Ivana parece dispuesta a estirar su drama lo que queda de concurso
La de anoche fue una gala de culos y pelos, pero por separado. Vimos a Elena y Yiya haciendo un calvo (pueden repasar el íntegro de la gala si desean recordarlo o acaso no lo vieron). También a Ana María siendo rapada por Rocío, aunque si no llega a ser por Barranco aún seguiría esa sesión de peluquería inacabable. Pero lo más importante es que Jorge Javier expresara su sueño de ver la coleta de Lara Álvarez (que para él era una cola de caballo jerezano) saliendo del trasero de Barranco. ¡Qué gala!
La estampa soñada era exactamente la de una especie de Adán tapado por una hoja de parra (de plastiquillo) rapando el pelo a una mujer. Y con cola de caballo jerezano, claro está. Se trataba de Barranco rapando a Ana María, y no quisiera seguir sin cumplir el sueño húmedo de nuestro querido presentador. Aquí lo tiene: Barranco rapando a Ana María en taparrabos… y con la cola de caballo de Lara.
Si es que no cuesta nada hacer feliz al prójimo. Prosigamos.
Una vez me he ocupado de la parte más lúdica, voy con la chicha, que hubo mucha. Si la semana pasada fue la rana quien dijo no a Ivana, en esta ocasión se lo digo yo mismo. No, Ivana. Lo siento, pero no te creo. Pasar de la risa al llanto con esa pasmosa facilidad, guardar tu resentimiento para la palapa, estirar tu drama con el fin de que dure hasta el final de este concurso, son algunas de las razones por las que no me creo tus lágrimas. No pongo en duda su dolor, pero sí el oportunismo de expresarlo cuando debe. Cuando alguien llora y no enjuga sus lágrimas es porque quiere exhibir su llanto, ese otro de los muchos indicadores que provocan mi desconfianza.
Ivana carga contra Hugo sin aceptar que no es no. Entiendo que le hubiera gustado tener una explicación más entendible de por qué decidió acabar la relación. Como espectador coincido con ella. pero tampoco hay que entenderlo todo. Haya decidido o no Hugo guardarse en parte sus razones, está en su derecho a hacerlo. Imagino que igual que le pasa a la mayoría de la audiencia, yo también ardo en deseos de ver esa conversación del domingo pasado donde Hugo afirma haber explicado a Ivana sus razonesIvana sus razones. No solamente eso, según él Ivana lo entendió perfectamente y quedaron tan amigos. ¿Por qué luego renacen las dudas? ¿Qué sentido tiene que Ivana vuelva decir que no entiende por qué Hugo la dejó de amar? Creo firmemente tener respuesta a estas preguntas: se acerca la final.
Tengo dicho que el gran error de Hugo fue decirle a Ivana “te amo” horas antes de cortar la relación. Pero no es justo que deba acarrear con su equivocación durante semanas y esto le vaya a perjudicar en el concurso. Ivana, su expareja de un mes, está contribuyendo de forma militante a que esto suceda. Parece su objetivo principal y hasta anoche parecía que le estaba funcionando. Creo que la gala fue un punto de inflexión y a sus compañeros empieza a pasarles lo que nos sucede a algunos espectadores. Se le está viendo el plumero a Ivana y hasta Yiya, su mejor amiga en el concurso, le aconsejó anoche que pasara página. Si no lo hace su estrategia de estirar el drama todo lo posible le va a terminar estallando en la cara.
Elena y Ana María casi llegan a las manos
No nos engañemos, completar el puzle de la prueba de recompensa con la que abrió anoche la gala era de todo punto imposible. Piezas de madera enormes y pesadas enterradas en la arena que debían ser acarreadas hasta el lugar de componer un puzle más alto que los concursantes. ¡Pero si una de las doce piezas ni siquiera sabían dónde estaba enterrada porque no lo habían marcado en la arena! Estaba hecho todo a propósito para que no fueran capaces. Pues bien, al final lo hicieron. Se hizo más largo que el desayuno de un funcionario, pero una vez acabado el tiempo se obcecaron todos en terminar el puzle. Esta me la hago, debieron de pensar. Y llegaron al éxtasis viendo la figura de la lengua fuera bien compuesta.
Me da la impresión de que intuyeron la broma de la que fueron cómplices los dos presentadores con la cual pretendían hacerles creer que no les iban a dar más que la mitad de la lasaña, que era la recompensa. Por desenterrar todas las piezas les daban la mitad del premio y por completar el puzle el premio completo. Les hicieron creer que a pesar de haberles dejado terminarlo fuera de tiempo solo comerían la mitad, pero insisto en que no todos debieron tragárselo. Según queramos ver lo mejor o lo peor de las cosas podemos destacar unas cosas u otras en esta prueba. Bien el trabajo en equipo y las ganas de demostrar que pueden hacerlo. O que Elena y Ana María casi llegan a las manos y al final se puso en evidencia el egoísmo de quienes fueron capaces de tirar comida por el ansia de coger la parte más grande aunque otros compañeros se quedasen sin apenas nada.
Ana María y Elena eran en un principio las encargadas de hacer el puzle, aunque al final se sumaron todos. Cuando había terminado el tiempo oficial de la prueba, Elena pateaba una de las piezas y al ir las dos hacia Lara vimos una pequeña melé entre ellas. Habría que pedir el VAR para ver bien lo sucedido, pero se adivinaron codazos y manos agitándose en el aire cerca de ambos rostros. Creo que Elena propinó un pequeño empujón a Ana María, esta respondió con un codazo y ahí volaron las manos a punto de escaparse un bofetón. Por suerte, no llegó a mayores. Pero insisto en que debería ver la secuencia desde otros ángulos porque no se apreció bien el rifirrafe.
Sobre lo del egoísmo con la comida también fue protagonista Elena. Ivana lo denunciaba nada más sentarse todos en la palapa. Elena y Yiya habían cogido una porción de lasaña que serían incapaces de terminar, mientras que otros se habían quedado a dos velas. Prefirieron tirar la comida antes de cederla a un compañero o, sencillamente, dejarla en la mesa para que lo aprovechasen otros. “El tema de la comida los convierte en hienas”, dijo Ivana. Si llega a decir que los convierte en morsas igual le cuesta una nominación disciplinaria, pero las hienas son unos animales muy simpáticos, como una especie de peluches que ríen cuando les rascas en la tripa. O algo así. ¿A quién podría ofender la comparación? No estando Simba en la palapa se puede usar el símil. Elena quiso arreglarlo explicándose, pero creo que hubiera quedado mejor callada. “Es verdad que cuando llega la oportunidad ni miro. Me lanzo a comer todo lo que haya porque no sé cuándo será la próxima oportunidad”, afirmó. Debe ser que basta con decir luego en tono educado: “siento haberte pisado y que casi no hayas podido comer”. Y ya está.
El hambre del grupo les hizo lanzarse a la lasaña de manera desaforada. Lo cual no se entiende habiendo visto que el día anterior habían capturado 33 peces entre todos. Ana María busca el récord y aportó 19. La siguieron Rocío con 7, Elena con 4, Jorge con 2 y Hugo con 1. Nótese que en el ranking de pescadores no figuran Barranco, Ivana y Yiya. Por otra parte, Elena y Hugo partían en inferioridad de condiciones porque iban unidos por grilletes desde el juego de la mesa de las tentaciones del martes. Con tanta captura no se entiende que sigan teniendo semejante hambre. ¡Si hasta podrían poner una pescadería!
Salió Yiya
Yiya fue expulsada, lo cual celebró como si hubiera ganado. Luego hizo un discurso que debió ser muy interesante. “Impecable”, dijo Jorge Javier. Me pasa desde hace algún tiempo que cuando habla Yiya desconecto. Su palabrería presuntamente culta, repleta de incorrecciones y pretendidos cultismos, me supera. Creo que reconoció haber hecho cosas malas en su vida e hizo propósito de enmienda, o algo así. En plató, Antonio David y Jorge Javier hablaban de que este concurso cambia a las personas y los concursantes cuando salen dejan las polémicas y tiranteces en la isla. A la derecha de Antonio David se sentaba Fani para demostrar precisamente todo lo contrario.
Hubiera lamentado la expulsión de Yiya hace semanas, cuando fue nominada disciplinariamente de manera algo estricta. Después me ha llegado a provocar hastío. Lo de Yiya no son las rotondas, como otra que yo me sé, sino que ella está metida en un vórtice espacial que no para de dar vueltas. Me ha cansado esto y una especie de obligación autoimpuesta que le lleva a ser siempre incisiva. Da igual si está justificado o no, el caso es no dejar nunca pasar la oportunidad de ser la más impertinente del grupo. Yiya ha dado en este concurso todo lo que podía y más. Pero mira, ya está bien.
Observatorio de nominaciones
La prueba de líder consistió en comer una vez más, aunque aquí era mejor no hacerlo mucho. Del plato con judías pintas debían dejar solo 842 gramos. De ese peso para arriba ganaba quién más se acercase, que fue Elena, quien dijo 853. Por debajo quedaron Barranco (813) e Ivana (841), que casi lo clava. Y por encima Jorge (887), Hugo (879), Rocío (872), y Ana María (864). Por tanto, Elena es líder de la semana
Así nominaron anoche:
Ivana > Barranco y Jorge
Jorge > Hugo e Ivana
Hugo > Barranco y Jorge
Barranco > Hugo e Ivana
Rocío > Jorge y Hugo
Ana María > Jorge y Hugo
Nominados del grupo Hugo y Jorge. Elena, como líder, nominó a Ivana.
Curioso que nominasen igual, por parejas, Hugo e Ivana, Jorge y Barranco, o Rocío y Ana María. Hubiera sido gracioso si estas dos últimas dan sus votos a Barranco y Elena, lo cual hubiera puesto en la palestra a todos.
La nominación de la líder confirma lo que dijo durante la gala sobre la pareja. Elena se puso claramente del lado de Hugo con un argumento que en este caso coincide con lo que piensa este humilde gato. Ella también cree que Ivana está aprovechando la situación.
Jorge explicó su nominación así: “La relación de Hugo e Ivana me está rompiendo el corazón y no puedo verlos más así”. Tanto si fue pura ironía como si lo dijo totalmente en serio me deja sin palabras.
Moleskine del gato
Ana María pedía a Gloria que la espere en plató con cinco pelucas. ¡Ni calvo ni con cinco pelucas! Tiene toda la razón Jorge Javier en que está casi mejor rapada. ¡Y callada!
No sorprende nada ver a Yiya diciendo que podría llegar a querer a RocíoYiyaRocío. Ella pasa del todo a la nada en tiempo récord. No duden de que volverá a llamarla “florero”, por no insistir en los símiles animales.
Mientras tanto, Rocío haciéndose la graciosa diciendo que el grupo de WhatsApp de los concursantes se va a llamar “clan melasuda”. Es que me troncho, joder.
Rocío y Barranco se mosquean. Parece que peligra su buena relación de amistad, pero es una falsa alarma. Confieso que no entendí nada de lo que les ha pasado a estos dos. Tan solo me di cuenta de que Rocío insiste demasiado en decir que tienen buena relación “de amistad”. Remarcando siempre “de amistad”. No sé por qué será.
Mucha confianza no debía tener Elena en la relación de su hija con el italiano de las piadinas que anoche le preguntó a Jorge Javier si seguían juntos. Extraño que quisiera saberlo antes de defender, o no, a Hugo en su relación con Ivana.
Y ahora voy a ver si me queda lasaña en el congelador.