Con estos mimbres podemos hacer un buen cesto
Después de haber visto tantas barbas en las promos durante semanas se me hace raro tener ya concursantes definitivos y que vayan rasurados. Algunos ni siquiera me los imagino con barba hípster, que más le viene a pegar a Laura o a Carlota. La primera por su voz grave y la otra por el carácter. Por algo dice ella misma que a veces se ve con más atributos masculinos que los chicos. Sí tiene barba Juan Antonio, que se dedica al diseño de moda y por lo que lleva puesto bien podría ser confundido con un mendigo. Y es que los finalmente seleccionados hacen un grupo realmente heterogéneo, ni del todo normal ni tampoco exageradamente singular.
Se mantiene la media de los 100, cerca de los 29 años (28,5 más exactamente). Y al final destaca el grupo de catalanes. No vaya a ser una estrategia del gobierno de Rajoy para impedirles el voto el día 1. Son cinco en total, cuatro de Barcelona y una de El Vendrell. Esta última se llama Nerea. Puedo confirmar que entró el domingo con corona y anoche la tenía intacta. Dice que es la Paris Hilton española, aunque a mí me parece una actriz de La Cubana. No dejó claro si es virgen o poco practicante, pero seguro que se explaya sobre el tema más pronto que tarde. Lo más gracioso es que no quiere ser juzgada por su fachada, pero viéndola con pamela diría que no tiene otra intención que llamar la atención. ¿Contradictorio? Sí.
Nerea compite con algunos otros por convertirse en la más detestada. Yolanda y Yangyang están en ese grupo. Yolanda atropella las palabras y Yangyang parece llevarlas todas aprendidas, además de haberse cargado el feng shui en un plis. No sé cuál de las dos lleva su papel más aprendido ni qué papel está más trillado y desgastado. También hay chicos candidatos a convertirse en el concursante más detestado. ¿Qué me decís del uruguayo Hugo? Dice que es guapo, inteligente y simpático. Sobre las cualidades de carácter subjetivo lo dejo a elección de cada uno, pero no me pareció muy inteligente que no se fuera directo a la piscina cuando le advirtieron de que debía quitarse el micrófono para buscar la botella con un mensaje.
A Hugo le ganó Miriam, que lo tuvo claro y no dudó sobre hacia dónde ir. Hugo le debe a Miriam estar en esa casa. No me extrañaría que ella se arrepintiera porque por su decisión de que Hugo esté dentro concursarán juntos y su destino estará unido hasta el final. No es mala idea lo de forzar parejas. A Petra y Javier les dijeron que según los psicólogos son los perfiles más compatibles entre los 100. Mi teoría es que los psicólogos no han dicho nada de eso y les están poniendo a prueba. Basta con que se lo digan para que se vean impelidos a tener una relación especialmente estrecha.
Javier es de los que caen bien sin pretenderlo, aunque también apunta maneras como concursante Ikea. Petra dice que es “camaleótica” y de apuntar a algo lo haría a la mala más mala de la edición. Diría que ojalá me equivoque de no ser porque no deseo hacerlo. No es una cuestión de ego personal, es que una mala es imprescindible en esa casa. Le diría a Petra lo del alcalde de ‘Amanece que no es poco’: “Todos somos contingentes, pero tú eres necesaria”. Le une a Mina que ambas viven en Ibiza, una organizando “eventos con personajes VIP” y la otra es administrativa en un hotel. Curioso que teniendo trabajos tan relacionados no hubieran coincidido antes. Ha tenido que ser en la casa de Gran Hermano.
Me he dejado a Carlos, el mayor candidato a despertar la rabia incontenible de la audiencia. Empezó llamando “abueletes catetos de pueblo” a reconocidos chefs, como Arzak o Berasategui. El “tema vasco” lo llama él. Este es una joya de concursante. Dice que no pierde nunca porque no juega a algo sin estar seguro de que va a ganar. Todo lo contrario que Christian Gabaldón, de los dos Cristian el que lleva hache intercalada. A diferencia de Carlos, que no pierde nada, este dice que es capaz de perder dos o tres móviles en un mismo día. “Soy un desastre”, reconoce Christian, y solo por eso cae bien en contraste con el chef.
Cristian Fernández es el otro Cristian (este sin hache) y se puede disputar con Rubén el voto de adolescentes con las hormonas disparadas. No admito que se diga de Rubén que es perfil ‘viceverso’. Téngase en cuenta que es técnico superior en automatismos y robótica industrial. Dudo que la mayoría de ‘viceversos’ sepan ni siquiera lo que es un autómata. La única pega que le pongo es lo de la crucecita de pendiente, aunque diría que he visto a otro concursante con parecido adorno. Los ochenta siempre vuelven, amigos. Christian y Cristian están unidos por sus nombres y porque pactaron apresuradamente celebrar que estaban dentro tirándose juntos, y vestidos, a la piscina. No me extrañaría que Rubén se uniera a ellos en uno de esos pactos entre machotes que ya hemos visto otras veces.
Pilar tiene novio, pero al saber que está dentro llora porque echa de menos a su burro. Es como aquello de “los perros están bien”, única cosa que le interesaba a la del Titanic (Gran Hermano 14). El burro tuvo su momento de protagonismo, igual que Coco Chanel, el perro de Nerea. En este caso en lugar de llevarle a la casa, no fuera a romper algo, se limitaron a mostrárselo a Pilar en un vídeo. Y me queda el dúo zapatitos, Maico y Miguel. De Maico ya hablé algo ayer, es el que lleva 26 años descalzo. Le une a Miguel que este es zapatero remendón desde los 13 años. Teniendo en cuenta que tiene 42 lleva 29 arreglando zapatos, o sea, alguno más que Maico descalzo. Si los dos coinciden náufragos en una isla desierta apuesto a que antes le convence Maico a Miguel de los beneficios de andar descalzo que este de ponerse unos zapatos con nuevas suelas. Lo mejor de no gastar zapatos es que la planta del pie no se desgasta, aunque el callo que tendrá a estas alturas no debe ser pequeño. Por suerte, dice que no duerme en cama sino en el suelo. Tampoco gasta calzoncillos. El australiano de Milán es toda una oda a la contención del gasto.
Como quien no quiere la cosa he repasado los 18 elegidos anoche. No me parece mal grupo. Estoy seguro de que van a dar grandes momentos. De todas formas, todavía quedan dos por elegir y vamos a ser nosotros los responsables. Conociendo la proverbial torpeza de la audiencia votante puede salir el tiro por la culata. Convendría descartar a Cristian López y Cristian García porque con cuatro Cristian en la casa nos podemos volver locos. Además, ellos protagonizaron uno de mis momentos preferidos de la noche cuando uno de estos Cristian (creo que López) dijo: “Siempre dijimos o juntos o nada”. Entonces Jorge Javier respondió: “Pues nada”. Lo celebré porque si se conocían de fuera mal. No puedo estar más contento porque no entrase nadie de las tres tramas de fuera. No vayamos ahora a estropearlo.
Personalmente he votado por Inma Boluda porque quiero verla disfrutar. Dice que le gusta olerse “los peditos”. Y yo abogo por lograr que pueda compartir ese placer ya no tan secreto con el resto de habitantes de la casa. Soy así de básico, pero es poner a una aspirante a concursante el apelativo ‘la peditos’ y desear que se quede dentro. Ya digo que no confío mucho en lo que vayamos a decidir. Tengamos en cuenta que el mejor minuto de la gala en comentarios de redes sociales coincide con la confirmación de Yoli como concursante. ¿Pero estamos locos o qué? No por esto debemos dejar de escuchar lo que se dice en redes, tantas veces acertado.
En cuanto a mis preferencias, reconozco que Carlota me ha ganado. La promotora en discotecas es capaz de amedrentar a cualquiera. Si se alía a Miriam, que colecciona títulos y premios en artes marciales, pueden arrasar y dejar la casa como un erial. Seguro que cambio pronto de opinión, pero de momento tiro por ahí. Ya digo que me parece un buen casting y no creo que tenga perfiles repetidos, como se viene diciendo. Javier tiene en común con Muti que los dos son negros. Nada más. Y Pilar con Lorena unos kilitos de más. Si nos dejamos llevar por las apariencias estamos perdidos. Aunque sí digo una cosa: no tengo duda de que vamos a ver en las galas vídeos graciosos hasta aburrir de Yangyang. A mí ya me aburre y esto no ha hecho más que empezar.
Vi a Jorge más a gusto que en todo Gran Hermano 17. Eso es bien. La gala se lo puso fácil porque logró desprenderse de algunas de las cosas que han lastrado otras galas de presentación anteriores. Me parece un acierto que no hubiera apenas presencia de familiares en plató. Salvo dos novios de concursantes no vimos a nadie más. Pienso que esto debería repetirse en las galas. Los familiares, amigos y otros defensores en plató deberían tener mucho menos protagonismo del habitual. No aportan nada y cortan el ritmo del programa. Para una madre su hijo va a ser siempre el mejor y no es fácil que vea nada malo en él. Su opinión se me antoja irrelevante.
Pero el mayor acierto fue cargarse de un plumazo los vídeos de presentación. En su lugar vimos fragmentos de la prueba de cámara en los castings y los vídeos que los propios concursantes envían para intentar ser seleccionados. De acuerdo que en estas imágenes los concursantes intentan dar la mejor imagen de sí mismos, ocultarán cosas e incluso pueden intentar engañar. Pero, sea como sea, me parece que hay mucha más verdad en esas imágenes que en los vídeos habituales, súper preparados y guionizados de forma que a veces no reconocemos al concursante una vez lo hemos conocido dentro de la casa.
La escenografía en la nave donde se hizo la selección me pareció todo un acierto. También que nos evitáramos esos incómodos momentos en que se están conociendo y apenas aciertan a decir sus nombres y ciudades de procedencia. Anoche vimos a concursantes que iban a ver truncado su deseo de ser concursantes de Gran Hermano alegrándose con sinceridad de que lo fueran a ser otros compañeros. En poco más de 48 horas habían empezado a estrechar sus lazos. Puede parecer extraño, pero es real.
Solo queda esperar lo que ha de venir. Personalmente no estoy esperando con impaciencia nuevas carpetas sino simplemente relaciones humanas sinceras. Desconfío de los que se apresuran en estrecharlas. Anoche vi demasiado juntos a Miriam y Hugo (me disculparán si me equivoco en algún nombre) y eso me hace siempre sospechar. Con estos mimbres podemos hacer un bonito cesto. Con un poco más podremos decir que tenemos edición. De momento, huele mucho (y muy bien) a Gran Hermano. Mañana habrá más.