daba la razón a Kiko en el jardín. Luego se hacía el loco cuando Mila dijo estar decepcionada con él porque no la defiende siendo amigos desde hace tiempo. Antonio David es un muerto en el día a día al que resucitan en las galas para hablar del drama de su vida. Si le sacas de ahí o se está haciendo el sueco o da a todos la razón como a los tontos. ¿Eso también sería provocar? Habría que preguntar a Mila. O a Kiko.
Tras pasar la mañana entre queja y queja, dándole vueltas a la acusación de “chungo” y las visitas al retrete, Mila y Kiko hablaron por fin. Sin intermediarios, aunque poniendo un poco de distancia entre los dos. Mila no considera que llamar a Kiko “chungo” sea una provocación, sino una realidad. Sobre lo del baño, Kiko dio sus explicaciones. Resulta que va al búnker a hacer sus necesidades fisiológicas porque la cámara “enfoca a otro lado”. Lo explicaba así: “Nunca he ido al otro baño a hacer de vientre. Me siento incómodo porque la cámara está de frente”. Mi duda es si la edad le permitirá a Mila decir “hacer de vientre”. Esto habría que preguntárselo a Kiko.
Debo decir que la conversación fue tensa, pero bastante tranquila. Por lo que sea, los dos se engorilan más en las galas. El momento más delicado fue cuando se mentó la edad. “Estabas teniendo una conversación que no es propia de tu edad”, afirmaba Kiko. Luego insistía: “Una conversación que no te pertenece para nada por la edad que tienes. Me pareció que estaba a una altura bajo mínimos”. “¿Qué pasa? ¿Tú a tu abuelo cuando te levantas lo amordazas?”, respondía Mila. Claro, y luego lo suelta por las tardes. Kiko aclaró “Mi abuelo no habla de cagar ni de tirarse pedos”. ¿Dirá hacer de vientre?
Todos los argumentos que incluyan la edad me parecen igual de disparatados. Ya sea porque algo no sea propio por ser “maduro”, como dice Kiko (Mila prefiere decir “mayor”, bastante menos eufemístico), o porque se excuse de todo a El Cejas por ser un “niño” de 18 años. Como dijo el otro día Alba: “Sí, es un niño, pero tiene pelos en los melocotones”. Porque Alba dice “melocotones” por "cojones" y “¡lechugas!” por “¡leches!” para acostumbrarse a no decir malas palabras delante de su vástago. Los vegetales sirven también para eso.
Lo mejor de esta discusión fue su remate. “Yo agradezco cuando las cosas se hablan a la cara”, decía Kiko metiéndose en el jardín equivocado. Se lo puso en bandeja a Mila para que respondiera: “Qué hablas de a la cara si no tuviste cojones de nominarme a la cara y tuviste que esperar a hacerlo en el ‘confe’. Vamos, hombre, vas a hablar tú de dar la cara”. Pues touché, ahí Mila estuvo rápida y acertada. Kiko sigue escudándose en que solo se traiciona a un amigo, y Mila no lo es. Pero su error fue no darle un solo punto a la cara y luego meterla directamente en la nominación. No es de ir muy a la cara.
En la gala de anoche descubrimos que Kiko estaba esperando la ocasión para vengarse de Mila. En cuanto pudo la coló en la terna de nominados porque se metió con él este verano en ‘Sálvame’. Ya se veía venir cuando ha dicho estos días que a Mila le pagan por despotricar. “Esta es la verdadera Mila, a la que le pagan lo que le pagan y viene para hacer su trabajo. Está todo el rato por ahí despotricando”, decía Kiko el domingo tras hacerse oficial en la casa que metió a Mila entre los nominados. Anoche decía que le han llamado desde el programa de Mila muchas veces y no ha querido ir. Una amnesia selectiva debe haber borrado de su mente que estuvo en ‘Sábado Deluxe’ días antes de empezar el encierro en la casa de Guadalix.
Las caretas empiezan a caer y lo están haciendo en tiempo récord. Han bastado menos de tres semanas para quemar en la hoguera a Hugo y canonizarlo después. A este ritmo hay tiempo para que la cosa pegue unos cuantos bandazos más. No se puede negar que Mila y Kiko han heredado el protagonismo de Hugo, a quien acusaban de ser un provocador. Y, como si fueran sus alumnos aventajados, lo están haciendo en medio de provocaciones y acusaciones de provocación. También entre exageraciones. Al menos Hugo solo exageraba los movimientos de sus bailes en las fiestas.
En el paroxismo de la exageración, anoche Mila afirmó que Kiko no solo la nomina sino que también la está acosando. Y por la tarde le acusó de una agresión inexistente, como dije antes. No voy a insistir en lo primero porque quedó claro en la gala que no se deben traspasar ciertas líneas rojas. También tuvo que hacer Jorge Javier esta advertencia sobre la acusación de agresión: “No agrandemos situaciones que no tienen ningún recorrido”. Mila había agrandado hasta el absurdo una situación sin importancia alguna. Kiko llevaba una aspiradora en la mano y la rozó con ella en un brazo. Parece fortuito y, sobre todo, no pudo hacerle ningún daño. Sin embargo, Mila afirmaba: “Menuda leche me ha dado Kiko con la aspiradora”. No dijo leche, y si lo hubiera sustituido por “lechuga”, como hace Alba, sería una lechuga consagrada.
La agresión que nunca existió le valió a Mila para echar más porquería encima de Kiko, como si hiciera falta. Bastante mal está quedando, especialmente cuando anoche en la gala se ponía muy nervioso, levantándose para ponerse demasiado cerca de Mila. Tampoco le pudo hacer ganar puntos a Mila este tema de la aspiradora. Analizando las imágenes hay quien ve que Kiko no se aparta. Otros creen que es Mila quien debía haberse apartado. En cualquier caso, no hubo ni siquiera golpe. Tan solo la rozó. Que fuera Mila luego a preguntarle si lo había hecho a propósito produce bastante bochorno.
Hasta anoche Mila creía haberse enterado bastante bien de todo lo relativo a su nominación. Pero era solo casi todo, porque a El Cejas lo había salvado creyendo su falso arrepentimiento. Al acabar la gala El Cejas se fue al ‘confe’. Temí que estuviera pidiendo una daga para hacerse el harakiri. No comprendo cómo sigue yéndose de rositas. Anoche todos los reproches de Mila (incluso de Adara) fueron para Kiko. Y eso que pudieron ver un rosario de imágenes en las que ambos se estaban divirtiendo y diría que disfrutando de la decisión tomada. Ni rastro de ese concursante abatido, llorando en el ‘confe’, que decía haber pasado días sin apenas comer ni ir al baño.
La cara de Mila viendo a El Cejas divertido y disfrutando de la situación era todo un poema. Y aunque no arremetiera contra él tengo la seguridad de que no van a volver a tener relación. Le faltan excusas y le sobra descaro. Es momento de recordar que El Cejas entró en la casa tras encontrarse en la puerta a Mila, de la que era fan y casi venía a decir que su amor platónico. No ha pasado ni un mes para que le haya metido el puñal por la espalda. Se han cebado con Kiko, pero en el caso de El Cejas sí que es una traición en toda regla porque se trataba de una persona que había profesado su admiración por Mila.
Corea central
Mila también supo leer correctamente la historia de la mentira urdida entre Kiko y Estela para salvar a aquel de cualquier responsabilidad por haber logrado que casi toda la casa supiera que Irene estaba salvada y Mila nominada. Por la tarde se producía este diálogo en el búnker entre Mila, Joao y Adara:
Mila: “Estoy deseando ver qué ponen en la gala hoy. Porque te digo una cosa, si los líderes no pueden contar nada y se ha enterado toda la casa, eso tiene que tener penalización, ¿no? Por mucho que diga ella yo me he enterado por...”
Joao: “Ya, pero si se ha enterado por otros medios”.
Mila: “Vamos a verlo, eso es lo que quiero ver, si es verdad o no”.
Adara: “No sé, pero en el vídeo salía él con ella, ¿no? Haciéndose gestos”.
Mila: “Claro”.
No solo Mila lo ha sabido ver bien, también Adara hizo una lectura correcta de la escena de los gestos que relaté en mi escrito de ayer. Mila exagera con lo de la agresión de la aspiradora, pero tiene toda la razón en pedir penalizaciones.
Moleskine del gato
No esperaba una curva de la vida de Adara tan emotiva. Con mucha dificultad, pero con firmeza al mismo tiempo, nos hizo saber episodios que no había contado nunca en público. Creo que para algunos este ejercicio es como una terapia. Igual deberían pagar por ello.
Anoche los porcentajes se acercaron peligrosamente al sorpasso, especialmente tras ser salvada Adara. Así estaban justo antes: 49,9 %, 42,5 % y 7,6 %. Y así después: 52,6 % y 47,4 %. Pensé que Mila ganaría puntos por la torpeza de sus verdugos, especialmente la reacción excesivamente enérgica de Kiko durante la gala, y los perdería por sus exabruptos y exageraciones, pero parece que solamente gana.