Los temores porque Carmen fuera a amargar los últimos días de Rafa en el concurso no se están confirmando. Lejos de perjudicarle con actitudes como las del pasado, está evitando nada que sea inconveniente para su defendido, a la sazón pareja recién estrenada. A los dos les parece increíble que en tres días no hayan tenido ni una sola discusión, algo muy distinto a lo que vivieron durante los primeros 52 días de ambos en la casa. “Ahora te veo bien. Bien de verdad. Mentalmente”, le comenta Rafa a Carmen. Y dice mucho con esas palabras. Carmen no parece la misma, le mira arrobada y parece arrepentida de haberlo complicado todo antes.
Veo a Carmen ilusionada ahora, haciendo planes de viajar con Rafa, queriendo quererle y con miedo a perderle. No sé si hay una demostración mayor de amor que esta sensación. La estampa entre los dos es idílica todo el rato, aunque están aplazando algunas expresiones de pasión, entre otras cosas por el catarro de Carmen. Tenía miedo de poder contagiarlo y parece que algo de eso hay porque Rafa empezaba el sábado a toser. De todos modos, todavía creo que están refrenando sus impulsos. A pesar de lo cual, o tal vez por ello, en ocasiones parece que estuvieran a punto de entrar en combustión espontánea.
No pasa lo mismo con los otros dos defensores de campaña, que han tenido algunos momentos de tensión. Me refiero a lo visto entre Colchero y Adrián o, especialmente, entre Marta y Cora. Colchero empezó censurando que Adrián se defendiera de la acusación de haber dicho que no le gustaba nada del físico de Marta diciendo que le gustaba su culo. Luego, en una conversación en la que estaban presentes Marta y Adrián le reprochó a este lo dicho en un cubo sobre que no volvería a confiar en él.
Adrián se refería a que Colchero le había engañado sobre su secreto, haciéndole creer que era otro distinto al real, lo cual interpretó como una traición porque siendo uno de “los míos” no tendría que haber temido porque accionase el pulsador para adivinar su secreto. Colchero le aclaró que no creía haberle traicionado en ningún momento, creando un momento incómodo entre ellos. Se supone que Colchero entra a defender a Marta, pero bien podría haber defendido a Adrián. Por eso resulta extraño que se produzcan estos momentos que podrían perjudicar al concursante ante la votación final.
En cualquier caso, la mayor tensión la han vivido Marta y Cora, que tenían una conversación pendiente. Ya lo hablaron antes de salir Cora, pero esta también ha visto fuera un cubo de Marta que no le gustó nada. La concursante dudaba sobre si Cora podía sentir algo por Adrián y esto le llevaba a volver a envolverse en un drama plagado de lágrimas, tal como ha estado haciendo en las semanas previas al comienzo de la recta final. Marta no se anduvo con paños calientes, lo cual cuenta a su favor, y le dijo a Cora que desde entonces no puede verla igual, ni tener la misma relación, ni volver a confiar en ella igual que antes. La conversación no sirvió para arreglar nada entre las dos, si acaso para confirmar que no tienen una buena relación.
La tensión entre Marta y Cora, no resuelta durante la larga conversación que tuvieron sino todo lo contrario, contrasta con la buena relación que se ha podido observar estos días entre Cora y Adrián. En particular durante otra conversación, igualmente larga, en la que él le cuenta abiertamente sus inquietudes, algunos planes de futuro, las inseguridades superadas y las que no, mostrando su auténtico yo con una confianza pocas veces vista anteriormente. Adrián habló a corazón abierto, con pasmosa naturalidad. Cora, por su parte, le daba su apoyo y parecía entenderle a la perfección. No me esperaba semejante simbiosis entre los dos.
Adrián se dejó ver como nunca gracias a Cora, y he de decir que a este le doy un sí rotundo. Lamento decirlo, pero creo que Marta le ha perjudicado más de lo que él mismo se imagina. No tengo duda alguna de que está más a gusto, se sincera más y se ríe más abiertamente con Cora que con Marta. Sé que es duro lo que digo, pero no tendría sentido ocultar algo que pienso. Tal vez la clave está en que Adrián encuentra reproches en Marta que no hubo con Cora. Posiblemente esa sea la razón por la que se abrió con esta de la forma que tantas veces le ha reclamado aquella.
Si tuviera que resumirlo con una sola expresión diría que vi entre Adrián y Cora un nivel de intimidad que nunca le había visto con Marta. Le vi positivo, priorizando haber superado muchos lastres personales a ganar o no el concurso. Y eso, queridos amigos, es pura esencia del formato. Cuando salga por esa puerta dejará enterrados algunos de sus más inconvenientes complejos, o los sentimientos de culpa más molestos. Solo Cora ha logrado que lo cuente de tal forma que me haya llegado. No creo que tenga sentimientos por él, como temía (y creo que sigue temiendo) Marta. Pero empatiza con él mejor que nadie.
El caso es que también ha estado Adrián recordando con Colchero sus mejores momentos en la casa, riendo como hacía tiempo no lo veía. Me llamó la atención que en ninguno de esos momentos estuviera Marta. Es como si no hubiera existido. Y es que en su concurso hay claramente un antes y un después, marcado por el momento en que comenzaron la relación. Esto no quita para que en estos días hayan tenido momentos de intimidad en los que es imposible dudar que se quieren y están a gusto juntos. El cariño que se dan y los momentos que comparten son claramente de una pareja. Luego durarán más o menos y siempre admitiré apuestas al respecto, pero hoy por hoy sería absurdo dudar de ello.
A quien parece haber olvidado Adrián es a Virginia, responsable indirecta (o no tanto) de la relación que tiene con Marta. Lo digo porque tiene claro que le gustaría ser amigo de Cora, Colchero y Brenda fuera de la casa, aparte de Marta, está claro. Sin embargo, como bien le señaló Cora, no mencionó a Virginia. Tiene dudas sobre ella, y hace bien en tenerlas. Incluso podría incluir entre las personas con las que podría tener relación fuera a Alberto y Kenny, pero no la chica del pelo rosa.
Rafa también se ha sincerado con Carmen, en este caso hablando de quién cree que debería haber sido finalista y con quien le hubiera gustado llegar hasta ahí, aquello que tantos quebraderos de cabeza le costó a Carlos. Rafa dice que ella misma y Alvarito. Carmen le pregunta por Nissy, pero dice que no porque no lo supo gestionar. Es llamativo el argumento, como si Carmen lo hubiera gestionado a las mil maravillas. El amor nos ciega muchas veces. De todas formas, sí le hubiera gustado llegar con Nissy en caso de haberlo sabido gestionar. También le hubiera gustado que Carlos siguiera hasta el final.
Del cuarteto inicial siguen resistiendo tres. Carmen ha tenido fuera una buena relación con Álvaro, que le reconoció algunos comportamientos no muy buenos con ella y le pidió perdón. Ella también debió hacerlo porque le puso contra las cuerdas en algunos momentos, como cuando midió su capacidad de contención no dejándole salir del dormitorio. Sin embargo, con Alatzne (la cuarta en discordia) no ha tenido Carmen una buena relación fuera. Dice estar muy decepcionada con ella. De alguna manera está dándole la razón a Rafa en esto. Bueno, a Rafa y a buena parte de la audiencia. Al menos la audiencia votante que la sacó del concurso tan pronto pudo.
Pero Rafa no es perfecto en todo. Nadie lo es. Marta le preguntaba estos días si se arrepiente de algo. Le costó encontrarlo, pero ante la presión y la petición de autocrítica logró decir dos cosas que habría hecho de otro modo. Considera negativas sus palabras sobre Álvaro, también haber hecho sentir mal a Carlos por llamarle “veleta”. En realidad, las dos razones de arrepentimiento son igualmente por haber dicho cosas que pudieron hacer sufrir a dos compañeros. Con uno tenía una buena relación desde hacía tiempo y con el otro la estaba empezando a tener. Es un arrepentimiento relativo, pues más que renegar de sus palabras por no mantenerlas lo hace por sus consecuencias.
Marta también contó aquello de lo que se arrepiente. En su caso, de haberse cerrado con algunas personas y no haber empatizado con ellas. Como ejemplo puso a Laila y al propio Rafa. Algo parecido vino a decir Colchero sin decirlo cuando contaba que vio un cubo de Rafa asegurando que notaría su marcha de la casa porque se estaban empezando a llevar mejor. Rafa aseguraba que se lo pasó muy bien con él las últimas semanas. Carmen, por su parte, dice que ahora se lleva fenomenal con Carmen. Es genial que estén pasando de tan buen rollo todos estos últimos días. Todos parecen ser ahora otras personas. Adrián lo notó la primera mañana. Les noto una mirada distinta, lo cual le hizo sentir incómodo. Supongo que no es cosa suya y tienen una mirada distinta de verdad. No es nada extraño.
¿Es normal que Colchero duerma entre Adrián y Marta la noche que entraron en la casa los defensores de campaña? No me lo parece.
Carmen dice que debe ganar Rafa porque los demás están “apalominados”. No está mal visto.
Diálogo entre Carmen y Rafa cuando esté esperaba que saliera de la ducha. Rafa: “Carmen, ¿ya o qué?”. Carmen: “Sí, me estaba lavando el pelo”. Rafa: “La pu** virgen”. No sé si es apropiado mencionar en este caso nada relacionado con la virginidad.
Carmen no para de hacer planes, como conté antes. Dice que se irán de cervezas, a disfrutar, cuando salgan. “Y a comer caracoles”, dice Rafa. A lo que añade ella: “La verdad que yo prefiero salchichón”. No sé si me estoy pasando viendo dobles sentidos donde no los hay.
Y un comentario friki para reclamar en lo que vale al Inspector Gadget porque en la casa y fuera no paran de llamar ‘gorrocóptero’ de Doraemon a lo que se ponen para desplazarse virtualmente de una provincia a otra en la campaña por el triunfo final. Pero en puridad se trata del ‘gadgetocóptero’, como me hizo notar @GatoSinFiltros en Twitter y demuestra la imagen de aquí debajo. ¡Queda dicho!