Habrá nuevas sanciones, esta vez por comer galletas de un reto
Nissy sale a una bronca y pico al día de media y la organización del programa va camino de igualar esa media en sanciones para los concursantes. A la reducción del presupuesto para hacer la compra en un 20 por ciento por haber vandalizado la mesa del comedor se le une ahora la que resuelvan que merece haberse comido parte de las galletas de un reto propuesto a Carmen. Esta no lo superó, pero entre ella y varios compañeros se comieron ocho de las catorce galletas del reto. La cosa consistía en ponerse la galleta en la frente e ir llevándola con los músculos de la cara hasta la boca. Tenía un minuto para conseguirlo, tiempo suficiente para limpiar la bandeja.
Comerse ocho de catorce galletas merece una sanción no tan importante que si llevan a dejar limpia la bandeja. La duda ahora es si castigarán a todos, como por lo de la mesa, o solo a quienes se llevaron la alegría de comerse una galleta. Por propia confesión, no compensa el castigo, sea este el que sea, a cambio de solo una galleta. De ser sancionados que sea al menos por algo realmente nutritivo. Esto pensará Nissy, que sigue flipando porque hayan preferido comprar caramelos de palo y chicles antes que algo con fundamento. Y rico, rico, rico, que diría el cocinero de la competencia. Anoche vimos los cubos de Nissy medio traumatizada por lo de los chicles de sandía y me parece que son historia viva de la televisión.
Aparte de haber ejecutado una actuación inconmensurable, Nissy tiene toda la razón en esto. Esta madrugada decían que les queda materia prima para hacer pan otros tres días. De manera que luego se quedarán también sin pan. Los tres euros sobrantes les hubieran valido para comprar kilos de harina en lugar de chicles y otras chuches, y el otro euro para la levadura o la sal en lugar de para más caramelos (de menta, porque los de sandía son muy caros). Entre eso y sustituir la crema de cacao por verdura o pollo habrían tenido una dieta más completa. No se dan cuenta de que la pobre Nissy tiene hambre. “Que yo tengo hambre, que estoy comiendo pan con aceite. Me duele la barriga, tengo diarrea. Estoy soñando con comida y ellos van y compran guarrerías”, decía entre sollozos en el cubo. Dejando a un lado las carcajadas que no puedo evitar cada vez que lo veo, hay que darle toda la razón porque la tiene.
Digámoslo ya. Nissy es una auténtica diosa del reality. Las tres cosas por separado también. Es auténtica, es diosa, y puro reality. Pocos ejemplares como este salen en muchos años y hemos tenido la suerte de que esté en esa casa eclipsando secretos, esferas y a una legión de concursantes que en otra ocasión hubieran tenido su sitio. Pero es muy difícil destacar al lado de una bestia parda como esta. Un monstruo del reality que sabe darnos lo que necesitamos. ¿Qué es molesta? Claro, y cansina y pone la cabeza como un bombo, que le gusta decir a Rafa. Personalmente, todo se lo perdono al lado del espectáculo que ofrece a diario.
Mientras otros lloraban por miedo a la expulsión, Nissy tenía tiempo ayer para montar una bronca de buena mañana porque falta aceite, andar por la casa en bikini un rato como si eso fuera Marbella en agosto y cerrar el día con su segunda bronca, en esta ocasión a cuenta de los posicionamientos en contra que tuvo su hermana. A esto lo llamo yo echarse el reality a las espaldas, por mucho que repita lugares comunes conocidos de otros anteriores y exagere su enfado porque sabe que el conflicto vende. Tan interiorizado lo tiene que ha creado varios verbos relacionados que usa con frecuencia. Así habla de “conflictar” o “trifulcar”. Si Nissy lo dice no lo dudamos y automáticamente “conflictamos” o “trifulcamos”. Ella es experta en hacer ambas cosas a la vez.
Y es que Nissy es más creativa que Rafa. Por eso habla con titulares, como en este caso: “Sácame un ojo, pero no me quites mis naranjas”. Son sentencias para conservar en los anaqueles de grandes frases del reality. Y, en este caso, me ha hecho recordar unas declaraciones de aquel ministro socialista de exteriores al que atribuyeron un montón de chistes (rivalizaban por aquel entonces los chistes de Lepe con los del ministro Morán). Había rumores de su dimisión y un periodista le preguntó por ello, a lo que el ministro respondió: “Cáguese usted en mi madre, pero no me pregunte si voy a dimitir”. El ministro daba licencia para ciscarse en su madre, lo cual evitó hacer el periodista, al menos en público. Por otro lado, para Nissy la acetona es “aceitona”, posiblemente porque el aceite es su segunda obsesión, obviamente después de las naranjas.
Por todo lo dicho anteriormente, entiendo que Alatzne repitiera ayer que le ha cogido cariño a Nissy. Y eso que al principio las mellizas eran las bestias negras de la sanitaria. También entiendo que Carmen, igualmente poco amiga de aquellas a las que llama repetidamente “chusma”, aceptase pactar con ellas las próximas nominaciones. Y es que esta semana Laila delega en su hermana la elección de nominados de la pareja. Recordemos que ya concursan por separado salvo en lo relativo al secreto de ambas y a la hora de nominar. Rafa y Carmen parecían aislados completamente al comenzar la semana, enemistados con Laila, Nissy y Álvaro. Sin embargo, ayer obró el milagro y Álvaro admitió que igual le dijo a Rafa que podía usar sus patatas, lo cual pudimos comprobar que fue cierto en el Última hora de anoche. También recuperaba Rafa la buena relación con las hermanas (no así Carmen, que sigue teniendo a Laila atravesada).
Que Rafa se volviera a llevar bien con Laila y Nissy influyó en que decidieran pactar las nominaciones. La idea fue de Nissy, consciente de que si no se ponen de acuerdo saldrán los cuatro del tirón. Me refiero a las dos hermanas (si no es Laila la expulsada), Rafa y Carmen. Ahora mismo, son el enemigo, además del adversario. Esta división semántica me hace recordar una frase utilizada en política (atribuida a varias figuras de la historia), muy apropiada ahora que en el principal partido de la oposición llueven los puñales. Iba a decir que a diestra y siniestra, pero en este caso son todos a la diestra. Por eso un diputado debe tener en cuenta que: “Los de detrás son sus enemigos. Y los de delante sus adversarios”.
El castigo a todos por algo obra exclusivamente de Rafa, con Carmen como testigo, ha hecho que los dos implicados redoblen su papel de muñecos de pimpampum cuando llegan las nominaciones. Lo son desde el principio, primero con el pretexto de que se relacionaban poco por haber creado un círculo cerrado al que también pertenecían Alatzne y Álvaro. Cuando eso cambió buscaron otros argumentos. Y ahora Colchero o Adrián explican su nominación a Laila porque se relaciona con Rafa. Del mismo modo que estos dos mismos concursantes, en particular Colchero, presionan a Alatzne expresándole su sorpresa porque se lleve bien con las mellizas después del arranque que tuvo aquel día que amaneció tocando la campana de la prueba de nobles y vasallos.
No se le escapará al lector que se remiten a algo pasado y olvidado cuando hablan de lo sucedido mientras hacían aquella prueba. Alatzne ni recordaba ayer haber tocado la campana, menos haber pedido la expulsión de las hermanas mirando a cámara. Por otro lado, no deja de sorprenderme esta gente que pretende decidir por los demás. No sé qué diablos le importa a Colchero si Alatzne se lleva ahora bien o mal con Nissy y Laila. Como si importase a alguien que él lo vea raro. Las relaciones cambian y con el paso del tiempo es normal hacerse otra idea de las personas. También es posible que algunos cambios sean por conveniencia, pero eso Colchero lo puede sospechar sin necesidad de decirlo. Entre otras cosas porque se está metiendo en camisa de once varas. Le falta información para conocer lo que hay entre otras dos concursantes (tres en este caso). Le falta saber el cómo y el porqué.
El acuerdo nominatorio entre Rafa y Nissy no explica que ahora se lleven bien. Voy a evitar caer en lo que estoy criticando a Colchero. Además, no creo que se hayan vuelto a llevar bien por eso después de enemistarse el lunes. Las naranjas fueron entonces la razón, y ya sabemos lo importante que son para Nissy. Ayer la bronca fue por el aceite y no se sostiene que hayan usado Rafa y Carmen más que los demás ese preciado oro líquido, imprescindible en la dieta mediterránea. Ya conté ayer que el aceite se les va a chorros haciendo pan, cuando en la receta típica no hay más que harina, agua y sal. Por otra parte, después de lo visto ya no cuadra que Rafa priorice contentar a Carmen porque sería un tanto extraño que hiciera hoy y deshiciera mañana (como Penélope destejiendo de noche lo que había tejido de día).
La dificultad del pacto planteado ayer es que Laila deja la decisión en manos de su hermana, pero con la condición de que no nomine a Rafa (no procede ya que está pactando con él) ni Cora (que precisamente era a quien querían dar los tres puntos esta semana). Si las nominaciones vuelven a ser medio normales esta semana tienen la oportunidad de decidir en parte de la resultante final porque dispondrían de 24 puntos, de los cuales 12 podrían ir a un mismo concursante. Veremos si finalmente hay acuerdo (todo apunta a que lo habrá).
Anoche hubo posicionamientos, en esta ocasión con el método tradicional, aunque incorporando como elemento especial un collar que lleva grabada la inscripción “Pa’ tu casa”. Fueron uno a uno poniendo el collar a quien quieren ver fuera. Hago spoiler: en el podio Laila ocupó la posición central, Marta fue segunda y Virginia tercera. Laila fue elegida por Adrián, Carmen, Carlos, Colchero y Alatzne. A Marta le pusieron el collar Rafa, Nissy y Cora. Y solo Álvaro se decantaba por Virginia. A Laila le dolió lo de Colchero y lo de Carlos. Colchero porque le había dicho unos días antes que para él Laila estaba detrás de Adrián y Marta. Del otro lado, la nominada cree que Carlos pasa más tiempo con ella que con Virginia. Pienso igual, pero el no binario es de esos concursantes que evitan salirse de lo que marca la mayoría. No sé si es más cobarde o bienqueda.
Moleskine del gato
Así estaban anoche los porcentajes: 61 %, 25 % y 14 %.
Alatzne no quiere que Carmen se tumbe en su cama porque la mancha de maquillaje. Ella es así.
Ayer hablaban en la casa de lo tranquilos que están sin Brenda. La paz habría llegado de no ser por los fantásticos brotes de Nissy.
Así las cosas, se vive en la casa de los secretos “tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de lamentarse, y tiempo de bailar”, frase del Eclesiastés 3:4. Soy consciente de que esto habría sido un remate perfecto para el escrito de ayer. Tenga en cuenta el lector que a veces el español piensa bien, pero tarde (me chivó la frase @TxordiPF en Twitter).