Demasiado bien habían quedado Antonio y María Jesús. Él tenía ganas de hablar, pero fue ella quien empezó la conversación en el suelo del pasillo frente al cuarto de baño. “Yo no nací ayer, sé perfectamente cuál es vuestro juego”, fueron sus primeras palabras. María Jesús se refería a una broma entre Alejandro y Antonio el domingo por la noche. Una broma que no supo interpretar. También estaba molesta porque se posicionó a su favor, pero no lo hizo de corazón. Aunque el reproche estrella vino poco después. María Jesús acusaba a Antonio de haber hecho todo para darle celos a Candela. El tono de la conversación fue de todo menos amistoso. Lo que podía haber quedado bien tiene ahora una pinta más bien mala.
La broma entre Alejandro y Antonio fue porque este no se posicionó a favor de su amigo. Ya expliqué ayer que decidió ponerse detrás de María Jesús cuando vio que Alejandro ya tenía a Kiko. Vistas las reacciones posteriores está claro que fue un error. Se lo reprochó Alejandro primero, diciéndole: “Cuidado, que se puede dar la vuelta a la tortilla en cualquier momento”. Se refería a que él también podía en un futuro posicionarse a favor de otra persona. La palabra que más repite Alejandro es “cuidado”, muestra de que es bastante pusilánime, lo cual no es necesariamente malo.
El de los posicionamientos fue uno de los reproches de María Jesús ayer. Se debió sentir plato de segunda mesa. Raquel y Carolina le expresaban anoche a Antonio su extrañeza por ese movimiento que no habían entendido. Lo peor es que María Jesús interpretó mal el comentario que Alejandro le hizo a Antonio el domingo tras los posicionamientos. Que fuera en tono de broma le dio igual porque debía estar predispuesta a pensar que estaban hablando de ella.
Como le dijo Raquel a María Jesús, no es tan distinta de Antonio. Ambos tienen un ego superlativo y tienden a considerarse el centro del universo. Nadie más interpretó la broma de Alejandro con su amigo como lo hizo María Jesús. En cuanto al gesto de Antonio, está claro que se posicionó a favor de ella por quedar bien. Tampoco debería extrañarnos. Es lógico que piensen en la repercusión de cada uno de sus pasos porque están en un concurso de televisión. Antonio piensa en el qué dirán todo el rato, tal vez demasiado.
Cuando María Jesús se escapó (como ella dice) de la suite la noche de San Valentín (ahora asegura que porque se sintió incómoda), lo primero que hizo Antonio fue advertirla de lo mal que quedaba hacer eso. Su primera preocupación en el momento no fue otra, sino cómo lo vería la audiencia. María Jesús lo sabe y por eso piensa esto que le dijo en la tensa conversación de ayer: “Sé perfectamente que ahora el acercamiento es premeditado”. La cosa es que no sé bien dónde ve acercamiento. La noche anterior no tuvieron contacto alguno. Era algo más tarde del mediodía y llevaban relativamente poco rato levantados. Apenas se habían cruzado en la cocina, como no fuera porque estaban encerrados sin poder salir de allí. Está claro que los dos habían estado compartiendo el mismo espacio de uno pocos metros cuadrados, pero no por gusto.
El razonamiento de María Jesús es rebuscado y, me atrevería a decir, conscientemente engañoso. Para mí tengo que pretendía dejar mal a Antonio y meterse en la piel de engañada en su buena fe. No puede ser que crea de verdad las cosas que le dijo ayer. Por eso pienso que en esa conversación comenzó a cavar su propia tumba. No había pasado nada entre ellos para semejantes reproches en un tono tan desabrido. Antonio había respetado la decisión de ella y hasta quiso evitar que diera explicaciones de más sobre por qué no quería continuar la relación comenzada entre ellos días atrás. De pronto todo había cambiado y tocaba cuestionar sus intenciones.
“Alejandro sabe perfectamente que si os ponéis en contra de mí me salváis”, afirmaba María Jesús. Igual está atribuyendo una inteligencia maquiavélica excesiva a Alejandro. Pero, sobre todo, el alambicado razonamiento partía otra vez de la interpretación equivocada ante lo sucedido el domingo por la noche. Alejandro y Kiko le comentaron a Antonio que María Jesús le había venido muy mal para su concurso. Un error que le contase a ella esto dicho por sus amigos. La prueba es que también lo utilizó ayer, una vez más retorciendo la realidad. “Me dijiste que te había venido mal para tu concurso”, decía María Jesús. “No, te dije que lo habían dicho ellos”, terciaba Antonio. Lo cierto es que él también lo ha comentado, antes y después de la charla de ayer.
La explicación de Antonio sobre por qué su primera intención fue posicionarse a favor de Alejandro es que lleva desde el primer día de concurso muy unido a él. María Jesús cree que es así porque ella no le ha dado bola por las noches. “Si no, te hubieras venido por las noches conmigo”, afirmaba. Creo que pierde la perspectiva, porque el tonteo entre los dos duró semana y media, cuando llevan 42 días de encierro. Tal vez estemos ya en el paso del ecuador de la edición y María Jesús parece que solo piensa en los pocos días que tonteó con Antonio. Cómo de desvirtuada debe ser su visión para creer que de corazón debía posicionarse a favor de ella, mientras Raquel y Carolina consideran absurdo que lo hiciera.
“Respeta que yo no quiera acercarme a ti”, decía María Jesús. “¿Yo te he pedido que te acerques a mí?”, preguntaba Antonio. “No”, respondía. Una muestra más de la inconsistencia del discurso de María Jesús. Empeñada en acusar a Antonio de ir detrás de ella y no respetar que no quiera estar con él, lo cual me atrevo a decir que es radicalmente falso. Es más, me parece una felonía. María Jesús demuestra con esto ser muy manipuladora. Tanto que cuando Antonio dice en medio de la conversación “estás mal, eh, mírate eso”, ella interpreta que la está llamando loca.
“Me ha llamado loca”, contó después, una vez más retorciendo la realidad. Su relato de la conversación fue muy poco fiel a la realidad. También resulta curioso que criticase a Antonio por haber ido a contar la conversación a sus amigos justo cuando ella estaba haciendo lo propio. Hasta ahora ella siempre ha dicho que había entrado sin ninguna hipoteca. Así se lo aseguró a Raquel en una larga conversación hace días. Sin embargo, ayer le decía a Antonio: “¿Tú crees que a mí me conviene acercarme a ti? He venido con una trayectoria que no me conviene acercarme a nadie”. Su primer reproche fue que Antonio se posicionó a su favor y se acercó a ella para que no quede de pobrecita, lo cual beneficiaría a ella y le perjudicaría a él. Más fuerte es el último reproche, que ya adelanté antes: María Jesús piensa que Antonio ha hecho todo para dar celos a Candela.
María Jesús estaba dispuesta a ir al ataque con artillería pesada, por eso llevaba la conversación al límite de esta manera: “Lo que me importa es la falsedad. Has sido falso conmigo. Muy falso. Y aquí quien ha utilizado a alguien has sido tú”. Y seguía así: “Yo le dije a Candela antes de irse: ‘Candela, tú no te preocupes que a mí él no me va a utilizar para darte celos’”. Salió el gordo, amigos. María Jesús piensa que Antonio sí ha tenido ese objetivo. Lo piensa ahora, tal vez un poco tarde. Poco comentó María Jesús sobre el tema con Ylenia, pero esta daba en el clavo preguntando cómo no se había acordado de Candela hasta ahora.
La conversación comenzó a socializarse cuando volvían ambos a la cocina y Antonio tardaba milésimas de segundo para compartir este último reproche. Lo que vino después fue un juicio sumarísimo de Alejandro y Kiko a María Jesús que tampoco les deja en buen lugar. Ella me pareció que jugaba muy sucio durante toda la conversación, pero tampoco es muy inteligente comenzar a sacar sus trapos sucios. Alejandro aludía al pasado de María Jesús advirtiendo a Antonio que podía hacer con él lo que antes había hecho con otras parejas. ¡Cuidado! No le falta razón, pero habría sido mejor que se ahorrase el argumento.
Antonio decidió ir como alma en pena durante el resto del día. Solo en la cocina, solo en la cama, solo en el cuarto de baño, y así. Si Antonio quería dar pena con esto, María Jesús no hizo algo muy distinto y hablando con Juan Miguel decía de sí misma que ahora es la apestada de la casa. Los dos parecen pujar por provocar mayor sentimiento de compasión entre sus compañeros y, particularmente, en la audiencia. En principio, nadie parecía ponerse del lado de María Jesús, ni siquiera Raquel y Carolina, hasta ahora amigas y confidentes. Ellas fueron las protagonistas cuando llegó la noche.
Raquel y Carolina demostraron ayer que son imprescindibles en la casa. Hacen posible el relato o al menos lo facilitan. Anoche sacaron de la cama primero a María Jesús y luego a Antonio para charlar con cada uno y escuchar sus diferentes versiones. No se anduvieron con tonterías y fueron sinceras con los dos. La charla que mantuvieron con María Jesús fue especialmente larga y durante la misma supieron evitar dejarse engañar por ella, desmontando su pretensión de quedar como víctima.
No fueron malos los consejos que le dieron, principalmente que hable con Antonio y aclare la situación porque tanto si se queda el jueves como si sale será incómodo si no hablan antes. De alguna forma forzaron una conversación entre María Jesús y Antonio, lo cual nos viene a nosotros para lo nuestro mejor que a ella para lo suyo. Sospecho que María Jesús pretende explotar la idea de un Antonio utilizándola mientras ella actuaba de corazón porque le ha gustado mucho él. Si hablan y lo arreglan le va a costar más mantener ese papel.
Apuesto a que habrá conversación hoy mismo. No haber encontrado gran apoyo en sus amigas y confidentes puede obligarla a ello, precisamente por eso que decía de ser la apestada de la casa. Víctima sí, pero apestada puede ser demasiado. Si hay nueva charla entre María Jesús y Antonio no creo que termine bien. A ella no le interesa y no veo en él gran interés a estas alturas. Veremos hasta dónde puede llegar la cosa, pero no tiene buena pinta.
Moleskine del gato
Juan Miguel se ha teñido la barba. ¿Resultado? Tiene ahora el mismo color de siempre. Tinte transparente, debe ser.
Kiko dispara en cuanto puede contra Yoli y Juan Miguel, los dos menos activos de la casa. Mientras hacían la compra contó que había visto al peluquero desperdiciar aceite de oliva (del que usan para cocinar) dándose lustro a la barriga. ¿Nadie va a pedir expulsión disciplinaria por esto?
Recibieron la ropa que han mandado sus familiares y amigos. Ninguna sorpresa: las pijas ropa de pijas, las chonis ropa de chonis, los pijos ropa de pijos, los quillos ropa de quillos. Y así.
Dice Alejandro: “He tenido dos novias en dos realities y las dos me han olvidado dentro”. Cuidado (tu palabra preferida), Alejandro, igual Antonio te dice que te lo hagas mirar.
Esta noche se salvarán previsiblemente varios nominados. La lista de 6 se verá notablemente disminuida, tal vez hasta quedar tan solo 2 concursantes, o 3. En la casa dan por supuestísimo que el jueves se va María Jesús, pero yo apuesto más por Yoli.