Las jefas de la casa no salvan a Irene y esta ya lo sabe
No fue una sorpresa que saliera Kiko, tampoco que confirmase indirectamente las acusaciones de montaje vertidas desde hace días sobre su relación con Estela. Tampoco que Sofía pasase del “asco irrevocable” por Kiko a poner ojitos ante la idea de dormir juntos anoche. Ni siquiera me resulta extraño que pocos minutos después de que Mila y Noemí no salvasen a nadie de la nominación resulta que Irene ya sabía que sigue nominada. El Cejas ha demostrado esta semana que se puede mantener el secreto no soltando prenda en los tres días que van hasta al Debate del domingo. Otra cosa sería si no poder esperar a contarlo o sugerirlo de alguna manera tuviera alguna consecuencia, eso sí que me sorprendería.
“Nada, tú tranquila. Yo ya me imagino”, le decía Alba a Noemí. “Ya, yo también”, confirmaba Irene. Las dos besaban a Noemí, nueva jefa de la casa junto a Mila. No sé la razón por la que esta lo dejó todo en manos de Noemí, como si ella prefiriese que no le salpicase mucho la decisión. “Subía Joao o El Cejas (en realidad lo habrían hecho ambos). Y, como ya te he dicho, está todo bien”, le decía Irene a una compungida Noemí. Y añadía: “Noe, lo digo de corazón. ¿Sabes por qué? Porque si me quedo es como ‘mira, guay, me quedo porque la gente quiere’. Y si me voy tú sabes que voy a ser muy feliz”.
No parecía que hiciera falta ninguna confirmación por parte de Noemí. Esto de no poder decir nada y que la mayor parte de las veces se sepa a los pocos minutos demuestra que algo falla. Con voluntad de remar a favor del programa esa conversación que relato no se hubiera producido. Noemí se equivocó al estar en el sitio equivocado en el momento equivocado. Tampoco parece ir muy a favor del programa que para Irene ser expulsada suponga tanta felicidad. A Gran Hermano se debe ir a ganar, y renunciar a ello no solo es de mal jugador también de jugador un poco tramposo.
Extraño parece que nada resultase extraño anoche. Es lo contrario a lo que suele ser habitual en Gran Hermano, que tan bien se maneja en la sorpresa. Pero fue imposible porque la expulsión de Kiko estaba cantada. También la reacción de una Sofía que no se ganaría la vida como actriz. Que Kiko confirmase el montaje de manera tan indirecta como sutil no era tan previsible. Tampoco lo errático que me resultó defendiendo su postura en la entrevista posterior. Ni el beso con el que sellaron Sofía y él su encuentro tras saber que era el cuarto expulsado.
Sofía explicó en un vídeo para mtmad cómo ha llegado a ser reina de los realities. Decía esto: “Eso de ser uno mismo estoy harta de escucharlo. ¡Negativo! ¡No! Lo importante es conocerte muy bien a ti mismo y una vez que tú te has conocido saber qué mostrar al público, cómo mostrarlo y la manera de llegar a los espectadores”. Lo deja bastante claro: nada de ser uno mismo, mucho mejor seleccionar de forma fría y calculadora lo que muestras al espectador. Sofía ha decidido esta semana mostrarse compungida por lo que ha estado haciendo Kiko y anoche decidió que pelillos a la mar. La verdad está muy sobrevalorada, debe pensar Sofía. “Sofía, tú lo sabías”, le dijo Kiko en el encuentro que ambos tuvieron tras conocer la decisión de la audiencia. Con ese leve desliz daba a entender que habían previsto (tal vez planificado) previamente lo que podía suceder.
Si Kiko siguió el tutorial de Sofía al que he hecho referencia antes se puede entender que en su relación con Estela lo menos importante es que fuera más o menos real. Gran error por su parte negar que haya podido sentir ni siquiera atracción hacia esa compañera y, a su vez, mostrarse relativamente convencido de haberle gustado a ella. No tuvo su noche un Kiko que justificó sus tonteos con Estela afirmando que se aburría mucho en la casa. De forma que para él ha sido todo puro entretenimiento. Ojalá hubiera combatido el aburrimiento preparándose mejor lo que debía decir anoche. Ahí no ha seguido mucho los consejos de Sofía.
Llegó a expresar Kiko la duda sobre si no ha sido todo un montaje planificado por Estela y su marido Diego, a quien dice no conocer. No puede afirmar lo mismo el íntimo amigo de Kiko y defensor en plató en las últimas galas, de quien ayer aparecieron en redes unas fotos junto a Diego Matamoros. Por si había alguna sospecha de que pudiera tratarse del típico selfie de fan con famoso también aparecía en una foto de la boda de Diego y Estela junto a esta. Los fans no van a las bodas, por lo cual debo entender que el defensor de Kiko en plató también es amigo de Estela. Verde y con asas. El montaje se sigue confirmando.
He estado siempre convencido del montaje. También creo que mienten ahora cuando dicen que no se han sentido atraídos mutuamente. A Estela le cuesta más negar lo que ha habido entre ellos y durante la fiesta del miércoles decía que siempre le ha extrañado ver gente enamorándose en la casa de Gran Hermano, pero ahora lo ha entendido. Anoche se sinceraba con Adara y le expresaba su inquietud ante lo que pudiera pensar su marido. “Cualquier día recibo la llamada de un abogado”, afirmaba. Después usaba el humor para quitarle hierro a lo dicho: “Es broma. Confío plenamente en Diego. Y confío en que él confíe en mí”. Confiar en la confianza del otro es una clara muestra de desconfianza en uno mismo.
Se olvidó Kiko de explicar qué querían decir Estela y él cuando hablaban de los platós que se debían estar haciendo sus parejas fuera. Anoche la despedida de ambos fue fría y decepcionante. Al menos Kiko no fingió sorpresa cuando vio la reacción de Sofía, aunque las escasas dotes que atesora esta como actriz hicieron que su encuentro fuera escasamente convincente. En teoría había subido para comunicarle su deseo de dejar la relación y no hizo nada de eso. La opacidad absoluta de casi todas las intervenciones de Sofía me hace tener siempre la sensación de estar perdiendo el tiempo escuchándola. Es como el que oye llover.
Kiko merecía quedar mejor tras su expulsión. Porque ha sido un buen concursante, especialmente durante la última semana. Como doctor Jekyll fue un concursante mediocre que se refugiaba en el salón de la casa mientras otros lo pasaban bien y daban contenido en las fiestas. Sin embargo, como señor Hyde ha sabido luego cantarle las cuarenta a los que duermen siestas y no participan de las fiestas. Justo lo que él hacía antes. Ante el enfrentamiento entre Hugo y Mila se puso al lado de esta última. Luego se enfrentó a la colaboradora de ‘Sálvame’ con parecidos argumentos a los del segundo expulsado. La coherencia también está sobrevalorada, lo cual no quita que yo prefiera mil veces al segundo Kiko que al primero. Y justo cuando más me estaba gustando ha sido expulsado.
A Kiko le ha expulsado esta errática trayectoria de la que hablo. Sus errores de las primeras semanas, también el montaje cutre y salchichero con Estela, aunque yo creo que terminó habiendo fuego entre los dos. Que estuvieran tan pendientes de la repercusión que podía estar teniendo lo suyo fuera de la casa ha jugado en contra de Kiko. No se puede estar en misa y repicando, y Gran Hermano se juega dentro de la casa. Que anoche saliera con un 72,9 % de los votos (últimos porcentajes conocidos) es consecuencia de haber planteado ese juego de engaño y su fatal posicionamiento inicial. Tengo dicho que hubiera sido todo muy distinto si se llega a aliar con Hugo en lugar de disputarle el puesto de más follonero de la casa.
Estoy de acuerdo con Jorge Javier en que Kiko ha sido un extraordinario concursante. Hasta con el juego de engaño al que me refiero le ha puesto riesgo y ha evitado quedarse a ver el tiempo pasar. Dio tanto que ha terminado sacrificándose por la causa. Su actitud deportiva en la derrota es admirable. Ha sabido perder con elegancia, aunque luego se le ha torcido la cosa a la hora de explicar su concurso y justificar lo injustificable. Confío en que el domingo esté más lúcido y acertado, porque contestar tres cosas distintas en un minuto es una locura. Y no le beneficia en absoluto.
Cuando en la casa se enteraron de que tenían piojos y debían ser despiojados Kiko hizo la broma de que al menos nadie tenía el sida porque Mila se había mostrado muy escandalizada ante la noticia. El comentario de Kiko provocó que Mila dijera: “Estará muy acostumbrado a tener piojos”. “En los huevos”, respondió Kiko. “Eres un chulo, no te soporto”, afirmaba Mila, ante lo que Kiko le advirtió: “Pues no te queda nada”. Esto fue interpretado por Mila como una amenaza. No sé cómo interpretará Kiko que Mila le haya acusado de cosas mucho más graves, como ser violento, atreverse solo con las mujeres o tener perfil de maltratador. Esto último ya lo dijo de Hugo, y en más de una ocasión. Casi que entiendo a El Cejas y su costumbre de dorar la píldora a Mila sin descanso.
Observatorio de nominaciones
Así fueron las nominaciones anoche:
Adara > Antonio David (1), Alba (2) y El Cejas (3)
El Cejas > Irene (1), Estela (2) y Adara (3)
Antonio David > Estela (1), Irene (2) y Adara (3)
Alba > Joao (1), Adara (2) y Estela (3)
Gianmarco > Joao (1), Irene (2) y Estela (3)
Joao > Alba (1), Gianmarco (2) e Irene (3)
Estela > Antonio David (1), Alba (2) y El Cejas (3)
Irene > El Cejas (1), Adara (2) y Joao (3)
Noemí > Estela (1), Joao (2) y Adara (3)
Mila > Gianmarco (1), Estela (2) y Adara (3)
Mila y Noemí habían ganado la prueba de líder de la casa por lo que eran inmunes. No obstante, renunciaron al privilegio de salvar a un nominado por temor ante los que pudieran subir a la palestra. Por tanto, los nominados iniciales fueron definitivos y son estos: Adara, Estela e Irene. Salvo los inmunes, nadie se salvó de recibir puntos. Irene está sentenciada desde el principio, aunque Adara le dobla en puntos. Es Estela el nuevo objetivo del grupo. Una vez expulsado Kiko dieron votos a esta concursante El Cejas, Antonio David, Alba, Gianmarco, Noemí y Mila. Menos hubiera tardado en decir que no la votaron Adara, Irene y Joao.
Como las nominaciones fueron a la cara, Noemí y Mila temían que pudiera subir El Cejas si salvaban a Irene. Joao estaba empatado a 7 votos con El Cejas, pero no parecía preocuparles tanto. Esta mecánica de nominaciones con privilegio posterior de los jefes de la casa es bastardeada por el hecho de nominar a la cara. Las nominaciones son la base de Gran Hermano y no deberían ser tan mal tratadas. En los casi 18 años que llevo comentando este programa he apoyado que haya repesca, que vean de lo sucedido en la casa durante la semana (excepto si son imágenes del ‘confe’), que reciban información del exterior y algunos otros giros. Pero jamás, repito, jamás, apoyaré que nominen a la cara por sistema.
Mila volvió a nominar a Adara. “Vuelvo a la casilla de salida”, dijo. Que alguien la avise de que están jugando en Gran Hermano y no en ‘El juego de la oca’. Aquí esos bandazos en los concursantes se entienden mal. Se acercó a Adara estando nominada y tras escuchar el apoyo que tenía del público en plató. Esta semana han podido constatar como Adara se salvaba con un porcentaje muy pequeño, pero toca ir de nuevo a por ella. Tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe, debe pensar Mila. “Que Adara me haya apoyado ante la traición de Kiko y El Cejas se lo voy a agradecer mientras viva”, dijo hace un par de domingos. Ayer le dio tres puntos muy poco agradecidos.
Moleskine del gato
Muy mal se tiene que poner la cosa para que no sea Irene la próxima expulsada.
Las sucesivas expulsiones de Hugo, Dinio y Kiko me llevan a desear que el programa plantee pronto una repesca. “Es la primera vez que estamos tranquilos tras una gala”, decía anoche Mila. Esa tranquilidad de cementerio me produce congoja como amante de este programa. Es llamativo que no se den cuenta de ello. Están ahí para entretenernos, no para descansar en paz.
Si tuviera que elegir entre uno de estos tres expulsados para ser repescado (no cuento a Anabel, cuya pérdida no lamento) me decanto por Kiko. No volvería a las andadas con Estela, lo cual sería interesante de ver. Pero más interesante me parece su muy posible ánimo de venganza. Se quebraría la paz que tanto celebra Mila. Y seguiría habiendo edición. La repesca es posible. No está todo perdido, amigos.