La preocupación de Yurena por el delicado estado de su madre parecía que iba a ser el momento álgido de la noche, poco después de comenzar el programa. Nada hacía esperar que la noche tuviera un vertiginoso crescendo que siguió con la confusa acusación de María Jesús a Julio de haber robado pelo y flujo suyo para someterla con un encantamiento amoroso. Y cuando parecía que nada podía superar la historia de eso que en algunos países americanos llaman “amarre”, apareció Kiko Rivera.
Vimos anoche al Kiko generoso de las entrevistas, ese que siempre lo da todo y no se calla nada, el que una vez dijo de un novio de su hermana que tenía cara de miembro masculino (así, suavizado). Anoche provocó en la audiencia la palmada facial más masiva en mucho tiempo confesando que fue adicto a la cocaína, la marihuana y el hachís. Estalló el obús en la casa, y Fortu sin enterarse. Menuda noche, oiga.
Los concursantes pasaron anoche el Rubicón de ver sus primeros vídeos en la casa. Esta edición está siendo tranquila, sin molestas discusiones subidas de tono y bastante buen rollo en la casa. Me temo que después de ver algunas cosas desconocidas por algunos de ellos el ambiente puede empezar a enrarecerse. En evidencia quedó sobre todo Fortu, uno de esos concursantes que presumen de decir todo a la cara y luego demuestra lo contrario.
Fortu coincidió el domingo con la mayoría ahí dentro en que Julio había sido duro con Fede por decir que se escaquea en las tareas de la casa. Es un sarcasmo que así fuera mientras él acusaba a algunos compañeros, sin concretar, de no estar acostumbrados a trabajar y no saber limpiar. No le sentó demasiado bien a Antonio el comentario. La bizantina discusión sobre si lo dicho por Fortu había sido o no una crítica constructiva se hubiera evitado en cuanto alguien hubiera argumentado que nunca es constructiva una crítica que no se hace a la cara de quien deba hacerse.
Muchos lamentaron el jueves pasado que la nominación a Yoli arrastrase a Fortu a la palestra, pero hoy por hoy lo nominarían directamente a él. Se condena a ello él solo con cosas como sus malas formas reclamando con urgencia un saludo de buenos días a Yurena y Juan Miguel. Fortu es uno de esos roqueros de formas rudas que luego se emocionan a la mínima y suelta unas lágrimas pensando en quedarse sin la compañía en el concurso de su pareja. Los viejos roqueros también lloran.
Pronto ha sido descubierta dentro de la casa la estrategia de Sofía e Ylenia, que pretenden controlar el voto de sus seguidores para lograr la expulsión de Raquel este jueves. Es muy probable que lo consigan, pero ya veremos cuál es el precio para ellas. Su imagen puede quedar seriamente dañada por adulterar el programa negando a la audiencia lo que esperábamos de ellas. Su influencia en parte de la audiencia votante puede terminar volviéndose en su contra. Además, sigo pensando que ganarían mucho como enemigas.
La Sofía valiente y despreocupada de otras veces no aparece, dando paso a otra obsesionada por conseguir apoyos en la casa sea como sea. Por eso juega con Alejandro, quien parece no dejarse, pero al final lo hace a cambio de un abrazo en la cama. Y se alía a esa Ylenia cuya dignidad flojea cuando olvida las barbaridades dichas por Fede sobre ella. Sus intereses parecen trascender el concurso y ya están pensando en hacer bolos juntas cantando cada una su única canción.
Por lo que pude escuchar anoche en una conversación en segundo plano solapada con otra, para mí son ya Sofía e Ylenia, SL. Una sociedad limitada por sus intereses comerciales, lo cual las hace burlarse de la audiencia utilizando este concurso como un puro trámite para lograr beneficio económico con un trabajo posterior. Es algo que siempre se ha penalizado y como audiencia seguimos teniendo la posibilidad de hacerlo.
Raquel no merece salir el jueves, aunque sea una tentación echarla de esa casa con nuestros votos por tercera vez. Si es ella la expulsada estaremos dejando el programa al albur de dos concursantes que piensan más en lo de después que en vivir esta experiencia como muchos quisieran poder hacer. Veo la salida de Raquel como la peor opción. Peor incluso que la de Yoli. Aunque es evidente que si sale Fede no solo desatascaríamos esta situación que puede perjudicar mucho al desarrollo de la edición, sino que pondríamos en su sitio a Sofía e Ylenia, SL.
En contra de Raquel está su pasividad y poca entidad. De momento está siendo de esas concursantes que se contentan con estar, sin más. Por su parte, Yoli decepciona cuando dice preferir la expulsión de Raquel, alineándose con el eje equivocado. ¿Y Fede qué opina de todo esto? Fede está escondido bajo el ala de Ylenia como un polluelo que teme salir al exterior, no vaya a salir trasquilado. Podría parecer de esos que no tienen ni una mala palabra ni una buena acción. Pero cuando la dinámica del programa le obliga a salir de su escondite lo hace para llamar “medio hombre” a Julio. Otra decepción.
Lo cierto es que todas estas tramas quedaron bastante silenciadas anoche cuando apareció la de Julio y María Jesús. Esta terminó llorando y coincido con Julio en que lo hacía por pura frustración al ver lo mal que estaba quedando, una vez más. Hizo bien en no callar Julio, aunque volvía a equivocarse al llamarla sinvergüenza. Más duro fue después cuando le contaba a Alejandro, su único apoyo real en la casa, lo que le había dicho al representante de su ex antes de entrar en la casa. Al insulto anterior le añadió el de hija de las cuatro letras. Con los insultos se pierde la razón, aunque debo decir que anoche Julio ganó en credibilidad, también entre sus compañeros de encierro.
Carolina hizo de nuevo anoche el inexplicable papel de defensora de lo indefendible. También volvió a mentir cuando se quejaba de lo mucho que Julio le ha hablado de María Jesús en esta primera semana de concurso. No he visto tal cosa, al menos no ha sido más de lo que ella ha hablado de todo en general, y de Julio en particular. De él ha dicho de todo, y nada bueno. La que propuso a Fortu entrar como su pareja decía anoche tras el programa que Julio le había propuesto que se liasen en la casa para darle celos a María Jesús. Por razones evidentes no me creo ni la mitad de la mitad de lo que dice Carolina. Si Julio pensaba que podía confiar en esta concursante ya sabe que no es así. Espero que pronto se dé cuenta de que tampoco debe confiar en Sofía. Insisto en que Alejandro es el único que no le está traicionando.
María Jesús es capaz de contar a Juan Miguel que Julio le hizo un amarre, por lo cual le quitó pelo y flujo, para después decirle a Jorge Javier que lo del flujo no lo sabe. Escuchando anoche las versiones contrastadas de la vida que hicieron juntos durante 3 años, durante la cual tuvieron una hija, parecía que cada uno estuviera contando algo diferente. No se pusieron de acuerdo ni en el lugar donde él le dio el anillo de casados. ¿Piensa el lector que Julio le quitó flujo o no a María Jesús? Deberíamos abrir una encuesta para ver cómo se posiciona España ante esto. No se me ocurre mejor debate. O mejor, una comisión en el Parlamento.
La inconsistencia de todo lo que dice María Jesús es parecida. Anoche también aseguró haber mantenido a Julio, para luego negar que lo hubiera hecho. Al final quiso dejar claro que no lo había mantenido, pero había vivido a su costa pagando todo ella. Lo de esta mujer es una auténtica locura. ¿Nadie está dispuesto de decir a María Jesús que no puede afirmar una cosa distinta a cada minuto? Su mejor amigo Juan Miguel haría bien en no ser solo su paño de lágrimas, la mano amiga que le da cariño. Eso lo hace muy bien, y a buen seguro será importante para ella. Pero creo que necesita algo más, tal vez un poquito de cordura.
El trasfondo de la historia entre Julio y María Jesús es tan importante que parece irresoluble. En cualquier caso, me gustó ver a Julio dispuesto a no callar. Haría mal en no decir su verdad y dejar que María Jesús engatuse a la audiencia como ha intentado hacerlo otras veces. Con el monstruo que quería quitarle a su hija mientras ella estaba en Supervivientes tuvo de nuevo un contacto amoroso poco antes de entrar al programa. Parece que para proponerle entrar con ella. Solo por esto parece más sensato fiarse de lo que diga Julio, aunque se trate de algo ajeno a este concurso.
No es tan ajeno el tema de los ex de María Jesús porque si en algo se está equivocando es en decir que Julio está ahí gracias a ella. Esta monserga está ya muy desgastada, y de nuevo en este caso no está claro que sea así. Anoche revelaba Julio que los dos ex anteriores de María Jesús no habrían podido entrar con ella en ningún caso por temas judiciales que no estoy dispuesto a mencionar. Está bien que no calle Julio, aunque haría bien en limitarse a lo que está pasando dentro de esa casa. De momento, he visto en varias ocasiones su iniciativa de intentar hablar con sus compañeras de trío sin conseguirlo. Parece que Julio está jugando más limpio que María Jesús y Carolina.
Seamos sinceros: la curva de la vida es un contenido que no siempre sale bien. Anoche tenía escasa confianza en que fuera a merecer la pena el tiempo invertido en las narraciones de dos vidas, una conocida desde la cuna y otra por descubrir. Por eso me interesaba mucho más la de Irene, una mujer que ha despertado mi interés durante esta primera semana. Sensata y con un innegable encanto personal, a su favor tiene precisamente ser una persona popular por estar casada con Kiko, pero de la que muchos no sabíamos prácticamente nada. Me gustó contando con emoción mal contenida la grave historia de su padre y algunas otras cosas. Era un reto difícil para ella porque venía después de la curva de su marido.
Kiko había contado alguna cosa inédita, como que vio por accidente las imágenes de su padre herido en una camilla describiendo al médico de la plaza de toros cuál era la trayectoria de la cornada que le quitó la vida. “Haga lo que deba, doctor. Lo dejo en sus manos”, decía el torero en esas duras imágenes, mucho más duras para un hijo que se había quedado huérfano con 7 meses. Entre lo más positivo estaba cuando conoció a Irene y el nacimiento de su primer hijo. En el más bajo el encarcelamiento de Isabel Pantoja, que rotuló eufemísticamente como “lo que le pasó a mi madre”.
Interesante el relato de Kiko, que tiene callo de tanto contar su vida, pero es capaz siempre de sacar algo que no había contado antes. Parecía que esta vez la cosa quedaría aquí y apenas podríamos hacer alguna broma como que en su curva situase la adolescencia después que la juventud. En esa progresión supongo que después de la adolescencia vendría la pubertad, más o menos lo que estaría viviendo ahora mismo. Pero Jorge Javier tuvo la habilidad de darle la palabra de nuevo a Kiko tras la curva de Irene. No sé si fue más por astucia o intuición, pero fue una decisión acertadísima.
Kiko sorprendía entonces contando que su depresión vino de una vieja adicción a las drogas, el ultimátum de su mujer y su decisión de acabar con esa vida. Escuchando su inesperado relato no sabía si antes debía cerrar la boca o quitar la palma de mi mano de la cara. No tenía necesidad de contarlo. Y no creo que lo hiciera por ganar el apoyo de la audiencia. Creo que lo hizo como reconocimiento a lo importante que ha sido para él tener a Irene a su lado. Le motivase o no el concurso (yo creo que no), lo cierto es que fue un gran momento televisivo. Y eso no hay quien lo niegue.
Moleskine del gato
Los porcentajes ciegos están un poco locos desde el domingo. De momento dejo su evolución en imagen y así es como estaban ayer al final del programa, después de haberse salvado Fortu e Ylenia, como dije ayer que podía pasar: 57,5 %, 25,2 % y 17,3 %. Tiempo habrá de analizar con calma todo esto.
Lo he dicho al principio: menuda noche, oiga. Si fue un programón se dice y punto.