Se empiezan a romper las cadenas de todos contra uno

telecinco.es 02/10/2018 09:04

La casa ha estado viviendo una situación monolítica durante casi tres semanas. Un grupo dominante, casi sin fisuras, ejerciendo su primacía en contra de Miriam. No se trata de convertir a esta concursante en algo parecido a una heroína, ni sería justo dibujar su personalidad sin matices, como si fuera un ser perfecto. Miriam se equivocará muchas veces y habrá pecado de cierta inflexibilidad algunas otras. Es dramática por naturaleza, entra al trapo de las provocaciones como elefante en cacharrería, de forma que puede parecer ella quien provocó. Esto puede exculpar en parte al grupo de haberse puesto en bloque, como una sola piedra, en su contra. Pero algo empieza a cambiar.

Ayer Asraf rompía la cadena que le tenía amarrado al grupo dominante y mostraba abiertamente su apoyo a Miriam. Creo que este concursante ha decidido empezar a jugar y va apuntando objetivos. Como si de una partida de bolos se tratara, su estrategia no es hacer un strike y derribarlos todos a un tiempo, lo cual habría sido una equivocación en este caso, sino apuntar selectivamente a algunos de ellos. El domingo su objetivo fue derribar a Techi, lo cual hizo revelando a toda la casa lo vivido con ella en el cuarto de baño. Las imágenes vistas ayer demuestran que contó la verdad con absoluta precisión.

Tal vez el error de ese primer movimiento de Asraf fue elegir un objetivo probablemente ya caído. Techi permanecerá en la casa mientras no esté nominada y saldrá por mayoría apabullante cuando lo esté, salvo que suceda alguna sorpresa, lo cual nunca es descartable en Gran Hermano. Asraf se podía haber evitado el esfuerzo, aunque haber comprobado que decía la verdad le ha podido valer para ganar credibilidad. Su segundo objetivo fue Mónica, para lo que utilizó la misma bola el domingo. Debió ser algo poco improvisado que repitiese en varias ocasiones idéntico mensaje: Mónica es una metemierda.

Ayer Techi le contó a Mónica lo que había dicho Asraf sobre ella el día anterior. Su pretexto para ir con este cuento fue que aprecia mucho a esa compañera y por eso se lo dijo. Apuesto a que Techi demostrará en breve, si le da tiempo, que ese aprecio por Mónica es tan artificial e interesado como casi todo en ella. A Techi le pirra meterse en cualquier lodazal, siempre y cuando pueda aventurar un posible plató futuro para ella. Está haciendo su concurso entre la cama y el barro, sin medida ni mayores escrúpulos. Creo que todo le da lo mismo, su único objetivo es hacer caja y volver a saborear las dudosas mieles del protagonismo por los platós.

Techi presume de llevar en la tele desde los 22 años. “Cuando yo fui a un plató por primera vez tú estabas jugando con los Micro Machines”, le decía a Suso el otro día. Presume de ello igual que Mónica de su carrera televisiva. Todos los trabajos son dignos, pero no sé si da para ponerse tan ufana haber sido azafata de ‘El precio justo’ (en su época más decadente) y haber protagonizado una telenovela haciendo un remedo de Betty la fea, interpretación de la que he visto algún fragmento en YouTube y produce bastante sonrojo. Al menos Mónica se trabajó su trayectoria televisiva, porque Techi se ha limitado a hablar de su relación con la familia Pantoja y algunas de sus múltiples ramificaciones. En la casa sigue colgada de esa costumbre ligándose al exnovio de Isa, sobre lo cual sigue planeando la duda sobre si ha podido ser algo premeditado y planeado desde fuera.

Techi es libre de hacer su concurso como le plazca, igual que puede tener todas las relaciones que le apetezca. ¡Faltaría más! Lo que molesta de ella es que vaya dando bandazos sin sentido, además de ese ‘yoísmo’ tan acentuado. “Yo, yo también, yo más”, son sus comienzos de frase más frecuentes. Como dice una poesía de Benavente: “Y luego: a mí, para mí; en mi opinión, a mi entender. ¡Mi, mi, mi, mi! ¡Y en francés hoy un ‘moi’! ¡Oh, el ‘moi’ francés! Ese sí que es grande”. Y termina con un verso precioso: “Solo los que aman saben decir ¡Tú!”.

Al enterarse Mónica de lo que dijo de ella Asraf el domingo le llamó de inmediato para pedirle explicaciones. La actitud fría y tranquila de este da muestras de que va a por todas. Se ha puesto a jugar, dando un volantazo importante a su concurso. Mónica le pregunta por qué la llama falsa y Asraf contesta: “Falsa no te he llamado, he dicho que eres una metemierda, porque lo eres”. Las cartas sobre la mesa. Es el primer disidente del grupo mayoritario que rompe amarras de forma pública y sonora. Según contó más tarde, desde la primera semana se dio cuenta de cómo era Mónica, pero no ha dicho nada hasta ahora, e incluso ha estado votando como los demás, por miedo. Se lo decía ayer Miriam: “Te da miedo de ser el justiciero”. Visto lo sucedido con el Koala tiene toda la lógica esto que dice Asraf.

Me es indiferente si Asraf da ahora estos pasos como parte de una estrategia, visto el posible apoyo de la audiencia a Miriam, o movido por los aplausos en plató, siempre tan engañosos. El caso es que ha decidido actuar libremente y sin ataduras. El Koala fue quien primero lo hizo, y ha seguido nominando sin seguir a la borregada. Esto tiene especial valor teniendo en cuenta que se ha nominado a la cara, lo cual se me antoja imprescindible que se varíe esta semana. Una vez detectados los primeros movimientos de derribo del grupo mayoritario, es básico que todos tengan libertad a la hora de nominar, haciéndolo en secreto.

Anoche empezó a despuntar un posible grupo, cuyos integrantes deberemos confirmar próximamente. Carlos Lozano visitó la casa produciendo un nuevo tsunami de reacciones, de lo cual hablaré un poco más tarde. Al terminar el triple encuentro entre el concursante de GH VIP 4 y sus dos ex, casi todos se reunían haciendo corrillo en torno a Mónica, en el jardín. Al lado de la cama de Miriam solo estaban Asraf, Omar y el Koala. Este último fue el primero (y probablemente único) en dar un cariñoso abrazo a Miriam nada más volver de pasar el trance de ese encuentro. Ella le dijo a Carlos que solo tiene al Koala en esa casa. Porque fue este cantante rural que tan bien se lleva con los animales de la casa, a los que trata con cariño y respeto, el primero en zafarse de las cadenas.

Todo esto me recuerda la vieja historia de un niño amante del circo y los animales, cuyo preferido era el elefante sumiso. Tras una función vio que el elefante tenía una pata encadenada a una estaca clavada en el suelo. Era una pequeña estaca apenas enterrada. Parecía evidente que un animal tan potente, capaz de arrancar plantas de cuajo, podría desenterrar la estaca sin esfuerzo y huir. Pero no lo hacía. ¿Por qué no se escapaba el elefante? El niño planteó esta duda a sus padres y otros mayores sin obtener una respuesta convincente, hasta que alguien le explicó que el elefante no escapaba porque estaba amaestrado.

“Y si está amaestrado, ¿por qué lo encadenan?”, preguntó el niño. Tampoco fue capaz nadie de darle respuesta satisfactoria a esta pregunta. Esta duda, todo un misterio para él, le acompañó durante un tiempo, hasta que cierto día encontró una persona lo suficientemente sabia como para darle una respuesta que sí le satisfizo: el elefante no escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde que era muy pequeño. El niño entonces cerró los ojos e imaginó al elefante de pequeño amarrado a la estaca, sujeto por una pata con una cadena. Entonces era una sujeción demasiado fuerte para él y aunque lo intentase no podía escapar. Hasta que un día terrible el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino. Ese día dejó de luchar para liberarse.

La historia que acabo de contar me sugiere que todos somos un poco como ese elefante sumiso, atados a cientos de estacas que nos restan libertad. Pensamos que no podemos hacer muchas cosas, pero en ocasiones logramos zafarnos de esas ataduras y entonces nos damos cuenta de que sí podemos. Y nos sentimos un poquito más libres. Hemos criticado mucho al Koala porque no se enfrenta al grupo mayoritario. Hacerlo es casi más propio de un kamikaze, además de no ser ese su carácter. Lo que no debemos dejar de reconocer es que fue el primero en sacar el pie zafándose de la estaca. El Koala es un corazón puro y el más libre de esa casa.

Veremos quién es el siguiente en romper cadenas. Asraf lo hizo ayer de forma clara y por las razones que sean. Estuvo parte del día compartiendo su tiempo con Miriam, le contó cosas que ella no sabía, como que el domingo fueron a gritar cerca de la casa y escucharon: “Mónica fuera, Miriam ganadora”. El aislamiento de Miriam, negado por algunos concursantes, es tan evidente que nadie le había contado esto, sucedido un día antes. Miriam se emocionaba entonces y rompía a llorar. Asraf se levantó a abrazarla. Imagino su emoción por saberse apoyada, y todavía mayor porque alguien en la casa se lo hubiera contado, poniéndose en contra del grupo.

Si el grupo de anoche en torno a Miriam se consolida tenemos por fin dos grupos frente a frente. Verdeliss en el corrillo del grupo grande se enfrentaba a Aurah y expresaba una tímida discrepancia. Ella en el ‘confe’ o por escrito habla de “la dictadura de Mónica” y afirma que “o bailas el agua al grupo mayoritario o eres una ofensa”, pero luego en el grupo modera mucho sus palabras. No ha roto cadenas todavía. Ángel también se desmarca de todos por completo, aunque ayer a primera hora le decía a Makoke algo bastante revelador. Para él lo que hacen con Miriam está cerca del bullying. Personalmente creo que eso son palabras mayores, pero más allá de si es más o menos oportuno el comentario, parece claro que Ángel no se deja atar fácilmente.

La visita de Carlos Lozano me daba bastante miedo desde que la conocimos el domingo. Entró muy fuerte y sin medida. Lozano a veces es como un mono con una catana en la mano, lo cual le hizo enorme como concursante, pero da bastante pavor en cualquier otra circunstancia. Es creíble lo que dice, aunque creo que muy excesivo su ataque a Mónica. No tuvo en cuenta que se trata de una persona encerrada en una casa, aunque sea desde hace menos de tres semanas. Tampoco que es la madre de su hija. Este argumento me parece tan incuestionable como detestable que la propia Mónica lo utilizase como parapeto.

Tras la visita de Lozano entiendo un poco más a Miriam. Mónica usa la baza de lo que tiene en común con Carlos como si eso la pusiese en un plano de superioridad, lo cual es un error. Mi temor es que todo esto pudiese beneficiar a Mónica porque fue humillada de forma excesiva. Contrasta la dureza de Lozano con la tibia postura que ha estado adoptando durante sus intervenciones en galas o debates. Aunque insisto en que me creo lo que dice sobre Mónica y mucho más.

Tras el encuentro Mónica pasaba del llanto desconsolado a una serenidad pasmosa en un momento. Le propuso a Makoke seguir hablando en el jardín y atravesar esa puerta fue como cruzar el Shangri-La. Luego se reunió con el grupo y fueron cayendo poco a poco hasta quedar solo Tony, infatigable al desaliento. Me hizo dejar de temer que todo esto pudiera beneficiar injustamente a Mónica escuchar su poco creíble discurso y, en especial, esa obsesiva letanía: “Sinvergüenzas, sinvergüenzas, sinvergüenzas…”

Moleskine del gato

Cadena de acontecimientos sucedidos ayer, probablemente encadenados: desapareció el rótulo con el nombre de Isa en el cabecero de la cama compartida por su exnovio Omar y su examiga de 15 días Techi; el súper preguntó por la ropa que Isa dejó en la casa, por lo visto no desea que Techi la siga usando e incluso se acueste con ella junto a Omar; Techi le dice a Omar que debe volver con Isa. Se comenta todo por sí solo.

Mónica dice que quiere abandonar tras la visita de su expareja porque “todo me parece de mentira”. Se lo estaba contando a Suso y Aurah. ¿No es maravilloso?

Suso compara GH VIP con Supervivientes, presume de haber llegado a finales (el plural es exageración suya porque solo es una) y dice que este reality es mucho más difícil porque “es un concurso de cabeza y a veces te falla la cabeza”. A veces. Claro.

Ver más de: