Crecen las tensiones entre María Jesús y el grupo. El enfrentamiento no es solo con Antonio, sino con todos sus compañeros, excepto Juan Miguel. Es un caso de concursante a la que le sale todo mal y cree que los demás son culpables. El viernes hablé de la buena fortuna de Antonio al salvarse porque Kiko logró de nuevo el poder del intercambio que le otorga ser jefe de la casa y porque la repescada había sido Sofía, y no Candela. Lo contrario se puede decir de María Jesús, que perdía al tiempo a Raquel, su principal apoyo, y a Candela, que contra todo pronóstico se había convertido en nueva aliada. Se queja de estar sola, lo cual es cierto, pero debería echarle la culpa a la audiencia, no a sus enemigos.
María Jesús ha optado por asumir el papel de concursante marginada por los demás, teóricos responsables de su infortunio. Sabe que el concursante que tiene toda la casa en contra tiene muchas posibilidades de hacerse con el triunfo, por lo que utiliza esa mala suerte como una de sus bazas principales. Es mentira que esté marginada, pero ella sabe bien que la verdad está sobrevalorada y se maneja a la perfección en ese pantanoso terreno de sugerir sin llegar a afirmar del todo, decir a medias y que cada uno decida lo que cree. Sin apoyarse en ninguna realidad afirma que nominan a Juan Miguel porque es su amigo. Y si la semana pasada sugería que Antonio es violento, anoche afirmaba que sus compañeros le tienen miedo. Eso sí, luego su explicación no tenía nada que ver con lo afirmado.
La convicción de María Jesús sobre que sus compañeros nominan a Juan Miguel porque es su amigo no se corresponde con lo sucedido porque desde que concursan individualmente este concursante ha recibido 3 puntos la primera semana y 5 la segunda. Nada que ver con los abultados marcadores de María Jesús (13 y 15). Mientras concursaban en pareja se dio el caso de que Juan Miguel cambió de Yurena al mismísimo Antonio, e incluso estuvo solo una semana. En ese tiempo recibió estos puntos: 5, 2, 3, 7 y 1, habiendo sido inmune una semana (gracias a tener a Antonio de pareja, por cierto). La semana que más puntos obtuvo su pareja era Yurena. Se puede comprobar que los datos no validan la afirmación de María Jesús. Poco lo están nominando para ser consecuencia directa de que es su amigo.
Lo mismo pasa con el resto de sus estudiadas quejas. Para estar marginada la veo hablar continuamente y de muy buen rollo con muchos compañeros. Es completamente injusto que haga esa afirmación sin hacer excepción alguna. Porque si empieza a hacer excepciones se desmonta su mentira. Irene se lo decía anoche con toda razón porque entre ellas hablan con frecuencia. Y muchos que la nominan habitualmente y con quien ha tenido rifirrafes, como es el caso de Carolina. La marginación de la que habla solo está en su cabeza y la de algunos de sus seguidores. Defender a un concursante con mentiras es tan innecesario como peligroso, porque termina volviéndose en contra. Mucho más cuando las mentiras salen del propio concursante.
Insisto en que si María Jesús se siente sola es por su infortunio, no porque nadie en la casa la margine en absoluto. Perdió el jueves a Raquel y a Candela, aunque no todos en la casa han terminado de entender que se llevara tan bien con esta después de haberse enrollado con su ex pocos días después de salir de la casa por primera vez. Kiko fue el menos flexible, no sé si porque es antiguo de mente, cosa que él negaba, o porque no tiene la mentalidad de jugador que se le supuso en algún momento. Teniendo pocos apoyos, María Jesús buscó aliarse con Candela, como lo ha intentado con otros compañeros sin éxito. Es normal buscar apoyos como sea en este concurso.
Además, el buen rollo entre María Jesús y Candela se explica perfectamente como la alianza de las ex de Antonio para ir juntas contra él. Cualquier aficionado a las películas del género comedia romántica seguro que podría decir el título de varias con este argumento. No es tan complicado de entender lo sucedido, toda vez que ya tenían buena relación antes de lo ocurrido y que, en realidad, la cosa entre María Jesús y Antonio no pasó a mayores. Si el jueves llegan a quedarse Raquel y Candela ahora se sentiría menos sola, aunque posiblemente eso no la dejaría cultivar la falsa leyenda de que está sola y marginada en esa casa.
Tan infantil es lo de Antonio, Kiko y Alejandro (segundón, cabecilla y palmerillo) llamando Jafar a María Jesús como que esta llore desconsolada por sentirse duramente atacada. A ver, una cosita, es un mote. Con bastante mala intención, pero solamente eso. Ella también dijo que Antonio es Lucifer. Ni Jafar ni Lucifer, son comparaciones más o menos sarcásticas, caricaturas que se apoyan necesariamente en la exageración. Aunque para infantil el episodio de la percha, origen del cara a cara más tenso entre María Jesús y Antonio, que tuvo lugar anoche mientras acababa el Debate. De nada sirve el sosiego que transmiten las palabras de Jordi, porque acaban a menudo mal.
Fue Antonio quien se la jugó sacando anoche el tema de la percha. Enésimo error. El primero fue decirle nada a María Jesús sobre el tema. Ylenia y Alejandro le habían aconsejado, incluso pedido que no lo hiciera. Si, como ellos piensan (y este humilde cronista también), María Jesús había pretendido provocarle, lo más sabio era no reaccionar. No hay nada más frustrante que intentar provocar a alguien y que este pase de entrar al trapo. María Jesús había arrancado la etiqueta de la percha de Antonio en el cuarto de baño para ponerla en otra percha. Innecesaria maniobra, pero no suficientemente importante para hacer un mundo de ello.
Antonio no pudo reprimirse y se lo reprochó en la cocina. Anoche lo contaba en directo, sin saber que casi al principio del Debate ya se habían visto esas imágenes. La polémica sobre si Antonio tiene la percha habitualmente vacía o no carece de trascendencia. Da igual si tiene razón uno u otro, lo cierto es que María Jesús no debió cambiar la etiqueta de percha, menos tratándose de la de Antonio. Igualmente digo que no es para tomárselo tan mal como lo toma este. Lo de la percha es una tontería sin importancia que Antonio exagera porque quiere chinchar con esto a María Jesús, igual que seguramente ella lo hace por provocarle y comprobar si se enfada. Así luego ella puede vender mejor el papel de víctima, su descaradísimo objetivo en las últimas semanas de concurso.
Según Ylenia, a ella también la ha provocado. La tesis de esta concursante es que provoca a los dos que tienen más corta la mecha, además de haberse significado por no ser particularmente amable con ella. Ylenia no se traga las mentiras de María Jesús ni le ha bailado el agua nunca. Contó que una noche la había despertado golpeando su almohada y poniéndole el culo poco menos que en la cara. Ylenia está convencida de que todo esto lo hace para ver si Antonio o ella saltan. Dado lo raras que son esas maniobras en la cama y lo innecesario de cambiar una etiqueta a una percha estoy con Ylenia. Creo que María Jesús necesita pretextos para justificar su falsa marginación y poder vender un papel de víctima en el que ni ella misma cree.
Aparte de Raquel o Candela, María Jesús no tuvo buena relación con el resto de los expulsados. Con Julio acabó mal, y aunque el día más tenso entre ellos dos todos sus compañeros acudieron en su ayuda al ver que la estaba acorralando y forzando contra la pared del lavadero, nunca la he visto agradecerlo. Antonio e Ylenia fueron los primeros en llegar, precisamente. Curiosamente, tras ese delicado episodio María Jesús afirmaba que no se había sentido amenazada ni nada semejante. Sin embargo, el martes pasado acusó a Antonio de haber sido agresivo con ella. La curiosa vara de medir de esta concursante.
Después de la estéril polémica de la percha comenzó un enfrentamiento con importantes consecuencias entre María Jesús y Antonio. Este andaba encendido porque se preguntase que utiliza a diario su percha. Se enfadó por lo que él considera una mentira. Un enfado absurdo, en todo caso. María Jesús se vio victoriosa por algo tan nimio como es si un compañero usa más o menos la percha. Después de despedirse de ellos Jordi González se levantaba María Jesús y parecía que fuera a salir al ‘confe’. Antonio levantaba la voz y decía: “Y ahora te vas al ‘confe’, dices tus ‘niñas bonitas’ y todo lo que tú quieras, pero a mí eso ya no me sirve, eh. Lo escucho desde el día 1 que estoy aquí. Y tarde o temprano se verá que eres un fraude. Te lo juro”. Por la última frase sospecho que el enfado de Antonio era también por haber escuchado aplausos para María Jesús.
No debió decir lo de “niñas bonitas” aunque no significa tanto que hable de sus hijas como que la acuse de mencionar a sus hijas cuando tiene un conflicto en la casa, lo cual es cierto. En todo caso, es un error mayúsculo porque le estaba dando dinamita a espuertas. María Jesús se lo pensó un poco y decidió utilizar la supuesta ofensa contra su enemigo. “Y a mis hijas no las tocas, ¿te enteras? A mis hijas no las tocas y yo las nombro cuando me da la gana, ¿te enteras?”, decía María Jesús mientras perseguía a Antonio, que había entrado en el dormitorio cerrando la puerta a su paso. Abrió la puerta de un golpetazo y en cero coma estaba a escasos centímetros de él.
Antonio tenía las manos en los bolsillos y lentamente las sacó para ponerlas a su espalda. Eso que tan suciamente quiso utilizar María Jesús en su contra y, sin embargo, yo veo una buena costumbre. En las discusiones conviene mantener las distancias. “Un paso atrás”, le gritaba Pepe Herrero a Dayron cuando discutía con Sarita de Lucas (GH 7). “Las manitas para abajo, a mí ni me señales”, decía Raquel Morillas (GH 3). Poner las manos en la espalda no es sintomático de ser violento, sino de ser sensato. María Jesús siguió gritando mientras levantaba el dedo índice e invadía el espacio de Antonio, a quien había perseguido con un exceso de ímpetu y energía.
Antes de esto, una espectadora preguntaba en Twitter a María Jesús si pensaba que en la casa tienen miedo a Antonio y la respuesta fue que sí. Ella es muy de hacer insinuaciones injustas e inconvenientes que luego corrige o no secunda. Este fue el caso de anoche porque tras afirmar algo tan grave como que tienen miedo a un compañero argumentaba que Kiko y Alejandro eran sus amigos, y estaban de su lado (también Irene por ser pareja de Kiko), mientras Carolina e Ylenia también se llevan bien. ¿Qué tendrán que ver las amistades o afinidades con dar miedo? Estoy seguro de que esta vez no se refería a un miedo físico, pero si en verdad piensa que tienen miedo a Antonio debería haber explicado cómo y por qué. Otra cosa es dejar caer una sombra de duda. Y llueve sobre mojado.
En conclusión, aunque sea falso que María Jesús esté siendo marginada, una mayoría de concursantes mantienen una actitud que la está ayudando a defender eso y convencer de que es cierto a una parte de la audiencia. Son tan torpes que no solo entran al trapo de las provocaciones, es que ni siquiera se cuidan en no darle argumentos. Si un par de concursantes se pasan un día bromeando con lo de Jafar es muy posible que eso se muestre en un vídeo y parezca que la martirizan. Y también dan una baza para que ella se ponga con más facilidad el tan deseado disfraz de víctima. Cuidado que no siempre triunfa la verdad.
El gato responde
Observo a la comunidad de seguidores del programa muy dividida entre quienes creen que María Jesús está marginada (además de tener razón en todo lo demás), y quienes piensan que es todo un disparate, como es el caso de este gato. Hay también una tercera vía que aboga por un problema puramente semántico. Veamos la respuesta a un tuit mío de una seguidora:
Visto así, cuando dice “sí” igual se está equivocando y quería decir “no”. Las palabras están para algo, y es lo único que tengo de los concursantes. Si dice “marginada” de eso hablo. Y el miedo es miedo aquí, en Pekín y en Pokón.
Moleskine del gato
Los porcentajes ciegos estaban así anoche: 61,6 %, 31,6 % y 6,8 %. Alejandro está convencido de que es el menos votado. No lo creo.
Había previsto hablar hoy principalmente de la exasperante trama de Alejandro y Sofía, pero tendrá que ser mañana. Ayer escenificaron una ruptura total y definitiva durante la cena a tres que le prepararon a Sofía en el Debate (Ylenia, Antonio y Alejandro). A ver lo que tarda Sofía en decirle que quiere tener un hijo suyo. O cuándo vuelve a observarse movimiento bajo el edredón estando ellos dos debajo, como pasó el miércoles pasado. Sigo sin entenderlos bien, pero espero diseccionar este asunto mañana.