Hugo está triste, ¿qué tendrá Hugo? Sospecho que en tristeza ha tornado su frustración. Hugo es deportista y no lleva bien la derrota. Le contraría no ser el que más pesca, el que mejor hace fuego y el que siempre gana las pruebas. No ha tenido esa suerte desde el principio de este Supervivientes 2020, habiendo destacado solo por ser el único en comenzar una relación sentimental en los cayos Cochinos. Esto ha sido así desde el principio, a pesar de lo cual siempre ha tenido el respeto de sus compañeros. Desde hace semanas está enemistado con Nyno, pero los demás han seguido manteniendo hacia él una actitud de cierta sumisión, demostración de sus dotes de liderazgo. Sin embargo, hace unos días que la relación de Hugo con sus compañeros se ha enrarecido seriamente.
A Hugo le molestó que Jorge no compartiera su tarta de cumpleaños con él, pero es que el programa le obligó a elegir para ello solamente a dos de sus compañeros. Igual consideró una afrenta que eligiera a su exsuegra Elena y su potencial enemigo Nyno. La reacción de Hugo me parece desproporcionada y no muy diferente de lo que hemos estado criticando en José Antonio. Este se molestó porque Barranco dudase si darle el castigo de una prueba a él o a Elena, cuando en su opinión tendría que haber pensado antes en Jorge. A Hugo le molesta que Jorge le deje a él sin tarta, en lugar de elegir a Nyno. No hay tantas diferencias, solamente que José Antonio reacciona protestando enérgicamente y se le escucha hasta en el continente, mientras que Hugo opta por mantenerse apartado del grupo y en silencio.
Tan fuerte debe parecerle la ofensa a Hugo que tras lo de la tarta ni siquiera quiso celebrar el cumpleaños de Jorge. Protestó porque no hubieran dejado el coco para los que no comieron tarta, pero eso fue antes de saber que tendrían esa sorpresa. Luego comía almendras en soledad mientras los demás hacían una piñata en honor del cumpleañero. Y siguió apartado, tendido al sol mientras todos hacían alguna labor para la comunidad. Entiendo su enfado, pero aún así creo que Hugo se está equivocando seriamente. Confunde su frustración porque no le esté saliendo todo lo bien que hubiera querido con el enfado con un compañero que no se ha visto obligado a dejar sin comer a alguien. Supongo que influye en su estado medio depresivo el estar separado de Ivana.
Hugo debió aceptar de buen grado quedarse sin comer tarta. Unas veces le toca a uno y otras al vecino. Sin ir más lejos, el domingo debían dejar a un miembro del equipo sin catar la barbacoa. El propio Nyno, sabiéndose señalado, propuso ser el damnificado. “Ayer comí tarta y ellos no, así que veo factible renunciar. Sabía que iba a ser yo”, confesó después. Era lógico que señalasen a Nyno, no solo por ser uno de los que habían comido tarta sino por proponer que jugasen a perder en el juego de las ‘Cocopensas’, lo cual les privó de llevarse a la isla una enorme lasaña. Aunque repasando las imágenes creo escuchar a Hugo apoyando la estrategia de jugar a perder, lo cual significó que no hubieran “jugado limpio”, según lo calificó el programa. Tan tramposo fue uno como otro. En este caso gana Nyno por demostrar buen talante renunciando a su parte de barbacoa. Esto mismo debió hacer Hugo cuando Jorge le dejó sin tarta, obligado por las circunstancias.
Lo que Nyno gana proponiéndose para quedarse sin barbacoa lo pierde cuando después de haber comido su buena porción de tarta no quiso renunciar a su parte proporcional de arroz y pescado. Jorge y Elena quisieron dejárselo a quienes no habían probado el dulce, no así el cantante. Esto demuestra hasta qué punto tiene razón Yiya cuando dice que es un agonías con la comida. También dice que es avaro y egoísta. Pues sí a todo.
A su manera, Nyno y Hugo se apartan igualmente del grupo. El primero lo hace destacando por su poca solidaridad, lo cual le lleva a no secundar la buena iniciativa de sus compañeros cediendo su comida a quienes no habían comido. Y Hugo se aparta físicamente, iniciando una fase distinta de su concurso, como una isla dentro de otra isla. Hay más posibilidades de que se resignen al error de Nyno que al de Hugo. Hacer vida aparte de los demás no solo es un gesto feo, sino que significa dejar de colaborar con el equipo. Este es un programa de supervivencia en comunidad, por lo que la convivencia es igual de importante que la supervivencia. Me da rabia porque Hugo ha estado haciendo un buen concurso, mucho mejor de lo que su alto nivel de exigencia le hace creer. Pero en esto se está equivocando de pe a pa.
La expresión “bajarse al pozo” me parece fea como la que más y no puedo evitar recordar aquella obra de teatro exitosa en los ochenta, de título “Bajarse al moro” y después convertida en película. Quien le preguntó a Ivana si Hugo bajaba al pozo no fue otro que José Antonio, como era de prever. Lo más chocante es que Ivana respondiera. Dice que no le deja porque teme que pueda oler mal. No sé por qué iba a ser así, si apenas tienen un poco de jabón y el agua dulce la usan para poco más que beber y al cepillarse los dientes. Después de eso la audiencia decidió si se duchaban con agua dulce los siervos o los mortales. Ganaron los mortales. Ivana estaría especialmente contenta si tuviera cerca a Hugo.
No fue esta tan escatológica la única confesión de tipo sexual. Igual que Rocío confesó haber visto los testículos a todos sus compañeros (incluso el miembro a Cristian), Ivana en el otro equipo contó que habían hecho la marcha atrás. Y es que Ana María está preocupada por si marcan penalti en la isla. También contó que Hugo hace las cosas muy bien. “Parece un piano cuando se pone con los dedos”, remató. No sé si esto respondía al interés de Rocío, más preocupada por cómo la tiene Hugo. “¿Se le empalma siempre?”, preguntó. Creo que no se refería a sus dedos de pianista.
Me dicen que más de una vez confundo siervos con mortales, o viceversa. No es excusa, pero con tanto cambio de equipo me supone a veces un esfuerzo tener que recordar quién está en cada equipo. Tampoco me escudo en los errores de otros, pero igual le pasó a Lara Álvarez este martes, cuando proclamó ganadores de la prueba de recompensa a los mortales y habían ganado los siervos. Ya sé que mal de muchos, consuelo de tontos. Pero es que resulta complicado a veces después de tanto cambio de equipos y agrupaciones.
Esta es otra razón más por la que estoy deseando que llegue la reunificación final. Si no está equivocado Antonio David y es cierto que a Supervivientes 2020 le quedan 5 semanas (las mismas que llevamos de confinamiento), creo que se acerca el momento de ver a todos los concursantes juntos, formando un solo equipo. El jueves solo quedarán 9 náufragos, no esperaría más de otra semana, como mucho.
Encontraron yuca en la isla y frieron unos chips que lograron hacerme salivar. Mientras Ivana lo cortaba en rodajitas sentenciaba José Antonio: “Esto no es yuca. Es batata. O boniato”. Era yuca.
Vuelve el tiburón a las costas de cayos Cochinos. Esta vez ha sido Ana María quien detectó su presencia mientras pescaba. Es tan creíble como cuando Rocío decía que estaba viendo con claridad un tiburón mientras emergía del mar la cola de un pescadito de tamaño medio. Lo mejor fue que José Antonio en lugar de ir a socorrer a su compañera salió despavorido del mar. “Lo siento, pero soy muy joven”, declaro después. Genio y figura.
Hoy se salva uno de los nominados. ¿Barranco, Nyno, José Antonio o Yiya? Igual me equivoco de manera ruidosa, pero no tengo duda de que va a ser Barranco. No solo es el tercero en el ranking de pescadores por número de capturas, sino que ha vuelto a hacer fuego. He perdido ya la cuenta de cuántas veces lo ha logrado. Poco a poco se va perfilando como el mejor superviviente con criterios objetivos.