Luis: la bisagra necesaria
Hoy toca daguerrotipo de Luis Rollán, el pacificador vilipendiado por no alimentarse del conflicto y procurar una buena convivencia a su alrededor. Antes de eso algo de lo visto estos últimos días. La campaña electoral está siendo soportada por sus candidatos como si hubieran recorrido miles de kilómetros en el autobús ese del que hablaba Miguel Ríos, pero resulta que van en un coche que no anda. Por lo que sea, veo a los finalistas cansados, como con pocas ganas de echar el resto en los escasos días que quedan. Y, sinceramente, lo comprendo. Ayer estuvieron haciendo las entrevistas entre candidatos que otros años tuvieron bastante sustancia. Cómo no recordar al Koala traicionando la última semana a Miriam Saavedra, que había sido su gran amiga durante toda la edición. Pues bien, no hemos tenido suerte de ver nada parecido.
Lo único reseñable es la respuesta de los Gemeliers cuando les preguntaron a qué compañeros de encierro borrarían de la historia del programa. Los gemelos contestaron que Adara y Frigenti. Sobre este último hicieron la distinción que al interesado tanto le molestó cuando en su momento la hizo Cristina. Según los cantantes, les gustó el Miguel de su segunda parte de concurso, pero no el Frigenti de la primera, por lo que le borrarían del programa. La diferencia es que para Cristina el de la primera etapa es Miguel y no al contrario. Con Adara no hicieron matización alguna al asegurar que la borrarían. Lo gracioso es que tanto Adara como Frigenti han estado defendiendo que deben ganar los Gemeliers. Pues así se lo pagan ellos.
Desde el mismo jueves por la noche fue evidente la maniobra de Jesús y Dani. Tras la expulsión de Sandra vieron el cielo abierto para asumir el papel de alternativos. Ellos son la alternativa a que gane alguien que haya estado al lado de Cristina y Luca. Empezaron juntándose con Sandra para prender en la retina del espectador la imagen de un Luis asociado a la pareja. Luego le dieron cuatro puntos, sacándole a la palestra cuando bien podrían haber hecho lo propio con Cristina. Ahora vuelven a dar de lado a Luis e intensifican sus ataques a Luca y Cristina. No lo critico porque como estrategia de juego me parece correcto. Ahora bien, otra cosa es traspasar ciertos límites para que la estrategia sea lo más redonda posible.
Me parece muy feo que Jesús quiera sembrar dudas sobre el comportamiento de Luca y se aproveche de confidencias que le hizo Cristina en su peor momento de los últimos 100 días. Es lamentable que saque de contexto una frase que puede ser interpretada de manera muy dañina. Entre otras cosas, dice Jesús que Cristina le confesó tener miedo de Luca, y no me hace falta ver las imágenes del momento porque estoy convencido de que no tenía el sentido que ahora le quiere dar este lobo con piel de cordero. Pues ha resultado ser más lobo y más peligroso que el lobo con piel de lobo que siempre vi en Dani. Al final, el inocente Jesús se destapa como más retorcido y dañino. Nunca dudé de que había un lobo bajo su piel de cordero, pero no pude sospechar su alarmante falta de principios.
Daguerrotipo de Luis Rollán
Luis no se moja, evita los conflictos, dice a cada uno lo que quiere escuchar, siempre ha elegido estar junto a aquellos que considera caballo ganador. Estas son cosas que se dicen con frecuencia sobre Luis Rollán. Tanto que cada semana se inventaban una cosa nueva. La última es que solo ha criticado las cosas que afectaban a los demás, pero nunca las de Cristina y Luca. ¿Pero no era que evita el conflicto? Luis cumple un papel imprescindible en este reality. De manera claramente voluntaria ha decidido tomar el rol que le convierte en engarce entre el resto de los concursantes.
El rol de Luis sirve para trabar las tramas, de las que este concursante se convierte en correa de transmisión. Cuando hablo de un papel imprescindible en realidad estoy expresando un deseo porque en realidad no lo es. Podría no haber nadie encarnándolo, pero tengo la convicción de que todo iría peor y me parece ideal que siempre hubiera alguien como él. Si Luis no existiera habría que inventarlo. Por eso me parece profundamente injusto que no se le haya reconocido en lo que vale. Más bien al contrario, siempre observé una tendencia a desprestigiarle como concursante con críticas que no reconozco como ciertas. Luis acarrea una leyenda negra que amenazaba con tenerlo en la calle nada más fuera nominado. Sin embargo, ha superado dos asaltos, cargándose a Julen y Sandra, con lo cual logró el puesto que le corresponde en la final.
Se dice que Luis es poco comprometido y no dice lo que piensa porque quiere llevarse bien con todos. Pero nunca lo he visto así. Se lleva bien con unos y con otros a pesar de haber dado con frecuencia su opinión. Y eso es porque por encima de valorar mejor o peor algunos gestos de sus compañeros siempre ha priorizado mantener una buena convivencia. ¿Ha rehuido el conflicto? Tal vez, posiblemente porque no se mueve bien en esa tesitura. Hay quien se siente como pez en el agua en el conflicto, mientras a otras personas les limita sus movimientos haciéndoles tremendamente torpes. Lo que sería absurdo es decir que no ha sido contundente diciendo lo que pensaba.
He visto a Luis defender a Emmy cuando los gemelos la machacaban día sí y día también. Además de la alemana, su ojito derecho durante un tiempo, también ha defendido de manera vehemente y pública a Isabel o a Sandra cuando fueron objeto de las invectivas de Miguel Frigenti. Y ha sacado la cara por Cristina o Adara cuando eran víctimas de la ira de Lucía Pariente. Por poner otro ejemplo más, defendió a Luca calificando de disparate las acusaciones de tener un comportamiento agresivo en las discusiones, como dijeron Canales y Gemeliers. Este último episodio se me antoja definitivo porque nadie más en la casa abrió la boca. Ni siquiera Cristina, que solo intervendría cuando le preguntó Jorge Javier, pero antes ni siquiera había pedido la palabra.
Solo Luis se significó en dar su opinión en momentos claves de esa casa de los secretos, aun cuando le pudo costar la enemistad de otros concursantes. Pero no solo intervino para defender a un compañero, también para posicionarse claramente en contra de otro. Por ejemplo, cuando Lucía introducía el mal rollo desde fuera. O cuando Adara tensaba la cuerda demasiado en su labor de desestabilizar el grupo mediante la permanente provocación. También entonces fue Luis el único en saltar con vehemencia, enfrentándose innecesariamente a la concursante y el grupo que había establecido a su alrededor.
Lo que ralla el dislate y no se corresponde en absoluto a lo que yo he visto es la última acusación por parte de algunos de los expulsados más reventados de la edición: que nunca ha dicho nada malo de Luca o Cristina. Luis se posicionó con bastante claridad del lado de Luca en su conflicto con Cristina de los cinco días horribilis. Entonces señaló actitudes que no le gustaron de ella y estuvo más cerca de Luca todo tiempo. A pesar de lo cual, en alguna cosa concreta fue crítico también con él y a favor de Cristina. La realidad paralela de algunos pinta a un Luis descomprometido, que dice a cada uno lo que quiere escuchar y nunca ha tocado a Cristina, pero lo que este gato ha visto no tiene nada que ver con todo eso.
Que Luis defienda lo que cree justo independientemente de si beneficia a uno u otro no le hace menos comprometido, justo todo lo contrario. Nunca perteneció a un grupo, aunque como es natural tuvo sus preferencias. Seguramente porque es partidario de la esa conocida frase de Groucho Marx que dice: “Nunca pertenecería a un club que me admitiese como socio”. También ha influido en que haya pasado por encima de algunos conflictos el tener mayor edad y ser un tipo sensato. Esto le hizo consciente de que muchas discusiones se basan en cosas sin importancia real, que agranda el hecho concreto de que se produzcan dentro de un grupo reducido que están todo el día viéndose las caras sin poder evitarlo.
Luis no evitó el conflicto ni dejó de posicionarse. Otra cosa es que haya sabido hacerlo con inteligencia o picardía suficiente como para seguir tratando a todos con idéntica cordialidad. Su falta de rencor le ha facilitado que hasta con Adara tuviera buena relación después del momento en que le cantó las cuarenta, para mí su momento estrella durante toda la edición. Es contrario a la realidad que Luis no haya sacado la cara por nadie. También que diga a cada uno lo que quiere escuchar. Sí me parece cierto que le gusta estar metido en todas las salsas, para lo cual necesita no enervar demasiado a nadie, siempre que sea posible. Además, tiene la suprema habilidad de no salir salpicado prácticamente nunca. Pero eso es precisamente lo que valoro en este concursante porque sirve de ligazón al grupo.
Los consejos que ha ido repartiendo Luis han facilitado la unión y concordia en lugar de promover el agrio enfrentamiento. Esto hace que ande siempre tejiendo lo que otros destejen, representando entre todos una Penélope grupal. No tiene tramas propias porque está presente en las de todos los demás, lo cual lejos de ser algo malo supone un sacrificio digno de admiración. A diferencia de otros, en lugar de colgarse de las vidas ajenas aprovechó su conocimiento de estas para intentar mantener unido al grupo, aunque creo que también para divertirse. Otra cosa no, pero lo que resulta imposible de negar es que se ha divertido como el que más.
Luis es un disfrutón. A pocos concursantes de esta edición he visto pasarlo tan bien y aprovechar de manera tan intensa la experiencia. Las madrugadas de charlas en la cocina junto a Luca y Cristina con campeonato no reglado de lanzamiento de bolsita de infusión usada a la pared están entre mis momentos preferidos sin ningún género de duda. Luis no solo fue bisagra entre unos grupos y otros, también alegró a todos la existencia con su inagotable humor y el buen rollo que derrochó siempre. En los primeros días pensé que me llegaría a cansar, pero luego he pedido más y más, porque su humor ha sido un oasis en medio del mal rollo, la mezquindad y la ambición. Ponga un Luis Rollán en su vida. Yo quiero amigos como él.
Moleskine del gato
Los porcentajes ciegos oficiales para hacer ganador a uno de los cuatro finalistas son más contundentes de lo que todos esperábamos. Al finalizar la gala de anoche estaban así: 61,8 %, 34,4 %, 3,3 % y 0,5 %. Un poco más destacado estaba al principio de la noche el porcentaje más destacado (perdió 3,1 puntos), renta que favoreció al segundo (ganó 1,9 puntos) y el tercero (ganó un punto). El que salga mañana se irá con un porcentaje injusto para un finalista, sea quien sea.
Los que tanto han estado piando por las votaciones gratuitas y se han atrevido a afirmar que Cristina perdió siempre que era gratis votar, no se acuerdan (o no quieren acordarse) de que fue inmune por votación de la audiencia. También que en varias votaciones de los dos primeros meses ganaron Cristina y Luca. Pero es que anoche la audiencia elegía el momento del baile de ‘Dirty dancing’ protagonizado por la pareja como el momentazo de la edición. Parece que Cristina sí gana votaciones gratuitas. Y más importantes que la del Grinch de la Navidad.
Con Alba Carrillo en plató el programa tiene al enemigo en casa. Anoche la colaboradora afirmaba: “Pero es verdad que mi madre se fue en la primera nominación porque no tenía de madrina a María Zambrano. Cristina Porta, un beso”. Como es natural, programa tuvo que desmentir rotundamente que hubiera ningún tipo de relación, ni personal ni familiar entre esa persona del equipo del programa y la concursante mencionada. El desmentido fue repetido posteriormente por Jordi González, pero ya llegaba tarde. Una cosa es que algunos descerebrados difundan este bulo en Twitter y otra que la hija de una concursante de esta edición, presente en plató como colaboradora, se dedique a darle al bulo eco y, de algún modo, carta de naturaleza.
Se me ocurre que si la colaboradora no tuviera la mala intención de socavar el prestigio del programa que la paga y del canal de televisión que lo emite, bien podría haber preguntado a esa persona del equipo si eran ciertos los comentarios en redes sociales, que es en lo que se escuda para ponerle un megáfono inmenso al bulo. Estoy seguro de que no habrán pasado muchos días desde que Alba Carrillo vio a la persona que menciona. Es muy posible que la viera anoche mismo. ¿Por qué no le transmitió lo leído en redes y se interesó en tener su versión de primera mano? ¿No era mejor eso que soltar el maledicente bulo en directo durante el programa del domingo? Está claro que prefería no comentarlo antes con la persona interesada porque su objetivo es perjudicar al programa. Es algo que ha puesto de manifiesto repetidamente desde hace tiempo. Pero allá películas, podéis seguir invitándola hasta el día del juicio final.
Me sorprendió Luis poniendo el tercer puesto de su podio de ganadores (sin contarse él) a los Gemeliers. El primero es Luca y la segunda Cristina. Por su parte, los gemelos pusieron a Luis el primero, segundo a Luca y tercera Cristina. Cristina y Luca se pusieron ganadores mutuamente, como es normal. Luego coincidieron en poner a Luis segundo y terceros los Gemeliers. Esto quiere decir que nadie desea que sean ganadores los Gemeliers (siempre en caso de no llegar ellos mismos al jueves).
Hacían planes Cristina y Luca el viernes tras la fiesta en interesante charla sobre la cama. Ambos hablaron de su vida, familiares o amigos. Y también profundizaron en temas espinosos como la maternidad. Dice Cristina que teme al fracaso y no sabe si llegará a cumplir el sueño de ser madre. Para Luca es demasiado joven para tirar la toalla de esa forma. Del miedo a no ser madre pasaron al amigo de Luca que en lugar de pizzas hace magia, y de ahí a comparar sus pies. Aparte de la “uña encarnada” que dice tener Luca, creo que son más bonitos los suyos. No me vengan a atacar los ‘portistas’ por esto, solo estoy hablando de unos pies. En todo caso, conversaciones como esta valen mil y son pura esencia de reality.