La desconfianza mutua hace que Luca y Cristina se hayan reconciliado solo a medias
¿Quién no se ha preguntado alguna vez en los últimos días si Luca y Cristina se han reconciliado ya o no? En ello influye que estemos viendo las idas y venidas de esta pareja de forma parcial y entrecortada, pero también es porque se ha establecido entre los dos una relación basada en la desconfianza. Lo que no ha pasado en tres meses se da ahora. Es como si estuviéramos ante dos grandes desconocidos que tienen por delante todavía la ardua labor de ganarse la confianza del otro. Se parecen los dos mucho más de lo que parece. Son igual de tercos y tienen un envidiable respeto por la propia identidad. Si no fuera por esa terquedad y la seguridad que Cristina tiene en sí misma, a estas horas estaría anulada y creyéndose culpable.
Cristina en una concursante kamikaze, que prioriza su libertad de pensar, hacer y decir lo que le da la real gana frente a pensar, hacer y decir lo que le venga bien a su concurso. En eso me recuerda a otros grandes concursantes de reality como Pepe Flores. Son concursantes que hacen sufrir a su hinchada por no estar pendientes de lo que conviene o no. Lo que sucede conviene es su lema, y en muchas ocasiones no se corresponde con lo que cabría esperar de ellos. Cristina no ha dado su brazo a torcer ante Luca, al menos hasta ayer. Tengo la sensación de que tras varios días manteniéndose en sus trece, defendiendo su forma de actuar frente a lo que el otro pueda esperar o desear que suceda, por primera vez se ha doblegado algo para relajar la tensión.
Es una tensión absurda por exagerada la que existe en esta pareja. No ha pasado nada que lo justifique, aparte de una expectativa no cumplida. Luca hace valer su decisión de sacrificarse poniéndose en peligro de expulsión para salvarla a ella. Puede parecer mejor o peor, pero está en su derecho. Más cuestionable es que esto sirva para intentar manipular a su pareja poniendo en duda todo, incluso el futuro de la misma. Nada justifica que culpe a Cristina de cualquier cosa, incluso de los tuits que el programa les pone, dando por supuesto que ella es responsable por lo que haya podido decir. Según él, si la audiencia piensa tal cosa no es porque lo vea así, sino porque está siendo manipulada por Cristina Porta. Menudo poder le presupone, al tiempo que minusvalora la inteligencia del espectador.
Los dos son tercos y de la noche a la mañana desconfían del otro como no lo habían hecho nunca hasta ahora. La susceptibilidad que en ocasiones ya habíamos apreciado se ha convertido ahora en duda permanente. Hemos visto decir a Cristina en el cubo que prefiere no verbalizar sus dudas para no ser responsable de que salte todo por los aires. No hace falta que diga mucho más, muchos lo hemos pensado y cuesta decirlo, no le va a costar a ella. Aunque bien mirado, si Luca ve esas imágenes va a estar igual de seguro de cuál es la duda que está ocultando Cristina. Porque viendo la sutil manera en la que parece pretender anularla es inevitable pensar que no está queriendo anular a su pareja, sino a su rival en el concurso.
Viendo la manera en que la poco a poco Cristina va evitando hacer cualquier cosa que pueda molestar a Luca, lo cual no aparenta ser nada fácil, se descarta completamente cualquier duda de que pretenda poner distancia entre ellos con vistas a la recta final del concurso. Si tuviera ese plan habría aprovechado la coyuntura para despegarse de él y seguir su camino sola poniéndole en el mismo plano que al resto de rivales. También se confirma que sus sentimientos hacia Luca son reales porque de otro modo no le habría aguantado ni una milésima de que viene aguantando. En realidad, esto le ha servido a Cristina como prueba de amor y lealtad.
Ojalá pudiera decir lo mismo de Luca, que me pareció durante tanto tiempo el concursante perfecto. Con la inoportunidad que me caracteriza, dije en Twitter hace pocos días: “Luca es tan perfecto que ni siquiera da rabia por ser tan perfecto”. Perdón por la autocita, pero en este caso no es para vanagloriarme de mi ocurrencia sino para rectificar mi opinión. En cuatro días se me ha caído el mito de una perfección que posiblemente nunca existió. Ahora estoy en el campo pantanoso de la duda yo también. De momento, prefiero pensar que le motiva su terquedad y las dudas que le han podido surgir. Aunque confieso que no estoy seguro de si la desconfianza mutua es motivo o consecuencia de esta crisis.
Con todo esto que cuento mirar lo que pasa en la casa de los secretos se ha convertido en una especie de ejercicio visual donde hubiera que identificar si están enfadados de nuevo o no. La penúltima madrugada se acostaron aparentemente en crisis, pero juntos. Han amanecido cogidos de la mano y apretados. Ya por la noche hubiera dicho que volvían a tener una crisis en el jacuzzi, pero al rato los vimos juntos en el cuarto de baño, los dos con una mascarilla plateada que les hacía parecer deidades mayas o aztecas. Luego se apretaban granos de la cara. ¿Acaso hay mejor muestra de amor que apretar al otro un grano o dejar que te lo aprieten? No lo creo. Demasiadas horas de buen rollo entre ellos. Es razonable el temor a que se malogre en cualquier momento, especialmente por lo que puedan ver en la gala de esta noche.
No deja de ser sarcástico que Luca defendiera el domingo que Julen y Sandra nunca le hablaron mal de Cristina ni le malmetieron contra ella cuando un momento antes Julen había pronosticado que le haría la 13-14 (ellos dicen 3-14, a ver si va a ser otra cosa) igual que supuestamente se la hizo antes a Adara y Frigenti. Además, poco después Sandra volvía a especular sobre si Cristina ha sido sincera o interesada en su relación con Luca. Este eligió mal momento para defender que no hubiera sucedido nunca justo lo que estaba sucediendo en ese momento. Julen tuvo esa actitud en la gala incluso contra una Cristina que no está nominada esta vez, y después de haber estado hablando hace unos días para intentar solucionar su mala relación. En la media distancia y solo frente a Cristina vi a otro Julen más modosito.
El caso es que Julen y Sandra se activan en las galas y, generalmente (por no decir siempre) para atacar a Cristina. El resto del tiempo reposan, y no es broma ni exageración lo de que se pasan el día durmiendo. Creo que han ido a este concurso para hacer una cura de sueño. Ayer estuve tentado de cronometrar cuanto tiempo pasaban durmiendo, sumando las horas de cama y las de sofá o cualquier otro lugar que sirva para echar una cabezadita en posición original. Al tumbadito Julen ni siquiera le influye lo que pueda decirle su suegra. De verdad que es preocupante que pasen tanto tiempo inactivos.
Sandra dice que está triste ante la posibilidad de que Julen sea expulsado el jueves. Poco se dice de este caso, porque Sandra sentirá la culpa si eso se produce al haberse expuesto él para salvarla. Cristina deseaba ayer que Luca se salvase esta noche para que se quitase esa presión de encima. Ni siquiera está contemplando que el 92 % pueda ser suyo. Sí lo hace Sandra, y me parece que con buen criterio.
El gato responde
El domingo se daba muchas ínfulas Miguel Frigenti descubriendo una supuesta estrategia de Cristina entrando al retrete con el micro puesto para dar pena. También criticó que fuera continuamente al cubo, cuando él lo ha defendido como parte de su propio concurso. Va a ser que al cubo puede ir Frigenti y nadie más. El caso es que hay testimonio gráfico que lo demuestra: Frigenti también entra al retrete con el micro puesto. ¿Debemos, por tanto, suponer que es un estratega por ello?
Mucho más grave me pareció la extemporánea acusación de Frigenti a Sofía Cristo. Cuando ambos se vieron en plató tras ser expulsado por primera vez se dieron un abrazo para hacer las paces y tuvieron buen rollo hasta volver a la casa repescado. ¿Por qué ese buen rollo? Pues muy simple: porque alguien hizo conjeturas sobre la posibilidad de que volviesen ambos a la casa en una especie de repesca adelantada. Frigenti interpretó que eso podría suceder solo si hacían las paces y se llevaban bien, apartando cualquier idea de que pudiera volverse a repetir el rifirrafe entre ellos.
Ahora se saca de la manga Frigenti que Sofía Cristo no solo le cogió los brazos, sino que también le golpeo la cabeza con una botella. He repasado el vídeo frame to frame y puedo confirmar que eso es absolutamente falso. Ya se lo dijo Jordi González en directo, así que yo lo corroboro. En la imagen animada de aquí debajo se puede ver con claridad que Frigenti tiene en su mano izquierda una botella. Sofía le agarra ambos brazos y al levantarlos sale incluso algo de agua de la botella. Pero se aprecia con gran claridad que la trayectoria de la botella es de delante hacia atrás, sobrepasando su cabeza y terminando bastante en una posición bastante retrasada respecto a la misma. En ningún momento la botella impacta, solamente va de delante hacia atrás, sin detenerse en absoluto. Por tanto, Frigenti miente. Y que saque esto ahora parece una maniobra muy sucia.
El bulo que ahora difunde Frigenti contra Sofía es en respuesta a unas críticas para él incómodas que esta había hecho el día anterior (y otros) en el Deluxe. Dado que comenta realitites, nunca pensé que fuera a encajar tan mal las críticas. Lo he experimentado personalmente, aunque más me llama la atención otra cosa. Cuando salió la primera vez me agradeció que le hubiera apoyado en un mensaje privado de Twitter. Sin embargo, tras su segunda expulsión se ha quejado de mis críticas públicamente en un tuit. Agradecimientos en privado y reproches públicos, curioso proceder. Dice que estoy obsesionado con él y que hago cualquier cosa para desprestigiarle. Pero vamos a ver, Miguel, si te desprestigias tú solo. ¿Para qué me iba yo a molestar?
Moleskine del gato
En el fondo estoy de acuerdo con lo que dice Luis Rollán a Luca y Cristina: “Tenéis que copular”. Creo que la tensión entre ellos también es por lo que llevan acumulado, reteniendo las ganas casi desde tiempos inmemoriales.
Luis no es ese concursante poco comprometido, tibio y liante que algunos quieren pintarnos. Esta semana le he visto dar menos apoyo que otras veces a Cristina y lo achaco a que está nominado por primera vez y decantarse por un lado u otro puede perjudicarle. Pero le sigo viendo una persona justa que nunca oculta lo que piensa. La madrugada del domingo dio buena prueba de ellos criticando primero a Cristina por su respuesta al ataque de Julen y defendiéndola luego cuando Luca no quiso hablar con ella. Se podrá ver como que da una de cal y otra de arena, pero yo prefiero verlo como que da su opinión sin casarse con nadie. Justo lo contrario de lo que muchos creen.
Cuenta Cristina que de pequeña le decían sus padres que no pidiera a los Reyes Magos algunas cosas porque igual no se lo podrían traer dado que son muchos los niños que lo quieren igualmente. De todas formas, ella lo pedía por si acaso. Ya sabemos que es muy amiga de las metáforas (el sushi que quieren hacer esta semana es del de comer), y en esta ocasión se puede imaginar lo principal del contenido de su carta de reyes. Luca le vino a echar agua al vino aclarando que “si te comportas fatal (no mal) los Reyes Magos no serán muy generosos”.
Esta noche tenemos gala y me imagino que habrá salvación, pero no puedo decir más porque no he visto nota de prensa esta vez. Cristina decía ayer que teme los vídeos que les puedan mostrar esta noche. Todo lo que sea recordar los malos momentos puede servir para llamar a que se vuelvan a producir. Basta con que lo dijera…
Por cierto, como avisé ayer no habrá nuevo escrito mañana. Por tanto, analizaré el jueves lo que pase en la gala de esta noche.