Mónica: siempre en su universo paralelo
Comienzo hoy los daguerrotipos que indican en cada edición el comienzo del final. Siempre explico que un daguerrotipo es el procedimiento fotográfico en el cual la imagen se forma sobre una superficie de plata pulida como un espejo. Pero en este caso lo uso en recuerdo a una mítica columna de Manuel Vicent en El País, donde hacía el retrato de un personaje bajo su personal mirada. Ni naciendo varias veces lograría escribir tan bien como Vicent, pero me sirve de inspiración. Hago siempre daguerrotipo de los finalistas, aunque en este caso me adelanto para incluir a quien previsiblemente será la última expulsada. Mónica (y sus universos paralelos) abre hoy esta serie de retratos personales.
Antes de ir con primer daguerrotipo alguna cosa del día de ayer. Estamos ya en esa fase donde la nostalgia invade el ánimo de los concursantes y empiezan a tener prisa porque llegue el final. Igual que nos pasa aquí fuera, tienen la sensación de que está todo el pescado vendido y, como en un parto, mejor que pase todo pronto. Hay algo que no se está repitiendo en esta ocasión porque llegada la recta final es normal que los más acendrados enemigos acerquen posturas y terminen limando asperezas. Con tan pocos habitantes esto suele suceder, tal vez por pura supervivencia. Miriam le tendió la mano a Mónica, y esta no lo aceptó. Aunque pudiera ser oportunista, hubiera sido una buena manera de iniciar un acercamiento.
No habrá acercamiento entre las dos protagonistas de la edición. Y estoy seguro de que Mónica no seguirá el ejemplo de algunos compañeros de encierro que al salir cambian su visión de las cosas. Esto en Tony también parece un poco oportunista porque subirse al carro ganador es lo fácil. Aunque le entiendo cuando dice que tras su salida han dicho cosas más bonitas sobre él las personas con las que ha pasado estas últimas dos semanas que aquellos con quienes estuvo todo el concurso. El caso es que para pasar mejor estos últimos días el programa les propuso anoche la elección de sus eslóganes electorales. Ha comenzado, por tanto, la campaña electoral del VIP, y no se puede decir que lo haya hecho muy bien.
En otra ocasión habrá que explicar mejor a los concursantes lo que es un eslogan. Casi todos eligieron en un principio frases excesivamente largas, totalmente incompatibles con lo que se les estaba pidiendo. “Vamos, que ser diferente mola más con actitud, locura, amor y lealtad hasta quemar el último cartucho, ¡carajo!”, escribió Miriam. Terminó quedando reducido a “Ser diferente mola más, ¡carajo!”. La interjección malsonante final que no falte. También lo redujo el Koala, que primero escribió “El Koala. Este soy yo, día a día”, y finalmente quedó mucho más minimalista “Día a día”, aunque amagó con que fuera “Pergaminos de día a día”.
Ni tanto ni tan calvo. Lo del Koala es tan corto como poco expresivo y me recordó a una escena de Rambo que utilizó el cómico Santiago Urrialde para componer su imitación del personaje, repitiendo aquello de “no siento las piernas, día a día, dios mío, día a día”. De Rambo a Paulo Coelho porque Suso estaba ayer poseído por el espíritu del autor de las frases inspiradoras. Agárrese los machos el lector porque estas eran sus tres propuestas iniciales: “La imperfección es necesaria para el aprendizaje”, “Si termina en amor, termina. Si no, no”, y “El perdón nos hará libres, si no perdonamos viviremos encerrados”.
Creo que podría seguir hasta el final de este escrito con las frases de Suso, pero recordando al Koala de los primeros días de encierro he de decir que “se me escapa la risa, súper”. Debemos suponer que Suso ha ido a Gran Hermano por segunda vez para pasar un proceso de aprendizaje, por lo cual igual debería devolver lo cobrado porque en el mundo real se paga por aprender. Mi preferida es la del amor, aunque no entiendo qué es lo que ha de terminar o no. Y la tercera está copiada directamente de los evangelios, aunque sustituyendo la libertad por el perdón. Me falta saber si se refiere al perdón propio o el ajeno, y eso no me está dejando vivir en paz desde anoche. Tendré que aprender a superarlo. Al final se quedó con esta debidamente recortada de este modo: “En el perdón se halla la libertad”. Le debió costar escribirla porque no sabía si poner “alla”, “aya”, “haya”, “aiga”, o como diablos sea.
No sé si Asraf la modificó después, porque también se me antoja largo lo de “Nunca olvides de dónde vienes. Lucha por tus sueños". Diría que son más bien dos frases, igual de vacías y poco descriptivas. No pillaron la idea de que ese eslogan debe definir su paso por el concurso o su personalidad de alguna manera. Solo supo entender esto Mónica con su “Realidad y corazón”. Lástima que no adivinase el título elegido por este gato para su daguerrotipo, que también habla de una realidad, pero paralela. Esa en la que ella vive. Y de esta forma aprovecho para entrar ya en materia.
Daguerrotipo de Mónica
Mónica está atrapada entre su realidad paralela y el alto concepto que tiene de sí misma. No es malo tenerse en alta estima, pero si eso anula cualquier análisis crítico de uno mismo el inconveniente es que impide mejorar. Esta concursante le pone palos en las ruedas a su propio carro, y eso hace muy complicado su camino, por considerarse superior a los demás. Esté o no justificado, lo importante es que la tiene cegada e impedida para darse cuenta de sus propios errores. Parto siempre de la base de que ningún concursante es mala persona, pero en el caso de Mónica tampoco veo virtudes como para justificar que se sobrevalore tanto.
Por la razón que sea, Mónica mira a los demás con cierto desdén porque ella se cree superior. Además, su visión de la realidad es tan personal que parece vivir en un universo paralelo. Su vida está escrita en un holograma que solo ella ve, donde Miriam ha destrozado su familia, aunque cuando su expareja la conoció llevaba casi 15 años separado de ella. Ella es más peruana que nadie, pero al mismo tiempo es más española que peruana. En realidad, su universo paralelo es un multiverso repleto de materia oscura que le impide ver la realidad.
En ocasiones llega a asustar su visión retorcida, engañosa, ilusoria y falaz de la realidad. Vimos un ejemplo el mismo domingo después de ver la explicación que dio desde el plató Verdeliss de por qué se posicionaba en su contra. Mónica decía después de la exconcursante que había hecho un gesto como de que la estaba viendo, medio desafiante. Estaba convencido de que eso no había pasado, pero lo decía tan convencida que repasé el vídeo del momento por si acaso. Efectivamente, solo estaba en su universo paralelo, al otro lado de la realidad. Es solo un ejemplo sin importancia, pero muy revelador. Solo viendo esto te haces una idea de hasta qué punto puede llegar a no ser cierto lo que cuenta.
El mejor ejemplo de la realidad paralela de Mónica es que no sea capaz de reconocer que desde la entrada de Miriam hizo lo posible por mantenerla en la casa aislada del resto. Estoy convencido de que no intenta engañarnos cuando lo niega, simplemente es incapaz de apreciar esa realidad. No es consciente de que censuró a quienes se acercaban a hablar con su enemiga, solo fuera para conocerla mejor antes de dar por bueno lo que ella pudiera contar. Decidió distanciarse de quienes se relacionaban con Miriam, lo cual es una manera como otra cualquiera de expresar su rechazo y ejercer presión para lograr aislarla.
Tony suaviza demasiado el relato cuando habla de miradas asesinas de Mónica cada vez que hablaba con Miriam. No fueron solo miradas, sino mucho más. Tanto es así que logró en la casa un ambiente tal que incluso Ángel Garó comentó que podía estar viéndose como “bullying” hacia una compañera. No es que la palabra de alguien tan inestable deba ser tenida particularmente en cuenta, pero dijo algo compartido por muchos. Mónica hubiera disfrutado viendo a Miriam sola y sufriendo porque todos le daban la espalda, pero no lo consiguió.
Uno de los elementos discordantes que estropearon el plan de Mónica fue el Koala. En los primeros días tuvo un roce con él porque se había reído en una conexión en directo cuando ella hablaba de sus problemas con Miriam. El Koala explicó que Darek le había hecho reír, lo cual este confirmó, pero a Mónica esto no le valía de nada. En su universo paralelo había sido víctima de una burla y por eso guardó rencor al Koala durante semanas. En realidad, creo que no fue solo por eso. Ya digo que este concursante siempre apoyó a Miriam, no dejándose influir por ninguna presión. Y eso fue definitivo para convertirse en enemigo de Mónica.
Para Mónica los amigos de sus enemigos son sus enemigos. Esto lo demostró en las primeras semanas con el Koala y en las últimas con Tony. Isa llegó a decir que no consideraba una traición llevarse bien con Miriam. ¡Una traición! ¿Estamos locos? No sé cómo podrá Mónica explicar esto sin aceptar que presionó de un modo u otro. Por ejemplo, expresando su desagrado por lo bien que estaban tratando a esa nueva compañera. Pero insisto en que la veo sincera cuando niega todo esto. En ninguna de sus realidades paralelas esto pasó tal como lo vimos todos.
Mónica es rencorosa y no supera fácilmente los problemas. Esto la hace entrar en un bucle del que es incapaz de salir. Su relación con Miriam está lastrada desde que esta entró en la vida del padre de su hija. Sin entrar en pormenores, lo que ambas han contado en la casa parece fruto de la prolija imaginación de Corín Tellado, autora de novelas de bolsillo para consumo de lectores más interesados en el folletín que en la literatura. La historia de telenovela de estas dos concursantes en la realidad paralela de Mónica se convierte en la de una novia de su ex que decidió atacar su honra y buena imagen en la televisión. Pero yo he vivido algo diferente.
Mónica aprovechó que Carlos Lozano estaba encerrado en la casa de Guadalix de la Sierra y Miriam en Perú para ir a la televisión después de filtrar la falsa información de una supuesta infidelidad de esta con un conocido personaje peruano. Después puso en duda el pasado de Miriam sugiriendo que se dedicó en su país a la profesión más antigua del mundo. Eso es posiblemente lo mismo a lo que se refería cuando repitió cierta amenaza en la casa. “¿Cuento a lo que te dedicabas en Perú?”, dijo en más de una ocasión mientras discutían. Por cierto, el personaje con quien supuestamente Miriam ponía los cuernos a Lozano vino de Perú para contar que con quien tuvo una aventura fue con Mónica, no con Miriam.
Me estoy pareciendo a Jesús Mariñas hablando de estas cosas, pero es importante para considerar que todo en Mónica es una gran mentira. Lo mires por donde lo mires no hay más que invención de una realidad completamente distinta a la de esta concursante. En estas últimas semanas repite que Miriam ha tenido muy fácil el concurso, y también el Koala. Mantiene la teoría de que ellos han tenido mucho apoyo y así se hace todo más fácil. Pero el apoyo se lo han ganado porque nadie les ha regalado nada.
Mucho más fácil lo ha tenido Mónica. Entre otras cosas porque mientras Miriam y el Koala se enfrentaban semana sí y semana también al voto de la audiencia, sentándose una y otra vez en el ardiente banquillo de la sala de expulsiones, casi siempre juntos, ella seguía su camino intocable. Impasible, tranquila y despreocupada, Mónica solo aparecía en los directos para mostrar sus fijaciones a la audiencia. No creo que acertase en eso porque, si había alguna duda, convenció a casi todos de que lo suyo es, realmente, una obsesión.
Repasando lo que dije en mis segundas impresiones sobre Mónica compruebo que fui prematuramente duro. Escribí esto, por ejemplo: “Confiaba en su indudable encanto personal, pero es que no se salva por ningún lado. Lo siento mucho, pero me parece una concursante bastante ridícula”. Esto queda en un segundo plano después de lo vivido, aunque debo confesar que me lo ha seguido pareciendo durante estos casi tres meses. Mónica ha sido una concursante importante porque ella y Miriam se han necesitado mutuamente. De no ser por eso, habría sido una concursante que produce vergüenza ajena en demasiadas ocasiones. Todavía más estas últimas semanas con interminables monólogos desde el cuarto de baño, el dormitorio o el comedor. Al final fue ella la que terminó sola.
Moleskine del gato
Miriam acusa a Asraf de tener mucha maldad por pedir que no diga la palabra “insulina” en una de las canciones de la última prueba. Hombre, por eso no será. El apoyo de esta concursante se puede apreciar mejor que nunca cuando uno ve mucha gente dispuesta a justificarlo todo por defenderla. Y, sobre todo, haciéndose expertos en bachatas que incluyan la palabra “insulina”. Hay más de una, ya lo puedo decir. El premio de tener seguidores tan fieles es casi más valioso que el maletín.