Por sorpresa para todos salió Nissy. Sorpresa porque no estaba previsto el adelanto al domingo, también porque era la última de los candidatos que muchos pensamos pudiera ser la más votada para dejar la casa. Nissy ha sido una concursante incomprendida cuya verdad ha quedado sepultada por sus gritos. Pero tras su expulsión de anoche llega el momento de la verdad y el jueves saldrá otro de los nominados de esta semana. Las votaciones se pusieron en pausa para que saliera Nissy y ahora estamos pendientes de otra salida importante. En el ánimo de los habitantes de la casa de los secretos han quedado reivindicadas las quejas de Adrián, Colchero, Marta y compañía sobre el papel desestabilizador de Nissy. Los mismos que harán obligatoriamente otra lectura cuando salga el jueves Cora, Carlos o Alatzne.
Anoche cantaron victoria, alegres porque no habrá ya nada que haga peligrar su impulso agresivo. No lo digo yo, es algo que expresaron en la casa los psicólogos del programa, según confesó Colchero y corroboró Carmen. Al parecer, solo Adrián pidió ver al psicólogo. Ni Colchero ni Carmen lo pidieron y a ambos hicieron el comentario de que les visitaban porque los habían visto súper agresivos. Adrián también ha dado muestra de ello de cara al resto de sus compañeros. Me parecería sarcástico de no ser porque es triste comprobar que Adrián, Colchero y Carmen estén en la casa y Nissy fuera, siendo que esta no ha tenido ese tipo de preocupantes arranques.
A Nissy le han colgado un sambenito que no merece. Carmen Lomana ha contribuido a ello. Ella se expresa mejor con eufemismos y el utilizado en este caso fue llamar “conflictivos” a Nissy y a Álvaro. No es difícil intuir que tras ese calificativo se esconde la intención de sembrar la duda sobre la oportunidad de tener una relación normal con ellos. Ese es el primer paso para aislar, dejar de lado y obviar su presencia en la casa. En la cena del sábado dijo que eran el apartheid, como si la marginación fuera una elección de ellos. La mentalidad clasista y poco abierta de Lomana prefiere retirar la palabra al diferente en lugar de esforzarse por entenderlo mezclándose con él.
Mención aparte merecen los comentarios de la visitante VIP de esta semana, pero mucho me temo que si dijera lo que pienso, sin autocensura ninguna, me tendrían que echar no de Mediaset, sino de España. Después de negar que sus comentarios gordofóbicos lo fueran, a Lomana no se le ocurrió otra cosa que recurrir a un clásico inverosímil: “Tengo amigos gordos”. Variante de los también escuchados “tengo amigos gays”, “tengo amigos negros” y, más recientemente, “tengo amigos catalanes”. Cualquier comunidad cuestionada o desfavorecida corre el riesgo de que sus principales enemigos digan que tienen amigos de dicho colectivo, como mostrándose capaz de sobrevivir llevando tan pesada carga.
Lo de Lomana se explica porque todo lo que tiene de rica le falta de buena educación. Por eso me parece un disparate que se atreva a dar clases de protocolo, lo cual ha hecho en la casa con desgana y poca convicción. Ni Lomana ni casi ningún concursante han sabido entender que los gritos de Nissy y Laila son en parte una cuestión cultural. Pertenecen a una sociedad que cuando habla parece que estuvieran discutiendo, aunque se estén contando la película que vieron el día anterior. No digo nada cuando en realidad discuten. Hablan siempre alto y con exceso de energía porque son así. Y cuando se enfadan y discuten aumentan los decibelios y las formas son todavía más exageradas. ¿Nadie ha pensado que es algo cultural?
Es posible que Álvaro se acercase a Nissy al entender que era fuerte después de haberse salvado varias veces. Aun así, es de los pocos que ha profundizado en su personalidad, sabiendo ver un fondo honesto y puro que no es tan fácil de encontrar entre las paredes de esa casa. El gran fallo de Nissy no han sido sus gritos o las peleas con su hermana melliza. Ni siquiera que con su pronto provocase reacciones preocupantes en algunos de sus compañeros de encierro. Su principal fallo ha sido no compartir el pensamiento único impuesto por media docena de concursantes. Si se hubiera puesto de ese lado lo de menos serían sus gritos. Lo habrían disculpado y defendido contra viento y marea.
El temperamento de Nissy sugirió que ese era su talón de Aquiles y algunos han intentado provocarla para desestabilizarla. Ese fue el propósito por el que Colchero tiró su caldo de los garbanzos. También por eso se burlaron en grupo de su vestido para la cena de gala del sábado. Lo curioso es que entre quienes se burlaban en grupo de una compañera, lo cual sugiere comportamientos que deberíamos obligarnos todos a rechazar, estaba su hermana. ¿Por qué lo hacían? Me atrevo a decir que porque veían a Nissy como un peligro, el rival más fuerte. Laila también, no en vano siempre fue un estorbo para ella y hasta en el minuto uno pidió que le hicieran un hueco en Supervivientes (no es mala idea, por cierto) con el fin de tenerla lejos de la casa de los secretos. Nissy empezó siendo molesta para su propia hermana, y ha terminado estorbando a demasiada gente, me parece a mí. También por eso está en la calle.
Insisto en que ahora lo importante es quién sale el jueves. Ese será el momento de la verdad, por lo que merece echarle una pensada y no dividir el voto. Dado que Nissy le tiene cariño a Carlos, la expulsión de este no sería interpretada como un golpe genuino al pensamiento único. Algunos lo interpretarían como un castigo al único del grupo que se acercó a la sexta expulsada de la edición, aunque me parece a mí que lo hizo para aparentar ser el gran mediador de la casa, rol del que pronto se cansó. Sin embargo, siendo Cora la expulsada sí que tendrían Adrián, Colchero y compañía la sensación de estar sufriendo un nuevo varapalo. Además, sería como vengar la expulsión de Nissy, que perdió anoche contra Cora, lo cual merece formar parte de la historia del disparate en el reality patrio.
Por otro lado, si sale Alatzne sería un rotundo triunfo para Rafa. Esta concursante se ha convertido en su enemiga pública número uno. Dentro de su obsesión por Rafa, decía Alatzne el otro día: “Él sabrá por qué me hizo lo que me hizo”. No, vamos a ver, Rafa no le hizo nada. Simplemente le dijo algo que no le gustó escuchar. A partir de ahí podemos discutir si fue oportuno que se lo dijera o si las formas nos parecen o no las mejores. Y ya adelanto que no nos vamos a poner de acuerdo. Pero decir "me hizo lo que me hizo" infiere al hecho una gravedad que no tuvo. Rafa se expresó como le vino en gana. Y, con buen criterio, Alatzne se apartó porque no le gustó nada que lo hiciera. Hasta aquí todo es correcto. Lo que no me lo parece es que se criminalice la actitud de Rafa, para lo cual se emplean palabras gruesas definiendo actos que no lo fueron.
Por lo tanto, para hacer justicia, la expulsión del jueves debería estar entre Alatzne y Cora. Y siento tener que repetir la misma idea de siempre: la división del voto puede tener como consecuencia que salga quien menos deseamos. Aunque, en realidad, estamos ante una resolución en cualquier caso a favor. Es decir, en contra de ese pensamiento único que tan bien definió Rafa ayer. ¿Qué por qué deberían irse unos tras otros? Se preguntaba este concursante. Pues porque todos dicen lo mismo, por lo cual da igual que solo quede uno. Y, aunque personalmente me ha decepcionado, y pienso que ha perdido mucho como concursante por encontrarse cómodo escondido entre la mayoría, el mejor del grupo tengo claro que es Carlos.
Veremos ahora cómo reaccionan aquellos a los que tanto desestabilizaba Nissy. Si digo la verdad no confío nada en que vayan a dar algo que no han dado hasta ahora. Si acaso irán a peor porque no tienen un enemigo al que acusar de ser el motivo de todos sus males. Nissy ha sido tan generosa que dio a media casa un protagonismo que no hubieran tenido de otro modo. Solo les queda Rafa de enemigo, aunque este es más inteligente y no se va a dejar utilizar. Aunque con Nissy creo que ha errado en el análisis, mucho más desacertado que el de Álvaro. Tal vez le sirva de excusa que lleve tantos días soportando la presión alienante e incomprensible de una Carmen que muy loco lo debe tener para aguantar todo lo que está aguantando.
Virginia debe dar gracias a su ocurrencia de comunicarle a Adrián que se apartaba a un lado porque creía que a Marta le estaba gustando más bien mucho. Lo digo porque de no ser por eso habría tenido problemas el programa en encontrar un vídeo que poner anoche. Eso sí, también tuvo su momento con la herencia de sus esferas. Virginia decidió no dejarlas a un solo concursante, sino que repartió entre cuatro de ellos las esferas en su poder cuando salió del juego el pasado jueves. Fue su manera de castigar a Marta (con quien nunca tuvo mucha relación, dice ahora) y a Adrián (con quien está dolida porque ha visto cosas de después de su expulsión que no le han gustado nada). No dejó herencia a ninguno de los dos. Sin embargo, sí dio esferas a concursantes “enemigos”.
La esfera número 13 se la dejó a Colchero y la 3 a Carlos. Hasta aquí sin sorpresas. Bastante menos previsible que dejara la 9 a Carmen (era su esfera primera) y la 2 a Álvaro. Carmen y Álvaro no tenían esfera y así podrán volver al juego. En estos momentos solamente Alatzne está sin ninguna esfera. Álvaro, Carmen, Adrián, Cora y Marta tienen una. Rafa y Colchero dos, Laila se queda con las tres esferas que compartía con su hermana, y en cabeza va Carlos con cuatro esferas. Urge que empiecen a descubrir secretos. El ritmo de apertura del pulsador igual debería ser mayor a partir de ahora para facilitar las apuestas.
Muy polémica, temida y odiada en la casa, pero al final Nissy protagonizó la expulsión más sentida y lamentada de las vividas en esta edición. Las lágrimas de Laila y Álvaro lo certifican.
Lo de no contar quiénes son los nominados de verdad es indiferente con concursantes que se cuentan lo que han nominado sin ningún reparo. Debería de modificarse el guion previsto cuando pasan cosas así. El caso es que algo menos de una hora después de terminada la gala del jueves ya habían hecho las cuentas y sabían perfectamente quienes eran los nominados. Eso que debió decirles Lomana, pero no fue capaz.
Nissy creía que si se había salvado contra Brenda, “que tuvo una línea de la vida muy dura”, ganarle el duelo a Cora era “pan comido”. Esto de la línea de la vida es una herramienta peligrosa porque se presta a que los concursantes empiecen a fantasear con episodios duros en sus vidas que en realidad nunca sucedieron. Dado que es imposible comprobar si es cierto o no lo que cuentan, y tampoco es labor del programa hacerlo, me parece importante la tentación de crear un relato suficientemente lacrimógeno como para que resulte beneficioso al concursante.
Y algo que no pertenece a esta edición, pero me resulta difícil resistirme a comentarlo. Anoche coincidieron en plató Cristina Porta y Miguel Frigenti por primera vez desde el final de la anterior edición. Vi mucho más listo a Frigenti, posiblemente por las tablas que ya tiene. Sin hacer caso de las puyitas que le lanzaba Cristina, se centró en sus comentarios al reality y nada más. Sin embargo, Cristina parecía necesitar un protagonismo que no le corresponde. Y no le beneficia en nada.