Quien juega con fuego se puede quemar. Durante la semana Julen habló de la justicia divina con demasiada facilidad. Ahora que ha sido expulsado igual podemos pensar que el reparto de vicisitudes de origen extraterrenal le ha perjudicado a él. Tampoco conviene forzar la máquina. Julen ha tenido suerte porque a punto estuvo de llegar a la final habiendo basado su concurso en dormir y criticar a Cristina durante las galas. “Cris es el Grinch porque el Grinch hace daño a los niños y Cris hace daño a Luca y a los de sonido”, afirmó el martes al saberse que Cristina debía disfrazarse de ese personaje que odia la Navidad porque así lo había decidido la audiencia. Luca no dijo nada, una vez más. La justicia va por barrios.
La pareja que forman Cristina y Luca empezó la semana en medio de su peor crisis, a punto de la ruptura y con pocas perspectivas de una pronta solución; terminándola felices, reconciliados y primeros finalistas de la primera edición de Secret Story. La casa de los secretos guardará uno más durante esta semana porque el resto de concursantes no han de saber de fijo que sus compañeros son finalistas. Ellos lo saben porque se lo comunicó anoche Jorge Javier, dando lugar a una nueva explosión de alegría entre los dos (que se escuchó en la casa). Por suerte, esta vez estaban solos en la sala polivalente y así nadie podrá acusar a Cristina de aprovechar la celebración para propinar algún que otro puntapié, como hizo el martes Julen. “Me estás dando con las patas esas”, dijo entonces el expulsado, tan fino como siempre.
“A mí me la bufas (me la soplas)”, le dijo Julen a Cristina el otro día. Casi toda la casa ha considerado a este concursante un buen niño y no seré yo quien cuestione que sea bueno, aunque de niño ya no tiene nada. Lo cierto es que con expresiones como la señalada parece separarse un tanto de ese perfil que nos han pintado de un ser casi angelical. Al menos en las formas ha dejado mucho que desear. Anoche su madre daba las gracias a todos los que le han apoyado con sus votos, pero viendo que el domingo un 92 % eran para él casi que habría podido mencionarlos por sus nombres, uno a uno. Julen es de esos concursantes que se van salvando bien porque no salen a la palestra o porque cuando lo hacen hay otro que urge más ver fuera. Por eso cuando estuvo a tiro y sin otras prioridades salió del tirón.
Cuando se ha criticado a Julen por dormir mucho no había una brizna de humor en el comentario. Es lo que se ha visto en los últimos tres meses observando el directo. Muchos días se levantaron él y Sandra sobre las dos de la tarde y tras desayunar volvieron a ponerse en posición horizontal. Cuando oigo apelar a la evolución de Sandra pienso que ha sido la misma que la de Julen, yendo de pasar mucho tiempo en la cama a pasar mucho tiempo en la cama. No se les puede acusar de haber sido poco consecuentes con ellos mismos.
Cuando en una gala reciente Julen se quejaba de que Cristina les había despertado con su voz de pito podría parecer que hablaba de algo sucedido durante la madrugada, pero no era así. Se quejaba de que les despertara en pleno día, cuando desde el propio programa muchas veces reciben un significativo toque de atención escuchándose música en la casa a un volumen más bien atronador. Ya es antitelevisivo dormir todo el día en un reality, pero el colmo es quejarse de que les despierten las voces de otros compañeros. Es una crítica un poco de abuela si se refiere a una noche. Pero a la luz del día, ¡por favor! ¿En qué cabeza cabe?
Julen ha tenido un concurso de lo más tranquilo, sin grandes preocupaciones y siendo todo facilidades para él. Ha estado siempre en el lado de la mayoría, poco expuesto al juicio de la audiencia y escondido bajo el ala de concursantes como Canales o, sobre todo, Lucía. El manto protector de estos le proporcionó la tranquilidad de poder ir viendo el paso de los días sin mayor preocupación. Y cuando sus mentores ya no estaban siguió teniendo la protección de otros, como Luis, que tuvo siempre sus mejores palabras para Julen, aunque no sé si supo interpretar anoche la petición que le hizo antes de su muerte catódica como concursante sobre cuidar a Sandra. Ya veremos más adelante (cuando hable de nominaciones) por qué digo esto.
Todavía sigo sin saber qué le ha hecho Cristina a Julen para que mostrase tanto interés en atacarla. Es lo único que pareció motivarle durante las galas, especialmente en las últimas semanas. Antes había repartido su animadversión entre ella, Luca e incluso Frigenti durante la primera parte de su concurso. Para finalmente centrarse solo en Cristina, a la que anoche daba por ganadora de manera precipitada, más teniendo en cuenta que sigue en juego Sandra, su pareja. Julen tampoco me pareció nunca un rival temible, ni siquiera cuando aprovechaba el momento en las galas para arremeter contra los mismos rivales siempre. Sus invectivas fueron siempre tan infantiles como poco consistentes. Es difícil entender y mucho más justificar tanto esfuerzo por criticar cosas fútiles y pueriles como la voz de una compañera.
Julen afirmaba anoche que su premio había sido Sandra, lo mismo que ella había dicho. Si habrá sido cómodo el concurso para ambos que ni siquiera han tenido que conocerse dentro de la casa de los secretos. Cuando entraron aseguraron que llevaban un tiempo sin tener relación, pero pasando el tiempo han ido descubriendo, mediante pequeños descuidos en sus conversaciones, que esa pausa debió durar horas, por no decir minutos. Sin embargo, nadie ha dudado de que sea una relación real o interesada, siendo esto mucho más fácil de planificar conociéndose previamente. Tom recordaba en plató anoche que Sandra llegó a decir que él era “el hombre de su vida”, a lo que Julen respondía que él era “el hombre del momento”. Y lo decía justo en el momento de hablar con el expulsado.
No pongo en duda que Julen y Sandra tengan una relación tan sincera como bonita. Y les felicito por haber logrado convivir durante tres meses sin apenas separarse uno del otro. Habría sido sospechoso que no discutieran nunca, aunque casi todos sus piques fueron durante el primer mes. Con todo, la despedida de ambos me pareció fría, especialmente por parte de Julen. No vi grandes emociones, aunque Sandra se mostrase compungida después. En ese momento, su reencuentro con Cristina fue ejemplar por parte de ambas, dándose un abrazo y compartiendo el relato del doloroso momento de la despedida como dos personas que han sabido convivir. En ese aspecto Sandra no ha tenido nunca problema en abrirse y tener buenos momentos en la convivencia con Cristina, lo cual nunca vi hacer a Julen.
Ejemplo de lo que digo está en la convivencia de estos dos últimos días. Tras el arrebato de Sandra depositando toda la colada encima de la cama de Cristina, visiblemente molesta por una insinuación que requiere de una mala interpretación para tomársela de semejante manera, las vi colaborando en la prueba semanal de manera admirable a la mañana siguiente. Tanto es así que parecían dos amigas que siempre se llevaron bien. No obstante, en su momento Sandra prefirió dar sus puntos en una nominación a los repescados Adara y Frigenti, dejando sin tocar a Cristina y dando un solo punto a Luca. Creo que la animadversión de Julen, por la pareja primero y después solo por Cristina, intoxicó de alguna manera a Sandra.
Cuando Luca y Cristina fueron llamados, una vez más, a la sala polivalente debían sospechar que sería para decirles que eran los dos primeros concursantes que se convertían en finalistas. No lo pareció por la reacción a la noticia, pero debían tener la pista tras saber la suerte que habían corrido sus compañeros a la hora de nominar. Esto sí que es justicia poética, debió pensar Julen al enterarse. ¿Quién les iba a decir que la semana tendría tan dulce fin tras los amargos tragos de su comienzo? La teoría del reality indica que hubiera sido más fácil para los dos no haber llegado juntos a la final. De haberlo hecho solo uno tendría mucho más fácil acceso al premio y la humilde gloria añadida.
A partir de este momento, cualquier movimiento por parte de Luca o Cristina puede ir en su contra. Es una constante en los finalistas, pero mucho más en este caso. Si uno quisiera hacer sombra al otro, por muy sutil que fuera el movimiento, estaría cavando su propia tumba y tirando por la borda la posibilidad de lograr el triunfo. Me preguntó en una ocasión el defensor en plató de un concursante qué debían hacer una vez declarado finalista. Mi respuesta fue que no hicieran nada. Esto mismo les recomiendo a los finalistas. Su momento de demostrar quienes son ya pasó. Ahora lo mejor es aguantar lo más inmóvil que puedan el tiempo restante.
La audiencia decidió que no fueran nominaciones al uso, solo que con 1 y dos puntos solamente, sino algo especiales. Lo especial fue que podían decidir nominar a lo clásico o arriesgar eligiendo uno de los jokers nominados del 1 al 5. Cada joker significaba una diferente forma de nominar, tal como podemos ver a continuación:
Cristina (eligió el cuatro y pudo nominar doblando la puntuación, con 2 y 4 puntos) > Gemeliers (2) y Sandra (4)
Sandra (eligió el tres, por lo que solamente pudo dar un punto) > Cristina (1)
Luca (también eligió el cuatro) > Gemeliers (2) y Sandra (4)
Gemeliers (otros que eligieron el cuatro) > Cristina (2) y Luis (4)
Luis (eligió el dos, por lo que pudo repartir cuatro puntos como quisiera) > Gemeliers (2) y Sandra (2)
Eligiendo el uno habrían podido dar tres puntos a una persona y eligiendo el cinco no hubieran podido nominar.
Nominados Sandra (10), Gemeliers (6) y Luis (4). Por tanto, finalistas Luca y Cristina.
Una vez más coincidieron las nominaciones de Cristina y las de Luca. Además, eligieron el mismo joker. Ninguna sorpresa en la nominación de Sandra, quien peor elección hizo. Los cuatro puntos que Gemeliers le metieron a Luis pueden tener explicación sabiendo que uno de ellos poco menos que se amotinó en el cuarto de baño mientras nominaban sus compañeros. Al parecer, así debió escuchar que entre Cristina y Luca sumaban cuatro puntos y quisieron compensar la situación dando esa misma puntuación a Luis para ver si podían evitar salir a la palestra. No sería nada censurable si no fuera porque es una trampa espiar el juego de los rivales escuchando a través de las paredes. En cuanto a las nominaciones de Luis, se explican a la perfección si tenemos en cuenta que hace semanas ya expresó su deseo de llegar a la final junto a Cristina y Luca. Su fallo fue dar una explicación inexplicable sobre la petición que le había hecho Julen de cuidar a Sandra.
El proceso de estas nominaciones especiales se hizo con todas las garantías. Para evitar las suspicacias mostradas por algunos espectadores otras veces se puso en manos de una espectadora el sobre en el que figuraba lo que implicaba elegir cada joker. A pesar de esto los amigos de las conspiranóias no paran nunca y todo les parece sospechoso. Se llegó a plantear que a cada concursante le pudieron decir que joker elegir. Y, de paso, lo que debían nominar también. Descartada esta opción por disparatada, también quedaba la más sutil de poner en cada joker (al que correspondía un número y un color) la ventaja o desventaja deseada teniendo en cuenta las preferencias conocidas por los concursantes. Es decir, confiando en que Luca haya dicho que el azul es su color preferido o Sandra que su número talismán es el 3. Todavía así me resulta imposible de controlar el resultado final. ¿Quién podría prever que los Gemeliers le darían puntos a Luis antes que a Luca? ¿Cómo saber si Luis mantendría su preferencia con vistas a la final o cambiaría conmovido de ver a Sandra sufrir por la expulsión de Julen? Son tantas variables que es imposible de manipular.
Debería plantearse el programa la insonorización de algunos espacios clave en la casa, como es la sala polivalente donde se han dirimido las nominaciones estas dos últimas semanas. Eso, o impedir que los concursantes se levanten del sofá del salón durante toda la gala. Por experiencia propia doy fe de que se puede.
La visita de Belén Esteban para el encendido de la casa me trajo gratos recuerdos de una edición increíble de Gran Hermano VIP, en la que al genio de la Esteban le acompañaban concursantes de la talla de Ares Teixidó o Víctor Sandoval. Otra cosa es que me apetezca volver a verla en un reality. Si algo necesitan estos formatos es caras nuevas que eliminen de un plumazo la sensación de estar viendo repetida siempre la misma jugada. Aunque con Belén igual podría hacer una excepción.