En una pizza el tamaño sí importa
Ha sido un tema tabú durante décadas y no han dejado de surgir teorías al respecto. ¿Importa el tamaño? Pero, queridos lectores, no hay más ciego que el que no quiere ver. En una pizza el tamaño sí importa. No es lo mismo una buena pizza, hermosa, grande y lustrosa, que algunas cosas esmirriadas y ruinosas que se ven por ahí. Y no se fijen solo en el diámetro, también es importante el grosor, que no es lo mismo aunque lo parezca. Una pizza gorda y grande proporciona mucho más placer. Es un tema tanto físico como psicológico. Una buena pizza excita la imaginación y abre el apetito. También es cierto que cada uno debe encontrar su tamaño ideal. Personalmente, me deprimen las pizzas de masa fina, esas que parecen casi una oblea. Donde este la masa americana que se quite todo lo demás. Mi consejo es que si hay hambre se elija una pizza grande, y si no también.
Digo todo lo anterior porque Rocío, Ana María y Barranco se dieron el festín con una pizza barbacoa hermosa, que viendo las imágenes calculo de un diámetro no inferior a 50 centímetros. Sin embargo, la mala conciencia les hizo minimizarlo y casi dicen que habían comido una micropizza. Ni siquiera dieron a entender que el pirata Morgan les había ofrecido una pizza entera porque hablaron de una porción para cada uno. Y una porción era, pero es que se partieron la pizza entre tres. Eso es lo único que voy a criticar respecto a este episodio. Hubiera sido mucho más fácil, y más útil, partir la pizza en 6 porciones, correspondiendo 2 para cada uno. Los italianos llevan dos siglos haciendo pizza y desde siempre nos han enseñado a dividirla en porciones. Si hubieran sido dos en lugar de tres los concursantes igual son capaces de dividir la pizza tan solo por la mitad. Mal, muy mal.
El tema es que entre todos eligieron a tres compañeros en los que depositar su confianza para una misión del pirata Morgan. En principio, decían todos dos nombres, pero Hugo solo quiso dar el de Rocío. Fue gracioso que luego se quejara de que ninguno hubiera confiado en él. Como le dijo Barranco: “Y tú solo has confiado en Rocío”. Tampoco él había sido capaz de depositar la confianza en otro compañero, reprochando algo sin predisposición a la reciprocidad. Ya he dicho antes que los elegidos fueron Rocío, Ana María y Barranco, a quienes pusieron en la tesitura de elegir entre coger leña y almendras para el grupo durante 15 minutos o emplear ese tiempo en comerse la pizza en cuestión. Eligieron comer, e hicieron bien.
De acuerdo que la leña es importante porque tienen poca, pero si te ponen delante una pizza hermosa es casi un delito dejarlo pasar. Soy muy de la idea de “pizza para hoy y hambre para mañana”. Más aún cuando queda poco y menos para el final de Supervivientes 2020. Al regresar con sus compañeros lo contaron y a Elena le costó creerlo. Hugo les llamó egoístas. “Somos Hugoístas”, respondió Ana María. Reconozco que me hizo sonreír. Y luego se equivocaron haciendo de menos a la pobre pizza. Anoche mismo les costó reconocer que era enorme. Rocío terminó diciendo que era una pizza familiar mientras Ana María se quejaba de que tenía poca carne y mucha salsa barbacoa. Algunas personas parecen insaciables. Viendo las reacciones de sus compañeros yo habría exagerado en lugar de quitarle importancia. Presumir de pizza grande también es un clásico, algo que tenemos marcado en nuestro ADN y todos hemos hecho alguna vez.
Rocío parece más preocupada por el tamaño de sus pechos que por el de la pizza. No estaría hablando de los pechos de una concursante si no hubiera expresado ella su deseo de aumentar su tamaño con la cirugía. Lo hizo delante de Ana María y Barranco, sus cómplices con la pizza. Bueno, en realidad delante de todos porque son solo seis y duermen pegados como perrillos en una tienda de mascotas. Me resultó graciosa la reacción de Barranco: “Más tetas, ¿te quieres poner más?”. Se refería a más grandes, no más. Por la extrañeza que expresaba Barranco diría que ya le parece un tamaño suficiente, aunque mejor dejo el tema porque he hablado demasiado de tamaños por hoy.
El corte de mangas de Elena
Lo que no se mide en tamaño sino en intención es un corte de mangas. Viendo a Elena dedicarle uno a RocíoRocío en la palapa durante la gala del pasado jueves hubiera dicho que no es su primera vez. Lo confirmó su hermana en plató. “Ella lo hace siempre. Hay que hacerlo más”. En la familia de Elena hay que hacer más cortes de mangas igual que en ‘La hora Chanante’ creían pertinente decir más “hijo de (las cuatro letras)”. Y digo yo que de (cuatro letras) a (cuatro letras) taconazo. Porque Rocío también sabe hacer cortes de mangas, en su caso combinados con sacar bien el dedito corazón, también llamado medio (que está en el medio casualmente). Que se lo pregunten a Avilés, si la terapia le permite responder. En el fondo lo que hace Elena con esto es confirmar la sensación de que cada vez es más desagradable.
Anoche volvía Elena a faltar a la verdad diciendo que ya están igualados ella y Hugo porque ambos se han nominado dos veces. La verdad es que Hugo la ha nominado dos veces a ella, pero con la del jueves ella lleva tres a su exyerno. El tamaño importa, y las veces también. No es lo mismo dos que tres. Hugo se enteró de que le había nominado ella porque Ana María quiso contarle que ella no lo había hecho. Nunca entenderé esta manía por confesar lo que han nominado o lo que no. Hugo hizo cuentas y le salió que Elena le había metido en la terna, aunque en realidad lo hubiera podido evitar si la llega a nominar a ella. En lugar de enfadarse consigo mismo prefirió cargar contra Elena, como si no tuvieran todos la libertad de nominar a quien prefieran. La llamó “mentirosa”, “cobarde” y “estratega”. Ella contestó: “Y tú estratego”. La dislexia, ya sabemos. Por cierto, durante el día que no pudo hablar y se tenía que expresar escribiendo ni una falta se vio.
“Esos términos conmigo no los usas”, dijo Elena. “Uso los términos que me sale de los cojones”, respondió Hugo. Y así todo el rato, no me obliguen a seguir transcribiendo cosas que a Carmen Lomana y a mí nos parecen ordinarieces. Si Hugo fuera estratega sería de los malos, porque ya he dicho antes que hubiera evitado ser nominado por el grupo si nomina a Elena. Aunque seguramente lo estaría igualmente por el líder Barranco. Elena lo llamó “frío y manipulador”, supongo que repitiendo lo que mucha gente ha dicho de Hugo desde su participación en Gran Hermano. Pero su propia reacción a la nominación de Elena desmentía lo de frío. De todo esto me llama la atención la queja de casi todos sobre algo que ellos también hacen. Elena, por ejemplo, se queja de que se pidan explicaciones por las nominaciones, afirmando que no le importa nada y le aburre el tema, mientras se estaba quejando de que Barranco la nominase a ella en lugar de a Ana María. Anoche mismo, Elena lloraba al enterarse de la nominación de Ana MaríaElenaAna María. “Nunca me lo hubiera imaginado”, dijo. ¿De veras no le importa nada?
Lo noticioso de la prueba de recompensa de anoche es que Hugo no protestó por nada relacionado con la mecánica de la prueba o la ejecución de ningún compañero. Pero sí lo hizo porque pasado el tiempo que tuvieron los ganadores y una agregada para comer los churros con chocolate de la recompensa no les dieron a los demás la oportunidad de rebañar un poco el plato. La queja de Hugo es comprensible, tanto que si una vez más lo hubieran permitido aún seguirían muchos protestando porque Rocío siempre pilla y acusando al programa de dejarles comer a todos para beneficiar a esta concursante. Habían ganado Ana María y Barranco, pero el trío de la pizza no se pudo repetir porque debían elegir a un tercero entre los ganadores (que fue Jorge) y Rocío no había ganado. Por una vez no pilló.
El gato responde
Durante la tarde de ayer se dijo alegremente por Twitter que Avilés estaba en Madrid, que había volado junto a Nyno y Yiya, que habían mentido en el programa ‘Viva la vida’ diciendo que conectaban con Honduras para hablar con él. La imaginación dio hasta para decir que el fondo de la habitación donde estaba José Antonio era un croma. Pues no. Todo mentira. Se desmontó el bulo cuando apareció el exconcursante al lado de Ivana. Algunos en lugar de disculparse por difundir el bulo siguieron con la tontería. Una lástima.
José Antonio no me da ninguna pena. La pena es que de pena a alguien. Que ahora se escude en haber sufrido bullying en la infancia es patético. Jordi González se lo dejó todo bien clarito. Mucha gente pasa por esa dolorosa situación y luego no hace daño a nadie. Ahora le toca devolver el dinero que debe o ha estafado. Y dejar de mentir. Anoche mismo afirmaba que ya ha empezado a recibir terapia. No es cierto, confirmó Jordi. Terapia todavía no. Tan solo tiene la ayuda psicológica que el programa ofrece a todos los concursantes. Indignante que se quisiera marchar porque ya había dado explicaciones en “su programa”. Insisto en que su programa, hoy por hoy, es este.
Moleskine del gato
Que Hugo se queje porque la ropa interior de Elena tendida olía mal es casi tan ridículo como su disculpa posterior. “Le dije que me disculpara por haber dicho que sus prendas íntimas tenían mal olor”, afirmó Hugo anoche en directo. Y no le cambió la cara a nadie.
Ivana ha perdido 13 kilos con 700 gramos. Dice que nunca ha estado tan delgada. Se compensan los kilos perdidos por Ivana con los 7 que ha ganado Yiya desde que dejó los callos (Cochinos, no madrileños) y los 10 de Nyno. Este dice haberlo conseguido con tortillas de diez huevos. Niños, no probéis esto en casa.
Cuenta Ana María que Gloria Camila se ofreció a defenderla en plató. En cuanto se enteró de que iba a participar en el programa preguntó quién la iba a defender. E inmediatamente se ofreció a hacerlo ella misma. La gente se muere por salir en televisión. Gloria al menos conoce algo a Ana María, porque este reality ha tenido algún defensor de concursante que apenas lo conocía (se dice el pecado, pero no el pecador).