Alba no pide perdón, pero sigue en el concurso
Después de permitírsele todo durante semanas, llegó el momento esperado en que Alba recibía la reprimenda esperada. Tensó la cuerda demasiado en una gala horribilis para ella. Expulsaron a El Cejas, castigándola al horror de seguir haciendo este trabajo con el que no es capaz de cumplir y por el que tantos suspiran dispuestos a ocupar su lugar con entusiasmo. Se enfrentó a dos de sus principales apoyos en la casa, tal vez los únicos que le quedaban. Y, una vez más, interpretó de forma increíblemente retorcida una conversación entre Noemí y Mila, preocupadas por los bajones que la tienen metida en la cama sin ni siquiera hacer la prueba semanal.
“Yo no os he pedido que tiréis de mí”, decía a gritos Alba, demostrando su escasa generosidad con los afines. O sea, lo mismo que le vimos hacer con Irene tantas veces. Pero su principal error fue volver a denigrar al equipo del programa para el que trabaja. “Me sorprende que en este concurso haya psicólogos y psiquiatras y no estén viendo lo que me pasa, de verdad, te lo juro por mi vida”, dijo Alba. Jorge Javier estalló entonces de forma justificada. “Hasta aquí hemos llegado. Lo que no se puede hacer, Alba, es echar mierda de esa manera contra la gente que hace este programa”, empezó diciendo Jorge Javier. Era el comienzo de la gran rajada.
La reprimenda siguió así: “Si tú tienes un problema, si estás a disgusto en este programa, ten la vergüenza y la decencia por ti misma de coger la puerta, irte y pagar la penalización. Eso es lo que no quieres hacer. Y eso es lo que deberías hacer. En este momento te pido que al equipo de profesionales que forman parte de este programa les pidas perdón, como también le pidas perdón al súper, pidas perdón al equipo de producción, pidas perdón a esta productora. Es lo mínimo que podrías hacer si tuvieras un poco de vergüenza y de dignidad”.
Tras solicitar las obligadas disculpas a Alba, seguía Jorge Javier: “Te reitero lo que te acabo de decir: la puerta la tienes abierta. Puedes irte cuando te dé la gana. ¿Quieres dormir esta noche en tu casa? (Alba asentía con la cabeza) Si abandonas sabes perfectamente que vas a pagar la penalización. ¿Lo quieres? Sin plató. Si quieres irte a tu casa vete directamente a tu casa y a la felicidad. Pero, chica, de verdad... pensaba que te conocía, que habías superado la rabia que me producen algunos de tus comportamientos, pero la realidad supera lo que yo había imaginado”.
Con su discurso, Jorge Javier hacía lo que tal vez se debió abordar hace muchos días. Alba es como a ese adolescente al que se le permite ir haciendo pillerías y estas cada vez van siendo más graves. Como ve que se lo toleran va estirando la cuerda cada vez más, hasta que se rompe. O bien, hasta que le paran los pies, y a partir de ese momento se lo piensa antes de volver a las andadas. Creo que Alba se pensará mucho a partir de ahora volver a los desprecios y desplantes hacia el programa que la está pagando, y parece que muy bien. Demasiado la han consentido, para mi gusto.
Alba dijo que se quería marchar, pero al final decidió quedarse. No quiso despedirse de nadie antes de ir a la sala de expulsión. Fueron Noemí y Antonio David quienes tuvieron que ir a darle un beso. Luego se quejaba de que al volver nadie le había dicho nada. ¡Pero si ni siquiera se había despedido! Se fue sin decir nada y de la misma forma volvió, en medio de un sepulcral silencio. A estas horas no he visto todavía a Alba pidiendo públicamente perdón. “Es lo mínimo que podrías hacer si tuvieras un poco de vergüenza y de dignidad”, le dijo Jorge Javier. Pues ya está visto.
La noche estuvo calentita para el presentador, que hizo extensivo al resto el reproche por decir tantas veces eso de que “está todo el pescado vendido” y otros desprecios hacia el programa en el que trabajan. “¿Por qué no dejáis de ver al Súper, a la organización y al programa como el enemigo? El de Gran Hermano es un equipo de gente que trabaja para que todos los pasemos bien. ¿Por qué estáis en ese momento paranoico? ¿Pero qué es esto? ¿Para quién pensáis que trabajáis?”, les soltó. Coincido plenamente con Jorge Javier cuando dice: “Lo que está sucediendo en esta edición no lo había visto en mi vida”. I agree.
Mila se dio por aludida aunque quedó claro que el mensaje no era solo para ella. Alba miraba para otro lado en ese momento. Aunque la principal disculpa de Mila vino más tarde, precisamente después de escuchar la reprimenda a Alba. Sospecho que se dio cuenta de que la cosa estaba seria. En su última oportuna parrafada dijo Jorge esto: “Esas conversaciones de que esto está amañado, de que ya se sabe quién va a ganar, me aburren”. Vuelvo a coincidir, del mismo modo que otra vez me parece que la advertencia llega demasiado tarde.
Me parece razonable que se hicieran extensivas a todos las advertencias, aunque solo he visto utilizar el argumento pescadero (lo de que “ya está todo el pescado vendido”) a El Cejas, Noemí, Alba y Mila. Por tanto, creo que hubiera sido justo señalarles a ellos. Más que nada porque muchos no lo sabrán y se está comprometiendo igualmente la imagen de los demás. Alba y Mila están resultando un lastre para el programa, algo que solo queda reparado en las galas, particularmente en la de anoche. Por un lado está esa Alba que ni siquiera quería hablar con su madre, a quien dice no creer. Por el otro la Mila que no quiere disfrazarse de abaje reina y aporrea la puerta del ‘confe’ para que la abran al más puro estilo Picapiedra.
“Si me llevan vestida de gallina al plató me tiro del coche, me autolesiono y es accidente laboral”, amenazaba Mila. “Sé que tu sentido del humor es más grande que tu sentido del ridículo”, respondía Jorge. “Este no me conoce”, masculla ella. “Me duele que digas eso porque soy uno de tus mejores amigos”, se dolía él. Y a todo esto, Mila con el disfraz de abeja puesto, aunque con la banda de “miss abeja queen” retorcida y una antena rota por haber tirado con rabia la diadema al suelo. Que diga la gente lo que quiera, pero este programa es un espectáculo maravilloso pase la que pase.
Lo que Mila no sabe ver es que si no fuera por estas coñas que tanto parecen molestarla el número de vídeos que veríamos en las galas de ella tendería a cero. Sospecho que hay una parte de exageración en su actitud. Está entrenada para ello y seguramente le sale de natural, pero en este caso se me antoja más ridículo todavía si no es del todo cierto. Los desplantes y cabreos de Mila le dan el protagonismo que no tiene por sí misma en la convivencia diaria. Algo parecido para con Alba. Tras ser expulsado El Cejas el panorama en la casa es el siguiente: ocho concursantes activos y una en la cama. Una cosa es que Alba no quiera pagar la sanción e irse, prefiriendo comprometer su imagen antes de pedir perdón, y otra que ni siquiera haga la prueba semanal. Debería hacerse algo con esto.
La situación que describo durará poco porque anoche se inició en proceso de la repesca. Decide la audiencia con sus votos en web y App. Ese era el bombazo de la noche y al conocerse la noticia toda la atención del programa fue a Kiko, aunque entre el público del plató el nombre que se escuchó corear más fue el de Hugo. Prefiero esta opción porque me gustaría ver jugar sola a Estela, y si vuelve Kiko no podrá ser. Estela debería convertirse en la gran rival de Adara. Ese duelo se me antoja impresionante y se malograría si volviese Kiko. Hugo solo compromete la tranquilidad en la casa. Sacaría de quicio de nuevo a Mila y las fiestas volverían a convertirse en algo divertido.
El Cejas fue expulsado y no me resulta fácil añadir nada más. Su concurso se puede resumir en aquella deslealtad hacia Mila que reconoció como un error y por la que anoche mismo se volvía a disculpar. Adara le ha valido para sacar un poco la cabeza en las galas. Cuando se lo preguntaba Hugo en el plató le vi con dificultades para explicar por qué su enfrentamiento con esta concursante. La juventud de El Cejas no justifica su discreto papel en un concurso del que sale cuando muchos ya nos hemos dado cuenta de que no hay tanta diferencia entre El Cejas y Diego Arroba como él mismo quiere hacer ver.
Observatorio de nominaciones
En el juego del jefe de la casa cinco concursantes obtuvieron una llave para abrir uno de los cinco maletines que había en el salón. La llave de Noemí contenía el premio de la jefatura, que lleva añadida la inmunidad y un privilegio extra. La de Giamnarco no tenía nada. Joao obtuvo un punto extra y Antonio David dos. Por último, Estela pudo repartir sus 6 puntos como quisiera.
Así fueron estas séptimas nominaciones de la edición:
Antonio David > Adara (1), Pol (2), Joao (3) y Joao (2 puntos extra).
Estela > Alba (6)
Joao > Estela (1), Alba (2), Antonio David (3) y Antonio David (1 punto extra)
Alba > Joao (1), Pol (2) y Gianmarco (3)
Noemí > Joao (1), Pol (2) y Gianmarco (3)
Gianmarco > Estela (1), Mila (2) y Alba (3)
Mila > Adara (1), Pol (2) y Gianmarco (3)
Adara > Alba (1), Mila (2) y Antonio David (3)
Pol > Mila (1), Alba (2) y Antonio David (3)
Los nominados provisionales fueron Alba, Antonio David y Gianmarco. Noemí, como jefa de la casa, quiso ejercer el privilegio extra del intercambio. Salvó a Antonio David y metió a Pol en la terna. Idéntico resultado al que habría tenido el privilegio de la salvación, dado que Pol era el siguiente con más puntos en las nominaciones.
Los objetivos de ambos grupos fueron esta vez Gianmarco (esta vez sí) y Antonio David, aunque con la excepción de ellos dos puesto que no se nominan mutuamente. Antonio David dio sus tres puntos a Joao y Gianmarco a Alba. Con todo, fue Alba la más nominada, principalmente por el privilegio de Estela, que le dio a ella todos sus puntos. Otra diferencia es que Joao no nomina a Mila, a diferencia del resto de sus compañeros de grupo.
Corea central
Gianmarco dijo que tenía “mejillones de razones” para nominar a Alba. “¿Has dicho ‘mejillones’? Eso es un molusco”, apuntó Jorge Javier. Molusco lamelibranquio, más concretamente. Quería decir “millones”, claro está. La culpa de esta graciosa confusión la tuvo Adara, que le quiso confundir con esto sin prever que se convertiría en el momento más hilarante de una gala.
Adara se encontró con El Cejas tras su expulsión y su reacción fue de esas que pocos como ella son capaces de tener. Le despidió con cariño y respeto, diciéndole que lo sentía mucho. A diferencia de lo que pasa con otros, casi nada en Adara parece fingido. El Cejas le dio un mensaje para Noemí y otro para Mila, pero a Adara le costaba luego recordarlo y Jorge Javier contribuyó a hacer más grande el lío. No sabían bien lo que le había pedido que dijera a Noemí y al final casi hay dudas de si Mila tenía que cuidar a Noemí o esta debía cuidarse de Mila.
Moleskine del gato
La decisión de Noemí como jefa de la casa ha podido condenar a Alba, que posiblemente obtenga un alto porcentaje de votos esta semana. Con Antonio David en la terna es posible que los votos se hubieran dividido algo más. Pero frente a Gianmarco, una de las revelaciones de las últimas semanas en el concurso, y un Pol recién llegado, creo que Alba está sentenciada, particularmente después de su gala horribilis de anoche.