La noche de la verdad
Se pusieron las cartas sobre la mesa en la palapa. Rocío se creció y le cantó a Elena las verdades del barquero. Con la inestimable ayuda de Ivana y Hugo, hizo una radiografía precisa y muy reveladora de esta concursante. Fue la noche de la verdad. Una auténtica gozada que se debía haber producido hace mucho tiempo. Que Rocío pusiera las cartas sobre la mesa poco antes de llegar la final me haría pensar que se trataba de una estrategia para quitarse a una rival de en medio si no fuera porque todo lo que dijo me pareció creíble. Es más, coincido de forma casi milimétrica con su análisis sobre Elena. Creo que dio en la clave describiéndola como aburrida y negativa. Eso sí, Rocío afirmó que no tenía ninguna inquina hacia Elena, pero después la acusó de haberla traicionado al irse con Ferre. Luego sí que había algo de inquina.
Me resulta imposible determinar si es cierto que Elena es una persona diferente cuando están las cámaras delante y cuando no están. Pero me creo lo contado anoche por Rocío y revela una mala intención que asusta. No veo algo casual que preguntase por su madre y su padre en momentos clave y con aviesas intenciones siempre. La excusa de que preguntó por las madres de todos es sencillamente ridícula. Nadie conoce a la madre de Barranco. Sin embargo, la de Rocío es un personaje popular, cuya relación con su hija ha sido portada de revista infinidad de veces, ocupando horas de televisión desde antes de que la concursante tuviera uso de razón.
Hugo no se quiso mojar sobre si Elena tiene más de una cara, pero se apresuró a sumarse a lo dicho por Rocío cuando la puso de aburrida. Hablaba la hija de Antonio David sobre su amiga Ivana, a la que Elena había acusado de abusar de su victimismo tras romper Hugo con ella: “Bendita víctima que es una de las alegrías de la isla. Porque es una tía que lo da todo y, encima, nos proporciona alegría y risas. Porque si no… valiente isla. Entre Ana María, Ivana, yo, Barranco cuando el taparrabos y tal, que si no… no sé lo que haríamos. Porque hasta Hugo solitario tiene su parte divertida. Pero con Jorge y con Elena… apaga y vámonos, se acaba Supervivientes”. Touché.
Ya digo que fue una noche gloriosa porque casi todos pusieron las verdades sobre la mesa. Y digo casi porque Jorge apenas dijo nada (como de costumbre), y Ana María igual. Barranco al menos apoyó a Rocío, aunque pierda valor su testimonio sabiendo que simplemente está cumpliendo con su papel de palmero. Lo cierto es que Elena acierta cuando dice que Rocío está siempre tumbada. También al destapar que Ivana pase la semana alegre con el grupo y nada más llegar a la palapa se haga la doliente. Ya me lo había parecido a mí. Los puñales no volaron porque sí. Todos tienen sus razones y conocen bien al personal. Por eso suena todo a verdad y hasta es comprobable lo que dicen, incluso viendo esa realidad de forma parcial a ocho mil kilómetros de distancia.
Ana María sigue sin sacar la cara por Rocío
Por lo que supimos, le tocó recibir incluso a Ana María, que cuando Elena llamaba “vieja del visillo” a Rocío ponía cara de no enterarse, esbozando una leve sonrisa. Al parecer, cuando Rocío le reprochó por enésima vez que no saliera en su defensa se escudó en que no sabe lo que es la “vieja del visillo”. Claro, y yo no sé quién es Ortega Cano. Está visto que el arranque de sinceridad no fue general. Ana María, al menos, no lo compartió. Y llueve sobre mojado. Lo extraño es que Rocío no haya renunciado a ver a Ana María defenderla. No lo ha hecho ni lo hará. Tal vez ha llegado el momento de aceptarlo.
Tampoco me pareció sincero el discurso de Elena sobre su falta de seguridad. Se quiso hacer la ofendida cuando Rocío destacó su negatividad ante las pruebas. “Cuando hay prueba de recompensa siempre dice que otra vez no va a comer, y si hay prueba de líder dice que la va a perder”, dijo Rocío mientras Hugo asentía. De ahí que Elena decidiera copiar la estrategia de Ivana, consistente explotar su sufrimiento en la palapa. La diferencia es que Ivana se agarra a un sufrimiento reciente y Elena se remonta a la infancia, que es cuando comenzó su falta de confianza en ella misma. Tiemblo al pensar que Elena cruzará el puente de las emociones el próximo martes. El drama no será pequeño.
La polémica de las caracolas
Ya digo que todos tienen su parte de razón. Igual pasó en la polémica de las caracolas. Rocío presume de haber cedido el primer turno a Jorge. Por lo que se ve, no ha hecho el primer turno nunca, lo cual quiere vender como un acto de generosidad con sus compañeros. Pero está claro que se está escaqueando de ponerse a pescar a primera hora de la mañana. Jorge, por su parte, quiere pasar como el esforzado que se sacrifica saliendo a pescar el primero aunque no le toque. Si no le apetecía que hubiera rechazado cambiar el turno con Rocío. Ya que lo cambió no debería haber olvidado que va a por caracolas para la carnada quien primero sale a pescar, en este caso él. Al parecer, quiso que hubiera ido Rocío porque el primer turno era de ella. ¡Pero si se lo había cambiado! Entre unos y otros, la casa sin barrer.
El discurso de Ivana sobre que Elena está ahí “por ser madre de quien eres” me resulta peligroso. Si nos ponemos en ese plan, ella no estaría ahí si no se hubiera enrollado con el de las piadinas, Rocío si no fuera nieta de la más grande y Jorge si no hubiera dicho alguien que era un Guardia Civil guapo, como si el tricornio estuviera reñido con la belleza. Y así todos. Más razón tenía Ivana cuando criticó que Ana María pidiera su razón de comida del grupo a pesar de haberse metido un cocido para dos entre pecho y espalda. Hugo la secundó en esto y ambos me dejaron más tranquilo ya que el otro día expresé mi sorpresa porque no hubieran criticado eso.
Salió Ivana
La lógica decía que se iría Ivana, y así fue. En mi opinión, merecía quedarse más que Jorge, pero teniendo en cuenta la salvación de Hugo el martes se podía esperar este desenlace. La legión de Hugo no solo lo protege dejándolo despreocupado un par de días antes de la expulsión. También apartando el obstáculo que Ivana podría suponer camino de la final. Estuvo generosa en su despedida la expulsada. “Son todos increíbles”, dijo. ¡Ya será menos! Incluso deseó haber conocido a Elena fuera del concurso. Hugo quedó compungido tras la expulsión de Ivana. Dijo que la echará mucho menos, aunque para mí tengo que se quedó bien tranquilo. Lo cierto es que estaba emocionado. Otra cosa es que fuera por lamentar su expulsión. Ivana ha sido una concursante alegre y enérgica a la que no he escuchado quejarse casi nunca. Solo le reprocharía haber intentado estirar demasiado su drama sentimental. Ni un pero más le pongo.
Observatorio de nominaciones
Se jugaron el liderazgo (y, por tanto, la inmunidad) en dos grupos de tres concursantes cada uno que iban al mejor de tres enfrentamientos. Cada participante debía tirar el tótem que llevaban de una mano los otros contendientes. El que se quedase con el tótem de los tres ganaba la ronda. Los tres primeros fueron Rocío, Ana María y Barranco. Ganó este último de calle las dos primeras rondas, no teniendo que jugar una tercera. En el otro grupo estaban Hugo, Elena y Jorge. Aquí la cosa estuvo más reñida porque ganó la primera ronda Elena y la segunda Hugo, con lo que la cosa estaba entre ellos dos. Finalmente, ganó Hugo.
Por tanto, se disputaron el liderazgo Barranco y Hugo, ganadores de ambos grupos. En la tercera ronda Hugo tiró su propio tótem mientras Barranco salía del círculo en el que debían disputar el juego. La repetición de las imágenes determinó que Barranco salió cuando el tótem ya había tocado el suelo. Con Hugo en juego hay que pedir siempre el VAR. En uno de los enfrentamientos finales se quejó de que le había dado en un ojo Barranco. A pesar de que este reconoció su culpa, prometo que he repetido las imágenes infinidad de veces y no llego a ver contacto.
Así transcurrieron las nominaciones:
Hugo > Jorge y Ana María
Rocío > Jorge y Elena
Elena > Hugo y Rocío
Jorge > Hugo y Rocío
Ana María > Jorge y Elena
Jorge fue el más votado y, por tanto, se convirtió directamente en nominado del grupo. El otro nominado del grupo fue elegido por el líder Barranco deshaciendo el empate a tres entre Rocío, Elena y Hugo. Se decantó por Hugo. Por último, el líder nominó directamente a Elena. En resumen, los nominados de esta semana son: Jorge, Hugo y Elena.
De nuevo Elena nominó a Hugo sin reciprocidad por parte de este. Según confesó el uruguayo mientras nominaba, su exsuegra le había preguntado a quién tenía intención de nominar instantes antes. A pesar de que le pareció una pregunta poco pertinente, prefirió darle su voto a Ana María en lugar de a Elena porque le parece que juega más sucio. Se me vislumbra que Hugo se arrepentirá en cuanto se entere de la nominación de Elena. De todas formas, creo que hubiera quedado la cosa igual si Elena no nomina a Hugo y este sí a ella, por ejemplo. El líder tenía todo el poder en su mano en este caso.
Llamativo que últimamente casi siempre coincidan en sus elegidos Elena y Jorge. Está claro que no es, precisamente, una casualidad.
Estamos ante otra semana difícil. La legión de Hugo habrá de resistir este nuevo embate, y van varios seguidos. Tampoco se quedan atrás Jorge y Elena, aunque han tenido algo más de tregua con alguna semana sin subir a la terna de nominados. No voy a decir que ahora ya llegó la hora de Jorge, el más insípido de todos porque luego la realidad me abofetea con crueldad. Aunque, en realidad, ya lo he dicho.
Moleskine del gato
La noticia de portada hoy debería ser que completaron el puzle de la prueba y tuvieron su recompensa. Y les sobraron minutos. Para Ivana hay una parte positiva y otra negativa en esto. La negativa es que luchó por un premio que no va a poder disfrutar. La positiva que ya le pueden agradecer su contribución porque si llega a ser por Rocío a estas horas igual siguen dando vuelta a las piezas sin encontrar la posición correcta. Ella fue la única que prefería cena americana en lugar de barbacoa. Menos mal que no le hicieron caso.
Pasó inadvertido el truco empleado de Elena consistente en colarse por en medio de la red en lugar de trepar y pasar por encima. Digo truco, aunque bien podría decir trampa. Me pareció astuto en todo caso.
No sé si a alguien más le pareció que Elena y Hugo jugando por el liderazgo se hubieran tirado con gusto el tótem a la cabeza.
Más de uno se habrá tomado en serio la oferta que le hizo Jorge Javier a Hugo: tres años de contrato en Mediaset si se lía con Elena. Le dio plazo de unos meses para que no se sintiera muy presionado. Las bromas llevan agua, que se dice en catalán. La verdad es que sería un bombazo.