Pocas veces a un concursante lo jalea su defensor agitando una cabra en la mano. La madre de Hugo celebró así que tuviera su noche. Después de tres meses logró que le saliera una noche perfecta, hecha a su medida. Nada podía salir mejor para él, que vio a Elena dejar el juego a las puertas de la final, ganó la prueba de recompensa, logró que buena parte de la audiencia terminase convencida de que Ivana es una pesada de mucho cuidado, y al convertirse en el último líder de la edición pudo decidir los dos nominados de esta semana. Hugo se enfrenta a la final junto a Rocío y Ana María, sabiendo que entre Jorge y Barranco uno de los dos no va a llegar a disputarla.
A Hugo todo le salió a pedir de boca, tanto que tras ganar a Ana María la final de la prueba de líder parecía pletórico y entonó unos compases de ‘Mi héroe’, la canción de Antonio Orozco: “Jamás lo vi, mirar sin miedo con tanto coraje. Ganar una partida tan salvaje…”. Hugo no cruzaría la pasarela, pero sería absurdo negar que tiene buen gusto eligiendo canciones inspiradoras que resuman su concurso, de Orozco a Melendi. Aun así, Hugo no desafina tanto cantando como Yiya hablando. Anoche esta se quejaba porque den tanto de comer a quienes han sido sus compañeros en el concurso y han llegado más lejos que ella. “Si llego a saber que comen tanto me hubiera querido quedar”, dijo la exconcursante, sin darse cuenta de que no valen sus deseos si no coinciden con los de la audiencia, esa que prefirió tenerla en plató.
Yiya desafina hablando porque quisiera tener un verbo florido, pero le sale un jardín de cartón piedra. Para decir lo más sencillo se mete en circunloquios de los que luego no sabe bien salir, y termina demostrando que le falta conocimiento y vocabulario para no dar alguna que otra patada al diccionario. Parece que va a sonar bien hasta que da una nota discordante. Un profesor de lengua y literatura nos decía siempre que “la lengua no es una orquesta”, expresando así que no es suficiente con que suene bien para que sea correcto. Yiya consigue que sea incorrecto y suene mal lo que dice en el aspecto formal. Y también como concepto. Tanto no comerán sus excompañeros cuando salen habiendo perdido una media de 18 kilos. Hasta Cristian, que duró tan solo 35 días en el concurso, perdió casi 12 kilos.
Es cierto lo que dice Jorge Javier Vázquez sobre la duración de esta edición. No solo ha sido más extrema por las condiciones atmosféricas al haber empezado en febrero, sino porque ninguna había sido tan larga. Ayer se cumplieron 91 días, justo lo que duraron en total las ediciones de 2017 y 2018. Este Supervivientes 2020 será la edición más larga de la historia. Por comparar con ‘L’Isola dei famosi’ de Italia, su edición más larga fue en 2018 con 84 días. La última duró 67 y de 2007 a 2012 estuvo en su media más habitual entre 70 y 71 días. Está claro que la aventura se hace más dura en tanto en cuanto dura más. No es lo mismo estar un mes y unos pocos días que más de tres meses. Yiya reconoce que es injusta y Jorge piensa que es más bien es torpe, poco generosa y una reventada. Pero yo pienso que lo suyo es un quiero y no puedo que da muchísima pereza.
Hablando de pereza, más me da Ivana y sus ganas de seguir sacando provecho de los días que estuvo con Hugo. “Ahora quieres el dinero de fuera”, le dijo este. Y es que las caza al vuelo. La argentina había vuelto a la isla como fantasma del pasado. Llegó con dos pollos, pero en realidad lo que quería era montar el pollo. De otra forma no se hablará de ella cuando vuelva, y así todavía dudo de que tenga algún interés. Ella siempre estuvo preocupada por ser la menos conocida, pero ha desaprovechado la ocasión de que mantengamos el buen sabor de boca que dejó en su momento. Lo estropeó todo con su ambición de estirar el drama. No es no, y Hugo se lo ha podido decir más alto, pero no más claro. Ivana puso la condición de que respondiera a unas preguntas si quería su porción de pollo. Imposible no adivinar que quería preguntar por qué dejó la relación.
Hugo pensó que quería tocarle los huevos, con razón. Al ver su enfado, Ivana dijo que estaba de broma, pero da igual tocarlos de broma o en serio, depende más bien de quién los toque. La mala intención estaba clara antes de que lo demostrase de forma palmaria diciendo que la dejó porque estando con ella no podía hacer el papel de solitario. Ahí se lo dejó en bandeja para que Hugo contase que cuando estaban juntos decía admirar de él que fuera independiente y fuera a su bola. Hugo ha sido jugador de baloncesto y se le dan bien los rebotes. Si dejas un balón sin defender puede terminar haciendo un mate. Lo de anoche fue casi un jaque mate a Ivana. Es más pesada que una vaca en brazos, que diría mi madre. Triste que volviese unas horas con sus compañeros y en lugar de llevar buen rollo fuera a meter cizaña.
El juego de recompensa fue aquel de la serpiente que tan bien se le dio a José Antonio Avilés. Ana María ganó la ronda de las chicas y llegado el turno de los chicos comenzaba la buena racha de Hugo. Durante un rato parecía que lo iba a ganar de calle Barranco, pero se le cayó la bola cuando estaba a punto de terminar. Mientras tanto, Hugo iba despacito hasta lograr meter la bola por la cabeza de la serpiente. No faltaron sus quejas porque pensaba que no iba bien su mecanismo. Recuerdo que Avilés también se quejó de eso mismo, pero la cosa debe consistir en coger el tranquillo. No en vano era esa serpiente verde la misma en la que acababa de ganar Ana María.
La recompensa era una ducha de agua dulce con un montón de jabones y geles que Ana María mezcló sin control alguno. “Eso es suavizante”, le advirtió Lara Álvarez, y vi a la concursante quedarse a poco de contestar una barbaridad. Jorge Javier provocaba luego a Hugo animándole a lavarse el culo, y no tuvo reparo en bajarse el bañador. A punto estuvimos de ver asomar lo que no necesitábamos ver. De las partes íntimas de Hugo ya había hablado Rocío así: “Cuando se le mete algo en sus bolas no hay quien le saque de ahí”. Casi dice “las bolas estas”, igual que Fani se refiere a la pandemia mundial que padecemos como “el tema este del coronavirus”. El tema este. Como explicación “el tema este” vale para todo. Rocío hubiera querido ducharse también. Su micrófono abierto la traicionó haciendo que escucháramos como decía: “¡Que me dejen ducharme!”. Ella está acostumbrada a pillar siempre, pero esta vez tuvo que quedarse con las ganas y así no se habló por una vez de sus supuestos privilegios en el concurso. El tema este. ¿Ven como sirve siempre?
Y Elena fue expulsada. Creo adivinar que para Hugo fue su segundo triunfo de la noche. Cuando él era eliminado camino de los desvalidos aseguraba Elena que se trataba de su ganador, pero anoche dijo que prefería el triunfo de Jorge, ese señor que se viste por los pies. Me las voy a ingeniar para vestirme de otro modo, a ver si es posible. La tontería de vestirse por los pies fue una discutible manera de despedirse de una concursante cuyos vaivenes y mal humor me han resultado irritantes muchas veces. No sé si se acercó a Jorge por estrategia, como dice Rocío. Ni siquiera estoy seguro de que no sea justo lo contrario. Pero sí me ha parecido que Elena cambiaba de alianzas por interés, y no solo en este caso. Su expulsión demuestra que a Ivana no la echaron los adaristas, que con más razón habrían llevado a Elena hasta la final. Tenía razón este gato veterano en que Ivana cayó por la legión, con su cabra al frente.
El triunfo de Hugo en la final de la prueba de líder frente a Ana María no sería su última carambola de la noche. Por suerte no ganó Ana María, y no es que tenga nada especial en contra de esta concursante, pero si llega a convertirse en líder habría sido injusto dado que sigo teniendo serias dudas sobre si pudo ganar la semifinal ilegalmente. Hugo no solo aguantó en la rueda diabólica más tiempo que Ana María sino que en ningún momento separó su cuerpo de la dichosa rueda. Al tema este se le llama ganar de calle.
Con Hugo líder, las últimas nominaciones de la temporada discurrían así:
Barranco > Ana María
Jorge > Ana María
Rocío > Jorge
Ana María > Jorge
Y aquí vino el último movimiento ganador de Hugo porque las circunstancias quisieron que fuera él quien decidiera a los dos compañeros a los que poner en el disparadero. Uno de los elegidos no llegará a disputar la final. Todo el poder en manos de Hugo, primero para desempatar entre Jorge y Ana María, los dos únicos mencionados en estas nominaciones. Decidió mandar a Jorge al desolladero. Luego hizo lo mismo con Barranco, a quien nominó como líder. Inteligentemente, Hugo se asegura quitarse de encima a uno de los chicos en la final. Dado que Rocío no ha sido competencia en las pruebas, diría que Hugo se enfrentará en a Ana María y, probablemente, Jorge. Creo que entre Barranco y Jorge ganará este último la partida, lo cual no sería mala noticia para Hugo dado que Jorge no empezó el concurso teniendo suerte en las pruebas y ha terminado poco más o menos igual.
Ana María y Rocío llegarán a la final sin nominar. Las dos han tenido algo en común en su paso por el concurso: apenas salieron a la palestra. Destacaba Jorge Javier que Rocío hubiera llegado tan lejos de manera inesperada, pero en ello influye que solamente fuera nominada en la segunda gala. Ana María en la tercera. Las dos han tenido que superar tan solo una nominación, y lo hicieron ante rivales tan flojos como Bea o Alejandro. Así se llega a la final con mayor facilidad que un Hugo nominado 7 veces y que pasó otras 3 o 4 semanas expuesto a la decisión de la audiencia al ser desvalido. Al menos 10 semanas en peligro frente a tan solo una de sus rivales femeninas. Barranco ha estado nominado 2 semanas consecutivas, lo cual es el doble de veces que Rocío e igualmente muchísimas menos que Hugo.
Curioso que Barranco, el amiguísimo de Rocío, confesase a Jorge que veía finalistas a Hugo, Elena y ellos dos. ¿Se olvidó de su amiga? Uno de los errores que han cometido estos dos concursantes es decir una cosa u otra dependiendo del momento y los interlocutores. Lo hacemos todos, pero no con de forma tan pusilánime.
Dice Elena que el chico italiano ex de Adara le miraba a la boca y eso está mal teniendo novia. Creo que los tímidos tienden a mirar a la boca en lugar de a los ojos, pero en este caso igual lo hacía para ver si encontraba restos de piadina entre los dientes.
Lara afirmaba anoche esto de los concursantes: “Huelen a guerra, a lumbre, a hoguera, a salitre… pero, sobre todo, a supervivientes”. Pues a mí un pajarito me dice que es a repelente antimosquitos a lo huelen. Es más prosaico, lo sé.
Les dio Jorge Javier anoche este notición: “Vais a regresar a España en un avión de ensueño, un 787 DreamLiner, solo para vosotros y todo el equipo”. Así se hace, con poderío. Creo que Lara estaba al final emocionada por el tema este más que por ninguna otra cosa.
Yo no voy a despedir hoy con emoción sino con alegría, la de haber seguido otra vez este maravilloso concurso y haber podido hacerlo desde este rincón mío tan querido. La semana que viene seguiré aquí siempre que pueda, va a depender de si hay más o menos de que hablar. Del tema este, claro. Todavía nos queda por vivir una final. ¡Viva la televisión de entretenimiento en tiempos de confinamiento!