Proponen abandonar la prueba y darla por perdida

telecinco.es 30/09/2021 08:00

Fue cosa de hacerse los dos grupos de la prueba semanal y empezar a surgir las propuestas de abandonar la prueba y darla por perdida desde ya, nada más empezar. Ayer fue su primer día con unas normas algo distintas, pendientes de la elección del líder del equipo de los Morronuí. Este tenía que hacer los dos grupos antes de empezar hoy la prueba normalmente. Se podría pensar que quienes ya han propuesto boicotear la prueba son los elegidos como Pringanuí, pero no exactamente. En el grupo mayoritario, sean del grupo privilegiado o del otro, es donde se ha llegado incluso a hablar de conceptos tradicionales de la lucha de clases, como la sindicación o la huelga (huelga de hambre incluida). ¡Alucinante!

Adara eligió anoche a Frigenti como líder de equipo privilegiado. Como había acordado con Cristina y Luca, estos dos forman parte también de ese equipo. No en vano Miguel ha repetido en diversas ocasiones que son sus compañeros de viaje en este reality. Completan este grupo Jesús y Dani (aka Gemeliers), Luis y Canales. Por tanto, en el grupo que hará todo el trabajo en la casa y la prueba están Isabel, Cynthia, Emmy, Fiama, Lucía Sandra y Julen. Salvo Cristina, los Morronuí son todos hombres. Y salvo Julen, los Pringanuí todas mujeres. No le quedó a Frigenti muy equilibrado el reparto en ese aspecto.

Los Gemeliers no se quejaron en un primer momento de la composición de los grupos a pesar de que les aparta de la cocina. Canales sí lo hizo, aunque agradeció a Frigenti el detalle. Recuerdo que el equipo privilegiado no podrá hacerse ni un zumo de naranja. Tienen que pedir a alguien del otro grupo que se lo haga. Si un Pringanuí quiere hablar con un Morronuí debe pedir permiso de Miguel. Ambos grupos adorarán cuando suene la música a la diosa Adara, pero solo hasta esta misma noche. A partir de mañana Adara ya no estará en la casa y será el líder quien ocupe su lugar en el olimpo de los dioses. Esto ha hecho pensar en el grupo mayoritario que Miguel no será el tercer expulsado de este Secret Story, pero se presupone que hay un plan alternativo si eso sucediera.

La prueba tiene cierta dureza porque durante ocho horas al día el grupo de currantes tendrá que trasladar en cubos las cuentas que salen de la boca del Moái hasta su cumbre. Pueden estar en esa labor todos siempre o irse turnando. Ayer mismo esto ya generó alguna discrepancia. Al ser el primer día y no tener formados los grupos participaron todos y Luca propuso un sistema de turnos que parecía muy lógico y razonable. Supongo que no quisieron aceptarlo por venir de quien venía. Es dura, pero no imposible de superar. Por eso extraña que desde antes incluso de hacerse los grupos empezasen a surgir voces cargadas de pesimismo partidarias de abandonar la prueba con la excusa de que estaba ya perdida. “Se puede perder sin querer”, proponía Cynthia. Imagino que se refería a eso que los payasos de la tele llamaban “sin queriendo”, genial forma de hablar de querer sin que se note.

No deja de ser curioso que Emmy fuera de las primeras en defender el boicot, precisamente en un momento en el que estaba incumpliendo las normas porque no llevaba puesta la ropa de la prueba. No se puede hablar de un descuido porque se lo dijeron en varias ocasiones, desobedeciendo repetidamente las advertencias. Debo ser malpensado, pero diría que lo hizo aposta. No sé para qué han aceptado ser concursantes personas que no quieren hacer la prueba, colaborar en las misiones, o participar en las fiestas.

A los pocos minutos de empezar anoche la fiesta dedicada a la gran Raffaela Carrà solo se habían puesto el disfraz imitando a la diva italiana y estaban en el salón divirtiéndose animadamente Miguel, Cristina, Luca y Adara. El resto se fueron concentrando en torno a la cama de Lucía, otra vez de bajonazo. La mayoría con el pijama puesto. Todos pasando de la prueba. No se dan cuenta de que están en un programa de televisión y es su obligación participar en las actividades que este propone.

Un rato antes de la fiesta Emmy se negaba a pesarse y medirse para comprobar si Cristina había superado su misión. Lo de Emmy es un grado de dejación de sus responsabilidades como concursante que clama al cielo. Aunque ya digo que no se trata de una actitud aislada porque casi todo el grupo mayoritario defendió ayer en algún momento abandonar la prueba y pasaron de la fiesta como de comer excrementos. Por cierto, Cristina no superó su misión y, por tanto, se quedó sin conocer una pista de un compañero. Calculó la suma de 19,3 metros y 729,91 kilos, aunque antes le habían obligado a excluir a algunos compañeros. El margen de error admitido fue superado ampliamente.

Si la organización está contabilizando los fallos de la prueba deben tener ya unos cuantos. No solo por la ropa de Emmy, también porque los gemelos tocaron la comida sin poder y vi a varios Pringanuis hablar con Rollonuis sin haber pedido permiso al líder. Lo de las cuentas del Moái puede ser cansado, pero no tiene ninguna complicación. Por eso no entiendo el pesimismo de muchos. Tampoco vi ninguna actitud de abuso de autoridad en el grupo privilegiado como para justificar las quejas del otro grupo. Si alguien quiso pedir algo más especial ese fue Jesús, quien quería que le hiciesen las uñas. Dani le paró los pies porque eso podía verse mal entre la audiencia (¡correcto!). Tal vez fue Adara la que tuvo más guasa pidiendo que le hicieran a su gusto la cena, pero deberían entender que ella ha entrado para tocar un poco las narices y tiene para todos. Digo más, Jesús reconoció que se habría aprovechado de la situación, especialmente con Frigenti, si al trío disidente le hubiera tocado estar entre los Pringanuí.

Fiama y Emmy fueron las primeras en proponer el boicot a la prueba, pero no las únicas. En algún momento todos mostraron simpatías por la idea, desde Luis hasta Isabel, de Canales a Jesús. Es fácil entender que a los Pringanuí les fastidie estar hasta el domingo llevando todo el peso de la prueba y las tareas mientras los otros viven el dolce far niente. Pero no olvidemos que Jesús o Canales, defensor entusiasta desde primera hora de abandonar, están entre los privilegiados. Los dos principales ejemplos de exageración máxima fueron protagonizados por Dani, que vomitó la cena (en teoría por la presión de toda esta situación), así como Isabel y su huelga de hambre. Dice que no va a comer nada de aquí al domingo porque no le dejan montar un sindicato.

De igual manera que se debe ser empático con los menos favorecidos en la prueba también estaría bien serlo con el otro lado. Se equivocarán si abusan de su posición, pero están en una situación de privilegio que no pueden dejar de aprovechar. Ya dije ayer que Adara no haría ningún favor haciendo líder a Frigenti. Es mucho más fácil simpatizar con quienes lo están pasando mal, lo cual vendría a sumarse al resto de situaciones de la casa contra el trío disidente. Pero estaba manejando un escenario conocido que suele darse en este formato. Es decir, no tuve en cuenta que los miembros del grupo mayoritario son suficientemente torpes en su mayoría para ni siquiera ser capaces de sacar provecho de la situación.

De momento, el grupo mayoritario consigue todo lo contrario amenazando con un planté a la organización. Como le dijeron en el cubo a Luis Rollán: si pierden la prueba tienen media compra, pero si deciden ni siquiera intentarlo pueden tenerles a pan y agua el tiempo que decidan. Esa o cualquier otra sanción estaría bien merecida para quien no cumple con sus obligaciones como concursante. Por lo pronto, creo que sería necesaria una charla a la casa sobre ciertas actitudes.

Lo de Sofía es intolerable, pero tampoco es de recibo que algunos no estén remando a favor del programa. Alguien debería hacerles entrar en vereda, y Jorge Javier sería perfecto para ello. Igual que ven otros vídeos sería bueno que se les pasasen imágenes queriendo abandonar la prueba nada más empezar esta, negándose a participar en aquello que el programa propone (como Emmy anoche) o pasando masivamente de la fiesta anoche. En el caso de Isabel Rábago entiendo que su reacción es producto de una lógica frustración porque no fue elegida para formar parte del grupo privilegiado después de haber pasado largo rato hablando con Luca y, en teoría, acercando posturas. No le sirvió de nada.

Volviendo el episodio de Sofía, esa misma noche y ayer por la mañana repetía Canales la idea de que si Luca no se llega a levantar para separar a Sofía y Frigenti el rifirrafe no se habría visto con la misma gravedad. Llegó a decir que de no haber sido así Sofía seguiría en la casa. Comparto esa idea cuando se trata de dos personas que se enfrentan sin llegar a tocarse. En ese caso, que alguien intervenga para separarlos normalmente agrava la situación y hace que transmita una mayor agresividad. Pero no lo compro en este caso, ya que existió contacto físico, lo cual ya es grave en sí y justifica la intervención de terceros para intentar que no vaya a más.

Pero es que el argumento de Canales es falaz porque antes que intervenir Luca lo hicieron Lucía (la primera en acudir), Emmy y alguna otra compañera de entre quienes se sentaban a la derecha de Miguel. Si acaso, se podría culpar a Luca (sentado al otro lado) de haber tardado en levantarse, pero no de agravar la situación porque no fue el único ni el primero en acudir para intentar separar a Sofía y Frigenti. Casi todo el grupo mayoritario justificaba ayer a Sofía, lo cual es otro motivo para que alguien les diga cuatro cosas. Igual necesitan unas dosis de ‘ubicaína’, algunos en tratamiento crónico.

Pues no dice…

Pues no dice Lucía: "El que no diga ele que el culo se le pele". Otro: "Ni sirvas a quien sirvió, ni pidas a quien pidió". En el nuevo refranero según Lucía Pariente solo hay un problema; ni ella misma sabe lo que significan los refranes.

Pues no dice Adara: "¡Que me meo!". Tanto repetir su "madre mía" y es mucho más característica suya esa otra frase más escatológica.

Pues no dice Canales que si siguen por esa línea "lo de ayer (tema Sofía) va a ser una tontería". He dicho Canales, no Vito Corleone.

Moleskine del gato

En el Última hora hicieron alegatos a favor de los expulsados tanto los hermanos de Miguel como una amiga de Sandra. Me hace gracia comprobar que los gemelos Frigenti hablan casi exactamente igual que él, aunque parecen la versión sensata y seria de su hermano.

Emmy tuvo un brote esta madrugada que anuncia nuevos enfrentamientos. Luca le gastó una broma escondiendo su peluche y no le sentó nada bien. Deberían darse cuenta de que las bromas se deben gastar solo a los amigos, porque sino se convierten en otra cosa.

Esta noche tenemos una fiesta, con Jorge Javier como maestro de ceremonias. Aparte de resolverse el duelo para la expulsión de Sandra o Frigenti volverá a sonar el teléfono del jardín que en este caso tiene un premio poco deseable. Quien llegue primero a la cabina estará nominado automáticamente. Un juego decidirá la inmunidad y, como ya sucedió el jueves pasado, media casa nominará en el cubo y la otra mitad a la cara en el salón. Por último, se retomarán los secretos tras el sobresalto del martes, y es previsible que al activarse de nuevo el pulsador algunos concursantes se animen a darle. Cruzaré los dedos para que salga todo bien.

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