La nueva Elena
Elena ha experimentado un cambio como concursante de Supervivientes 2020. Ha pasado de madrastra a Cenicienta en apenas unos días y sin que pueda decir a ciencia cierta cuál es el motivo de este cambio. El caso es que hemos pasado de ver una Elena malhumorada, antipática y mangoneadora a otra bien distinta que baila, sonríe y corea con salero a los chicos: “Mucho musculito, poco cerebrito”. Por si esto fuera poco, Elena ha pescado, celebrando su primera captura con discreción, no como Ana María y, a diferencia de esta, ha compartido su pescadito con el grupo. Son diferentes formas de encarar esta aventura. Ana María le pide a Hugo que le haga el pescado en espeto y se lo zampa ella sola, mientras que Elena lo comparte. Está a juego con la reacción al lograr pescar, una mesurada y otra aparatosa. Raro que no se enterasen siervos y mortales de que Ana María había pescado.
No quisiera parecer carpetero, pero la nueva Elena parece celebrar ahora un motivo para estar contenta inexistente hace unos días. Esa Elena que baila y se guarda casi para sí misma el comentario de que si de normal le cuesta despertar al grupo ahora que tienen café todavía será peor la cosa. Hablo de la Elena que se mantiene prácticamente al margen de la megadiscusión que enfrenta a Rocío, Fani y José Antonio con Nyno y Ferre. Esta Elena de ahora que intercambia confidencias a la luz de la luna con Barranco. Porque este y no otro parece ser su inesperado motivo de alegría.
José Antonio ofrece una raja de melón (que luego resulta ser papaya, después de que pensaran que podía ser mango y no sé cuantas frutas más) a quien mejor le baile. Este dios no solo quiere que le bailen el agua sino también que le monten coreografías como si fuera un rey absolutista necesitado de paliar su aburrimiento con bailes y lisonjas varias. La propuesta del dios José Antonio se estrella contra el desánimo general. Fani le viene a decir que se peine, mientras el resto pasa olímpicamente del tema, aunque miran con irreprimible deseo la fruta. Solo Elena le sigue el juego y baila. “¿Qué quieres que baile?”, pregunta ella. “Una sevillana”, responde el dios. Y se marca un baile indescriptible en nada parecido a lo pedido. Luego en un total a cámara dijo Elena: “Nunca había bailado sevillanas”. Y sigue sin haberlo hecho, advierto.
Por incidir en este detalle carpetero al que voy a dar carpetazo acabando este párrafo, diré que antes de bailar le pidió Elena a Barranco que comprobase cómo su corazón iba a mil. Estaba nerviosa ante la posibilidad de llevarse la raja de papaya, aunque quién sabe si influía también la cercanía de Barranco. Por sorpresa, Elena cogía la mano de Barranco y la acercaba debajo del pecho izquierdo. Algunos compañeros comentaron que poco más y se la ponía en el abdomen, pero lo cierto es que igual hubiera sido demasiado fuerte que subiera la mano. Confieso que prefiero esta Elena a la señorita Rottenmeier de antes. Y, ya hablando en serio, creo que estar en el lado de la playa de los mortales por primera vez desde que empezó el concurso ha podido ser determinante para que obrase el cambio señalado.
Otro cambio que señalar es el de algunos concursantes con Cristian, para quien ahora desean la permanencia en el concurso. Lleva siendo poco menos que el apestado desde hace semanas y, por procedimiento de urgencia, ahora es repentinamente recuperado. Esto fue lo que dijo José Antonio instantes después de salvarse Fani el pasado martes: “Yo quiero que se salve Cristian. No pensé que diría esto hace tres semanas. Ha evolucionado, se implica, va a pescar, él va a su bola, no critica y deja al resto a su aire”. Las afirmaciones de José Antonio contaron con la aprobación de Rocío y Elena. Ellas coincidían en que no es el mismo Cristian y los tres iban después a decírselo a él mismo. ¿Por qué parecen querer blanquear ahora a Cristian? ¿A qué se debe este cambio?
La lectura más directa y benevolente del cambio de actitud de sus compañeros hacia Cristian sería que Elena lo ha podido conocer mejor esta semana al formar parte ambos del grupo de los mortales, y además siendo ahora pocos integrantes en cada grupo. Con respecto a José Antonio, es sabido que los dioses pueden convivir con los dos grupos por igual, por lo cual también ha podido tener a Cristian más cerca esta semana. Pero, sinceramente, creo que es otra la razón. Tras salvarse Fani quedan en liza Nyno, Ferre y Cristian. Normal que ahora pongan a Cristian en un altar aquellos quienes hace un par de días estaban a machetazos (figuradamente) con los otros dos nominados. Es tan grande el deseo que tienen de ver a Nyno y Ferre fuera que son capaces de poner la coronita de santo a Cristian, que inocentemente debió agradecer el detalle que estaban teniendo sus compañeros con él.
La evolución en positivo de Cristian es en realidad muestra de hasta qué punto han declarado la guerra contra Nyno y Ferre, a quienes no parecen dispuestos a perdonar nada. Ajenos a estos tejemanejes, pero en parte cómplices con ellos por acción u omisión, están Barranco y Jorge. Por una parte, me parece explicable que puedan mirar con buenos ojos cualquier cosa que implique la eliminación de un compañero, especialmente si son rivales a su altura en cuanto al aspecto físico. Barranco se implica algo más y de vez en cuando suelta algún bajonazo contra Ferre o Nyno. Sin embargo, Jorge se mantiene en ese tono monocorde, aburrido y falto de brillo todo el tiempo.
La decepción que ha supuesto Jorge para algunos espectadores, entre quienes me encuentro, no es por su nulo acierto en las pruebas sino por no implicarse y hacer como si nada de lo que sucede a su alrededor fuera con él. Siento lástima cuando expresa su frustración tras una prueba y llora desconsoladamente. No creo que sea menos capaz que otros, simplemente se pone nervioso y necesitaría hacer bien una prueba para quitarse esa presión de encima. Pero a Jorge le viene grande este concurso no porque tarde más que otro compañero en cortar un tronco, como pasó el martes, sino por su poca capacidad para la convivencia con el grupo, aunque no sea complicado convivir con él. Y no lo es porque es como si no estuviese.
Me llama la atención que Rocío simplifique tanto los motivos por los que está cada uno viviendo esta aventura. Parto de la base de que todos, sin excepción, están por el dinero. Y luego, que ni Rocío ni nadie puede saber a ciencia cierta nada más sobre el resto de motivos que puedan tener los demás. Sin embargo, el otro día decía: “Ellos están aquí por fama y yo estoy por mi familia”. ¿Los demás no tienen familia o cómo es esto? El fallo ni siquiera está en hacer conjeturas sobre las razones de otros. Lo peor es que se considere diferente a los demás, por no decir que se cree superior. Fama y familia son conceptos valorados de manera muy distinta. La fama está claramente peor cotizada que la familia. Solo por esto tengo claro que Rocío se pone unos palmos por encima de los demás, como quien mira por encima del hombro a todo el mundo. Mis motivos son mejores, viene a decir. Con un par.
Moleskine del gato
¿Alguien es capaz de explicar cómo es que la peluca de Yiya favorece a todo el mundo? Por lo menos a las chicas, porque no imagino a Pavón calzando el pelucón. O quizá sí. Es increíble lo bien que le queda a todas las que lo han probado.
Me parece muy tramposo difundir como quien pone un sambenito que Barranco es simpatizante del independentismo catalán y hacerlo con la excusa de defender que eso no tiene que influir en su valoración como concursante. Defendiendo que su ideología u opción política nada tiene que ver con este concurso se está enmascarando el intento de desprestigiar a Barranco precisamente por ese motivo que nada tiene que ver con este concurso.
Ayer me vine un poco arriba adelantando que hoy será la reunificación e imaginé que se volvían a juntar todos los grupos, pero no va a ser así. De momento, se unifican siervos y mortales solamente. Lo harán después de la última expulsión doble y antes de la primera nominación que dejará solamente dos concursantes en la palestra. En ese momento serán 7 concursantes a ese lado y otros 6 en isla Desvalida. No creo que falte mucho para la reunificación definitiva.