Marta lleva días preocupada por cuestiones que no van con ella. Unas son del pasado reciente de otros, como que Rafa malmetía a Carmen para hacerla discutir más. Y otras más del presente, como que no entiende la amistad entre Rafa y Álvaro, o que ve un cambio de Carlos hacia Rafa. Observará el lector que hay un denominador común en todas sus inquietudes: Rafa. Este concursante aparece en todas. A Marta también le preocupa que Sara se haya llevado bien desde el primer día con Rafa y piensa que es porque ha entrado con la idea de arrimarse al más fuerte. Todo son preocupaciones para la mano derecha de la alcaldesa.
Bastaría con que Marta pusiera en práctica el principio de economía o parsimonia, también conocido como navaja de Ockam, para encontrar respuesta a todas sus inquietudes y así poder descansar más tranquila. La explicación más simple suele ser la más probable, por ejemplo en lo de Sara, nueva concursante desde el jueves pasado. Se explica que se lleve mejor con Rafa o Álvaro porque estuvieron pendientes de ella mientras que Marta y Adrián no le hacían ni caso. Adrián ni siquiera le dio las buenas noches. Con igual proceso mental podría explicarse lo demás, aunque me llama la atención otro de los denominadores comunes en las preocupaciones de Marta: parece empeñada en aislar a Rafa.
Que Rafa se quede solo es un objetivo para el grupo de Adrián, Marta, Colchero y Cora, frustrado a pesar de tanto esfuerzo conjunto. Excluyo a Carlos porque cada día pasa más tiempo con Rafa y ha llegado a reconocer que ya no está a gusto con ese grupo, endogámico donde los haya, al que lleva unido desde el principio. No es solo por la relación de pareja, bastante singular, entre Adrián y Marta, sino porque les mueven objetivos diferentes. Carlos no comparte el de que Rafa se quede solo en la casa.
Marta, Cora y Colchero cuestionaban el sábado la amistad entre Álvaro y Rafa. La razón de esa inquietud respecto a algo que no es cosa suya se explica con facilidad. La noche que vieron los vídeos de Rafa criticando a Álvaro fueron felices pensaron que esa amistad estaba rota y ahora les frustra ver que no ha sido así. Rafa y Álvaro se lo explicaron bien anoche mismo a Toñi Moreno. Todos hacen comentarios de todos y seguro que a Cora también hay cosas que no le gustan de Colchero o criticaría de Marta. Pero la amistad está muy por encima de todo eso, aunque ni siquiera es necesario apelar a algo tan noble como la amistad. Rafa y Álvaro se han llevado bien desde la entrada de este último en la casa. Mientras el resto de la casa le recibía con cajas destempladas por una broma, Rafa le abrió los brazos haciendo más fácil su estancia durante esas duras primeras horas.
Tras la abrupta llegada de Álvaro a la casa ha vivido con Rafa muchas cosas. Se han divertido, han reído y se han respetado siempre. Cuando Álvaro quiso participar del pacto de nominaciones y cuando prefirió no seguir haciéndolo fue respetado igualmente. Y han tenido enemigos comunes, lo cual une más que nada. ¿De verdad pensaban que porque Álvaro descubriera a Rafa criticando que no sepa ni hacer un huevo iban a dejar de tener una buena relación? Es inteligente priorizar lo importante sobre lo accesorio, y eso es exactamente lo que ellos han hecho. El que Marta y compañía no entiendan esto es sorprendente. En realidad, no lo quieren entender porque les ciega la frustración de unas expectativas no cumplidas. Sintiéndolo mucho, Rafa no está solo. Y mucho tendrían que cambiar las cosas para que lo estuviera mientras siga Álvaro en la casa.
Esa preocupación por lo que afecta a los demás denota una cierta pobreza de espíritu y es común a los concursantes que a falta de aportar una potente historia personal se dedican en cuerpo y alma a vivir las historias de otros. Esta es una opción posible, no necesariamente criticable. Cosa diferente es la frustración por el éxito ajeno, lo cual da muestra de una gran mezquindad. Es bastante triste que Marta esté preocupada porque Carlos se lleva ahora mejor con Rafa, pero mucho más que vaya a pedir explicaciones por ello. Se supone que Carlos es su amigo, al menos ha estado siempre en su grupo, a pesar de su tibieza. De Carlos se pueden decir muchas cosas, pero absoluto se puede dudar de su lealtad. Reprocharle que haya mejorado su relación con un tercero es estar demasiado desesperado.
Dice Marta que Carlos antes quería a Rafa lejos de su persona y ahora pasa mucho tiempo a su lado. Es la historia de siempre, en lugar de alegrarse de ello parece que le estuviera obligando a dar explicaciones. Si yo fuera Carlos hubiera tenido clara mi respuesta: ¿a ti qué te importa? Pero el no binario es muy “educade” e incapaz de un respuesta “desabride”. “La relación que tengo con vosotros no la tengo con Rafa. Para mí, es un entretenimiento”, respondía Carlos sin ninguna apariencia de estar molesto porque alguien afín cuestionase sus relaciones con otras personas. Al rato Carlos hablaba de esto mismo con Rafa y Álvaro y daba una versión definitivamente diferente, aunque se asemejase a la comentada con Marta. A ellos les decía que su acercamiento a Rafa era por la conexión surgida entre los dos una vez que la casa se había ido vaciando. ¿Tiene ahora una especial conexión con Rafa o para él es solamente un entretenimiento? Estará satisfecha Marta por haber incitado a Carlos a dar este mortal con tirabuzón para cambiar su versión por algo que no tiene ninguna obligación de explicar a nadie.
“Los nuestros”, suele decir Adrián y aparte de sonar un poco a mafia de Chicago me hace pensar si considera a Carlos uno de los suyos. Se puede pensar que ser el grupo más numeroso desde el principio explica que no se hayan mostrado muy acogedores con quienes han llegado después. Falla en esa explicación la amabilidad con la que Marta recibe siempre a las visitas de los VIP, a diferencia de cómo se ha comportado cuando han entrado nuevos competidores. En los últimos días lo hemos podido comprobar con meridiana claridad. A Sara ni caso el jueves. Tampoco los días posteriores. En el cubo comentó que no le debe caer bien a la nueva. ¿Acaso pensaba que sería de otro modo sin poner nada de su parte? Sin embargo, anoche se deshacía en atenciones a Tom Brusse, Víctor Sandoval y Miriam Saavedra.
En el momento que entraron los VIP que acompañaran a los concursantes hasta el final de la edición no previeron lo que les va a suponer pasar la recta final con semejantes personajes. Miriam y Víctor han sido excepcionales concursantes de Gran Hermano VIP, pero desquiciantes como ellos solos. Víctor ya puso anoche en un compromiso a Adrián cuando este dijo que no sabe qué será de su vida a partir de ahora y le gustaría trabajar en la tele. Con toda la razón, el de Sálvame le quiso rebajar expectativas porque no le va a cambiar tanto la vida. Sobre lo de trabajar en la tele, es extraño que no se haya preparado para ello en lugar de hacer magisterio. Y Miriam dio muestras de su conocido desequilibrio al caerse del podio al que se subieron los tres invitados. Y esto es solo el principio.
No sé si Tom estaba de broma y pretendía dar continuidad al troleo del programa a los concursantes cuando les aseguró que queda mucho para la final. De ser así preveo que más de uno puede terminar desquiciado y más inestable emocionalmente que Miriam y Víctor juntos. De todas formas, no puedo evitar recordar a Víctor contando en esa casa sus anécdotas en Estados Unidos con la famosa araña, o aquella noche de Miriam llamando “Benjamin Button” a Makoke en una fiesta que ella convirtió en delirante. Y mientras recuerdo todas estas cosas de realities pasados tengo que sonreír agradecido por tan buenos momentos vividos. Así es que… bienvenidos, queridos.
Digo lo del troleo porque tras salvarse de la expulsión Colchero y Rafa dejaron solos en la sala de expulsiones a Adrián y Álvaro. La escenografía era la misma de las noches de expulsión y reconozco como una tentación inevitable hacerles creer que uno de los dos sería expulsado anoche mismo. Las barras empezaron a dar vueltas a sus espaldas y sobre la temible música escucharon a Toñi decir esas palabras tan mágicas como malditas. “Los espectadores han decidido…” El final, angustioso dentro de esa sala y en la casa, donde estaban viendo lo que pasaba, terminó con un “se decidirá el próximo jueves”. Adrián y Álvaro habían coincidido en hundir sus cabezas bajo las manos, casi como algunos de sus compañeros. Marta parecía tener el corazón en el cielo de la boca. Cuando vieron que era una broma se escucharon las carcajadas de Rafa.
Había cierta coincidencia en pensar que quedarían para el duelo final Adrián junto a Rafa, pero este gato había pronosticado que sería con Álvaro. Estaba claro que quedaría un representante de cada bando en esa lucha desigual que llevan más de dos meses librando. No hace falta decir que sería justo y necesario ver equilibrarse un poco las fueras a las puertas de la recta final. La salida de Álvaro ayudaría a cumplir el objetivo que han demostrado tener Marta y compañía de aislar a Rafa. En alguna medida lo conseguirían aunque Sara esté de su lado y Carlos celebró más anoche su salvación que la de Colchero. Además, Adrián ha expresado su deseo de irse porque se siente desubicado. No le decepcionemos.
La esfera de Carmen (la número 9) fue ganada por Colchero en una competición con preguntas donde el azar decidía el orden de participación y este se me antoja como algo fundamental para tener o no opciones de triunfo. En este momento, Carlos tiene cuatro esferas, Colchero y Rafa tres, mientras Cora, Álvaro y Marta tienen una. Adrián es el único sin esfera.
Por otro lado, Adrián había apostado porque el secreto de Rafa era que abrió un cadáver y tras el correspondiente careo confirmó su apuesta. No es ese el secreto, por lo que su esfera (la número 5) pasó a ser propiedad de Rafa. No se atrevió Adrián a dar la explicación disparatada y de mal gusto que comentó la pasada semana. Al menos evitó mencionar la muerte del padre de Rafa, lo cual se agradece.
La idea de que el jueves suban a la casa Carmen, para hablar con Rafa, y Nissy, para hablar con Álvaro, ofrecería dudas sobre su oportunidad de no ser porque los nuevos VIP ya han empezado a hacer de las suyas. Víctor le contaba esta madrugada a Rafa que Carmen le ha utilizado, lo cual hace más importante la conversación que vayan a tener. Esa misma noche será la gala de las visitas de familiares, con lo que habrá overbooking en la casa de los secretos.
Tras el troleo de la falsa expulsión, Adrián y Álvaro volvían al salón, donde las informaban que lo habían visto todo. La primera pregunta de Adrián a Marta fue hasta dónde habían visto. “¿Han puesto cuando Toñi me ha preguntado por quién habría sentido más marcharme sin poderme despedir?”, preguntaba. El interés porque Marta hubiera visto ese momento demuestra que su respuesta no tenía otro fin que ese.
Al salvarse Colchero dijo lo siguiente: “Agradezco a la gente que se está divirtiendo conmigo”. He tenido que volver a verlo por si lo había entendido mal. ¿De veras piensa que está divirtiendo a alguien? No es fácil encontrar un caso de concursante con tan altas expectativas para tan ínfimos resultados. Por si fuera poco, se inventó al volver que le habían confirmado que era el menos votado y por eso se salvó el primero.
No les enseñaron los porcentajes porque dan demasiadas pistas, posiblemente falsas. El voto se ha polarizado tanto en Adrián y Álvaro que los otros dos nominados sumaban solo un 3 % de los votos. Así estaban esos porcentajes ciegos oficiales anoche: 62 %, 35 %, 2 % y 1 %.
Lo de Laila y Carmen anoche ni siquiera llegó a astracanada, fue más bien un esperpento, en el peor sentido de la palabra. Si lo vemos como una competición de despropósitos van igualadas, pero si es en positivo creo que va ganando por goleada Carmen Nadales. Salió por la puerta de atrás, pero vuelve el jueves por la puerta grande. Mientras tanto, Laila seguirá teniendo ocasión de asumir el 80 % de votos para su expulsión.
“Mejor que Maluma, Vivaldi”, le dijo anoche Rafa a Adrián. Y yo creo que es perfecto para serigrafiarlo en una camiseta.