Estela se convierte en un blanco fácil
En la casa de Guadalix cualquier muestra de debilidad puede ser motivo para que el resto de compañeros (compañeras en este caso) te pongan en el disparadero. Esto está pasando con Estela, quien tiene en su contra la sospecha, compartida por todos, de que el porcentaje más alto de votos para la expulsión tiene su nombre. No me parece inocente el intento del grupo, particularmente de Alba, por pillarla en un renuncio y que confesara haber pasado por algo semejante a lo de Adara. Esta también ha intentado meter el dedo en la llaga, tal vez por el refrán aquel que dice “mal de muchos, consuelo de tontos”. Con perdón.
No confesó expresamente Estela, aunque con su actitud hizo innecesaria una aceptación implícita de haber sentido hacia Kiko una atracción, por otra parte evidente. Creo que por un lado necesitaba dar alguna muestra de ello, y por otra se vio forzada por la insistencia en que confesase. Somos esclavos de nuestras palabras y dueños de nuestros silencios, por lo que bastaría con repasar lo dicho en su momento por Estela para evitar esta ceremonia de confusión en la que todos participan sabiendo más o menos lo que hay.
Hablo de una ceremonia de confusión que se vive centro y fuera de la casa. Mila levantó la liebre de lo que se estaba viendo en la casa entre Estela y Kiko, del mismo modo que es ahora mismo quien más claro lo parece tener. Estela disimula dentro con tan poca convicción como su marido fuera. A ella le delata el orgullo y, posiblemente, la envidia a Adara porque esté pudiendo compartir su historia. A él le delata el rostro, pretendidamente impenetrable. Diego Matamoros dice una cosa distinta de la que expresa con la mirada mientras ve a su mujer echando balones fuera.
Cuando digo que basta con repasar lo dicho en su momento por Estela me refiero a cosas como esto tan poco sujeto a dudas que afirmaba horas antes de salir expulsado Kiko: “Nunca imaginé que fuera posible enamorarse en Gran Hermano”. Si no fuera porque le había pasado a ella la frase carece de sentido. Ahora no parece recordar lo dicho. Tampoco su marido, por la cuenta que les trae. Mucho peor sería que todo aquello fuera mentira, porque entonces deberíamos pensar que tan solo lo utilizaron como una manera de medrar en el concurso, sospecha inevitable después de muchas falsas carpetas vistas en años de concurso.
Lo que ahora queda de aquello es el interés del grupo porque Estela se pueda sumar a Adara y se abra en canal contando lo suyo. Un interés motivado por puro cotilleo, pero también porque Estela se ha convertido en un blanco fácil y a nadie se le escapa que una confesión sobre este tema la debilitaría. Si ya era un blanco fácil aún más lo es desde anoche, vistos los porcentajes ciegos. Que una de las nominadas tenga más del 80 % de los votos la hace especialmente débil. Y hasta la propia Estela da por hecho que es ella. Posiblemente por eso decidía Adara posicionarse en su contra anoche. Podía elegir entre Mila y Estela. Mila se había posicionado en contra de ella, igual que lo hicieron Alba y Noemí, pero Adara se decantó por Estela, que a su vez se posicionó contra Mila. Es la peor de las decisiones posibles. Adara bien podía haber aducido que por descarte evitaba posicionarse contra Estela, la única que no prefiere su salida.
Creo que el posicionamiento en su contra de Adara no fue lo que más dolió a Estela, que a continuación se marchó al ‘confe’ y estuvo allí cerca de una hora, sino las razones esgrimidas. Antes de terciar con el socorrido “por descarte”, Adara recordaba los vaivenes de Estela, aunque intentaba evitar, con eufemismos, darle un nombre entendible por todos. “No he querido decirlo claramente por no hacerla daño”, confesaba después. Pero no por evitar alguna palabra pierde sentido la frase. Todos entendimos que estaba justificando su posicionamiento contra Estela por haber sido chaquetera. No digo que hubiera tenido que mentir, pero tal vez era innecesario recordar episodios pasados, ahora que tienen en la casa tan buen ambiente.
Igualmente me pareció innecesaria la sesión de costura y confección posterior en la que participaron todas, aunque en mayor medida Mila. Le hicieron un traje a medida a Estela, ausente en ese momento. Si lo llega a escuchar le hubiera molestado mucho más que lo dicho por Adara en los posicionamientos. Todas fueron cómplices de ese improvisado aquelarre contra Estela, ya fuera por lo que dijeron o por lo que callaron escuchando lo que otras decían. Todas, insisto, fueron injustas con Estela, porque si se trataba de hablar de si no le tuvo respeto a su pareja o ha sido veleta, si la cuestión era hablar de falta de lealtad, creo que en el grupo hay quien gana a Estela en todo.
Unas cardan la lana y otras llevan la fama. A Estela en esta historia le ha tocado el peor lado, y anoche estaba bastante hundida. “Me doy cuenta de cosas que pasan y que soy muy insegura”, decía. Estaba bloqueada y sufriendo, como también le confesó a Jordi González, lo cual no ablandó a sus compañeras. En definitiva, la consideran ya amortizada. Están seguras de que Estela se irá este jueves próximo y ahora toca estar bien colocadas para afrontar la recta final. Creo que no merece el trato que ahora la dispensan. Tampoco salir con tan abultado porcentaje.
También inquieta a Estela no haber recibido ninguna visita del exterior, aunque no se queja tanto por ello como Alba. Esta dice que no ha visto ni sabido nada de los suyos en todo el concurso. “Ni esta semana, ni ayer ni nunca”, enfatiza Alba faltando a la verdad. Cuesta creer que no recuerde la conversación que tuvo con su madre cuando estuvo a punto de abandonar. Esta claro que para ella fue más importante lo que le dijo Jorge Javier que escuchar a su madre. De hecho, en un principio ni siquiera quería hablar con ella. Pero de ahí a que nunca haya sabido nada de los suyos hay un abismo. Anoche Estela tuvo su enésima decepción cuando entró al ‘confe’ y no había nada. Tocaba que las nominadas preguntasen a la audiencia.
La inseguridad, y un cierto miedo a conocer una verdad incómoda, hizo que las tres nominadas hicieran preguntas con escaso interés. Que Adara se interese por la opinión de la audiencia respecto a su relación con Gianmarco no deja de ser contradictorio si tenemos en cuenta que durante semanas estuvo intentando que no nos enterásemos, susurrando la verdad en el suelo del ‘confe’. Si tan poco le importaba la audiencia entonces por qué diablos ahora sí le importa. También me pareció curioso que preguntase si se ha entendido la situación que ha vivido y vive con Gianmarco. Esa aclaración que pone en presente de indicativo al italiano es de lo más revelador. En realidad, lo que quería preguntarnos Adara era si la vemos con el maletín en la mano, pero no se atrevió a decirlo así.
Indescriptible me pareció la pregunta de Estela sobre su relación con “las niñas”, o sea, sus compañeras. El 56 % de la audiencia entiende a Adara y el 77 % no entiende a Estela. Hasta esto le salía mal anoche. La pregunta era rara, pero no merecía ese varapalo. Y Mila vuelve a tomar este programa como una terapia de ayuda personal preguntando si ha superado sus miedos y complejos, lo cual solamente ella debe saber. De nuevo un 56 %, pero esta vez en contra.
Mila sigue diciendo que se encuentra desubicada, como en un internado de señoritas adolescentes y que no soporta a “las niñas”. Sabiendo esto no extraña tanto que en cuanto cualquiera de las demás se da la vuelta aproveche para ponerla como chupa de dómine verde, o sea, como hoja de perejil, a caer de un burro… que cada cual elija. Juega la baza de la diferente frente a tres modelos, según ella. No es la mayor de sus exageraciones. La primera semana decía que esto era peor que Guantánamo. No digo más.
El Gato responde
Mila ha soñado que Jorge Javier venía a la casa, atravesaba los cristales y todas podían hablar con él. Bueno, todas menos ella. Esto de los sueños ya está pasando de Calderón de la Barca a Iker Jiménez.
Otra de Mila, menos sobrenatural. Tuvo que ser ella la que diera en el clavo a la hora de explicarle a Adara por qué es absurda su supuesta convicción de que no se grababan sus conversaciones con Joao en el ‘confe’. Mila señalaba el micrófono al cuello de Adara y decía: “Esto es un micrófono, que lo escucha todo”. Tras decírselo Gianmarco y que se lo repitiese su señor padre, Mila confirma a Adara que se escucha todo y lo que lleva colgado al cuello es un micro. ¿Todavía tendré que subir yo?
Corea central
Me pide un lector que explique un poco más por qué los porcentajes de votación son cambiantes y dependen de muchos factores. Esta es la conversación en Twitter:
Es muy sencillo y en esta edición hemos tenido ejemplos para aburrir. Por ejemplo, con concursantes nominados que una semana eran salvados con un porcentaje de votos mínimo y a la siguiente salían expulsados. Adara la semana pasada obtuvo un 44 % de los votos frente a Antonio David, que está encantado de haberse conocido en los platós, lo cual demuestra que entró a GH VIP no para concursar sino como un trampolín para lo de después. Es tan lícito por su parte como despreciable para mi forma de entender este concurso. Días después de ese elevado porcentaje, Adara está entre el 2,1 y el 14,2 %. ¿Por qué estas variaciones de porcentajes? Porque los votos de quienes son expulsados dependen en buena medida de sus rivales.
Que un nominado se lleve más del 80 % de los votos, como muy posiblemente va a suceder esta semana, no significa que sea ampliamente odiada o despierte en la audiencia un amplio rechazo. El hecho de que quienes quieren el triunfo de las otras dos nominadas la hayan elegido a ella para concentrar el voto hace que el porcentaje sea ese. Adara y Mila han evitado enfrentarse durante la fase de votos en negativo, lo cual lamento porque no se han reconocido como rivales. También porque Estela no merece tan alto porcentaje.
Podría ser que el porcentaje alto no fuera de Estela, pero lo dicho no perdería sentido. En resumen, el mismo concursante puede salir por la mínima o con un porcentaje apabullante dependiendo de quienes son circunstancialmente sus rivales en la terna de nominados. No hay más.
Moleskine del gato
Primero de todo, que luego se me olvida: no superaron la prueba. La tortura a mis oídos de estos últimos días no ha servido para nada y tendrán presupuesto mínimo de 1 euro por persona y día. Alba estaba encantada porque dice que la compra de esta semana ha sido la mejor de todas. No en vano la hizo ella.
Los porcentajes ciegos estaban así anoche: 83,7 %, 14,2 % y 2,1 %. Menudo revolcón para la más votada.
Supimos el jueves pasado que mañana el Límite 48 horas estará presentado por Sobera y la gala del jueves por Jordi, que seguirá en el Debate. Jorge Javier debe pasar por quirófano y pronto estará de nuevo al frente. El programa queda en buenas manos, pero este gato quiere a Jorge de vuelta para final, si no antes.