A estas alturas de concurso suele pasar que las diferencias se estrechan y hay mejor relación que nunca entre los concursantes. Al ser tan pocos habitantes en la casa es una cuestión de supervivencia. Las cinco mujeres que han llegado hasta aquí mantienen un ambiente de camaradería envidiable, aunque a veces no evitan caer en la tentación de poner en un aprieto a una compañera. No en vano son rivales que se están disputando el premio final a escasas semanas de que eso suceda. Lo hacen con disimulo y sin perder las buenas maneras, por lo que es difícil determinar si hay mala intención o simplemente se están dejando llevar por la curiosidad.
Como dije ayer, es Estela a quien más están poniendo en un aprieto, aunque a veces le toca también a Adara. En el otro lado, son Alba y Mila las más dadas a hacer preguntas incómodas que interrumpen de forma momentánea el buen rollo, aunque Noemí tampoco se queda muy atrás. Cuando menos te lo esperas aparece el hachazo de una de ellas. Aunque la intención debe valorarla cada uno, hay preguntas que cortan el aliento y hacen temer que estalle la polémica en medio de la paz reinante. Diría que es una paz es inestable, aunque desde la salida de Antonio David han puesto sordina a las tiranteces y evitan enfados importantes. Eso sí, tranquilas del todo no están porque de vez en cuando hay pequeños temblores que amenazan la tranquilidad. Entre col y col, lechuga.
También es normal que revuelvan el pasado. Llegados a este punto suelen vivir del recuerdo y se dejan arrastrar por una nostalgia irrefrenable. Son muchos los ausentes e imposible evitar recordar situaciones vividas en estos casi tres meses de encierro. Como peculiaridad de esta edición está el manto de silencio con el que Adara lo cubrió todo. También que Estela no haya reconocido nunca lo que todos saben o intuyen. Adara duda de si la está esperando Gianmarco, aunque aclara y puntualiza que se refiere a esperarla para hablar. Con el padre de su hijo tiene pendiente una conversación igualmente. Y también Estela espera algo de dos hombres: Kiko y su marido.
Escribe Estela en su blog que si los alegatos son del exterior y han de hacerlos familiares quiere que sea Diego quien la hable. Más que querer lo necesita. Además, pide que sea un mensaje de apoyo, ánimo y cariño. Por pedir que no quede. Pero si los alegatos fueran de compañeros le encantaría que fuera Kiko quien lo hiciese. “Han pasado muchísimas semanas desde que te fuiste y, aún así, aún te echo mucho de menos”. Se me ocurre que Estela pudiera recibir la visita de Diego mientras desde el plató Kiko hace el alegato a su favor. Así matamos dos pájaros de un tiro.
Anoche Alba y Noemí ponían una vez más en un aprieto a Estela preguntando si seguirá siendo amiga de Kiko una vez salga de la casa. Preguntando y repreguntando. Haciendo que suponga que a su marido no le gusta que mantenga esa amistad o que fuera la pareja de Kiko quien quisiera impedirlo. Se escuchan estos días en la casa los nombres de Diego Matamoros y Sofía Suescun más que los de muchos exconcursantes. Estela respondió que ya vería cómo gestionar una situación tan incómoda como que a Diego no le pareciera bien su relación con Kiko. Ya le pueden ir avisando en cuanto salga de que va a tener que gestionarlo porque cuando Kiko se despidió de la casa emplazando a Estela a tomar el café que tenían pendiente ya se encargó Diego de avisarle de que no habría tal café. El caso es que no desaprovechan la ocasión de que Estela diga algo de lo cual se pueda arrepentir. No es por ser mal pensado, pero casi nada me parece casual.
Tampoco puede ser una casualidad que anden recordando películas cuyo título o argumento puede remover el ánimo a alguien en la casa. No es la primera vez veo esta maniobra. Ayer, de repente, las descubrí hablando de ‘Los puentes de Madison’. Como Adara no conocía la película se la contaron entera, incluyendo el momento cumbre de Meryl Streep dudando si salir del coche. Hablar de películas de infidelidades donde un personaje tiene que decidir entre seguir con su pareja o irse con su amante es una casualidad demasiado poco casual. Y que se planteen entre risas lo que harían ellas ante una situación así mucho menos. Cuando Noemí vio llorar a Adara cortó las risas y salió por la tangente con humor. “Mila se tiraría del coche haciendo la croqueta”, dijo Noemí. Luego siguieron hablando de ‘Una proposición indecente’, otra película de infidelidades. Y masoquistas ya digo yo que no son.
Personalmente agradezco que hablen de cine porque así salen de los bucles de siempre. Estos días se repiten las conversaciones una y otra vez, lo cual no es malo si no fuera porque me resisto a repetir párrafos de escritos anteriores. Podría hacerlo porque ya digo que repiten conversaciones. No se aburren de darle vueltas a lo mismo y recordar una vez tras otra algunas situaciones. Por eso ando estos días pendiente de cualquier cosa nueva que no haya escuchado antes. Adara sigue hablando de la frialdad de Hugo Sierra en sus mensajes. Ahora parece que el último fue peor que los anteriores. Debería haber dado una puntuación a cada uno, como en Eurovisión.
Dice Adara que Hugo S. es muy buena persona y a lo mejor ni siquiera se ha dado cuenta de que a ella le faltaban algunas cosas con él. Tal vez sea así por detalles como que ella misma dijera en su curva de la vida que tenía con él todo lo que podía necesitar. “Le conozco muchísimo y sé que debe estar súper enfadado, súper dolido… y espérate que sea él hasta quien no quiera seguir”, afirmaba Adara. Una vez más veo claro que tiene en mente seguir con su pareja como prioridad. No es por nada, pero creo que Gianmarco debe empezar a hacerse a la idea. Cuando dice que igual es él (Hugo S.) el que no quiere seguir es porque ella si querría. De otra forma no se entiende el planteamiento.
Noemí anda preocupada porque le toca hacer la curva de la vida. “Igual no hay tiempo”, decía Adara, siempre poniéndose en lo peor, que en este caso es lo mejor para la interesada. Alba la anima diciendo que tiene una vida de libro y a Estela le parece mucho más interesante de lo que la propia Noemí cree. Las dos están convencidas de que la curva de Noemí va a ser, poco más o menos, una homilía. Tampoco me extrañaría que empezase hablando del chip prodigioso ese que el maligno quiere meter en nuestro cuerpo. Lo último de Noemí es que la próxima visita del altísimo a la tierra va a ser con fuego, no con agua. “¿Y hay algo más?”, preguntaba Alba. “No, es fuego y agua”, respondía Noemí. Poca variedad, sin duda alguna. Lo del fuego tiene relación con el cambio climático y esas cosas, según nuestra predicadora particular. En la COP25 deberían tener en cuenta que el clima no depende solo de nosotros, hay causas más allá de la razón.
Atendiendo a lo que contó ayer, la curva de Noemí promete. Espero que hable de su madre, de quien decía esto: “La relación de mi madre siempre ha sido muy peculiar porque con mi padre empezó con 14 o 15 años. Y mi madre siempre ha sido muy rara para ser paya”. Jaja. La cosa se ponía interesante. Ya pudimos intuir algo cierto día que terminó abandonando el plató por invitación de Jorge Javier. Seguía Noemí hablando de su rara madre: “Tampoco se había puesto un tampón nunca. ¡Ha sido muy rara! Nunca ha fumado. Es muy rara, muy cerrada. Lo decía mi abuela: ‘Qué rara es esta niña’”. Alba concluía: “Es una paya arrepentida, como yo”. La verdad es que Alba tiene buenos golpes.
Corea central
No comenté ayer el paso por el Debate de Antonio David. Podríamos hablar del doctor Jeckyll, mister Hyde y Antonio David. Un concursante con triple personalidad. De momento lo hemos visto taciturno en la casa, explosivo al salir en plató y conciliador en el Debate. Aunque le duró poco el buen carácter, justo lo que tardo en aparecer Kiko Jiménez. Este exconcursante consiguió lo que no pensé que pasaría: hasta Antonio David me pareció bueno a su lado. Dejando aparte los temas médicos, que no se deben tratar, que Antonio David de tanta batalla estando fuera y tan poco ahí dentro me hace pensar que su participación en GH VIP le daba igual y lo que él buscaba era lo que pudiera venir después.
Por mucho que al contraste con Kiko mejore Antonio David lo pierde luego todo cuando en un vídeo le escuchó decir esto: “Yo soy un hombre y tengo un concepto de la lealtad muy grande”. Sobra la mitad de la frase y, ya puestos, la otra mitad también.
Mila dispara a diestra y siniestra. Adara, Estela y, especialmente, Alba son sus objetivos. De Alba decía esto el otro día: “No se dice ‘tripota’. Que tienes 30 años y dos divorcios. No se dice ya ‘tripota’”. Reconozco que Mila me está empezando a hacer gracia desde hace un par de semanas.
Moleskine del gato
Han variado bastante los porcentajes desde el domingo. Ayer en el Diario de Lara Álvarez estaban así: 62,2 %, 30,1 % y 3,7 %. Quiere decir que el exagerado porcentaje más alto ha bajado 21,5 puntos y el siguiente ha subido casi 16. También ha subido ligeramente el más bajo. Está claro que si este trasvase de votos se vuelve a repetir, esta misma noche podría haber sorpasso. Hemos dado por supuesto que el porcentaje mayor es de Estela, en cuyo caso la cuestión sería saber a quién corresponde el siguiente. Diría que entre los seguidores de una de las nominadas han decidido desde ayer dividir el voto para ver qué pasa.
Esta noche saldremos de dudas sobre a qué dos concursantes corresponden los porcentajes más altos porque supongo que se salvará la del más bajo, como ha venido pasando todos los martes. Las votaciones en positivo comenzarán con la sensación de que quien se salve esta noche va a llevarse el maletín.