Mónica rechaza el cese de hostilidades que le propone Miriam

telecinco.es 03/12/2018 09:34

Hoy voy a intentar derribar algunos mitos, falsas creencias que se han ido formando y difundiendo sobre esta edición del VIP. Antes de eso, alguna cosa sucedida en los últimos días. Miriam le propuso anoche un armisticio a Mónica y esta lo rechazó. Nada que no hubiéramos podido prever. No creo que Miriam pretenda ahora hacerse amiga de quien ha sido su gran enemiga en el concurso, ni que lo hiciera para que se lleven bien a partir de ahora. Solo pretendía el cese de hostilidades, posiblemente por una cuestión práctica.

Tras semanas de enfrentamiento, Miriam necesita el cese de hostilidades para procurarse tranquilidad de ánimo. No coincide tampoco en eso con Mónica, a quien ni le viene bien ni le interesa aceptar el abrazo propuesto. Está en su derecho de rechazarlo porque no le apetece. Pero tampoco le viene bien porque perder la batalla el jueves manteniendo la hostilidad debe ser menos humillante. Aunque sea un poco solamente. No me parece que Miriam lo intente por compasión, tampoco que Mónica no lo acepte por conveniencia. Tampoco veo hipocresía en la propuesta, ni soberbia en la respuesta. No necesariamente.

Siguiendo el símil pugilístico que utilizaba este gato cronista el pasado viernes, decía anoche @telodigoclaro3: “Los boxeadores después de darse palos durante doce asaltos, se dan la mano y un abrazo. Luego esperan cada uno en una esquina del ring para esperar el vencedor”. Así es, salvo que un contendiente se niegue a dar la mano al otro. Eso pasó anoche. Creo que Miriam es sincera cuando pretende pasar los últimos días en paz, lo cual no comparte Mónica.

La diferencia entre estas dos concursantes es que mientras una tiene bastante fe en ser uno de los porcentajes menores la otra está convencida de que es el mayor. Insisto en que es más fácil proponer la paz viéndose vencedor que sabiéndose vencido. Mónica prefiere morir matando, si es preciso. Por eso esta semana prefirió no hacer prácticamente nada en la prueba semanal. La superaron por los votos de la audiencia, pero debieron ser advertidos, como otras veces, que las pruebas son cosa del grupo, y todos tienen que implicarse por igual.

La prueba está justamente superada porque se lo han tomado en serio y han trabajado posiblemente más que nunca. Pero solamente cuatro de los cinco que siguen en la casa (y Tony antes de irse). Si hubiera sido por Mónica no habría salido adelante. La diatriba de la audiencia era complicada porque si llegan a votar para que no la superasen posiblemente habrían dado un premio a Mónica. Pensaría que lo podía haber evitado si se llega a implicar. Por eso está bien como está, aunque me faltó una justa aclaración sobre que las pruebas son una cuestión de todos, no de casi todos.

Volviendo al fallido armisticio, Miriam podía haber previsto que sería interpretado como oportunista e hipócrita por su parte, sobre todo por hacerlo durante una conexión en directo del programa. Contrasta la necesidad que tenía anoche de terminar con la confrontación y la expresión de alegría del pasado jueves cuando se supo que Mónica estaba nominada por primera vez, precisamente en la última oportunidad para ello. No creo que se equivocase anoche sino el jueves. Nunca debe un concursante alegrarse del mal ajeno. Debería repasar el decálogo del buen concursante para comprobar si figura esto. Miriam debería pensar que menos es más, aunque eso es complicado para ella, una persona excesiva y sin filtro la mayoría de las veces.

El resto del fin de semana ha estado marcado por la prueba semanal. Los acordes de Grease siguen retumbando en mi cerebro y lo harán durante días. No me propongan ver la película ni volver a escuchar esas canciones durante algún tiempo, por favor. Aparte de esto, destaco dos discusiones: Mónica contra Suso y Asraf contra Miriam. Esta última tuvo lugar anoche, justo al terminar el Debate. Imposible hacer un resumen porque estuvieron media hora hablando cada uno por su lado, escenificando un enfrentamiento con el que solo pretendían ser vistos. No aprecié ningún ánimo de llegar a un acuerdo.

Que Miriam tenga necesidad de tranquilizar su ánimo llegando a un armisticio con Mónica y no con Asraf se entiende malamente. Más si tenemos en cuenta que con Asraf se llevó bien en muchos momentos, lo cual no se puede decir de su relación con Mónica, mala de principio a fin. Anoche les veía como a dos preadolescentes necesitados de quemar energías prolongando una discusión absurda que llegó a cansar hasta a ellos. Si llegan a hacer el pequeño ejercicio de salir fuera de la escena y observar lo que estaba pasando con algo de distancia seguro que habrían sentido vergüenza de sí mismos.

Lo de Mónica con Suso es otra cosa bien distinta, en este caso con bastante más fundamento. Sospecho que se mezclan varias cosas que han tenido como consecuencia el deterioro de la relación entre ambos. Puede que a Suso le esté pasando antes de salir de la casa lo que algunos concursantes experimentan una vez fuera. Anoche lo decían Tony y Aurah: desde dentro no se dieron cuenta de cómo era Mónica. Ni supieron apreciar hasta qué punto está obsesionada con Miriam ni vieron sus interminables monólogos hablando a cámara. He de decir que estos discursos son más frecuentes e intensos últimamente.

Suso parece preferir ahora a Miriam, aunque evita el enfrentamiento con Mónica y por eso se posicionó anoche en contra del Koala. Lo mismo hizo Tony en plató, algo de lo que fueron testigos en la casa. Allí dentro Asraf se ponía tras Miriam y nadie prefería la expulsión de Mónica. En plató Miriam fue quien no tuvo a nadie en contra, Verdeliss se posicionaba delante de la imagen de Mónica y el Koala aparte de Tony tuvo a Aurah y Makoke (“me llamó fea” y “se metió con mis orejas” son sus leitmotiv preferidos). La posición elegida por Tony fue lo de menos si tenemos en cuenta su discurso. “Solo me importa que no salga Miriam, los otros dos me dan igual”, dijo un Tony poco diplomático anoche. Sus palabras debieron caer a Mónica como un jarro de agua fría.

Mónica no solo ve en Suso un obstáculo para llegar a la final, sino que sangra por la herida de sus ofensas de los últimos días. Aunque creo que si por algo ha cambiado su percepción respecto a este concursante es porque ahora se lleva mejor con Miriam. Diría que se lleva mejor que con Mónica, y esto nunca lo ha sabido gestionar ni lo ha consentido. Aunque lo haya negado siempre y le extrañe escucharlo, ha sido así desde el principio. Anoche se lo dijo Verdeliss y, de nuevo, lo rechazó. Pero recuerdo con nitidez como desconfió de Aramís porque hablaba con Miriam los primeros días, y ponía distancia con Isa extrañada porque se acercase a su enemiga después de lo que esta dijo supuestamente en el pasado, que no era exactamente lo que ella quería hacer creer. “Nunca le he dicho a nadie que se tenía que llevar mal con ella”, dice Mónica refiriéndose a Miriam. En puridad puede ser cierto. Pero, como explicó Tony, hay muchas formas de influir en los demás.

“Mónica te miraba mal en cuanto te llevabas bien con Miriam”, afirmaba anoche Tony. Ya digo que algunos exconcursantes tienen como una especie de revelación una vez salen de la casa. Deberían plantearse que posiblemente debieron analizar las cosas con mayor independencia y menos apasionamiento estando dentro. Tal vez darse cuenta ahora de algunas cosas que fueron incapaces de apreciar en su momento indique poca voluntad, torpeza o excesiva comodidad. Se vive bien en el seno del grupo mayoritario sin hacer ningún esfuerzo por entender a la tribu de enfrente.

En la discusión de esta madrugada entre Miriam y Asraf este acusaba a su oponente de que nadie en la casa ha estado a su lado ni la ha querido. Debería pensar que a su lado solo tuvo a Suso, pero no cuenta porque lo traía ya amarrado desde fuera. Sin embargo, Miriam ha forjado una bonita amistad con el Koala y Verdeliss. Isa la defiende y prefiere como ganadora desde hace semanas. Y Tony dice ahora que es la más auténtica, por lo que la quiere ver llevándose el maletín. No voy a comparar todo esto con lo logrado por Asraf sino por Mónica, la gran enemiga de Miriam. ¿Quién ha tenido a su lado? De los demás, la mayoría dicen que no quieren el premio para Miriam, pero nada de que se lo darían a Mónica.

Y voy ya con el juego de los desmentidos, falsas leyendas del VIP que quiero desmontar de una vez por todas. Voy a ello.

Mónica ha tenido un concurso más difícil > FALSO

No es cierto que el concurso de Mónica haya sido más complicado que el del resto. Mucho menos que haya sido más difícil para ella que para Miriam. Mientras que casi todos se ponían de su lado desde que entró esta concursante (tres días más tarde que todos), esta tuvo que superar el rechazo y la animadversión de todos. Ya he explicado antes que Mónica logró presionar de forma directa o indirecta al resto para lograr apartarlos de Miriam y borrar de sus cabezas cualquier posibilidad de acercamiento. No lo consiguió con el Koala ni con Isa, y poco más. El concurso de Mónica ha sido mucho más fácil y plácido que el de Miriam, pero lo arruinó con su fijación y el intento de aislamiento de su enemiga.

El Koala es un falso > FALSO (valga la redundancia)

Al Koala no le gustan los enfrentamientos o confrontaciones absurdas e innecesarias. Rehúye discutir por discutir y prefiere tener una vida tranquila, sin los sobresaltos o el mal ambiente que genera el conflicto. Ahora bien, no evita decir su opinión cuando es preciso y lo considera justo o necesario. La sinceridad y decir las cosas a la cara tienen una excesiva buena prensa, aunque sea un disparate muchas veces. El Koala puede comentar que Makoke tiene las orejas grandes (¡eso que tanto la molesta!), pero no se lo diría nunca a ella. Por algo muy sencillo: tiene educación. Y porque es una faltada innecesaria. Moriríamos todos sepultados si tira la primera piedra todo aquel que haya comentado una característica física de alguien conocido sin decírselo a la cara.

El Koala tardó dos semanas en estar con Miriam, a la que no soportaba al principio, y no lo hizo hasta comprobar que era favorita > FALSO NO, FALSÍSIMO

Esta es la leyenda que más ofende a la razón. Me revuelvo ante algo con tan poco fundamento. Ya he aclarado recientemente que el Koala defendió a Miriam en la segunda gala, justo una semana después de comenzar el programa, tras solo 7 días de encierro. Entonces aclaró que “yo no odio por encargo” y fue muy claro con Mónica: “No voy a odiar a Miriam porque tú lo digas”. El Koala tuvo claro enseguida que todos se habían puesto en contra de esta concursante, y renunció a hacer lo que todos, la cómoda postura de unirse a la mayoría contra esta concursante que ni siquiera parecía igual a ellos. Ya lo dijeron Ángel Garó y Makoke: se le ve cara de indígena porque lo es.

Suso: “Fui finalista en Supervivientes y en el primer Gran Hermano por los pelos” > FALSO

En Supervivientes los tres finalistas realizan en los estudios de Mediaset o sus inmediaciones pruebas eliminatorias tras las cuales quedan finalmente los dos últimos concursantes enfrentados al televoto. Un cuarto concursante llega también a plató el último día, pero no pasa esas pruebas porque es expulsado al inicio del programa. No es finalista, por tanto. Ese fue el caso de Suso, último expulsado que dejó paso a los finalistas Yola, Mila y Jorge (que fue el ganador).

Por su parte, en Gran Hermano 16 quedaron mejor posicionados que Suso los siguientes concursantes (por orden de salida): Marina, Ricky, Vera, Carlos, Marta, Han, Niedziela, Aritz y Sofía. Más de la mitad de la casa, vamos. ¿Por los pelos? Lo siento, pero no.

Moleskine del gato

Me ha faltado un desmentido: en el plató de Gran Hermano no hace frío. Pero este no lo iba a creer nadie viendo que algunos colaboradores andan con el abrigo puesto.

Creo sinceramente que Ángel Garó debería tranquilizarse. Cada vez que habla tira piedras contra su propio tejado. Su imagen no soporta mayor deterioro.

Los porcentajes ciegos estaban así anoche: 73,8 %, 15,8 % y 10,4 %. Se esfuma la posibilidad de que Mónica superase el mítico récord de Nagore, aunque todavía es posible que sea Asraf quien bata récords. Este concursante parece estar intentando hacer el peor final de concurso posible. A poco que haga méritos puede dar la campanada, aunque en su caso tendrá que ser como finalista con menor porcentaje de votos en la historia. No lo descarto.

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