Héctor está convencido de que será expulsada Carmen, pero dice que desearía ser salir él porque “esto es una cárcel”. Ya no desea estar en la casa de los secretos y escuchar todo el rato conversaciones que no le interesan. “¿Por qué tengo que asumir retos absurdos? Valoro mucho el tiempo y aquí siento que lo estoy perdiendo”, dice el fotógrafo canario, que ha pasado de tener en alta consideración esta experiencia a despreciarla. ¿Qué es lo que ha cambiado entremedias? Una nominación. Héctor se ha esperado a que fuera salvado un nominado para entrar en el cubo y decir que quiere salir de la casa. Naturalmente, si el salvado hubiera sido él no estaría diciendo lo mismo.
Si Héctor sale mañana lo hará al día siguiente de su 43 cumpleaños, y antes habrá hecho una buena labor: sacar del ostracismo a Kenny. En la misma conversación también escuché hablar más tiempo que nunca antes a Alberto, y solo puedo decir que hubiera preferido seguir sin escucharle. Entre ese momento y otro un poco más tarde en la cama con Elene la idea que tengo de este concursante ha caído hasta profundidades abisales. Estaba molesto con Elena porque esta había competido con Rafa por ver quien se sabía más capitales de países. Debo decir que ambos salieron bastante bien parados de ese reto, tras el cual Elena le dijo a Alberto que ahora tenía que aprenderse él las capitales.
Ya en la cama, Elena preguntó a Alberto si no leía nada. “El As y el Marca”, respondía. A partir de ese momento se hizo el ofendido defendiendo la idea de que él sabe conducir (Elena no) y cambiar la culata del coche si se queda tirado. Que prefiere llegar en coche a esas capitales que ella se sabe tan bien antes de tener sus conocimientos. Él sabe de café, el tema que más le interesa y en lo que trabaja. No necesita aprender nada. Diría que estaba hablando con cierto complejo por haber empezado una relación junto a una chica más ilustrada que él y por eso reaccionó con esa virulencia. “Me estás hablando con mucha chulería y eso no lo voy a tolerar”, dijo Elena, aunque en su cara se dibujaba una sonrisa complaciente, como si le estuviera gustando ver a Alberto sacar un poco de carácter.
Según Colchero, Elena habló ayer de la oposición familiar a su participación en este reality. Parece ser que le dijeron que este es un programa de perdición moral y que todos sus idiomas y carreras no valdrían de nada una vez que hubiera entrado en el mismo. Aclaró luego que son muy conservadores, pero igual no hacía falta decirlo. Conservadores y poco abiertos de mente, por lo visto. Tienen un concepto nada bueno del programa y no les ha gustado nada ver a su hija ahí dentro. Y eso antes de que se liará con un chico y nos contasen que ha habido movimiento bajo el edredón no en una ocasión, sino en varias ya. Deben estar que trinan, por no decir nada más grueso. Por cierto, me parece bien que no nos muestren imágenes de lo que pasa cuando hay movimiento en la cama de Elena y Alberto (o cualquier otra). El ‘edredoning’ contado es tan válido como el visto. Y el plano de las cámaras mirando hacia el techo vendría a ser como la puerta del dormitorio cerrándose en las películas de Ernst Lubitsch.
Igual que Héctor ha esperado a saber que no es el más votado para decir que desea que le expulsen, Rafa piensa que Elena también ha aguardado a ese momento para volver a hablar con él del asunto de si dijo que él la había influenciado contra Laila y Nissy. La conversación esperada entre Elena y Rafa, que tuvo lugar en el cuarto de baño, vino a ser una disculpa de la sevillana. Aparte de haber visto que se salvaba Alatzne, diría que Elena se disculpa ahora porque sabe que en uno o dos días (será mañana) volverán a nominar. Y, naturalmente, quiere evitar la nominación de Rafa. Es como esa torpe maniobra que hizo el miércoles pasado, parando a Brenda para decirle que no la iba a nominar justo antes de que a esta le tocase entrar a nominar. Esto hizo que, en lugar de darle dos puntos, Brenda decidiera meterle tres.
Demasiado obvia la maniobra de cambiar la actitud justo antes de las nominaciones. También se ha comentado en la casa que Elena y Alberto se pasaron la semana pasada todo el tiempo juntos para separarse el miércoles y empezar a socializar los dos como no lo habían hecho en los días anteriores. Las nominaciones cambian actitudes. En su disculpa, Elena negó como no lo había hecho antes que Rafa la hubiera influenciado. Es más, también negó haberlo dicho, a pesar de que anteriormente me pareció que lo aceptaba implícitamente. Su charla comenzó así: “Yo no me sentí en ningún momento influenciada, eso que quede claro. Aquí han pasado unas cosas, a mí me da que ella (Laila) va a liar. Yo no quiero que esto trascienda porque yo ya sé a quién me estoy enfrentando”.
Elena seguía refiriéndose a Laila más que a su interlocutor: “Voy a seguir siendo cordial con ella porque con esta tía hay que tener un cuidado que te cagas. No tengo ganas de tener un enfrentamiento más con ella, porque siempre acaba como acaba”. Y, ahora sí, terminaba negando con rotundidad lo dicho por la compañera de ambos: “No pienso eso, nunca he dicho eso. ¿Cómo demostrártelo? No tengo como hacerlo, pero simplemente decirte eso y ya está. Y que a partir de ahora voy a tener más cuidado con esta mujer”. Antes de marcharse de allí apresuradamente, Rafa tranquilizaba a Elena: “No te preocupes. Te entiendo perfectamente”. La había entendido, pero nunca dijo que la creyera.
Rafa interpretaba así la conversación hablando con Álvaro: “Está acojonada de salir. Se ha esperado a hablar conmigo hasta ahora. Si se hubiera salvado Héctor no habría hablado”. También lo habló con Laila, a la que dijo que no se cree las disculpas de Elena, y añadió: “Yo te creía a ti desde el principio”. A lo que ella respondió: “Lo que le hizo a Alatzne y lo que te hizo a ti ya me deja clarísimo como es ella”. Razones tiene Elena para temer salir a la palestra. No en vano, el grupo de Rafa tenía pensado darle los tres puntos, pero ayer cambiaron de estrategia. Con buen criterio, pactaron de nuevo las nominaciones. No digo que sea acertado pactar, sino que de hacerlo aciertan al adelantarse porque no saben seguro cuándo va a ser la gala. Sabiendo que será el miércoles está bien elegido el lunes, aunque todavía puede pasar algo que les haga cambiar.
La estrategia de Rafa esta vez tiene en cuenta que a Elena la van a nominar otros compañeros, por lo que cree mejor dar los 3 puntos a las mellizas y 2 a Elena. Piensa que si salen a la palestra el duelo para la expulsión será entre ellas y eso garantiza que se salvan Álvaro y él, los otros posibles nominados según el cerebro de este grupo. Por último, Rafa propone no dejar libre el punto esta vez y dárselo a Alberto. Parte de la idea de que quien nomine a Elena lo hará también a su pareja, y con un poco de suerte se mete en la terna de nominados. Salvo en esto último, coincido con Rafa en que su estrategia parece la mejor posible. De la ecuación ha salido Brenda, a la que en días anteriores pensaban darle puntos.
A Álvaro le va a costar nominar a las mellizas. No por Laila, pero sí por Nissy. Ayer ambas fueron a hablar con él al saber que se había enterado de que lo habían nominado. Nissy descargó la culpa en su hermana, a la que acusó de una nominación que ambas deben pactar, cediendo cada una su parte. También dijo que no le gustó que le acorralasen todos cuando entró. Por su parte, Laila pidió a Álvaro que entendiese la nominación y se justificó diciendo que saldría nominado en cualquier caso. También derivó la culpa, en este caso a Elena, que supuestamente le comió la cabeza en su contra. Ya dije que a Elena le van a caer más puntos, por ejemplo los 3 de las mellizas, según contó ayer Laila. Está visto que el enfrentamiento es mutuo. Hablando con Héctor, decía Elena sobre Laila: “Creo que viene a quitarse de encima a la gente que no le interesa para quedarse en el concurso”. Pero es que quitarse de encima a los demás para quedarse uno en el concurso es precisamente en lo que consiste este juego.
Pues no dice Héctor que no es nadie para dar consejos. ¡Acabáramos! Se lo dijo a Elena, a la que acababa de aconsejar que disfrutase la experiencia y justo antes de aconsejarle que evite contaminarse de las malas energías.
Pues no dice Adrián que Colchero podría ser cantante si no fuera por la voz. Sin que sirva de precedente, reconozco que me hizo reír.
Pues no dice Laila que lo ve “claro y en botella” y que Elena es la “bruja del visillo”. No me molesta que las frases correctas sean “blanco y en botella” y la “vieja del visillo” porque esto demuestra que la musulmana de Marbella es una persona creativa.
Me rectifica una amable lectora en algo escrito ayer:
Pues acepto la rectificación. En realidad, no estaba pensando en las grandes necesidades, sino de algo puramente doméstico. Una de esas veces que necesitas comprar una cajonera, por poner un ejemplo. Tenemos plantas por placer de tenerlas y muebles principalmente por necesidad. Pero está claro que a nivel global son más necesarias las plantas. Además, la mayoría de los muebles salen de una planta.
Cambiando de tema, me han preguntado algunos amigos por qué no hice ayer ninguna referencia a la curva de la vida de Brenda. Lo cierto es que tampoco hablé de los porcentajes ciegos para no hacer más largo mi escrito, aunque tal vez debí mencionar ambas cosas aunque fuera de pasada. De todas formas, creo que la curva de la vida está mal adaptada en realities de desconocidos, donde las circunstancias previas no deberían de influirnos. Solo debería importarnos lo que hacen y dicen durante el encierro, también por su propio bien.
Ya he explicado que ayer me dejé sin actualizar los porcentajes ciegos, que el domingo no habían experimentado cambios de importancia desde el jueves. Estaban así: 61 %, 16 %, 15 % y 8 %.
Se prevé un cambio de camas en las próximas horas y días. Alatzne quiere quitarle la cama a Nissy, que a su vez se la quitó a Álvaro. Este no pudo negarse a cedérsela. Con un abrazo y un poco de cariño se deja hacer cualquier cosa. Anoche Alatzne se lo planteó a Nissy y no pareció importarle. Puede ser un movimiento temporal porque Alatzne también le ha echado el ojo a la cama de Héctor. Si este es expulsado mañana piensa apresurarse para tomar posesión de su cama.
Ayer les presentaron otra novedad: el pódcast. De momento les proponen que lo aprovechen para hacer un diario personal, aunque más adelante podrán hacer entrevistas u otros contenidos más elaborados. La radio de otros tiempos evoluciona en pódcast, ahora que está tan de moda.
La primera mañana tras la gala de presentación leyeron entre todos el libro de normas de la casa, como suelen hacer. Entre muchas otras cosas, el texto les pide que no saluden en las galas a familiares o amigos. Ellos ya saben que les quieren mucho y para el espectador es una auténtica pesadez. Hemos podido comprobar una vez más que a esas normas les hacen un caso relativo. Sin ir más lejos, Héctor saludaba a su familia el domingo nada más saber que no era salvado. Es inútil.