Fortu quisiera hacer borrón y cuenta nueva
Fortu se hizo ayer un Ylenia, o lo intentó. Quisiera hacer borrón y cuenta nueva, pero para ello tendrían que querer sus compañeros de encierro. Por lo visto, no están todos por la labor. Dar tanto bandazo es lo peor que se puede hacer en un reality. Y en la vida real también. No hace falta ir completamente recto , sin desviarse en ningún momento del camino. Sería lo que está haciendo Antonio los últimos días. Dice el dicho popular: “Cuando un tonto coge una linde, la linde se acaba y el tonto sigue”. Igual de mal que ir cambiando según sopla el viento, como hace Fortu. Ni calvo, ni con tres pelucas.
La madrugada del martes vivió una especie de catarsis. Después de pasar mucho rato llorando como un niño, aprecié en Fortu lo siguiente: estaba convencido de que ha jugado muy mal y parecía dispuesto a cambiar de estrategia. Sería, al menos, el tercer cambio de rumbo en lo que llevamos de concurso. Primero pretendió no meterse en polémicas para pasar inadvertido y así poder durar el máximo tiempo posible en el concurso, lo cual significa más ingresos. Cuando les fue afeada la conducta decidieron jugar el rol del apestado al que marginan todos los demás, lo cual les convertía en malotes que se meten con todos y los desprecian. El martes vieron que no les había salido bien tampoco esto.
Acabada la gala ya vi a Fortu confraternizar con Kiko. Le llama “capitán” y “cabecilla”, pero de alguna manera lo está señalando con ello como su principal rival. Está bien que un concursante le dé sitio a su rival y lo reconozca. Podría comprar a un Fortu cascarrabias y malhumorado dispuesto a convertirse en el Pepito Grillo de la edición. Eso sí, hace falta saber hacerlo, lo cual no ha demostrado. Y, sobre todo, mantener ese rol y llevarlo hasta el final. No se puede hundir al primer vídeo suyo en el que queda en evidencia.
Por la mañana preguntaba a Juan Miguel si no le iba a dirigir la palabra. Este no salía de su asombro y le recordaba que la noche anterior, hacía apenas unas horas, se había encarado con él para advertirle de que no le iba a hablar nunca más. Pensé que se disculparía de algún modo en ese momento, pero no fue así. Fortu solo aludió a que en ese momento estaba enfadado y no le debía tomar en cuenta lo dicho. Es decir, pedía hacer borrón y cuenta nueva sin mediar disculpa ni esperar perdón. Luego dijo: “¿No me das un abrazo?”. Y Juan Miguel se vio obligado a hacerlo, casi mirando a otro lado.
Luego Juan Miguel comentaba el extraño comportamiento de Fortu. Pedía árnica sin pedirla, esperaba que olvidasen lo sucedido sin más y mendigaba abrazos de forma extemporánea. Si Fortu cambia ahora de nuevo y quiere hacer tabula rasa deja de tener interés para mí. Siendo así, ya me da igual si sale él o Yoli. Le salva que siempre puede volver a dar un giro inesperado y hacer otro Ylenia. Por mucho que pretenda ahora llevarse bien con todos no creo que le vaya a durar la intención. Bastará con que le pongan un vídeo de cualquiera hablando mal de él o de Yoli y volverá a estallar. El obús, sí. Hay chistes que se escriben solos.
Solo por la esperanza de un nuevo cambio de rumbo sigo pensando que debe quedarse Fortu. También porque tiene ganas, no como Yoli. Esta afirmaba anoche que le da igual estar ahí, que había ido por él. Luego despreciaba a sus compañeros diciendo que no conoce a nadie y “no me importa esta gente”. A Ylenia le hizo mucha gracia. “Yo no quiero salir en la tele ni hacerme famosa”, seguía diciendo Yoli. Lleva desde el principio presumiendo de que ella es anónima y no quiere salir en televisión, contradicción evidente en alguien que está concursando en Gran Hermano. También parece cuadrar poco con haber salido en un Deluxe vendiendo una crisis con Fortu.
Menos mal que existen las hemerotecas y todavía no me falla la memoria. Yoli estuvo en Deluxe en septiembre de 2015, algunos meses después de haber finalizado la participación de Fortu en Supervivientes. Se comentó entonces que había estado con unas prostitutas en Colombia, donde el avión que le llevaba a Honduras había hecho una parada técnica. Yoli habló de esto y de una supuesta crisis provocada por las críticas recibidas en redes sociales, por lo cual se encontraba “mal psicológicamente”.
La poca convicción de Yoli en sus propios argumentos y algunas explicaciones contradictorias hicieron que los colaboradores comenzasen a apretarle las tuercas. Esto hizo que terminase reconociendo que todo era un montaje. Habían inventado la falsa ruptura porque estaban atravesando problemas económicos y necesitaban el dinerito del Deluxe. Fortu entró por teléfono y mientras declaraba su amor por Yoli reprendía al programa que le estaba proporcionando unos ingresillos extra. Para no querer salir en televisión tiene ya un historial. “Por dinero ladra el perro”, que decía Belén Esteban.
Fortu es de alguna manera mi esperanza blanca porque solo le veo a él decidido y con ganas de hacer frente al ejército de Pancho Villa de Kiko, el medio primo Antonio y el primo total Alejandro. Al menos cuando no está en crisis, temeroso de estar haciendo un mal concurso. Que lo está haciendo. No malo, diría que más bien pésimo. Pero nos viene bien para lo nuestro. La cosa es que mientras él con Yoli transmiten tristeza y aburrimiento, los otros se divierten y nos entretienen. Y, amigos míos, de eso se trata. Esto no funciona si no hay gente dispuesta a hacer cosas. Si fuera por ‘los obuses’ el chiringuito estaría cerrado hace semanas.
Lo curioso es que despiertan todo tipo de críticas quienes nos están entreteniendo, echándose la edición a sus espaldas, como quien dice. Cualquier cosa que hagan se critica. Caemos una y otra vez, de forma consciente o inconsciente, en el error de censurar que hagan cosas para ser protagonistas, intentar destacar y con el fin último de ganar el concurso. ¿En qué quedamos entonces? Deben ir a vivir la experiencia o a intentar ganar. Yoli ha ido a lo primero, y ni siquiera. Más bien creo que ha ido a vegetar. Antonio lleva ya dos tramas de las que nos hartamos a hablar, igual que María Jesús. No hay color.
Anoche María Jesús se rapaba el pelo al uno. Se lo hacía Juan Miguel, peluquero oficial de la edición. Ahora sí es “la pelona”, como le gusta llamarla a Antonio. Luego hacían una boda en plan de coña, coincidiendo con el comienzo de la jornada de San Valentín y, de nuevo, con Juan Miguel. Este hizo de maestro de ceremonias ante una María Jesús pelona, vestida con un tutú, y un Antonio a quien el traje de chaqueta y corbata le hacía parecer boy de un club de estriptis. Infinidad de comentarios en redes sociales les criticaban por hacer lo que deben: entretener.
Si hay concursantes tumbados sin hacer nada se les critica porque no se están ganando el jornal. Si hacen cosas y se divierten, por querer hacer vídeos para las galas. ¿En qué quedamos? ¿Qué diablos queremos? Cuando el otro día Fortu y Yoli se iban juntos de la cocina porque les molestó la fiesta gitana que habían montado no fue eso lo malo. Mucho peor que no quieran participar con el resto de sus compañeros en nada es que Fortu cinco minutos después estaba metido en la cama. Anoche todos estaban en el baño viendo como Juan Miguel rapaba a María Jesús. Todos menos Fortu y Yoli. ¿Quién se llevó las críticas? María Jesús porque debe ser que en Gran Hermano nunca se ha rapado nadie. Debe ser por eso.
Y una vez que me he quejado un poquito de que se cuestione y critique todo porque es falso y solo pretenden hacer vídeos… hablemos de Juan Miguel. Anoche se encontraba de nuevo con Yurena en la casa. La sala polivalente de nombre cambiante era provisionalmente la sala del amor. Un amor cinematográfico, pero de película mala. En mi vida he visto besos más de mentira, ¡por el santo Valentín! Este paripé con Yurena me supera. Prefiero a ese otro Juan Miguel peleón, que se revuelve cuando Alejandro le reprende por tardar en la prueba.
Me pareció curioso que se echase la culpa a Juan Miguel porque se le caía el casco y eso le hizo perder minutos preciosos en la prueba. También su enorme barriga y los años. Alejandro lo hizo como el rayo con 25 años. Juan Miguel tiene 63, y terminó ileso al menos. También se cargó cierta culpa en Fortu y Yoli, sin tener en cuenta igualmente el tema de la edad. Sin embargo, nadie dijo una palabra de Kiko e Irene, que retrasaron el crono como el que más. Razón no le falta a Fortu cuando habla de los palmeros de Kiko.
El resto anda cada cual con sus preocupaciones. Yoli y Fortu esperando saber quién se queda y quién se va. Alejandro con el brazo escayolado después de la costalada que se dio inaugurando la prueba. Aconsejo poner atención en las caídas a aterrizar de la mejor forma posible. Ahora Alejandro es entrenador ayudante de Ylenia, y menos mal. A Ylenia le ha venido bien la ayuda, igual que el puesto de entrenadora porque supongo que por recomendación médica no habría podido hacer la prueba. Estoy esperando ver a Fortu (quien disfrutó del privilegio de salir de la casa cuando llevaban poco más de una semana de encierro para dar un concierto) criticando que Ylenia no haga las pruebas. Ya criticó que Kiko e Irene vieran unas fotos de sus hijas por considerarlo un gran privilegio.
Aunque mi preocupación preferida es la de Kiko. Me divierte que se preocupe tanto por las nominaciones porque es esencia de Gran Hermano. Una vez fuera uno de los ‘obuses’ el otro es candidato a llevarse un buen zurrón de votos, a pesar de hacer pareja obligatoriamente con Alejandro. La pregunta es ¿dónde irá mayoritariamente la otra nominación? Como con Kiko no se van a atrever, apuesto a que Antonio y Juan Miguel se llevan sus buenos votos. Habrá que ver con qué excusa, aunque igual su precipitada relación con María Jesús sale a relucir. Veremos.
Moleskine del gato
Hoy tenemos una fiesta, con Jorge Javier Vázquez como anfitrión. Visitarán la casa Fede, Candela y Sofía. Solo lo de Candela puede tener enjundia. Fede aburre hasta a las ovejas. Sofía también, además de que solo lleva una semana fuera. La salida de Yoli o Fortu será un momento de gran drama. De momento, en los porcentajes ciegos sigue habiendo gran distancia (67,9 % frente a 32,1 %). Y las nominaciones no pueden presentarse más interesantes. Me relamo con este menú.