Dado que el pequeño no está todavía en edad para decirle a su padre lo que debe hacer, parece claro que es solamente Hugo quien puede decidir si lo menciona o no en el programa. Que su abuela, a la sazón exsuegra de Hugo, pretenda evitar que este mencione a su propio hijo parece un despropósito a juego con otros protagonizados por Elena en los 63 días que llevamos de edición. Por ejemplo, que cuando Hugo es eliminado y pasa a formar parte del equipo de desvalidos, aunque el resto de compañeros no tiene evidencia de fuera a seguir en el concurso, Elena llora diciendo que era su ganador. Entonces es ella quien menciona al hijo de Hugo argumentando que deseaba el triunfo de este concursante por el bien de su nieto.
De manera que Elena puede hablar del pequeño, pero Hugo no. Decir que está utilizando a su hijo en el concurso es lo más ruin que se ha podido escuchar en la palapa en muchísimo tiempo, como el propio Hugo se encargó de decir anoche. Además, lo que era válido hace mes y medio ya no vale ahora. Elena ya no desea que gane Hugo por el bien de esa criatura de la que es abuela. ¿Qué ha cambiado desde entonces? Creo que estoy en condiciones de responder: nada. Así de claro. Simplemente que Hugo ha estado apartado del grupo porque no soporta a ninguno de sus integrantes. Lo tengo más claro que en días anteriores. He visto con claridad las razones de Hugo.
Hasta ahora he pensado que Hugo estaba contrariado porque no le está saliendo el concurso como había deseado. Ahora creo firmemente que eso es secundario. Incluso lo es que esté separado de Ivana desde hace una semana. No creo exagerar si digo que el reencuentro entre ambos fue un poco frío anoche. Lo que realmente está torturando a Hugo es tener que compartir isla con compañeros hacia los que no profesa apenas ninguna simpatía. Si acaso podía hasta ahora respetar a Jorge, pero alineándose con Elena de manera inequívoca lo ha echado todo a perder. También creo que Hugo está acusando haber estado conteniéndose durante tanto tiempo. Anoche explotó contra Elena, de la que parece haber heredado Adara su tendencia al rotondeo. Bastante ha aguantado Hugo a Elena. Bastante paciencia ha tenido con sus impertinencias, desprecios y caras largas.
Si hay una cosa que me molesta en este programa es que los concursantes pongan en un compromiso a Lara Álvarez cuestionando las decisiones de la dirección del programa en las pruebas. Pues bien, anoche se les dio alas para que lo sigan haciendo. Incluso es posible que lo hagan con fruición a partir de ahora visto el éxito de Ana María anoche. Le salió bien a esta concursante cuestionar la decisión de eliminarla en el duelo con Yiya para decidir la localización de su equipo, lo cual llevaba aparejada la recompensa de una pizza. No solamente lo cuestionó, llegó incluso a amenazar con activar el protocolo de abandono. Tan lejos llevó su protesta que se apartó de la zona de pruebas haciendo que entrasen en plano fugazmente supervisores, cámaras y técnicos de sonido. Es decir, ese esforzado equipo que nunca sale, pero está detrás de cada cosa que vemos. ¿A dónde quería ir Ana María? Demasiado mal perder tuvo anoche, aunque gracias a eso se repitió el duelo y lo terminó ganando.
No seré yo quien cuestione las decisiones de la dirección del programa, pero en este caso estoy más de acuerdo con la primera decisión que con la segunda. Y entiendo que Yiya tomase la decisión de no querer repetir su parte de la prueba después de escuchar a Lara decir: “Me están diciendo que claramente has pisado la tablilla”. Mientras decía esto, la presentadora reproducía el gesto en una perfecta reconstrucción de ese momento. De manera que si está tan claro que ha pisado la tablilla y la principal norma del juego era que no se podía pisar la tablilla, ¿a santo de qué había que repetir la prueba? Pero, claro, la segunda decisión del programa es tan respetable como la primera. Ya puestos yo habría vuelto a empezar, repitiendo la gala desde el principio, ¿que no?
Creo que se equivocó Yiya aceptando la repetición de su duelo con Ana María. Otras veces se ha negado a hacer una prueba, alegando incluso que no quería ser líder. Anoche mismo se mostró contrariada por haber ganado el juego de líder y pretendió negociar el intercambio de esa ventaja por algo de comida. Solo entiendo que se plegara a hacerlo porque en este caso habría perjudicado a su equipo. Como digo, a partir de ahora veremos a Lara desesperar todavía más que de costumbre por las quejas y protestas de los concursantes en las pruebas. Si son un poco listos intentarán estirar la cuerda todo lo posible por ver si sacan rédito de ello, tal como lo hizo anoche Ana María. Por cierto, ganaron los mortales, que seguirán en la misma playa.
Pereza me da volver a dar vueltas a este molino, pero es que anoche a la señorita Rocío Flores Carrasco, como exige que se la llame, le apetecía hablar. Y, por supuesto, pudo hacerlo. Su cuota de protagonismo en la gala no había quedado suficientemente cubierta con el vídeo en el que intenta pescar asesorada por Ana María. Y es así porque en realidad pescar, lo que se dice pescar, no ha pescado. Risas se echó todas las que quiso, pero no puso mucho empeño en la labor porque temía a unos tiburones del tamaño de una lubina, poco más o menos.
La cosa es que habló, pero no dijo casi nada que me lograse sorprender. Que quisiera tener un acercamiento a su madre y recuperar el tiempo perdido tras ocho años en los que no han tenido ningún tipo de relación es algo que probablemente dijera en la primera gala de Gran Hermano VIP, donde defendía a su padre en plató. Si acaso, por destacar algo que me sonase un poco a nuevo, aunque tampoco pondría la mano en el fuego por ello, piensa Rocío que no tiene nada por lo que pedir perdón a su madre. Pues me alegro de que así sea, sinceramente. No tiene razón en que todos tuvieran noticia de sus padres y madres cuando se les comunicó lo del coronavirus. Nadie tuvo mensaje de sus dos progenitores. Pero he de decir que me creo sus lágrimas y su sufrimiento. Y coincido con Jorge Javier en que yo tampoco la veo una persona agresiva y también me sorprende su enorme fortaleza psicológica.
De nuevo me sorprendió una expulsión. Cuando estaba convencido de que la cosa estaría reñida entre Yiya y José Antonio, resulta que es Nyno el expulsado. Antes de abandonar la palapa el cantante invitaba a sus compañeros a su próximo concierto… allá por 2021, con un poco de suerte. Madre mía, la cantidad de cosas que tienen ahora que contar a los concursantes cuando vuelven. Nyno ha sido un concursante ventajista, que ha intentado vivir bien sin que se notase mucho y se ha encontrado con dos piedras en su camino. Las piedras se llaman Hugo y Yiya. Aunque anoche quedaron claramente enfrentados ambos, lo cierto es que han coincidido en darle mucha caña a Nyno, lo cual está más que justificado, según mi modesto saber y entender. Creo que el programa pierde muchos menos con la expulsión de Nyno de lo que hubiera supuesto la de Yiya o José Antonio, por muy molestos que resulten.
Tras el polémico juego de localización y una nueva prueba de líder en la que ganaron Yiya e Ivana estaba todo preparado para las nominaciones. Supervivientes 2020 es el de las mujeres, que superan con la gorra en las pruebas a supuestos titanes como Jorge o Hugo. Los siervos nominaban así:
Hugo > Elena
Jorge > Hugo
Elena > Hugo
El nominado del grupo es Hugo. La líder Yiya nomina a Jorge.
Estas fueron las nominaciones de los mortales:
Rocío > José Antonio
José Antonio > Ana María
Ana María > José Antonio
Barranco > José Antonio
José Antonio es el nominado del grupo e Ivana, como líder, nominó de nuevo a Barranco.
Unanimidad en siervos y mortales a la hora de nominar. Los primeros eligieron a Hugo y los segundos a José Antonio. Ambos repiten en la palestra, como también lo hará Barranco, salvado el pasado martes. Jorge vuelve a estar nominado tras el descanso de esta última semana. Elena y Rocío parecen las dos concursantes blindadas en ambos equipos, junto a una Ana María a la que no solo se le consiente la presión sobre las decisiones en las pruebas sino que se va siempre de rositas en las nominaciones.
José Antonio aprovechó el momento de las nominaciones para pedir perdón a Rocío. Ahora resulta que es la persona más maravillosa del mundo y todo lo malo que dijo de ella fue porque estaba picado. Más vale no enfadar a este porque está uno perdido. Ni calvo ni con tres pelucas. Ni la Rocío que pintaba hace un par de días ni la hagiografía que hizo anoche en directo.
Que Hugo mandase un saludo “al señor Jesús Molinero” mientras discutía con su exmujer Elena es tan de fullero que no puedo negarle mi aplauso. A ella se descompuso un poco el gesto. “Adara, no entres”, decía Elena. Pero Adara no estaba en plató, de igual forma que no estuvo aunque se la esperase cierta noche para tener una videollamada con su madre.
Ánimo, amigos confinados. Ya queda menos.