Ni estar nominada o no estarlo, ni los compromisos de fuera, ni su negativa a tener sexo en la casa. La razón más verosímil por la que María Jesús ha decidido este fin de semana dejarse de roneos y poner distancia con Antonio es el temor a lo que pueda encontrar sobre él cuando salga. Lo ha dicho ella misma, no es un hombre que le convenga porque es un pozo de problemas. Candela se cuelga una medalla después de muerta (virtualmente, claro). Me recuerda a aquella Marta López de GH 2 revolucionando la casa en una conexión desde el plató. Ya entonces pasaban esas cosas, aunque para algunos parezca que se han inventado ciertos recursos del formato ayer. Los defensores de la pureza del formato son, por lo general, unos ignorantes. O están fatal de la memoria.
Candela logró con su visita hacer tambalear la relación de Antonio y María Jesús. Nunca he pensado, y sigo sin pensarlo, que estuvieran tonteando solo porque eso vende, aunque sí creo que en la ruptura ha pesado cierto convencimiento de que les ha podido perjudicar el juego entre ellos dos. Antonio lo ha dejado claro: piensa que tanto la imagen de uno como la del otro ha podido salir dañada por haber tenido ese amago de relación. Sobre todo, porque se pueda estar viendo a Candela como la pobrecita sufridora en casa. “No quiero hacer daño a Candela”, dice. Aunque más bien creo que no quiere que el posible daño de Candela le siga salpicando.
De forma que Antonio salió convencido del encuentro con Candela de que se le puede estar viendo como el malo de la película que le ha hecho daño por ni siquiera respetar el duelo de su separación. Y pensar que algunos no entendieron nada cuando este gato suspicaz habló del duelo por primera vez. No he llevado luto jamás, pero sigue siendo algo que mucha gente tiene en cuenta, y no solo en la España profunda. Por su parte, María Jesús reacciona tras la visita de Candela temerosa de encontrarse fuera con un Antonio despojado de todo prestigio, si es que le quedaba algo de eso.
El mismo Antonio hace temer a María Jesús lo peor, muerto de miedo porque estén saliendo legiones de mujeres (hombres, acaso) contando su relación con el infiel novio de la doliente Candela. La tendencia a la exageración de este concursante contagia a los de alrededor y todos parecen dispuestos a recoger cable con celeridad. Kiko dice ahora que siempre pensó en el error que estaban cometiendo, cuando todos le vimos decir que se alegraba de ver a su amigo de la infancia feliz con María Jesús. Y Alejandro no para de dar a Antonio buenos consejos, que este es incapaz de seguir. Tal vez ni siquiera de entender.
Con Alejandro pasa algo parecido a lo de Raquel, que también ha recogido cable de manera espectacular y ahora empieza a vender a su amiga María Jesús. Esta concursante ha pasado de ser su confidente a ponerse extrañamente del lado de Antonio. Carolina igual, pero ya es sabido que ella no tiene escrúpulos para ir de un lado a otro, según le conviene o simplemente dependiendo de por dónde sopla el aire. Veleta hasta el final. El paralelismo que establezco entre Raquel y Alejandro es porque ambos son grandes secundarios, igualmente necesarios en este folletín. Lo tengo dicho: no todos pueden ser protagonistas, alguien tiene que hacer el papel de estos dos.
Raquel se pone del lado de Antonio porque piensa que María Jesús no debería jugar haciéndole creer que la puede alcanzar para luego pisar el acelerador y levantar barreras entre ellos. Pero ella puede jugar como quiera. Si a Antonio le vale bien, y si no también. Lo tiene muy fácil si no está dispuesto a seguir el baile, basta con que se retire y no insista. La tontería de que no se debe calentar la comida que luego no vas a comerte es algo que repite Carolina y ahora también Raquel. Claro que se puede. Y deber es poder.
En el juego de la seducción, por así decirlo, cada uno pone sus reglas. Como es cosa de dos, si ambos lo aceptan bien. Y adiós muy buenas si no es así. María Jesús ha dejado claro desde el principio que no tendrá sexo, a partir de ahí me cuesta entender que no pueda tener el juego que quiera. Que lo haga si le apetece darle a Antonio una bandeja para poner ahí la ropa que debe ponerse. Que lo haga si quiere bailar apretándose a él hasta desgastar la ropa. Que lo haga si no le importa acostarse con él la noche de San Valentín, o de San Valentón. ¿Por qué diablos no iba a hacerlo?
Las reglas las pone cada uno y el otro es libre de aceptarlas o decir hasta aquí hemos llegado. Tan remilgadas han salido Carolina y Raquel que parecen machirulos. Las mujeres son casi siempre las peores enemigas de las mujeres. Pero el juego no ha terminado en este caso porque él quiera sexo. Ha repetido hasta la extenuación que podría pasar sin ello. Eso sí, ha insistido más de lo recomendable en que duerman juntos. Es como renunciar al caviar contentándose con olerlo. Y Antonio de olores sabe un montón. Los motivos de la ruptura son otros que antes he resumido.
María Jesús no solo teme que al salir pueda encontrarse con el Orfeón de Sevilla al completo confesando haber estado con Antonio mientras este era pareja supuestamente feliz de Candela. O algo así. También debe estar un poquito harta de que sea tan pegajoso, tan lapa, tan pesado. Es más absorbente que una compresa. “Hay cosas que no me gustan de él”, dice la exmiss, y todos nos podemos hacer cargo. Luego lo adorna asegurando que no tendría nada serio con él, aunque le atraiga y le guste mucho. Pero lo importante es lo del Orfeón (o similar), háganme caso.
A María Jesús le da la razón Raquel, que no sé si muestra discreción o congoja al contarlo solo en el ‘confe’ y parcialmente. En verdad creo que lo contó porque estaba enfadada en medio de una discusión sobre la prueba en la que tenía razón Antonio. Si quería repetir turno de mañana porque estaba enferma y medicada con antibióticos debería haber empezado por ahí. Si lo llega a contar de primeras seguro que todos lo hubieran aceptado de buen grado. Antonio pidió perdón cuando se enteró, pero antes de eso Raquel ya había ido al ‘confe’ y allí estalló la bomba informativa, que decía José María García.
Contó Raquel que Antonio le puso unos mensajes antes de empezar el encierro. Parece que los mensajes eran de audio. Y aunque no sepamos su contenido parece que ella le contestó que tiene novio dentro y fuera. O sea, que no estaba dispuesta a hacer nada con Antonio. Parece, por tanto, que él le advertía de que se preparase porque lo iba a intentar con ella. Para finalizar el carrusel de hipótesis diré lo que no parece. No parece algo nuevo. No parece que Antonio solo tuviera un objetivo, más bien que apunta en todas direcciones para ver si cae algo, como los malos cazadores. No parece que fuera Raquel la única con quien se mensajeó en fechas previas al comienzo del concurso.
Lo de que tengan contacto previo los concursantes de ediciones con famosos es algo tan normal como evitable. Para evitarlo bastaría con que fuera secreta y confidencial la lista de concursantes antes del estreno, lo cual dificultaría mucho esos contactos. Si el programa opta por hacer público quiénes participarán, ya sea total o parcialmente, deja la puerta abierta a pactos previos, y en este caso no parece que Antonio haya sido el único. Es evidente que Ylenia y Sofía también pactaron una extraña paz previa. Y Carolina con las dos. Imposible saber en qué otros casos ocurrió algo similar, que ni vulnera las reglas del programa ni va en detrimento de nada. Por eso es algo común. Y lógico.
¿Tiene razón María Jesús en temer lo peor de Antonio? Pues sí que lo parece. Aunque también digo que podría haberse dado cuenta antes, porque nada de esto debería cogerla de nuevas. Y, aun así, sigo manteniendo que ella ha podido jugar como quiera, sabiendo o sin saber, temiendo más o menos. Incluso si lo ha hecho para salvarse de la expulsión sería su juego, respetable en todo caso. Ahora tenemos ocasión de comprobarlo porque vuelve a estar nominada y anoche se enteró de ello. Sabremos que esa era la motivación de María Jesús si de aquí al jueves se le borra la idea de encontrar a su salida al equipo olímpico femenino de hípica en su integridad contando aventuras pasadas con el don Juan sevillano. O algo así.
La excesiva demonización de Antonio puede ir a su favor y acabar beneficiándolo en el concurso. Cuando se exagera la crítica no sucede nada bueno y, sobre todo, nada fácilmente previsible. La comparación entre la actitud de este concursante y los motivos por los que fue expulsado disciplinariamente Julio me parece peligrosa por disparatada. Antonio es pesado, pero bastante más cuerdo que Julio. Lo demuestra cuando María Jesús pide hablar con él para cortar definitivamente. Simplemente le dice: “No me des el sermón. Que seamos amigos nada más. Vale, está bien”. Ella acaricia cariñosamente su cabeza y ya. No es el monstruo que algunos quieren vender, con Candela al frente.
Ninguna sorpresa en los posicionamientos, que anoche fueron a favor. Solo cuatro concursantes no nominados que debían ponerse tras aquel compañero que no quieran ver el jueves fuera de la casa. Solo vi un momento de duda en Antonio, que resolvió cuando vio que ya había alguien detrás de Alejandro y entonces se quedó tranquilo defendiendo a María Jesús. Lo hizo a gusto, a pesar de todo. E igual se le acabaron las dudas después de que Alejandro contestase a un tuit confirmando que cambiaría expulsar a Antonio porque volviese Sofía. No, gracias. Era lógico que Kiko se posicionara a favor de Alejandro porque ambos forman junto a Antonio un trío muy bien avenido. Kiko ha sabido superar las diferencias que traía de fuera con Alejandro.
También es lógico que Carolina apoye a Ylenia, ya que lleva defendiendo las ‘Toto World Tour’ desde la primera semana. E Irene detrás de Juan Miguel tampoco sorprende. Normal que nadie se pusiera a favor de Yoli, la única que superó la prueba esta semana, por lo que tendrán un presupuesto ínfimo para hacer la compra. La reina del monosílabo decía antes que le molestaban las bromas continuas en la casa, pero ahora dice que lo echa de menos. Me parece que Yoli no soporta a nadie. Igual no se soporta ni a ella misma.
Moleskine del gato
Los porcentajes ciegos estaban así al finalizar el Debate: 64,9%, 19,3 %, 8,9 %, 3,8 %, 1,7 % y 1,4 %. Mañana en el Límite 48 horas se despejará un poco el panorama de nominados salvándose algunos de ellos. Apuesto a que al menos la mitad.
Kiko criticó el otro día que hubieran comprado tanta mortadela y anoche proponía comprar hoy chopped pork. Cuidadito con el que prefiere el chóped a la mortadela.
Irene dice que solo ha vendido su boda y los bautizos de sus retoños. Solo, dice. Por cuestión de edad es normal que no haya tenido mucho más que vender. Poco no me parece. Pero ella dice solo.
Una vez que Carolina se ha cansado de hacer la pelota a Kiko se piensa en a quién de fuera puede hacérsela.
Cuando Amor Romeira habla en el Debate de la “Harlyson” se refiere a una moto Harley-Davidson. Ese es el nivel, amigos.