¿Cuándo dice Adara la verdad?
Nunca se sabe cuándo Adara está diciendo la verdad. Da igual si traiciona a Hugo o pone en la picota al padre de su hijo. Lo importante es que dice una cosa o la contraria dependiendo de cuál cree que es su audiencia. Si está haciendo la curva de la vida dice de Hugo: “Es alguien increíble, me respeta, pensamos igual, vamos en el mismo sentido, tenemos los mismos valores. Yo soy su prioridad, él lo da todo por mí”. Si está hablando con Joao creyendo que nadie más la escucha afirma que se quiere separar: “Me dice ‘vete a la mierda’. No hacemos el amor, me paseo en bragas por la casa y ni me toca”. En el Debate de anoche dice que siempre defiende a Hugo y reclama que quiera estar más tiempo con ella, pero a Joao en la cruz de cámaras le dijo el jueves: “Es un puto loco. Me pone mala hasta su voz. Me enferma que pase por mi lado. Es asqueroso”.
¿Cuándo está diciendo la verdad Adara? ¿Cuando dice que desea tener otro hijo de Hugo Sierra o cuando teme que muchos jueces estén concediendo custodias compartidas? ¿Cuando dice que Hugo tiene todo lo que ella quiere o cuando le acusa de ser egoísta y no querer trabajar? Adara está en su derecho de mentir a sus compañeros como parte de una estrategia en el concurso. Pero es que está mintiendo a la audiencia. Si no fuera porque hemos podido ver y escuchar sus conversaciones en el ‘confe’ ignoraríamos por completo lo que siente por Gianmarco, del que dijo está enamorada. Su concurso es, como dije del de Joao, de ‘telementira’ en lugar de ‘telerrealidad’. No se trata de si es razonable, compartimos o no lo que dice. Puede ser que Hugo sea un puto loco, pero en tal caso ¿por qué no se lo lleva al 'confe' y le dice 'mira tío, me pareces un puto loco'?
Después de haber intentado escamotearnos la verdad sobre lo que sentía por Gianmarco y ocultar la realidad sobre su relación de pareja con Hugo Sierra, ahora miente completamente respecto al único concursante que nunca ha hablado mal de ella ni la ha intentado manipular. Hemos tenido que esperar a que pasaran dos meses de encierro para descubrir que Adara es esa concursante que dice siempre lo contrario de lo que piensa, lo contrario de lo que siente y lo contrario de lo que cree. Seguir escuchando que Adara es Gran Hermano ofende a la razón y solamente muestra una incapacidad sorprendente de cambiar de opinión atendiendo a la realidad. En este concurso hay que ir ajustando las opiniones a lo que sucede, de lo contrario se cruza la línea que separa la posición de observador y la de fanático defensor de un concursante. Eso o hay oscuros intereses, pero es algo en lo que prefiero no pensar.
Los dos vídeos más importantes de la edición son un plano fijo donde apenas se puede ver nada. En el primero está Adara de espaldas, haciendo revelaciones a Joao sobre su pareja que cayeron como un jarro de agua fría sobre la audiencia porque poco antes había pintado esa relación como un paisaje idílico. El segundo es un plano fijo de la sala de expulsión vacía donde se escucha a Adara despotricando sobre Hugo, supuestamente su primer apoyo en la casa y único tras ser expulsados Gianmarco y Joao. Ese es el Gran Hermano que quiere Adara.
Si, por la razón que sea, el equipo del programa no hubiera reparado en bajar el resto de micros y subir el de Adara hablando en el ‘confe’ seguiríamos ignorantes de la realidad sobre esta concursante con su pareja y respecto a su historia con Gianmarco. Y si Joao no hubiera vuelto a poner a Adara a los pies de los caballos contando al comienzo del Debate lo que le dijo sobre Hugo esperando a entrar en la sala de expulsiones, y el equipo no hubiera demostrado una vez más su profesionalidad encontrando esos audios, desconoceríamos lo que realmente piensa Adara de Hugo. Adara es un fraude de concursante que presenta como alternativa a la verdad una versión tan edulcorada como falsa.
“Estoy muy cansada. Es un provocador continuamente”, dice Adara sobre Hugo. A Joao le confía que Hugo la provoca. ¡A ella, que la provoca a ella! Y sigue soltando lindezas sobre su supuesto amigo: “Es un puto loco. Me pone mala hasta su voz. Está loco. Está obsesionado con la tele. Me enferma que pase por mi lado. Es asqueroso. Puto loco, de verdad”. Además de estas duras palabras, Adara hace esta valoración sobre la actitud de Hugo en el concurso: “Hace lo que Carlos Lozano y Miriam (Saavedra) y se piensa que somos gilipollas”. Que esta sea su auténtica opinión me hace pensar que ha estado defendiendo a Hugo para ganar puntos en el concurso como defensora de las causas perdidas. Dice estas cosas y luego en el ‘confe’ llora desconsoladamente por su amigo Hugo. ¡Adelante con los faroles!
Ahora tenemos claro que Adara es la mayor estratega de esta edición, lo cual estaría genial si su estrategia no llevase aparejado un profundo desprecio por la audiencia. Ella sí que debe creernos tontos de baba para estar diciendo una cosa en público y otra radicalmente diferente cuando cree que no está siendo escuchada. Su concurso es una farsa continua y permanente. Se basa en escamotear la realidad y construir un relato falso que la deje en buen lugar. La audiencia no debe saber que por Gianmarco no siente amistad sino mucho más. Tampoco debemos conocer los problemas que tiene con su pareja y que la empujan de algún modo a Gianmarco. Ni es oportuno que conozcamos su auténtica visión sobre Hugo.
Me siento tan puto loco como Hugo (Castejón) pensando que Adara no ha querido compartir con la audiencia lo que piensa y siente sobre Hugo (Sierra), considerando que no merecemos conocer sus problemas de pareja. ¡Pero si ni siquiera lo ha compartido con el propio interesado! Cuando alguien adulto y responsable tiene una serie de problemas con su pareja lo honesto y razonable es contárselo por ver si son cosas que se puedan corregir y superar. Me parece demencial que Hugo (Sierra) se haya tenido que enterar de sus problemas con Adara porque esta se los cuenta a un compañero de concurso creyendo que nadie más la escucha. Igual que Hugo (Castejón) tendrá que esperar a salir para ver lo que Adara dice de él cuando cree que no nos estamos enterando.
Desde que Hugo ha vuelto a la casa se ha dado cuenta de que Adara no es la misma. En las primeras semanas de concurso pasaban todo el tiempo juntos. Reían, bailaban y se divertían, primero ellos dos solos y en seguida también junto a Dinio. A su regreso Adara no ha estado junto a él porque ahora pasaba casi todo el tiempo con Gianmarco y Joao. Ahora no están ninguno de los dos, pero Adara sigue estando bastante distanciada de Hugo. Ya sabemos la razón, pero Hugo lo desconoce por completo. Por eso el viernes discutió con ella. Ambos se reprocharon no darse apoyo mutuo y no pasar más tiempo juntos. Adara malinterpretó las palabras de Hugo intentando hacer ver que estaba queriendo impedir que pasase tiempo con el resto de concursantes. Pero el reproche de Hugo no iba por ahí. Simplemente contestaba a la excusa que le había dado Adara sobre que la noche del jueves estaba rota por la salida de Joao. No había querido que Hugo le contase algo por esa razón, pero un rato antes estaba en la cocina riendo junto a las otras chicas.
Tras esta discusión entre Adara y Hugo, fue ella quien se acercó durante la fiesta para proponer que arreglasen lo suyo. “Me siento muy mal”, le dijo, a lo que Hugo respondió: “¡Eres más rara…!”. Terminaron fundiéndose en un abrazo. A Adara no le importaba que Hugo sintiera que está solo en esa casa. Su preocupación era que dijera en las galas “estoy solo”. ¡Atención!: ¡Que lo dijera en las galas! Le aterra quedar mal ante la audiencia, por eso no dice la verdad. Sabiendo que su concurso es una farsa y que está actuando de forma permanente, podemos fácilmente pensar que en la fiesta de las uvas igual no se estaba divirtiendo. Y tampoco el resto de veces que lo pareció. La Adara divertida que nos tenía conquistados puede ser también pura simulación.
A saber lo que ha podido contar Adara sobre Dinio cuando estaba fuera de cámaras. O, más interesante todavía, es posible que haya dicho barbaridades sobre Gianmarco estando en la cruz de cámaras. Esto pasa cuando un concursante tiene esta estrategia de decir cosas diferentes dependiendo de si se cree escuchada por la audiencia o no. La imaginación es libre para pensar que no solo Hugo ha podido ser víctima de semejante traición por parte de Adara. Es una estrategia muy equivocada porque ignora cómo funciona en realidad este programa. Mucho más equivocada si Adara ha simulado no saber que en el ‘confe’ o en la cruz de cámaras estaba siendo grabada y ha dicho todas esas cosas para que sepamos lo que piensa de verdad. En cualquiera de los dos casos trafica con la mentira y el engaño a la audiencia como principal mercancía en su concurso. Mala estrategia en cualquier caso.
No es necesario aplicar el polígrafo para saber que Antonio David no se equivocó nominando el jueves. Basta con tener en consideración dos cosas. Una es lo que le dijo a Hugo antes de mostrarse apesadumbrado diciendo que se equivocó nominando y pedir que sea expulsado él mismo para pagar dicho error. “Es que yo no contaba con tu nominación. Contaba con que ibas a muerte a por Mila”, le explicó Antonio David a Hugo como explicación de sus dos puntos a Noemí. Luego prefirió decir que estaba helado de frío y se había quedado bloqueado a la hora de nominar.
En su tercera versión, y al día siguiente, Antonio David dice que se dio cuenta de su error al nominar con tan solo un punto Adara, pero en ese momento pensó que ya no lo podía cambiar. Con la fuerza de la lógica aplastante le dijeron Alba y compañía por qué no había preguntado a Jorge Javier si podía cambiarlo. Esta nueva explicación flaquea todavía más que las anteriores. No termino de entender cómo Noemí sigue creyendo a Antonio David. Se ha dejado convencer por sus lágrimas. Este concursante ha vendido la pena desde el principio. De vender y penas: vendepenas.
Pero lo más curioso es que casi nadie, dentro y fuera de la casa, se acuerda de las muchas veces que Antonio David ha dado un solo punto a Adara pudiendo ponerla por delante la mayor parte de las veces. No es nueva su estrategia de no tirar los puntos dando más a Adara dado que estaba en la palestra con total seguridad. Y es una buena estrategia, muestra de que Antonio David tiene muy pensados los mecanismos de este concurso. Le felicito por ello, pero en este caso ha sido a costa de poner en la palestra a Noemí, la misma que le salvó dos veces.
Como en tantos otros casos, Antonio David bien podría haber sustituido sus lágrimas por algo mucho más sencillo, y más útil para no dejar su imagen dañada de cara a la audiencia, que somos quienes vamos a determinar si debe o no seguir en el concurso. Bastaba con entrar en el ‘confe’ y decir “sí, es cierto, he nominado así para intentar salvarme de quedar nominado porque pienso que cuando lo esté me voy a la calle”. Y encima no lo ha evitado, supongo que por eso están apariendo defensores de Antonio David hasta de debajo de las piedras.
Moleskine del gato
Así estaban en el Debate los porcentajes ciegos para los cinco nominados: 54,9 %, 27,8 %, 12,1 %, 4,4 % y 0,8 %. A pesar de que uno de ellos concentra más de la mitad del voto, lo cual es muchísimo si se tiene en cuenta que son cinco, no me extrañaría que el segundo porcentaje pudiera crecer y este bajar. Lo mismo sobre cualquier otro porcentaje. Veo mucho salvavidas lanzado a Antonio David. También mucho empeño en eliminar a Hugo, considerado ahora mismo el rival más peligroso. No es de pesimistas pensar que se pueda marchar Hugo. Basta con mirar de que lado han ido cayendo los expulsados, tanto al principio (también Hugo y Dinio) como al final (Gianmarco y Joao).
Y ya está. Hoy me pongo a cubierto.