Comienzo los daguerrotipos de aquellos concursantes que han llegado a ser finalistas. Serán cinco los concursantes que terminarán sin que la audiencia les haya expulsado nunca. De momento desconocemos si todos llegarán hasta el último día o alguno quedará por el camino, pero de todos escribiré el ya clásico perfil. Le toca hoy a Elettra, la matadora italiana. Antes de eso haré alguna reflexión sobre lo que sucedió ayer en la casa. Precisamente Elettra quiso hablar con Daniela. Tenían una conversación pendiente que posiblemente no se habría producido nunca de no ser porque ayer Daniela mantenía su drama vital tras todo lo ocurrido la noche del domingo.
Conectando varias conversaciones diría que el bajonazo de Daniela se explica no solamente por una cierta intolerancia a las críticas, sino también por la envidia que le pudo provocar el cariñoso mensaje de Tutto a Aly. También por el temor a que el poco amable de Sergio la vaya a afectar en las votaciones para la expulsión. Los tres nominados están preocupados por ello, lo cual no tiene nada de particular. En el caso de Daniela también parece preocupada por las próximas nominaciones, que nunca existirán en realidad. Entiendo que por eso su acercamiento de ayer a Elettra.
Por lo que la italiana contó, la conversación con Daniela no discurrió del todo por terrenos de amabilidad. Tampoco parece que sirviera para acercar posturas entre ellas. Sin embargo, aprecié después cierta voluntad de limar asperezas por parte de las dos, especialmente con los mensajitos de la prueba semanal. Daniela no dudó en utilizar la prueba para intentar evitar la nominación de Irma, con quien bromeo sobre ello en uno de sus mensajes. Este jueves sabrán que no ya hay más nominaciones y entonces puede que se olviden de tanta hipocresía.
El bajón de Daniela la impidió estar presente en la clase de ‘Latin Fit’, una actividad en la que los concursantes hacen publicidad de esa marca. Poco profesional Daniela faltando a ese compromiso sin tener ningún tipo de lesión física. Aun así, la profesora quiso hablar con Daniela y tuvo palabras cariñosas para ella. Me parece correcto todo salvo que se excediera dando cierta información del exterior. Daniela no debe saber si la hemos visto criticar a compañeros o no. La información que le dio Krisha no solamente es inconveniente, también es subjetiva, y hasta diría que falsa.
En conclusión, hay cuatro personas en la casa que no han terminado de arreglar lo suyo. De un lado están Marco y Daniela, mientras que del otro encontramos a Aly y Elettra. Ellos cuatro escriben el libreto de esta historia, mientras que Irma y Emma lo leen y comentan. Cuatro protagonistas y dos espectadoras. Así están las cosas y lo triste es que uno de los protagonistas no se va a convertir en finalista, pero las señoras del visillo sí lo son. La historia del trío de la que Aly no quería participar quedó disuelta con la salida del Aylén el jueves. Antes de eso el trío se había convertido en cuarteto por el añadido del brasileño Antonio. Y desde el viernes es un quinteto por el acercamiento de Daniela a Marco.
Diría que no habíamos vivido un quinteto nunca en Gran Hermano. Casi todos los protagonistas conectados. Por no decir todos, por la sonora no relación que ha tenido Elettra con Daniela, algo de lo que hablaron ayer posiblemente más en serio que nunca anteriormente. Considero que hay mucho de exageración en la forma de ver la relación entre Daniela y Marco por el resto de la casa. Están todo el rato juntos porque no se llevan bien con los demás y, además, es algo que hace siempre Daniela. Primero la vimos siempre al lado de Aless, luego con Aída casi todo el día y ahora es con Marco. Ella se relaciona así, de forma más bien intensa, y centrada en solo una persona.
En los comentarios de Aly hay mucho de celos y cierta rabia al ver que una vez expulsada Aylén es Daniela la que ocupa su lugar. Cuando Irma decía el otro día: “Dijo que lo cuidará, no que la sustituyera”, estaba destilando veneno, como es habitual en ella. Pero no solo las bromas tienen casi siempre un fondo de verdad. Lo mismo pasa a veces con los comentarios venenosos. Lo que quiero decir es que el resto de la casa hace una caricatura del acercamiento entre Daniela y Marco. Y como en toda caricatura hay mucho de exageración, pero también de parecido al original.
Aly dice que ve horroroso a Marco desde hace un tiempo, que ya no le gusta o que tiene piernas delgadas. Es cierto que se le ve más triste que nunca. Al haber adelgazado su rostro se parece más que nunca al de un Quijote, caballero de la triste figura. Pero Aly dejaría de pensar eso de un plumazo si las cosas volvieran a ser como antes de la entrada de Aylén. Creo que no está siendo del todo sincera ni está haciendo caso de sus impulsos. Se nota mucho que celebra cualquier broma que Marco vuelve a hacer con ella, ante la mirada estricta y censora de Daniela. Entiendo que se resista a intentar recuperar lo que tuvieron, pero sospecho que es así más por cuidar su concurso que por una convicción personal. Si no hubiera un maletín en juego las cosas serían bien distintas.
Daguerrotipo de Elettra
Elettra es una concursante alegre en ocasiones, despreocupada y bastante creativa. Su idea más genial ha sido la de construir ese hombre chorizo, una colchoneta vestida con vaqueros, con calcetines y provisto incluso de gorra o gafas. Es una idea reciente, de estos últimos días. Han tenido que pasar casi 80 días de encierro (que se cumplen hoy) para que algo de Elettra me hiciera gracia por primera vez. Su legión de seguidores ha celebrado cada una de sus ocurrencias, mientras a este gato crítico le producían hastío cuando no un rechazo visceral. No he sabido ver su gracia ni su encanto. Como dicen quienes estuvieron enamorados cuando llega el desamor: no eres tú ( Elettra), soy yo.
Por ir de más a menos, lo que más me distancia de Elettra como concursante es su desinterés. Ella más que nadie parece estar cumpliendo con la obligación de un trabajo, sin sentir apenas pasión por lo que hace. Cuando supieron que Aylén se quedaba como concursante de pleno derecho su principal preocupación era que eso supusiera la prolongación del programa durante alguna semana más. Ella quiere marcharse cuanto antes, y esa parece su principal preocupación desde hace semanas.
En la conversación telefónica que Elettra tuvo con su padre la semana de San Valentín le preguntó por sus caballos, pero también por el reality que la espera en el continente americano. Su próxima parada en el mundo de la realidad televisiva. Igual que pasa con Marco y Aylén, ella también es una profesional del reality, lo cual no es intrínsecamente malo. Lo que no me gusta nada es su poca implicación, el desapego al mundo de las sensaciones que proporciona esto que para ella no es más que un trabajo. Va cumpliendo etapas, haciendo marcas con la navaja en su cinturón, sin que llegue a entender muy bien lo que persigue. Dinero ya imagino que no, dado que pertenece a una familia adinerada. Fama, ¿tal vez? Sospecho que ni ella misma sabe dónde va ni por qué ha tomado este camino. Un camino del que disfrutaría mucho más si lo atravesara con menos desgana y desinterés.
He visto a Elettra en Gran Hermano como esas coristas de revista que levantaban sin garbo la pierna noche tras noche. Eso sí, a diferencia de aquellas, que ni siquiera ambicionaban sustituir algún día a la vedete, Elettra sí que persigue convertirse en protagonista llevándose el maletín. Aunque sea para echárselo de comer a los caballos, según ella misma ha dicho. Ese desapego a todo es lo que más ha caracterizado su concurso. Incluso al dinero del maletín. Saldrá de ahí teniendo una buena relación con Aly, Irma y algunos otros compañeros, pero sin que hayamos visto apenas expresiones de cariño por su parte.
La otra característica que me ha distanciado de esta concursante es su prepotencia, lo cual tiene mucho que ver con la situación económica de su familia. Es prepotente decir que echaras los billetes del maletín a los caballos, igual que amenazar al que discrepase de ella con poner el caso en manos de los abogados de su papá, que son los mejores del mundo mundial. La idea de esa corte moderna de vasallos con traje y maletín moviéndose de tribunal en tribunal amilana más que la amenaza de navaja y partenueces a sueldo de la familia Corleone. En la Edad Media se luchaba con escudo y lanza, ahora con demandas en los tribunales.
Pero este juego consiste en otra cosa. Aquí las armas son votos en las nominaciones. Solo faltaba que se judicializara el concurso, aunque sea algo tan posible como lo es en cualquier circunstancia de la vida normal. Pero amenazar con los abogados de papá es mal plan, y denota que Elettra es una niña mimada que no ha aprendido a comportarse. Tal vez sea esta experiencia de los realities la primera vivida donde ha tenido que luchar por sí misma para conseguir algo. Lo de amenazar con la intervención de los abogados es un tic que deberá quitarse. Más difícil veo que olvide esa prepotencia que muestra casi siempre, incluso cuando tiene razón y se está esforzando más que los demás, como en la prueba de los pedales.
Esa prepotencia obsesiva de Elettra ha aflorado también en lances del juego, como las nominaciones o los posicionamientos. Ayer decía que ella no se ha molestado nunca por ambas cosas. Irma reía abiertamente, y no me extraña. He visto a Elettra enfadada durante días, reprochando a un compañero haberse posicionado con contra de ella. Lo hizo con Aylén en su primera semana de concursante. También ha tenido semejante actitud ante una nominación. Su enemistad actual con Marco no tiene otro motivo que un punto en las penúltimas nominaciones, del que se enteró nada más volver de Brasil.
Elettra se debía creer intocable. ¿Cómo podían desear su expulsión? Nominarla o posicionarse en contra de ella era poco menos que una declaración de guerra, un bache casi imposible de salvar en su relación con quien tuviera semejante atrevimiento. Elettra tiene un comportamiento fundamentalmente obsesivo. De ahí que la hayamos visto días seguidos repitiendo los mismos mensajes. Esas ideas fuerza de las que hablé ayer, de las que le cuesta mucho desprenderse. Ayer seguía insistiendo en lo del novio de Daniela, o con que no comía pollo, pero luego sí lo come. Y así con todo.
Prepotencia y desinterés son las características que más destaco en esta concursante. Viajó a Brasil y volvió sin haber aprendido casi nada de portugués. Daniela, sin embargo, supo exprimir a Manuel hasta lograr manejarse bastante bien en lo más básico de ese idioma. Distintas formas de entender esta experiencia y de aprovechar el tiempo. Las cosas parecen pasar por los lados de Elettra sin que nada consiga atravesarla. Lo siento por ella, y no solo porque sea algo poco atractivo para el espectador.
Terminará esta edición VIP y Elettra viajará hasta su nuevo reality sin que este haya dejado en ella la huella indeleble que deja en muchos concursantes. Solo se interesó por la prueba que proporcionaba una ventaja individual, sin querer esforzarse en las demás. La cultura del esfuerzo y el trabajo es muy distante a ella. En sus enfrentamientos con otros concursantes rebasó las líneas de lo permisible y participó en el todos contra uno con el que un grupo mayoritario machacó a algunos concursantes hasta lograr quitárselos de encima acusándolos hipócritamente de aislarse del resto.
La Elettra simpática que juega con el hombre chorizo es la misma que tocó la cara de Aída en una discusión, la que se intentó abrir hueco en la formación militar a codazos, la que hacía todo tipo de gestos obscenos mientras acusaba absurdamente a Alejandro de ser mal padre. Por todas estas cosas no la considero una digna finalista.
Moleskine del gato
Los mensajes de la prueba semanal son otra genial idea que puede dar mucho juego. Lo que en principio es una obligación puede terminar convirtiéndose en algo adictivo para ellos, que sabrán aprovechar dentro de su lucha por ganar el maletín. Si acaso una pequeña objeción, sería bueno que viéramos siempre lo que escriben para no perder el hilo y terminar siendo convidados de piedra.
Dejo cartelera, con Aly y Marco recordando otros tiempos en 'Romeo y Julieta’' Como siempre, por Montse Juanilla.