GH VIP for dummies (actualizado)
Dado el compás de espera que se vive en la casa, solo interrumpido por la conexión diaria nocturna (en la que ayer conocieron la nueva prueba semanal e hicieron contra-alegatos), hoy he decidido actualizar esa especie de listado de cosas que debería tener en cuenta el concursante de Gran Hermano, en este caso en su versión VIP. Reglas a seguir para ser buen o mal concursante. Aprovecho de esta forma para evitar comentar el corte de pelo de Suso, los monólogos de Mónica o el irritante canturreo de Miriam. Respecto a los contra-alegatos no hace falta decir que Miriam y el Koala prefieren que sea expulsada Mónica, mientras que esta se decanta por Miriam, su gran enemiga.
Sí merece la pena detenerse en algo que contó Suso ayer para sorpresa de sus compañeros de encierro. Se trata de una confesión que este concursante lleva guardando semanas. “Os voy a contar algo que no sabéis”, advertía antes de soltar la bomba siguiente: “Cuando desaparecía comida, que yo me enfadaba y preguntaba quién sería el tonto, me tuve que tragar mis palabras por algo que me dijo Makoke”. ¿Cuál fue esa revelación? Las palabras que, según Suso, pronunció Makoke, fueron estas: “Cállate, que es Aurah, tu novia”. Vaya, vaya. El enamorado Suso delatando a su amor.
Me imagino que Suso no se refiere a todas las veces que él se ponía las botas reventando la despensa junto a Aurah. Ayer solamente se acordó de alguna vez que no debió participar del atracón y Makoke fue testigo con su ‘Makokam’. No sé si le pitaron los oídos a Aurah ayer a última hora de la tarde. Sin necesidad ninguna su nombre estuvo en boca de Suso, y no precisamente para volver a recordar lo mucho que la ha querido.
Parece que no fue suficiente para Suso que en la conexión del domingo respondiera Aurah al corazón formado por sus manos con otro semejante, y solo se fijó en que no le gritó “te quiero” con pasión enloquecida. Por eso dice ahora que él supera estas cosas fácilmente y piensa que estará solo al salir. Tengo la teoría de que la vio con un escote en plató e imaginó que luego iría a La Posada, o donde diablos vayan ahora tras terminar las galas y debates. Eso fue lo que realmente se le atravesó, no que dejase de responder sus gritos. Ignoro si esto de chivarse ahora es una venganza, pero lo parece. Cosas como esta me hacen estar seguro de que prefiero a Asraf en la final antes que Suso, y no es por venganza tras haberse pelado ayer.
Lo previsible es que tras la última expulsión de mañana se abran las votaciones en positivo y el siguiente jueves salga el menos votado, quedando la última semana en la casa los tres finalistas definitivos, aquellos que han de llegar hasta el día de la final. Si esto es así, tras la muy probable salida de Mónica asistiremos a una baja más. Dado que siempre he defendido que han de llegar a la final Miriam y el Koala, la cosa estaría entre Suso y Asraf. El juego se ha presentado como ya conocemos y no ha sido posible el final deseado por muchos. Me hubiera gustado ver a Mónica ocupando la tercera plaza de finalista, pero esto no va a ser posible. La duda es si llega al último día Suso o Asraf, y ya he expresado claramente mi preferencia.
No voy a adelantar el argumento de los daguerrotipos de estos dos concursantes, que seguramente escribiré la próxima semana. Pero tengo claro que se lo merece más Asraf. Ha sido un concursante veleta y sin muchos escrúpulos, cuyo principal fallo ha sido no tener reparo en hacer evidente su juego cambiante e interesado. Su poca discreción le dejó mal en muchas ocasiones e hizo parecer que se trataba de un concursante torpe y excesivamente neófito. Sin embargo, este pipiolo se lo ha currado mucho más que Suso. Lo ha intentado por activa y por pasiva, aunque no le haya salido bien la mayoría de las veces.
Suso optó por la vía rápida, ya conocida por él. Enamorarse como nunca antes en la vida iba a ser su baza. También su excusa si hacía algo mal, porque es torpe emocionalmente. Demasiado cómodo y fácil el planteamiento de su concurso. Sus imperdonables errores de la primera mitad del concurso, solo corregidos tras sucesivas advertencias, no deben caer en el olvido. Tuvo que entrar en la casa a verle su madre y la otra madre de Aurah para que dejase de tirar su concurso por la borda. ¿Debe alcanzar la gloria de llegar a la final alguien así? Claro que no.
De las pocas cosas sensatas de Suso en todo este tiempo ha sido reconocer ayer que no ha dado una en todo el concurso. Ninguna de sus corazonadas se ha cumplido y ha dejado claro que es un falso experto en realities, poco observador y desmemoriado. Ya dije la primera semana que se trata del anticoncursante, por lo que es muy útil analizar su concurso para darse cuenta de lo que no se debe hacer en Gran Hermano. Seguramente será más útil que hacer caso a ninguna regla, porque en contra de los decálogos y las ideas preconcebidas están los cisnes negros.
Sé que estoy tirando piedras contra mi propio tejado, justo antes de cumplir con la anunciada actualización del decálogo para el buen y el mal concursante. Pero lo cierto es que en muchas ocasiones sorprende que se terminen llevando el maletín, o se conviertan en los más respetados y queridos por buena parte de la audiencia, concursantes que incurren en algunos errores de libro. En muchos de esos errores, incluso. Esos decálogos se cumplen a la perfección, excepto cuando surge un cisne negro. Me estoy basando en algo que cuenta el libro de Nassim Nicholas Taleb titulado “El cisne negro (el impacto de lo altamente probable)”. Es en ese texto donde aparece el concepto del cisne negro.
Un hecho improbable, de consecuencias importantes y tras el cual todas las explicaciones que se puedan ofrecer no tienen en cuenta el azar, buscando solamente encajar lo imprevisible en un modelo perfecto. Eso es un cisne negro. Según Taleb: "Los seres humanos nos obcecamos en averiguar lo específico, cuando nos deberíamos centrar en las generalidades. Somos incapaces de estimar realmente las oportunidades, demasiado vulnerables al impulso a simplificar, narrar y categorizar; y no lo bastante abiertos a recompensar a quienes saben imaginar lo 'imposible'".
Sigue diciendo el texto que cito: "Tenemos una imagen del mundo basada en las experiencias, en lo que nos sucedió en el pasado, y durante nuestra vida sólo hemos visto cisnes blancos; por tanto, hay muchas razones para pensar que si nunca se ha visto un cisne negro es que no existen, son algo inconcebible. Un cisne negro es algo que no se predice y que no se toma en consideración en la mente cuando se piensa en sucesos y en cosas que pueden suceder". Muy interesante todo.
Realizó Skinner un curioso experimento que tiene mucho que ver también con algunas supersticiones. Daba de comer a unas palomas de forma completamente aleatoria. Si la paloma estaba de pie en una pata cuando se le dio la comida desarrollaba el hábito de ponerse en una pata para comer, pensando que la comida venía de su postura y comería siempre al estar en una pata. ¿Casualidad o causalidad? Si se tiene tendencia de analizar las causas después de hacer algo uno llega a pensar que es bueno haciendo predicciones y se olvida de lo malo que puede llegar a ser buscar siempre patrones ocultos.
A pesar de lo dicho, ahí va el patrón definitivo, versión 2.0. Gran Hermano VIP for dummies, director’s cut:
1- No pactes las nominaciones con un grupo mayoritario. Las mayorías tienen mala prensa. No conviene unirse a un grupo formado por más de una o dos personas.
2- No escondas comida. La convivencia hace recomendable que todos sean guardianes de los bienes comunes, velando por ciertos artículos de consumo cuya presencia en la dieta diaria son imprescindibles. Quien derroche tendrá asegurada la censura de la audiencia, pero más aún aquel que pretenda desviar el bien común a la parcela particular.
3- No acuses a los demás de hacer algo que tú haces. Se trata del tradicional 'síndrome del ojo-viguismo' o de cómo ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio.
4- Intenta colaborar en las labores del hogar, o que al menos lo parezca. No vas a ganar por trabajar más. Además, cada uno aporta algo distinto al grupo, pero no puede ser que ciertas labores para las cuales todos están capacitados terminen siendo cosa siempre de los mismos.
5- Nunca te alegres del mal ajeno. Las celebraciones, en privado y con la mayor discreción posible. Nada de mofarse del mal de otro estando este delante. Si es posible, mejor ni celebrar nada de forma ostentosa.
6- No te sobres. Conviene no dar demasiado la imagen de presuntuoso, salvo si se peca por exceso, lo cual puede ser interpretado en clave cómica o sarcástica.
7- No digas cosas distintas a diferentes compañeros. Todos somos contradictorios y cambiantes, solo hay que intentar ser lo más coherente y recto posible.
8- Evita el odio desmedido. No se asume con facilidad tanto odio en tan poco tiempo. De acuerdo que la tendencia a organizarse tribalmente hace que los otros sean siempre peores, pero intenta moderar los sentimientos negativos.
9- No mires nunca a cámara y no escuches detrás de las paredes. Solo está permitido en el ‘confe’. Si durante el resto del tiempo se considera necesario hablar solo, o lanzar algún mensaje a la audiencia, intenta hacerlo sin buscar el foco de la cámara. No quiebres la sensación de realidad que debe mantener siempre la audiencia. Como buenos voyeurs, nos gusta mirar sin ser vistos. También se debe evitar ser un testigo incómodo para el resto de los compañeros. Observa siempre con discreción.
10- Protege tu propia imagen, que ya vendrán otros a intentar mancharla. No seas tu mayor enemigo, que no te van a faltar. Para ello intenta ser normal, pero no te comportes como si tuvieras máxima confianza con todos porque alguno no lo entenderá. Dosifica tus flatulencias y otros ruidos corporales, al menos al principio.
Aunque también hay un decálogo del mal concursante. Voy solo con sus enunciados porque es todo muy sencillo de interpretar.
1- Miente en el casting.
2- No dudes en mantener la mentira del casting
3- Vende pena presentando tu vida como un auténtico drama, sea verdad o mentira.
4- Ten el objetivo de ganar mucho dinero con todos los montajes posibles una vez salgas de la casa.
5- Procura sembrar duda sobre lo que harás con el premio.
6- Exagera en lo posible tu perfil más ordinario y mal hablado. Discute de la manera más molesta que se te ocurra y sepas.
7- Procura mantener una historia de amor en la casa.
8- Si no puedes mantener una historia de amor en la casa procura exagerar el sentimiento de ofensa.
9- Elige un concursante y cébate con él en interminables sesiones de critiqueo.
10- En una edición VIP intenta demostrar que eres más famoso que el más famoso. Y si no lo eres realmente explota esa desventaja.
Pero claro, luego salen los cisnes negros y a tomar viento fresco las teorías.
Moleskine del gato
Antes de nada, advertir que este gato casi estajanovista se toma fiesta mañana, día de la Constitución. Tal vez sea así porque pertenezco a una generación que, sin haber tenido edad para votarla, tengo alto aprecio por lo que se hizo durante la transición para tener todo aquello que a veces parece estar a punto de saltar por los aires, entre otras cosas por no saber valorarlo. Y esto es más de lo que tal vez debería decir con trasfondo político.
Suso anoche se iba a la cama diciendo: “Echo mucho de menos a Aurah”. Asraf respondía: “Y yo a mi perro”. Muy delicado, sí señor.
Los porcentajes ciegos se han movido poco desde el domingo, bajando ligeramente el más destacado. Estaban así anoche: 71,6 %, 17,0 % y 11,4 %.
Mañana tenemos una fiesta, y no solo en el calendario. Esta vez no me estoy refiriendo a lo político, que también, sino a la fiesta en la casa de Gran Hermano, con Jorge Javier como maestro de ceremonias. Y advierto una cosa, nos quedan pocas en este VIP. Vamos a disfrutarla.