Primeras amenazas: Melyssa y Alexia hablan de abandonar

telecinco.es 14/04/2021 08:00

Ya hemos sido testigos de dos amenazas de abandono. Por motivos diferentes, Melyssa y Alexia han hablado de abandonar el programa. Una creyendo que iba a ser destinada al barco encallado y la otra por su precario estado físico. Alexia pidió que la visitase el médico mientras expresaba su deseo de abandonar esta aventura. Dado que anoche estaba muy recuperada e hizo un fenomenal papel en la complicada prueba de recompensa, calculo que las imágenes de la visita del médico serían de viernes o sábado. Las condiciones de vida en el barco explican el enorme bajonazo que debió tener. Luego volveré a lo de Alexia porque, como digo, también ha amenazado con marcharse Melyssa. Lo hizo en directo anoche mismo. En una confusión alentada por el programa dio por supuesto que su nueva ubicación era el barco encallado, como ya he contado antes. Antes de saber que no era así y con la barca al lado del barco llegó a amenazar con tirarse por la borda.

Entiendo la reacción de Melyssa, aunque en esta aventura hay que estar a las duras y a las maduras. Se le pasó el disgusto tan pronto como supo que estaba de visita en el barco. ¿Y por qué hizo tal visita? Pues porque tuvo el encargo de robar a sus compañeros del otro grupo, de igual manera que Sylvia hizo en la playa. Los concursantes de ambos grupos debieron votar por el compañero que no iría a jugar el premio de recompensa. Mientras que entre los encallados hubo disparidad de criterios y escribieron el nombre del compañero elegido en el pizarrín sin añadir mensaje alguno, los supervivientes votaron todos a Antonio y la mayoría dejó sus mensajes a menudo ininteligibles alrededor del nombre. El voto fue inducido por el propio Canales, de lo cual fuimos testigos de meridiana claridad. Cuando Carlos Sobera les explicaba la mecánica se vio a Antonio pidiendo que le votasen a él. Lo hizo de forma implícita y explícita porque enseguida preguntaba si se podía votar a sí mismo.

Es evidente que cuando Antonio pregunta si puede votarse está queriendo dejar clara su intención o su deseo de no disputar el juego de recompensa. Pero, además de esto, pidió de forma clara el voto a sus compañeros, como se puede apreciar claramente en las imágenes. Los más cercanos en ese momento están mirándolo fijamente y sus gestos se me antojan inequívocos. Falta a la verdad Melyssa cuando dice que Antonio no les pidió el voto, pero es probable que no mienta y simplemente ella no llegase a verlo. El propio Canales aceptó haberlo hecho cuando Sobera les advertía de que no es algo legal y gesticulaba pidiendo perdón. Antonio explicó una vez más lo de sus heridas y que las de la mano no le permitirían hacer la prueba. Decía esto sin saber en qué iba a consistir.

La dirección de Supervivientes estuvo muy rápida sorprendiendo con un giro a esta trama de la prueba. Antonio había pedido el voto, lo cual está prohibido en las normas del programa y así había sido explicado por el presentador. Además, considerando que el estado de las manos de los concursantes no influía en poder o no hacer la prueba decidían que Antonio sí la haría y quien se quedase sin jugar fuera precisamente el elegido (elegida, en este caso) por el propio Canales. Esa era Melyssa, y Antonio justificaba su elección diciendo que su compañera era la líder del grupo. Está claro que no se esforzó en decir algo con un mínimo de coherencia.

Antonio y Alexia exageran la gravedad de su estado físico. Los dos hacen algo parecido, pero con objetivos diferentes. Mientras que ella lo hace para justificar su abandono, él lo que quiere es durar lo máximo posible en el concurso. Alexia pretende provocar lástima por si el médico se apiada de ella y le da el salvoconducto para dejar de ser concursante sin tener que pagar la sanción correspondiente. Pero eso se vende caro. Sin embargo, Antonio busca despertar ese mismo sentimiento de lástima en la audiencia para ir teniendo pequeñas o grandes ventajas en el concurso y entre sus compañeros para que le libren de hacer aquellas cosas que lleva aparejado ser concursante de Supervivientes y le resulta incómodo hacer. Por ejemplo, hacer las pruebas.

Estos enfermos imaginarios, como el de Molière, merecían que sus exageraciones tuvieran el tratamiento de ópera bufa y no lograsen sus pretensiones. Alexia recibió del médico la respuesta de que nada justificaba su abandono. Y Antonio no evitó tener que hacer la prueba. Repito algo que escribí aquí el pasado viernes: si Canales estuviera enfermo sería examinado e igual debía dejar el programa por prescripción médica. Estoy convencido de que es un error considerar a Alexia o a Palito las más débiles y, por tanto, no echarles cuentas por pensar que no son rivales en el concurso. La debilidad no está en lo físico, o al menos no es eso solo. Espero no equivocarme y ver llegar lejos, para sorpresa de casi todos, a estas dos concursantes.

El caso es que Alexia no hizo mal papel en la prueba, y Palito fue de las más rápidas. Consistía en arrastrarse por el suelo con las manos atadas a la espalda y llevando un balón por el suelo con la cabeza. Dos supervivientes iban hacia un lado y dos encallados hacia el otro. La máxima dificultad venía por la cuerda elástica que les ataba al punto central y que a dos metros de la meta estaba considerablemente tensionada. La recompensa eran unos churros con chocolate que tomaron con los ojos tapados y en parejas que se daban mutuamente de comer.

Tomaron su dulce recompensa los siguientes concursantes: Gianmarco, Alejandro, Palito, Valeria, Alexia y Carlos. Como hay más supervivientes que encallados lucharon juntos (mediando sorteo siempre) Lola y Omar, del primer grupo ambos. Lola fue ganadora y tuvo el privilegio de tomar la recompensa con los ojos destapados y sin límite de tiempo. Destacado del momento recompensa que al finalizar el tiempo y teniendo todos la cara embadurnada en chocolate preguntase Lara si podía besar a Palito. Contestó Lara Álvarez transmitiendo la decisión de la dirección del programa, aunque tal vez habría tenido que hacerlo Palito. El morreo fue de rechupete, nunca mejor dicho.

Para Lola ganar esta prueba frente a Omar contribuyó a recuperar su orgullo después del bajón vivido los días anteriores. Ayer fue su día: logró pescar y ganó la recompensa con premio extra. Seguro que ahora ve las cosas de otro modo. Los primeros días han sido para ella de frustración porque nada le salía bien, aunque me da la impresión de que su mayor preocupación era haber discutido con Gianmarco, al que aproximó el palo de hacer fuego justo después de someterlo a un rato de fricción. En este caso pecó por tocarlo con un palo.

No me parecería molesto ver a Olga hablando de su vida, su marido y los hijos de este fruto de una relación anterior, si no fuera porque se ve algo muy antinatural. La cuestión no es el fondo de la conversación sino que esté hablando a la audiencia disimulando que lo hace. Y no solo le habla a la audiencia, también está lanzando un mensaje a Rocío Carrasco. Marta, buena amiga suya, hace de parapeto para que el mensaje llegue al espectador. Pero no queda natural, porque si es tu amiga no haría falta decirle cosas que ella ya debe conocer. También me sobra la bromita de preguntar “¿de quién me estaré acordando?” mientras asesta repetidos golpes con el machete a una vara de bambú. No era necesaria la broma.

Moleskine del gato

Gianmarco fue el salvado en la primera ceremonia de eliminación. Sobre los otros tres nominados cayó barro por decisión de la audiencia, aunque igual podía haberles caído agua helada. El italiano se ha especializado en realities y eso le proporciona una base de espectadores y espectadoras a su favor. Me temo que nos lo vamos a tener que tragar durante buena parte del concurso. Mi estómago no merece esto.

Anoche había en plató dos opinadoras que son expareja de Alejandro. Tras la recompensa de la prueba proponía Sofía que su exnovio y Gianmarco se olvidasen de los prejuicios para liarse cuanto antes. ¿Qué hubiera pasado si un opinador dice algo semejante de Alexia y Palito, por ejemplo? Estaría ahora medio Twitter pidiendo su destierro, cuando menos. La otra ex de Alejandro (Isa Pi) dejaba caer que había hecho bien la prueba porque está acostumbrado a arrastrarse. Los demás pensaron que estaba hablando bien de él, pero yo no estoy tan seguro.

Me inquieta Valeria cuando dice “yo no estoy loca” en medio de una discusión con Sylvia. Es sabido lo primero que dice un borracho actuando en sociedad. Exacto: “Yo no estoy borracho”.

Afirma la amiga de Olga en plató que su conversación con Marta es como de dos amigas charlando en la playa. “Como si estuvieran en el Caribe”, añade. Claro, es que están en el Caribe.