A Miguel Frigenti se le multiplican los enemigos en la casa. A Isabel se le ha unido Lucía, un hueso duro de roer. Es como si el Coyote del Correcaminos pone un circo y le crecen los enanos. Quien dice enanos puede decir señores empleados con acondroplasia, no vaya a decir Lorena (de Gran Hermano 14) que estoy haciendo burla de personas con un problema físico. Lorena es, precisamente, el principal problema de Miguel fuera de la casa, que viene a unirse a los crecientes dentro.
Resulta que hace unos cuantos eones de años Miguel colgó en redes sociales unos vídeos junto a su madre en los cuales hacía comentarios nada aceptables sobre el sobrepeso de la exconcursante. Esta se frotó las manos al saber que su archienemigo participaría en un reality y ha calculado el momento en que ha salido a la palestra para sacar del cajón esos vídeos. Se le olvida a Lorena rescatar también lo que ella dijo de Miguel y otras personas de cuyo físico también se burló. El “pecado” de Lorena no hace más pequeño el de Miguel, ni siquiera modifica el nivel de oportunismo revanchista que demuestra con su reacción.
A Lorena se han unido otros exconcursantes con idéntico problema para asumir que su tiempo ya pasó. Lo de Miguel y compañía en los vídeos que la arqueología digital de las redes ha rescatado es un horror y no tiene excusa. Dicho esto, es justo añadir que el empeño de Lorena en que Miguel pierda su trabajo por esto es enormemente ruin. La solución a algo surgido fuera del concurso y de manera ajena al mismo sería meterlo dentro y se acabó. Se me vislumbra como algo ideal que Miguel no fuera expulsado este jueves y entrase como nueva concursante Lorena. Tengamos en cuenta que ha estirado tanto su pérdida de peso que no la compra nadie ya.
Con Lucía la cosa empezó haciendo tabula rasa y con un abrazo, pero a Miguel le sale luego el carácter, como al escorpión. El sábado se produjeron dos choques de trenes con Lucía en un lado, estando en el otro Miguel y Cristina, el dúo de moda en la casa de los secretos. Las dos enganchadas fueron igualmente como copular para contarlo. Es decir, no había un objetivo claro que no fuera la propia discusión. En la primera se prodigaron más en el arte de la ofensa y el insulto de baja intensidad. Sin embargo en la segunda hubo más cercanía y tensión. Es más de temer cuando ambas partes se acercan y empiezan a señalarse con el dedo. Es lo que hizo Lucía.
Impresiona bastante Lucía con el dedo acusador y a menos de medio metro de Miguel (primero) o Cristina (más tarde). Asegura Lucía que no le dijo “a ver si remontas” a Cristina. No pondría la mano en el fuego, pero creo que sí lo dijo, además descartó que Miguel pudiera remontar. Se debía referir a el papel de ambos en el concurso, aunque debo decir que ambos están siendo responsables de que a este pobrecito observador no le esté faltando tema para escribir. Lucía también está contribuyendo a ello porque es sinónimo de tensión.
Ya sea como amiga o como enemiga, Lucía siempre da cierta impresión. Su presencia física, la causticidad de sus palabras y esa impresión que transmite de ser como un muro infranqueable contra el que estrellarse caso de ponerse en su contra. Si Miguel es el Coyote que planifica un ataque tras otro y al final cae él mismo en la trampa, Lucía sería el Correcaminos que sale indemne cada vez. Aunque sea respetada como compañera, e incluso querida, resulta indudable que transmite cierta mala imagen entre quienes la rodean. Cuando Sofía afirma recientemente algo tan inocente como que “hoy es día de brujas”, Emmy responde gritando un nombre como reclamando su presencia: “¡Lucía!”. Es invocar a las brujas y sale la madre de Alba Carrillo.
Lucía es ocurrente y divertida, lo cual la convertiría en la concursante perfecta, pero tiene un hándicap: pertenecer a un grupo de poder en la casa que no se ha constituido dentro, sino que viene ya compuesto desde el exterior. Y posiblemente también adiestrado de antemano. Me pareció interesante la observación sobre esto mismo que le hizo José Antonio a Miguel. Ambos pasaron por un bache provocado por el impetuoso ataque del experto en realities, pero el torero no lo ha tenido en cuenta y ha sigo suficientemente generoso para volver a acercarse y seguir tratando a su compañero con cierto cariño.
También es posible que Canales está jugando a dos bandas y mientras le dora un poco la píldora a Lucía y a Isabel, se acerca a Miguel y Cristina para decirles bajito que está orgulloso de ellos y de lo que están haciendo. El caso es que hablando con Miguel en la cama comentaba José Antonio el contraste entre su caso, que ha debido enfrentarse a una enemiga como Cynthia, con otros concursantes que se han visto reforzados al tener dentro a personas de su estrecha confianza. Es el caso de Sofía y Luis o Sandra y Julen. Incluso menciona sin calificarlo como tal a ese grupo de poder que gira en torno a Isabel, gran amiga de Lucía o de la pareja que forman de facto Sofía y Luis. Y apuntaba Canales: “Pero amigos de irse a comer juntos, vamos”. O sea, más que amigos son muy amigos.
Cuando anoche el programa hace leer y responder a los nominados dos preguntas formuladas por los espectadores a través de las redes sociales, Miguel utiliza el argumento de Canales sin hacer la atribución que corresponde, lo cual no me sorprende en absoluto. Los mencionados no le entendieron o no quisieron entenderle. Miguel contestaba a una pregunta sobre su supuesto aislamiento, del que no serían responsables los demás. Y se refiere a que si él se relaciona más con Cristina es porque necesita hacer alianzas dentro de la casa, lo cual logra con alguien que en principio ha conocido allí mismo. Sin embargo, hay quien no necesita hacer esfuerzo alguno para tener alguien de confianza, porque ha entrado ya con él o ella.
La tela de araña que se teje en torno a Isabel es especialmente tupida teniendo en cuenta que por su posición puede ser considerada una persona con cierto poder. Aunque tampoco le hace falta porque sus tentáculos abarcan lo suficiente. A saber: Fiama es amiga íntima de Alejandra, colaboradora en el programa e hija de Terelu (que, a su vez, es defensora en plató de Isabel). ¿Lo van pillando? De otro lado, Sandra y Julen no han conocido a Isabel dentro de la casa, lo cual se nota por el buen rollo que han mostrado con ella desde la primera noche. Y es normal que Cynthia tenga cierta simpatía por la periodista porque ante su historia de fugaz y minúsculo protagonismo televisivo no se puso del lado de Canales precisamente.
Estoy dibujando el mapa de relaciones procedentes de fuera del concurso todavía en categoría de croquis, por lo cual podría contener errores. Pero en lo básico no parece haber duda: aquí hay un centro de poder que bascula en torno a Isabel, que cuenta con un bastión llamado Lucía, la indestructible. Y para definir bien lo de alrededor hay que seguir bosquejando. Esto explicaría que anoche Isabel ganase la votación sobre a quién debería ir la esfera (los deseos de Jordi son órdenes para este gato) del primer expulsado, Chimo Bayo. También se entiende ahora mejor que se hayan puesto en bloque del lado de Isabel cuando Miguel saca el tema de su experiencia en el programa donde ambos coincidieron. Esto ha pasado también fuera de la casa, y puedo entender que Miguel está confundido en buena medida respecto a ese tema, además de haberlo abordado con excesiva dureza y perdiendo las formas, como él mismo ha reconocido. Pero hay algo en lo que creo que tiene la razón.
Aceptemos que en ese programa no le despiden, sino que dejan de renovar su colaboración, además de haberse dado circunstancias singulares. Pero no parece razonable la defensa respecto a que no se le comunicara que dejarían de contar con él. Desconozco como funciona el mundo de la televisión en esto y más aun lo que paso en este caso concreto. Aunque tengo buena relación con Miguel, nunca me contó nada porque prácticamente dejamos de hablar desde que sale regularmente en la tele. Pero lo normal es que cuando se decide no renovar una colaboración se le comunique al interesado. No hablo de que se den explicaciones, lo cual es inusual. Cuando prescinden de ti para un trabajo rara vez te explican por qué. Pero lo raro es que ni siquiera te lo digan. Las circunstancias singulares de las que hablo son el parón que hubo por la pandemia, pero también que Alba Carrillo durante su participación en GH VIP pidió varias veces el despido de Miguel, llegando a plantearlo con la chantajista fórmula de “él o yo”.
En cualquier caso, no todo el apoyo que tiene en la casa Isabel deriva de su poder con el epicentro fuera, sino que en parte debe ser mérito suyo. Al contrario que Cristina o Miguel, que se han granjeado la enemistad de media casa en tiempo récord, Isabel ha sabido jugar bien sus cartas tejiendo con denodado esfuerzo la tela de araña mencionada. Y ahora mismo, mientras Miguel y Cristina deben esforzarse por recomponer su situación en la casa, limando asperezas y abriendo obligatoriamente su círculo de amistades, Isabel ya va recogiendo sus frutos porque lo tiene casi todo hecho. Tanto que tiene a casi toda la casa en el bolsillo. Hasta la propia Cristina se ha dejado tentar en más de una ocasión. Por eso no para de repetir que ella es independiente. Y añado yo que su alianza con Miguel puede romperse en cualquier momento.
Anoche conocieron en la casa el secreto de Chimo y su esfera pasó a manos de Isabel por la votación de los concursantes, como he contado antes. Podían votarse a sí mismos, lo cual hicieron algunos. Es el caso de la ganadora de la votación, que hubiera ganado igualmente sin su voto. Votarse es como aplaudirse uno mismo. Lo malo no es el gesto en sí, sino perder la oportunidad de quedar como generoso ante la audiencia.
También conocieron tres secretos más, con lo cual hay ocho en juego (el noveno sería el de Chimo, ya descubierto por eliminación). Los tres nuevos secretos son: “quería ser monja y me han propuesto ser scort”, “mi familia no sabe que los estafé” y “tengo una anomalía física a la que llamo the warrior dolphin”. Nada más conocerlos se habilitó el pulsador y los Gemeliers se pelearon con Miguel por llegar al cubo. Ganaron Jesús y Dani, aunque yo diría que hubo penalti. Los Gemeliers accionaron el pulsador apostando que el del delfín guerrero es Julen por el tamaño de su miembro. Veremos (me refiero a si han acertado, no al miembro en cuestión).
Para hacer más sencillo el seguimiento de los secretos he preparado el gráfico que sigue, que iré actualizando según se vayan produciendo novedades. Están marcados los ya conocidos en la casa y el que acaban de descubrir.
Anoche hubo posicionamientos. Gemeliers, José Antonio y Julen desean la expulsión de Emmy (de nuevo todo tíos). Contra Cristina se posicionaron Sofía y Lucía. Fiama, Luca, Sandra e Isabel entre los nominados prefieren que no siga Miguel. Y, finalmente, Luis y Cynthia se pusieron tras Edmundo.
Porcentajes ciegos al comienzo del programa de anoche: 91,7 %, 5,2 %, 1,6 % y 1,5 %. Y al final: 86,2 %, 9,6 %, 2 % y 2,2 %. Dudo de que el aplastante porcentaje mayor pueda ser de Edmundo porque podía prever un segundo más abultado correspondiente a Miguel. Pero, por la evolución del porcentaje parece más lógico que subiese el de este y bajase el de Edmundo. En todo caso, es un gran castigo para alguien.
Pues no dice Miguel que el día de la gala se había tomado seis o siete tilas. Imagina que llega a tomar café.
Isabel no cree que haya público en plató todavía. ¿Acaso no vio nada del último Supervivientes? Supongo que desde anoche ha dejado de tener duda porque estuvieron bien pendientes de las reacciones del público.
Según Isabel: Emmy ronca en alemán. Was erzählst du mir? (¿Qué me estás contando?).