Por si no nos habíamos enterado de que en hay un concursante que se llama Nyno, esta semana se ha convertido al estajanovismo y no para de hacer cosas. El pirata Morgan les facilitó un salvoconducto para que uno de ellos saliera a pescar en altamar. ¿Quién se apuntó para ir? Por supuesto Nyno. Aunque no haya destacado hasta ahora su interés por la caña y el sedal. Nyno aseguró el domingo que habían firmado la paz Fani, Rocío y él proponiéndose empezar desde cero. La cara de Fani era todo un poema y ponía en duda lo dicho por el cantante. Pues bien, poco después han tenido la pelotera más importante en lo que llevamos de edición, con Ferre de su lado y (¿cómo no?) José Antonio del de ellas dos. Son los efectos de una nominación.
Ante la mega discusión a la que me refiero mi conclusión es que la razón no está del todo en un lado ni en otro. Pero lo más llamativo no es eso, sino la entrega que muestra Nyno. Hasta ahora no habíamos visto ni tanta energía ni ese carácter fuerte. Nyno era una especie de osito de peluche que se mostraba amable con todos hasta que el jueves pasado en la palapa le llamaba Fani “manipulador de palabras”. Luego quedó nominado, y eso parece clave en el cambio obrado en él. Después de enfrentarse Nyno con Rocío, Fani y José Antonio, llegó el turno de Ferre. Y volvió a rematar Nyno pidiendo que no le hablasen más en lo que queda de concurso. La nominación resucita concursantes que creíamos perdidos para siempre.
Digo que nadie tiene toda la razón y, a su vez, me hago cargo de ambas posturas en alguna medida. La credibilidad de Rocío queda en entredicho cuando afirma que nunca ha hablado mal de ninguno de sus compañeros. Y lo hace justo después de haber estado criticando a Nyno junto a sus dos cómplices en esta discusión, justo los mismos que se han convertido en principales palmeros. Barranco se unió después y también criticó a Nyno. Cuando Rocío pide que alguien diga una ocasión en la que ha criticado a un compañero todos callan porque esas cosas las hace con sus afines, y estos no la van a dejar con el culo al aire en esto.
Aunque tampoco dijo nadie nada cuando Rocío se defendía de la acusación de no hacer nada que le lanzó Nyno. ¿Que no cuido el fuego? ¿Me levanto a cuidar el fuego?, preguntó a Jorge. ¡A quién le fue a preguntar! Jorge se puso del lado de Rocío, supongo que para no perder lo que para él debe ser una postura mediadora que quiere la paz para el grupo. José Antonio diría que es Suiza. Y para mí es que no se quiere mojar ni debajo del agua. Jorge es otro que tiende a cero como concursante, sin que esté claro si puede ser un revulsivo para él quedar nominado, como lo ha sido para Nyno.
El dedo acusador de Nyno extendido hacia José Antonio solo es comparable en el nivel de intimidación a los golpes de pecho que se daba defendiendo su inocencia ante la acusación de haber guardado un poco de azúcar, o de café, o de ambas cosas entre sus pertenencias. Fani y Rocío acusaban primero y ante la negativa de Nyno desvelaban un secreto: habían metido la mano en el bolsillo de su cazadora comprobando que sabía dulce. Ergo, Nyno había cogido prestado un poco de azúcar, cuando menos. No sé si es peor guardarse para el consumo personal una pequeña parte de un bien común o ir metiendo mano en las pertenencias de los demás. También reconozco que Fani y Rocío hablaban de lo que sabían. “No digas que la burra es parda hasta que no tengas sus pelos en la mano”, dice un dicho aldeano. Pues bien, ellas tenían bien cogidos los pelos de la burra para no equivocarse al acusar a su compañero.
Que Nyno se alterase tanto es incluso más concluyente que la prueba de Fani y Rocío, obtenida por medios poco ortodoxos. “Embustera, eres una mentirosa”, le decía a Rocío demostrando cierto dominio del sinónimo. Nyno se defendió diciendo que José Antonio había sugerido a Ferre y a él que metieran un dedo en el café. Del azúcar ni palabra. José Antonio lo negó y pidió a Nyno que le hablase bien. El periodista me está sorprendiendo por su tranquilidad y control, aunque aparente lo contrario. No dio un paso atrás, pero tampoco adelante, y mantuvo las manos casi quietas cuando Nyno se enfrentó a él poniendo el enhiesto dedo a escasos centímetros de su cara. Al final va a ser el más sensato y templado que habita ahora los cayos Cochinos.
Difícil defender el oportunismo de Nyno queriendo hacer cosas cuando está nominado. Todavía más que teniendo la oportunidad de salir a pescar en altamar la desaproveche dejando escapar la barca por no estar preparado en los diez minutos que tenían para subirse a ella. Pero también me resulta imposible ponerme del lado del trío acusador, Rocío y compañía, que parecen empeñados en construir en playa Uva un monumento a la incoherencia. Haría bien Rocío en reconocer que no hace nada porque no lo necesita en lugar de defender lo indefendible. Estar tumbada chismorreando es su perdición, el mejor de los alimentos para ella. Es otra forma, igualmente válida, de afrontar este concurso.
El penúltimo chismorreo de Rocío ha sido contar que Hugo se inyectó botox en la cara para ir a la isla. El comentario llegó a isla Desvalida de la mano de Yiya, que no se calla. Es curioso que a Rocío le moleste tanto que se metan con su físico y luego hable del de los demás. Hugo se sorprendía de que supiera lo de su visita a una clínica de estética para hacerse unos retoques. “Es imposible que ella lo supiera porque fue una semana antes de venir aquí. Se lo está inventando”, concluía Hugo.
“Hay tipas y señoras igual que hay tipos y señores. Hugo es un señor” (cito de memoria), afirmaba Yiya en confesiones con Ivana, su nueva mejor amiga. No le quito la razón en el piropo a Hugo, pero debo decir que en la polémica del botox no tiene razón. La noticia de sus retoques estéticos está publicada en esta web el día 12 de febrero, como también podemos encontrar la información de que acaban de salir camino de Honduras los concursantes de Supervivientes 2002 en una noticia fechada el día 15 de febrero. Parece que Rocío no se inventa nada. Simplemente leyó la noticia antes de coger el vuelo que les conducía hasta allí.
La prueba de recompensa iba anoche de hacer una columna con dados después de llevarlos de un lado a otro de la forma más complicada que se le pueda ocurrir a alguien. Para idear las pruebas de este reality hay que ser un poco rebuscado, pero sin el “poco”. Ganaron por goleada los mortales y el premio era comer unas torrijas king size. El dios José Antonio tuvo que jugarse si comer la enorme torrija apostando por un grupo. ¿Confió en sus amigas Fani y Rocío? Pues no, prefirió decantarse por el grupo ganador. Los siervos pudieron rebañar las sobras, lo cual siempre molesta mucho a algunos seguidores. Insisto: solo comieron trocitos que dejaron los mortales al acabar el tiempo. ¡Y aun así molesta!
Se salvó Fani por cuarta vez. Ya avisé ayer de que esto podía pasar y no creo que deba estar tan contenta por ello. Se puede alejar la posibilidad de alianza que imagine ayer de esta concursante con Nyno y Ferre al verla como la rival más dura. Tampoco ayudó la megadiscusión a la que me he referido al principio. Fani será vista a partir de ahora por todos como una amenaza. Igual en lugar de ganar aliados se enfría su relación con Rocío y José Antonio. Eso o todo lo contrario, porque desde mañana comienza otro concurso con la reunificación.
Moleskine del gato
Como digo, mañana será la reunificación, imagino que después de vivir la cuarta expulsión de esta edición. Los siervos y los mortales se reencontrarán con sus compañeros de la superpoblada isla Desvalida. A más de uno le va a dar un alegrón reencontrarse con José Antonio. ¡Lo disfruto!
Entre Ferre acusando a Rocío de “tragiversar” la realidad y esta confesando haberse quedado “ojoplática” parecen estar compitiendo para ver quien le da más patadas al diccionario. En la Real Academia alguien debe estar dudando si cortarse las venas o dejárselas largas.
Barranco ha cambiado a Rocío por Elena como confidente. “Eres la única persona con la que hablo de mis sentimientos y a la que cuento mi vida”, le decía el extronista a la madre de Adara. “La gente mayor es muy sabia”, respondió ella, posiblemente para promover su candidatura a mejor amiga de Barranco en la isla. Lo dije ayer y lo repito: a Elena le gusta demasiado Barranco.
Ivana ha logrado pescar por fin. El nivel de compenetración que tiene con Hugo es tal que salieron a pescar juntos y volvieron cada uno con un pez. ¡Y los dos peces eran iguales! Rocío, mientras tanto, relataba su fracaso al haber intentado pescar con las manos. Lo siguiente es quedarse tumbada (la postura preferida de Rocío) en la orilla y esperar que los peces salten y se metan en su bolsillo.